Page 1
Page 2
Page 3
Page 4
Page 5
Page 6
Page 7
Page 8
Page 9
Page 10
Page 11
Page 12
Page 13
Page 14
Page 15
Page 16
Page 17
Page 18
Page 19
Page 20
Page 21
Page 22
Page 23
Page 24
Page 25
Page 26
Page 27
Page 28
Page 29
Page 30
Page 31
Page 32
Page 33
Page 34
Page 35
Page 36
Page 37
Page 38
Page 39
Page 40
Page 41
Page 42
Page 43
Page 44
Page 45
Page 46
Page 47
Page 48
Page 49
Page 50
Page 51
Page 52
Page 53
Page 54
Page 55
Page 56
Page 57
Page 58
Page 59
Page 60
Page 61
Page 62
Page 63
Page 64
Page 65
Page 66
Page 67
Page 68
Page 69
Page 70
Page 71
Page 72
Page 73
Page 74
Page 75
Page 76
Page 77
Page 78
Page 79
Page 80
Page 81
Page 82
Page 83
Page 84
Page 85
Page 86
Page 87
Page 88
Page 89
Page 90
Page 91
Page 92
Page 93
Page 94
Page 95
Page 96
Page 97
Page 98
Page 99
Page 100
Page 101
Page 102
Page 103
Page 104
Page 105
Page 106
Page 107
Page 108
Page 109
Page 110
Page 111
Page 112
Page 113
Page 114
Page 115
Page 116
Page 117
Page 118
Page 119
Page 120
Page 121
Page 122
Page 123
Page 124
Page 125
Page 126
Page 127
Page 128
Page 129
Page 130
Page 131
Page 132
Page 133
Page 134
Page 135
Page 136
Page 137
Page 138
Page 139
Page 140
Page 141
Page 142
Page 143
Page 144
Page 145
Page 146
Page 147
Page 148
Page 149
Page 150
Page 151
Page 152
Page 153
Page 154
Page 155
Page 156
Page 157
Page 158
Page 159
Page 160
Page 161
Page 162
Page 163
Page 164
Page 165
Page 166
Page 167
Page 168
Page 169
Page 170
Page 171
Page 172
Page 173
Page 174
Page 175
Page 176
Page 177
Page 178
Page 179
Page 180
Page 181
Page 182
Page 183
Page 184
Page 185
Page 186
Page 187
Page 188
Page 189
Page 190
Page 191
Page 192
Page 193
Page 194
Page 195
Page 196
Page 197
Page 198
Page 199
Page 200
Page 201
Page 202
Page 203
Page 204
Page 205
Page 206
Page 207
Page 208
Page 209
Page 210
Page 211
Page 212
Page 213
Page 214
Page 215
Page 216
Page 217
Page 218
Page 219
Page 220
Page 221
Page 222
Page 223
Page 224
Page 225
Page 226
Page 227
Page 228
Page 229
Page 230
Page 231
Page 232
Page 233
Page 234
Page 235
Page 236
Page 237
Page 238
Page 239
Page 240
Page 241
Page 242
Page 243
Page 244
Page 245
Page 246
Page 247
Page 248
Page 249
Page 250
Page 251
Page 252
Page 253
Page 254
Page 255
Page 256
Almanaque 2015 Juan Manuel Besnes e Irigoyen Recepcin del ministro de Brasil Jos Mara do Amaral acompaado de su secretario el oficial mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores Flangini y el edecn del gobierno provisorio coronel Ordez. Prontuario de Paisajes de 1852 Biblioteca Nacional. Juan Manuel Besnes e Irigoyen Vista de la casa llamada Monte Caseros Monte Caseros Argentina. Prontuario de Paisajes de 1852 Biblioteca Nacional. Directorio presidente Sr. Mario Castro vicepresidenta Ec. Mara Dufrechou director Ec. Alberto Iglesias Secretara General Letrada Dr. Washington Germano Gerencia General gerente general Cr. Ral Onetto subgerente general Cra. Margarita Gagliano subgerente general Cra. Graciela Vidal subgerente general Cr. Daniel Mouradin Autoridades Banco de Seguros del Estado Directores y gerentes de divisin Autoridades al 1 de noviembre de 2014. Cr. Atilio Cogorno Ing. Marcelo de Polsi Dr. Hugo Lens Sr. Nelson Montaldo Ing. lvaro Motta Ing. Qum. Patricia ONeill Sra. Raquel Perrachon Cr. Guillermo Porras Cra. Estrella Rodrguez Lic. Mara Saavedra Dr. Gustavo Surez Sr. Guillermo Testorelli Dr. Rodolfo Vzquez Ing. Gonzalo Varalla Sra. Mara Acosta Cra. Sara Alaluf Sra. Nelsi lvarez Dr. Ariel Apotheloz Sra. Cristina Bidegain Dra. Ana Burgueo AP Flavio Buroni Sr. Emir Cceres Sr. Carlos Cal Sra. Walkyria Castro Sra. Miriam Centurin Lic. Andrs Cerrutti Sr. Fernando Cortalezzi TA. Graciela Cossatti Sr. Rafael Danglada Sr. Carlos Devoto TA. Alicia Di Bartolomeo TR. Silvia Dutrenit Sra. Estela Favianes Sra. Mnica Franco Esc. Alicia Gaitano AM. Patricia Gregorio AP. Nancy Guadalupe Dra. Raquel Guarnieri Sr. Luciano Ifran Ps. Mabel Iraola AP. Luis Llofriu Arq. William Martnez Sr. Omar Mndez Sr. lvaro Mitropulos Dra. Adriana Moreno Sr. Ricardo Muoz Sra. Marta Nogueira Sra. Anyela Nez Sr. Manuel Nez Sr. Jorge Oxoby Cra. Carina Peombo Prof. Julio Rapetti AM. Silvia Rocha Sra. Rosa Rodrguez Sr. Eduardo Rossini TP Giselle Santelln Sr. Enrique Santos Dra. Clara Saxlund Sra. Lilin Tejera Sra. Laura Torres Ing. Hctor Trianes Sr. Federico Vallarino Sra. Margarita Varela Sr. Walter Vidal Sra. Rossana Yo 10 Editorial 12 Calendarios 2015-2016 14 Fases lunares 16 Visibilidad de los planetas 18 Eclipses 20 Lluvias de meteoros 21 Equinoccios y solsticios 128 El Salto garibaldino 134 Artigas en construccin 140 Pulperas y sociabilidad popular en el Uruguay del siglo xix 146 A 200 aos de la promulgacin del Reglamento de Tierras de 1815 155 El ferrocarril uruguayo del este 164 Experiencias de uruguayos migrantes 1960-2012 Tabla de contenidos 172 Respiracin consciente 180 Lleg la hora de la bicicleta en Uruguay 98 De dientes y sables que habitaron en Uruguay 102 El extinto guacamayo glauco 107 Araas que capturan cooperativamente insectos en ctricos 110 La voz de nuestra sangre 114 El caso de los anfibios de los Humedales del Santa Luca 118 Las bacterias y su estrategia para resistir a los ataques 122 Modificacin gentica de vegetales 3 2 1 Tema anual 2015 Un pas de fronteras 2295 4 186 El rea Protegida Franois Margat 192 Ruanda el pas sin bolsas de plstico 197 Enigmticos monumentos de piedra de nuestros ancestros 204 Eventos extremos que impactaron la costa uruguaya del Ro de la Plata 210 Una frontera inesperada en el Ro de la Plata 214 Flora autctona para jardines con carcter 220 El sepelio de las celebridades en el cine silente uruguayo 226 Bartolom Hidalgo voz y memoria de la poesa popular 230 El cine en digital. Ya no ms pelculas 5 6 236 Deducible y Bonificacin 240 Las nuevas tecnologas transforman el seguro agrcola 244 La historia de Juan 246 Los seguros de vida del bse 250 Sucursales y agencias stamos en 2015 y ya conmemoramos en 2011 los primeros 100 aos del BSE y en 2014 el primer centenario de nuestro querido Almanaque del labrador. Este ao el tema del Almanaque es Un pas de fronteras y lo abordamos desde distintos tpicos los lmites fronterizos los ros las ciudades compartidas el idioma la gastronoma entre otros. Tpicos que nos unen y a la vez nos diferencian y distinguen como pas. A nuestro modo en el BSE intentamos traspasar ciertas fronteras. Tanto en honor a quienes nos precedieron como por el orgullo que sentimos al dirigir esta histrica institucin junto a un gran equipo humano. Hace cuatro aos en oportunidad de lanzar el plan estratgico para la gestin de esta administracin intentamos sentar las bases para impulsar el desarrollo del BSE del siglo xxi a partir de los lineamientos establecidos por nuestro Directorio renovacin generacional renovacin en procesos renovacin tecnolgica con foco en nuestros clientes en mejorar tiempos de respuesta y brindar una atencin de calidad. Ese plan parti de la consigna Construyamos el BSE que soamos para 2016. Con la participacin de muchos funcionarios en ese momento delineamos una nueva Misin para el BSE de la cual comparto un prrafo Promover la creacin de valor siendo proactivos aportando soluciones eficientes innovadoras y prcticas para nuestros clientes usuarios y la sociedad. Nos gui el espritu de soar un nuevo BSE e implcitamente superar determinadas fronteras. Sin fronteras en las pretensiones en cinco aos de gestin estaremos muy cerca de duplicar nuestras ventas. En 2011 y con 99 aos de historia el BSE facturaba 475 millones de dlares anuales y si la marcha contina como hasta ahora el plan al final de 2015 se propone duplicar ese volumen. Sin fronteras en la innovacin de procesos implantamos nuevos procedimientos y comenzamos a certificarlos bajo normas internacionales de calidad ISO 9001-2008. Y lo ms importante en buena parte de los procesos de liquidacin de siniestros bajamos Editorial E 10 A lmanaque 2 0 1 5 a la mitad el tiempo que insume el pago a nuestros clientes. Sin fronteras en el alcance de nuestros productos brindamos soluciones a nuestros clientes compitiendo con otras compaas con una moderna estrategia comercial que contempla un fuerte foco social. Promovemos seguros al alcance de todos los estratos sociales liderando las ventas de seguros de motos y asegurando desde vehculos cero kilmetro hasta los ms antiguos del mercado. En seguros de hogares aseguramos viviendas tanto en zonas con alto poder adquisitivo como en zonas humildes de cada rincn del pas. Sin fronteras en el avance de la tecnologa en el primer Almanaque en 1914 recomendbamos cmo mejorar la implantacin de la semilla en un surco de arado tirado por un buey. El ao pasado acompaamos a los nuevos empresarios rurales de esta poca asegurando ms de 655.000 hectreas habiendo lanzado el primer seguro para excesos hdricos a productores de la granja y el primer seguro de heladas para caa de azcar. Fuimos pioneros en Latinoamrica. Adems incorporamos informacin satelital para las chacras aseguradas que sirve para la suscripcin del seguro y para la gestin de siniestros mejora la informacin de nuestros tcnicos en calidad y en tiempos de respuesta ante los siniestros ocurridos por el clima. En fin algunas fronteras quedan pero otras se pueden sobrepasar y eso se puede lograr intentando aplicar otro prrafo de nuestra Misin Profundizar la mejora continua en la gestin mediante la profesionalizacin y la superacin de nuestra gente. Recin van 15 aos de este siglo. Algunos sueos se cumplieron muchos otros nos desvelan y hay an fronteras para superar. Todo eso nos motiva a continuar trabajando junto a nuestra gente para brindar a los ciudadanos y clientes los mejores productos y servicios a un precio razonable. Cr. Ral Onetto Goi gerente general A lmanaque 2 0 1 5 11 ENERO D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 Febrero D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 marzo D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 abril D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 mayo D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 junio D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 julio D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 agosto D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 septiembre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 octubre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 NoViembre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 DICiembre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 2015 12 A lmanaque 2 0 1 5 2016 ENERO D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 Febrero D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 marzo D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 abril D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 mayo D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 junio D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 julio D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 agosto D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 septiembre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 octubre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 NoViembre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 DICiembre D L M M J V S 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 A lmanaque 2 0 1 5 13 Se indica fase lunar da y hora. Las horas han sido calculadas teniendo en cuenta el horario de verano por lo que no deben realizarse correcciones. Fases lunares Rodrigo Sierra profesor Enero 5 Luna llena. 0254 hs. 13 Cuarto menguante. 0748 hs. 20 Luna nueva. 1114 hs. 27 Cuarto creciente. 0249 hs. Febrero 3 Luna llena. 2110 hs. 12 Cuarto menguante. 0152 hs. 18 Luna nueva. 2147 hs. 25 Cuarto creciente. 1515 hs. Marzo 5 Luna llena. 1606 hs. 13 Cuarto menguante. 1449 hs. 20 Luna nueva. 0636 hs. 27 Cuarto creciente. 0443 hs. Abril 4 Luna llena. 0907 hs. 12 Cuarto menguante. 0045 hs. 18 Luna nueva. 1559 hs. 25 Cuarto creciente. 2056 hs. 14 A lmanaque 2 0 1 5 SePtiembre 5 Cuarto menguante. 0656 hs. 13 Luna nueva. 0342 hs. 21 Cuarto creciente. 0600 hs. 27 Luna Lllena. 2352 hs. Octubre 4 Cuarto menguante. 1908 hs. 12 Luna nueva. 2206 hs. 20 Cuarto creciente. 1832 hs. 27 Luna llena. 1006 hs. Noviembre 3 Cuarto menguante. 1025 hs. 11 Luna nueva. 1547 hs. 19 Cuarto creciente. 0428 hs. 25 Luna llena. 2044 hs. Diciembre 3 Cuarto menguante. 0542 hs. 11 Luna nueva. 0829 hs. 18 Cuarto creciente. 1315 hs. 25 Luna llena. 0911 hs. Mayo 4 Luna llena. 0044 hs. 11 Cuarto menguante. 0736 hs. 18 Luna nueva. 0115 hs. 25 Cuarto creciente. 1420 hs. Junio 2 Luna llena. 1321 hs. 9 Cuarto menguante. 1243 hs. 16 Luna nueva. 1107 hs. 24 Cuarto creciente. 0804 hs. Julio 1 Luna llena. 2322 hs. 8 Cuarto menguante. 1726 hs. 15 Luna nueva. 2226 hs. 24 Cuarto creciente. 0105 hs. 31 Luna llena. 0743 hs. Agosto 6 Cuarto menguante. 2305 hs. 14 Luna nueva. 1154 hs. 22 Cuarto creciente. 1632 hs. 29 Luna llena. 1537 hs. La Luna llena saliendo sobre la Baslica de Superga en Turn Italia. Fotografa Stefano De Rosa A lmanaque 2 0 1 5 15 Mercurio Por tratarse del planeta ms interior del Sistema Solar solamente es visible durante el crepsculo poco antes del amanecer o poco despus del atardecer. Es visible en el crepsculo vespertino poco despus de la puesta del Sol desde el comienzo del ao hasta mediados de enero de mediados de abril a mediados de mayo de principios de agosto a fines de septiembre y desde finales de noviembre a principios de enero de 2016. En el crepsculo matutino antes de la salida del Sol es visible desde principios de febrero hasta principios de abril desde principios de junio hasta mediados de julio y desde principios de octubre a principios de noviembre. Mercurio presenta un color anaranjado y debido a su pequeo tamao puede confundirse con una estrella brillante. Venus Es visible en el cielo despus del atardecer desde el comienzo del ao hasta mediados de agosto. Luego reaparece antes de la salida de Sol desde mediados de agosto hasta finales de mayo de 2016. Debido a su brillo y color blanco es un planeta fcil de reconocer. Venus es conocido en la tradicin popular como el Lucero tanto del amanecer como del atardecer. Suele confundirse con el planeta Jpiter pero Venus se ve ms brillante y slo es visible por un par de horas antes del amanecer o un par de horas despus del atardecer. Visibilidad de los planetas Venus centro derecha ms brillante en lnea con Jpiter centro izquierda las Plyades izquierda y Aldebarn derecha visto desde el Desierto de Atacama en Chile. Fotografa Yuri Beletsky. 16 A lmanaque 2 0 1 5 Marte Es visible despus del atardecer desde el comienzo del ao hasta finales de mayo. Desde comienzos de julio y hasta fin de ao es visible antes de la salida del Sol. A medida que avanza el ao su hora de salida es cada vez ms temprano por lo que a fin de ao ser visible durante la madrugada. Debido a su color rojo caracterstico suele ser uno de los astros ms notables del cielo. Jpiter Al comienzo del ao es visible por la noche desde un par de horas luego del atardecer. A medida que pasan los das comienza a salir cada vez ms temprano. El 6 de febrero se encuentra en oposicin con el Sol por lo que ser visible durante toda la noche. Contina siendo visible despus de la puesta del Sol hasta finales de agosto. Desde principios de septiembre comienza a ser visible desde poco antes de la salida del Sol. A medida que pasan los das comenzar a salir ms temprano por lo que a fin de ao ser visible desde la medianoche. Jpiter es el planeta ms grande del Sistema Solar y por lo tanto es un astro de brillo considerable. Saturno Es visible durante la madrugada en los primeros das del ao. La hora de salida ser cada vez ms temprano hasta que el da 23 de mayo se encuentra en oposicin y es visible durante toda la noche. A medida que avanza el ao comienza a salir y ocultarse cada vez ms temprano hasta que a finales de noviembre deja de ser visible despus de la puesta del Sol. Reaparece en el cielo antes del amanecer desde principios de diciembre y as contina hasta fin de ao. Saturno presenta un color anaranjado plido. A lmanaque 2 0 1 5 17 Eclipses 20 de marzo Eclipse Total de Sol No visible desde Uruguay Zonas de visibilidad Eclipse parcial - Islandia Europa norte de frica norte de Asia Eclipse total - Ocano Atlntico norte Islas Faroe Ocano Glacial rtico Secuencia del eclipse total de Luna del 28 de agosto de 2007. Fotografa Timothy St.Hilaire 18 A lmanaque 2 0 1 5 27 de septiembre Eclipse Total de Luna Visible desde Uruguay Zonas de visibilidad Todo el eclipse visible Amrica del Sur oeste de Europa este de Amrica del Norte oeste de frica. Visible al atardecer oeste de Amrica del Norte. Visible al amanecer este de frica este de Europa y oeste de Asia. Si bien el eclipse comienza a las 2111 hs etapa penumbral a partir de las 2207 hs. comenzar a observarse un oscurecimiento en la Luna cuando comience el eclipse parcial. El eclipse total comienza a las 2311 hs. el eclipse mximo ser a las 2348 hs. y a las 023 hs. del 28 de septiembre finaliza el eclipse total. El eclipse parcial finalizar a las 127 hs. momento en que la Luna recuperar su aspecto normal a simple vista. El final de la etapa penumbral del eclipse ser a las 222 hs. Durante la etapa de eclipse total la Luna tendr un aspecto rojizo debido a la absorcin y refraccin de algunos rayos solares que atraviesan la atmsfera terrestre. La etapa penumbral no presenta un oscurecimiento apreciable. 4 de abril Eclipse Total de Luna No visible desde Uruguay Zonas de visibilidad Amrica del Norte Oceana este de Asia. Si bien para Uruguay el comienzo del eclipse se produce pocos minutos antes de la puesta de la Luna esta primera etapa llamada penumbral no es apreciable a simple vista. 13 de septiembre Eclipse Parcial de Sol No visible desde Uruguay Zonas de visibilidad Sur de frica sur de Madagascar Ocano ndico sur Antrtida. A lmanaque 2 0 1 5 19 Lluvias de meteoros Las lluvias de meteoros se producen cuando fragmentos desprendidos de cometas y algunos asteroides ingresan a la atmsfera de la Tierra. Esto ocurre en los momentos en que la Tierra en su rbita alrededor del Sol cruza el camino por donde pasaron los cometas o asteroides. As las partculas que ingresan a la atmsfera parecen provenir de una misma regin del cielo por eso los nombres de las lluvias de meteoros o mal llamadas lluvias de estrellas hacen referencia a la constelacin o estrellas que se encuentran en esa regin. Seindicalafechaaproximadademayorvisibilidaddelasprincipaleslluviasdemeteorosjuntoalnom- bre del cometa o asteroide que las origina y la hora de visibilidad aproximada de esa zona del cielo. Para apreciarlas se debe hacerlo desde un lugar oscuro preferentemente alejado de las luces de la ciudad y en direccin a la constelacin o estrella a la que se refiere la lluvia. 4 de enero Quadrntidas Asteroide 2003 EH1 antes del amanecer. Boyero 6 de mayo Eta Aquridas Cometa Halley de madrugada. Acuario 30 de julio Delta Aquridas Cometa Machholz toda la noche. Acuario 13 de agosto Perseidas Cometa Swift-Tuttle antes del amanecer. Perseo 21 de octubre Orinidas Cometa Halley toda la noche. Orin 18 de noviembre Lenidas Cometa Tempel-Tuttle de madrugada. Leo 14 de diciembre Gemnidas Asteroide 3200 Phaethon toda la noche. Gminis 20 A lmanaque 2 0 1 5 Equinoccio de Aries Comienzo del otoo en el hemisferio sur 20 de marzo - 1945 hs. Solsticio de Cncer Comienzo del invierno en el hemisferio sur 21 de junio - 1338 hs. Equinoccios y solsticios Equinoccio de Libra Comienzo de la primavera en el hemisferio sur 23 de septiembre - 520 hs. Solsticio de Capricornio Comienzo del verano en el hemisferio sur 22 de diciembre - 238 hs. Composicin de 700 imgenes de la lluvia de meteoros Gemnidas de 2012. Fotografa Kenneth Brandon Rodrigo Sierra. Docente de astronoma en Educacin Secundaria. A lmanaque 2 0 1 5 21 Tema anual 2015 Agradecimientos Para la edicin de este Almanaque contamos con el aporte valioso de Raquel Alvarado Mnica Arzuaga Claudia de la Barrera Ren Boretto Carolina Cadenas Fabricio Casola Gabriel Daz Beatriz Gabbiani Dino y Santiago Guidotti Nicols Guigou Susana Mangana Enrique Mazzei Titina Nez Eduardo Palermo Alejandra Rivero coronel Csar Rodrguez Servicio Geogrfico Militar Bruno Spremolla Virginia Zabaleta. Gracias a todos ellos. Muchas gracias a Antonio Guidotti Bortagaray. Concepto investigacin y edicin Ins Bortagaray Fotografas de portadillas Aguaclara excepto captulo 12 ndice por captulos 01. Uruguay-Brasil Ins Bortagaray 02. Uruguay-Argentina Ins Bortagaray 03. Los tratados limtrofes Andrea Tutt 04. Las colectividades en la frontera Karina Spremolla 05. Canciones y poemas del portuol Ins Bortagaray 06. Canciones y poemas del litoral Helena Corbellini 07. El sincretismo religioso Karina Spremolla 08. El lenguaje fronterizo Ins Bortagaray 09. La gastronoma de frontera Karina Spremolla 10. El contrabando y la economa Karina Spremolla 11. Las obras conjuntas Karina Spremolla 12. Un solo territorio Sandro Pereyra 22 A lmanaque 2 0 1 5 breviarios Un pas de fronteras ruguay un territorio que no es pequeo pero que alojado entre dos gigantes a veces lo parece una frontera porosa una identidad hecha de vnculos y de mixtura una vecindad sensible y dinmica una regin de economas y sociedades transfronterizas un lugar de contradicciones conflictos y reconciliaciones un proceso que crea vnculos y espacios sociales transnacionales revaloriza culturas y trae a un primer plano terceras culturas al decir del socilogo Ulrich Beck. Al oeste el ro Uruguay vertebrando ciudades y territorios de provincias argentinas con nuestros departamentos de Artigas Salto Paysand Ro Negro Soriano y Colonia. Al noreste y al este una frontera por largos momentos seca que une ciudades y campos gachos con nuestros departamentos de Artigas Rivera Cerro Largo y Rocha. El retrato plural de diversos aspectos que constituyen la frontera es el corazn del tema anual del Almanaque 2015. Queremos enfocarnos en las mltiples miradas sobre este borde que habla menos de lo que nos separa que de lo que nos une mediante un reportaje a la vez fotogrfico y temtico. A travs de doce meses del ao nos asomamos a un temario de doce captulos que indagan en los rasgos variopintos de la frontera la geografa la historia el lenguaje las canciones la poesa la gastronoma la economa los proyectos conjuntos las religiones entre otros asuntos que sirven de eje a esta edicin. A lo largo de las seis pginas dedicadas a cada captulo una presentacin caleidoscpica se detiene en descifrar lo que hay de particular y permeable en las formas de vida en los problemas en las oportunidades en el semblante iridiscente de la frontera. U A lmanaque 2 0 1 5 23 01 enero Uruguay-Brasil 1827 23 de enero Toma de la ciudad de Bag por parte de las fuerzas orientales al mando de Lavalleja durante la guerra con el Imperio de Brasil 1826-1828. 1820 22 de enero Batalla de Tacuaremb la derrota de las fuerzas de Artigas pone fin a la resistencia contra la invasin luso-brasilea de 1816. 1829 1 de enero Se enarbola el primer Pabelln del Estado Oriental en el Cabildo de Montevideo. 1984 28 de enero Un avin de transporte Fairchild FH-227 FAU 572 del Grupo de Aviacin n 4 cumple la primera misin area en la Antrtida. 01 os lmites con Brasil tienen una longitud aproximada de 1.1775 ki- lmetros.1 Esta limitacin fue fun- damentalmente establecida por el Tratado de Ro de Janeiro del 12 de octubre de 1851 completado por convenciones y acuerdos complementarios que lo han ido modificando el tercer captulo de este tema anual se detiene justamente en la 1 Consultado el coronel Csar Rodrguez director del Ser- vicio Geogrfico Militar a propsito de las diferencias de nmero de kilmetros que aparecen en otras fuentes bibliogrficas unas hablan de 980 otras de 1.067 kil- metros l apuntaba que las diferencias tienen expli- caciones diversas la cartografa empleada los mtodos usados para la medicin la consideracin de los cuerpos de agua en el trazado si se considera o no la zona del lmite contestado que nuestro pas reclama o la versin brasilea. definicin de los lmites de Uruguay sus trata- dos y conflictos. En Geografa Uruguay el gegrafo Ignacio Martnez Rodrguez2 analizaba la determina- cin de los lmites de acuerdo a una descripcin minuciosa de cada uno de los siguientes sec- tores 1 Sector de la Angostura del Chuy Se extiende entre el ocano Atlntico en la ba- rra del arroyo Chuy y la laguna Mern pasando por el arroyo San Miguel durante 35 kilme- tros. 2 Editorial Monteverde Montevideo 1986. L El mapa y el territorio I La faja fronteriza uruguayo-brasilea En una coleccin de miradas mltiples este captulo traza una lnea que recorre la zona fronteriza del norte y el este del pas esa franja per- meable que define un territorio donde Uruguay y Brasil se hermanan. Panorama cartogrfico de la zona detalle. Giovanni Petroschi. 1732. 26 A lmanaque 2 0 1 5 2 Sector de la laguna Mern Estos 135 kilmetros se extienden desde la barra del San Miguel hasta la del ro Yaguarn. Las aguas de la laguna eran totalmente brasi- leas de acuerdo al Tratado de 1851 pero esta situacin cambi en 1909 cuando la mitad de la superficie de la laguna se cedi a la soberana uruguaya. 3 Sector del ro Yaguarn y sus afluentes Este sector tiene unos 189 kilmetros y el lmi- te siempre es fluvial. Se extiende entre la barra del Yaguarn en la laguna Mern hasta las na- cientes del Arroyo de la Mina. 4 Sector de las nacientes del Arroyo de la Mina a las de la Caada del Cementerio El lmite cruza el valle del Ro Negro que tiene su origen en Brasil. Se extiende a lo largo de 115 kilmetros entre la Cuchilla Grande y la Cuchilla de Santa Ana. 5 Sector de las cuchillas de Santa Ana y Negra Lmite orogrfico de 213 kilmetros toma como referencia la divisoria de aguas que co- incide con las alturas mayores de esa cuchilla. En el sector de Rivera-Livramento se hace una excepcin a este rgimen por unos 47 kilme- tros se trata de una lnea quebrada conven- cional que corre por una calle y separa ambas ciudades. 6 Sector del ro Cuareim De una longitud de 260 kilmetros esta sec- cin incluye zonas del pas en que Uruguay y Brasil tienen diferencias de criterio se trata de los lmites contestados Isla Brasilera y Rincn de Artigas. Vivir la frontera Asomados al universo plurvoco de la frontera fijemos ahora la atencin en esa faja signada por la diversidad territorial econmica social cultural y poltica que comparten Uruguay y Brasil. De acuerdo a una investigacin del pro- fesor Enrique Mazzei3 representante de la Uni- versidad de la Repblica Udelar en trabajos vinculados a la frontera la poblacin del rea fronteriza uruguayo-brasilea suma 798.478 habitantes la poblacin de los departamentos uruguayos fronterizos con Brasil representa un 45 por ciento. En el total de la poblacin de los departamentos fronterizos uruguayos los de- partamentos de Rivera 314 por ciento y Cerro Largo 257 por ciento son los que muestran un mayor peso poblacional y por el lado brasile- o son los municipios de Uruguaiana 268 por ciento Bag 25 por ciento y Livramento 175 por ciento explica el socilogo. 3 En Fronteras que nos unen y lmites que nos separan Melo Cerro Largo diciembre de 2012. Puente internacional que une las ciudades fronterizas de Ro Branco con Yaguarn desde Brasil. Obelisco de la Plaza Internacional en la Frontera de la Paz ciudades de Livramento y Rivera. A lmanaque 2 0 1 5 27 En este espacio fronterizo hay una corres- pondencia entre los departamentos de Artigas Rivera Cerro Largo Treinta y Tres y Rocha y por el lado brasileo con los municipios de Barra do Quara Quara Uruguaiana Livramento Dom Pedrito Bag Acegu Herval Jaguaro Santa Vitoria do Palmar Chui y Pedras Altas. Segn Mazzei las desigualdades socioeco- nmicas entre las ciudades de uno y otro lado de la lnea divisoria uruguayo-brasilea deter- minan que ms que hablar de ciudades geme- las ciudades pares o ciudades espejos haya que tipificarlas como ciudades mellizas. provecharon para sealar sus lmites un ro ancho y bordeado de rboles que bajaba rezongando y cantando de norte a sur y en cuyos montes haba pjaros pintados de muchos colores. Unos ros y unos arroyos ms chicos llenos de peces veloces que se dorman a veces contra el sol de las barrancas. Llenos de cucharas de ncar rosadas y verde malva que se amontonaban en las arenas de las orillas. Una laguna adonde jugaban patos alegres y cope- tones. Y unas arrugas ms chicas del terreno que se llamaban cuchillas. Haba una llamada La Negra porque estaba cubierta de matorrales os- curos. Y como los hombres tienen la mana de di- vidirlo todo tambin al corazn lo dividieron. As aparecieron unas figuras ms chicas de los pa- ses que se llamaron departamentos. La diferen- cia estaba en que estas divisiones no las hicieron ni matndose ni pelendose. Porque decan que todos los que vivan adentro de esa figura pa- recida a un corazn eran de la misma familia... Extracto de Cerro Pelado de Paula Miranda Talleres Grficos Vanguardia Canelones 1973. Las partes del corazn A Chamarrita riverense uruguaya y brasilera porque muere en Sarand pero empieza en la frontera. All al cambista pesos le brindo por sus cruzados y soy bem vindo en Livramento qu premiaaon la lotera neste verao. Estrofas de En Rivera y la frontera de Lucio Muniz 1939 Treinta y Tres. Chuy Uruguay. 28 A lmanaque 2 0 1 5 a primera mirada se posa en el aspecto semntico lo que la frontera deja ver y lo que arrastra en la palabra. El vocablo fron- tera proviene del latn frons-frontis abreviatura de frontispicio fachada delantera de un edifi- cio. El concepto evolucion con el tiempo hasta frontaria. Finis-is tambin en latino clsico era otra de las palabras que hemos heredado de los antiguos romanos como sinnimo de frontera y que se utilizaba como lmite de territorio o pas. Limes-itis significaba linde o sendero que serva de frontera o lnea fronteriza. En el mbito geo- grfico terminus-i se asociaba a lmite entre tie- rras o al fin de un espacio.1 Segn la sociloga Elizabeth Jelin mientras el lmite separa boundary la frontera se ocupa frontier y la zona fronteriza se vive border.2 Otra posible perspectiva piensa la fronte- ra desde la geografa. El territorio de un Estado termina donde comienza el territorio del Estado vecino se establecen lneas de demarcacin que delimitan estas reas contiguas pero sujetas a jurisdicciones diferentes son las fronteras que separan ambos estados.3 Estos lmites polticos son siempre convencionales resultan de acuer- dos que establecen los gobiernos de los estados fronterizos y en tratados de lmites. Es importante diferenciar entre frontera y lmite. El lmite implica una divisin poltica la frontera es un concepto ms rico. El lmite siem- pre es una lnea una lnea de mojones la lnea imaginaria que divide un ro una lnea de altas cumbres. La frontera es una franja un rea de interaccin ms difusa explica la profesora Ra- quel Alvarado del Departamento de Geografa de la Facultad de Ciencias de la Udelar. 1 La frontera argentino-paraguaya ante el espejo. Po- rosidad y paisaje del Gran Chaco y del Oriente de la Repblica del Paraguay de Eva Morales Raya et al Universitat de Barcelona 2012. 2 En el eplogo de Fronteras naciones e identidades. La periferia como centro. Buenos Aires Ciccus-La Cruja 2000. 3 Extracto de Ciencias geogrficas segundo curso las Amricas Uruguay frica de Ignacio Martnez Ro- drguez Cayetano di Leoni Edmundo Via Laborde Monteverde Uruguay 1970 p. 25. Es corriente distinguir entre fronteras que se llaman naturales y otras que se dicen con- vencionales explican por su parte los autores de Ciencias geogrficas. Las naturales siguen un accidente del terreno y las convencionales o ar- tificiales no se apoyan en accidentes del suelo y son lneas trazadas ms o menos arbitrariamen- te sobre la topografa. La geografa no reconoce fronteras naturales las fronteras naturales son simplemente fronteras con un determinado valor defensivo se prefiere llamarlas fronteras fsi- cas apuntan. Tambin la frontera tiene una expresin en el derecho. En efecto esa zona fronteriza que al decir de Jelin se vive tambin fue analizada por el jurista Roberto Puceiro Ripoll que distin- gue entre frontera y zona de frontera. La frontera tiene un aspecto doble como lmite como lnea que separa el territorio de los estados y como zona como regin que se extiende alrededor de aquel lmite.4 4 En Derecho Internacional Pblico Tomo iii Eduardo Jimnez de Archaga. Fundacin de Cultura Univer- sitaria. Montevideo 1996. Los sentidos de la frontera L Vista de un free shop en Chuy Uruguay. A lmanaque 2 0 1 5 29 02 FEBRERO Uruguay-Argentina 1807 3 de febrero Las fuerzas invasoras britnicas toman la ciudad de Montevideo. Esta pasa a ser una colonia britnica temporalmente. 1811 28 de febrero A orillas del arroyo Asencio Soriano se decide emprender una accin revolucionaria contra las autoridades realistas espaolas de Montevideo. 1816 2 de febrero Por un decreto artiguense se realiza la primera divisin poltica del territorio nacional. Se crean seis departamentos Montevideo Maldonado Soriano Canelones San Jos Colonia. 02 n el caso del ro Uruguay el pro- blema jurisdiccional al decir del gegrafo Ignacio Martnez alcan- z un acuerdo con el Tratado de Lmites que en 1961 firmaron los ministros de Relaciones Exterio- res de ambos pases1 . Pobladas sus mrgenes por charras guaranes y tupies el ro Uruguay fue hallado por los europeos en 1520. Juan Rodrguez de Serrano fue el marino espaol que lo incorpo- r a la crnica histrica. Por sus caractersticas geogrficas su ubicacin y la forma en que espaoles y portugueses se instalaron en la regin fue adquiriendo su perfil de frontera 1 El tercer captulo de este tema anual se detiene en el es- tablecimiento de tratados y conflictos en la definicin de los lmites del pas. desde el comienzo de la ocupacin europea cuenta Heber Arbuet Vignali.2 A lo largo de 579 kilmetros el ro Uruguay oficia de lmite entre Uruguay y Argentina desde la Boca del Cuareim hasta la desem- bocadura en el Plata en Punta Gorda depar- tamento de Colonia. La lnea divisoria sigue el canal principal de navegacin o thalweg 2 De La frontera y los lmites en el ro Uruguay Heber Arbuet Vignali en Derecho Internacional Pblico Tomo iii Eduardo Jimnez de Archaga. Fundacin de Cultura Universitaria. Montevideo 1996. Arbuet cita a Alfre- do Eisenberg cuando en El aprovechamiento del Ro Uruguay y el Derecho Internacional Montevideo 1963 advierte Es un curso de aguas que a la vez separa y atraviesa tres estados. Debe observarse que si bien es unnime la certeza de que es lmite argentino-brasileo y argentino-uruguayo y sucesivo entre Brasil con Uru- guay y Argentina no hay el mismo consenso en cuanto a si es limtrofe uruguayo-brasileo. E El mapa y el territorio II La frontera mvil Entre Uruguay y Argentina la frontera ese espacio de recprocas in- fluencias econmicas culturales y sociales se constituye al oeste por el Ro Uruguay y al sur por el Ro de la Plata. Naveguemos por algu- nas definiciones de su naturaleza los lmites sus habitantes ese movi- miento perpetuo. Carta del Ro de la Plata detalle. Juan Ramn Coninkius 1683. 32 A lmanaque 2 0 1 5 con excepciones desde la Isla Brasilera hasta el Ayu sigue la lnea media frente al depar- tamento de Ro Negro donde hay varias islas uruguayas se adopt el sistema de doble de- limitacin las aguas se dividen por el canal principal Canal de la Filomena pero las islas se dividen por el canal del medio. Entre los dos puntos de convergencia de ambos canales las islas son de soberana uruguaya pero las aguas son argentinas. La delimitacin del Ro de la Plata encontr una solucin en el Tratado de Lmites del Plata y de su Frente Martimo del 19 de noviembre de 1973. De acuerdo a este Tratado el Ro de la Pla- ta se extiende entre el paralelo de Punta Gorda departamento de Colonia al sur del ro San Salvador hasta la lnea que sale de Punta del Este a Punta Rasa cabo San Antonio Argenti- na. Este Tratado establece tambin una franja costera de Punta del Este a Colonia de siete millas de ancho y de dos millas desde Colonia a Punta Gorda donde cada nacin tiene juris- diccin exclusiva. Fuera de esta zona costera se fij una zona comn donde los dos pases tienen libertad de accin y uso de los canales y pesca. Existe el Ro de la Plata El Ro de la Plata es un estuario segn Elzear Giuffra un ro cercenado por el cambio de nivel de base una transformacin del ro preexisten- te nunca el mar mismo3 pero su tipificacin siempre ha sido controversial. Segn la gegrafa Raquel Alvarado se trata de un estuario que se llama Ro de la Plata. Si fuese un ro sera la continuacin de qu ro El Paran se vuelca en el ro Uruguay y entonces estamos ante la con- tinuacin del ro Uruguay No porque siempre el afluente es el menos caudaloso y el Paran lleva cuatro veces ms agua que el ro Uruguay. Es la continuidad del Paran y el ro Uruguay es su afluente No porque el Paran ya form su del- ta lo que quiere decir que ya termin su curso. Asommonos en una digresin inevita- ble a este extracto de Isidro Mas de Ayala No existe el Ro de la Plata4 que con una gracia irresistible deja en evidencia la identidad polmica de este ro que nos une a Argentina. Lo habamos aprendido en los bancos esco- lares y lo repetamos siempre con orgullo el Ro de la Plata que baa nuestras costas es el ro ms ancho del mundo como el Amazo- nas es el ro ms largo y el Himalaya la mon- taa ms alta. Y nos adherimos con fervor a tal afirmacin sin duda intuyendo ya con buena anticipacin que cuando con el correr 3 Yamand Flangini El tratado del Ro de la Plata y su fren- te martimo Montevideo Editorial Arca 1994. Por ms informacin sobre este ro los lectores interesados pue- den acudir al tema anual del Almanaque del BSE corres- pondiente al ao 2012 disponible en www.bse.com.uy 4 En Y por el sur el Ro de la Plata Palacio del Libro Monte- video 1958. Puerto de Salto Uruguay.Ro de la Plata Uruguay. A lmanaque 2 0 1 5 33 de los aos otros ttulos mundiales fueron desapareciendo de nuestras vitrinas este nuestro ro seguira procurando la nica sa- tisfaccinquenosquedara.Ybienacabamos de enterarnos de que el Plata no es ni ro ni es ancho. Adivinamos el colapso en que habr cado el lector ante esta noticia que le hemos querido dar con todas las precauciones pero que ya no podamos demorar ms ... A riesgo de ser tratado de chismoso todo historiador lo es debo repetir lo que se est diciendo de nuestro Plata. Primero se afir- ma que no es ro porque no tiene las dulzu- ras de las aguas de un ro porque carece de un cauce propio y no tiene tampoco un ver- dadero thalweg es decir un canal continuo que corresponda a las mayores profundida- des como lo tienen el ro Uruguay y el Ro Negro por ejemplo. Tampoco es un mar se dice porque no tiene la salazn requerida para ingresar a esa categora y carece de la fauna de peces y mariscos que corresponde a los mares. Es un golfo entonces No por- que es la continuacin de dos grandes ros el Paran y el Uruguay que lo forman con sus aportes fluviales y hacen variables sus lmites y su profundidad con sus sedimen- tos y su limo. Estuario entonces Anchu- roso estuario como estbamos dispuestos a transar cuando se nos negaba como ro Tampoco los gegrafos citados afirman que el titulado Ro de la Plata no tiene los carac- teres geogrficos tpicos de los estuarios. No es pues el Plata ni ro ni mar ni golfo ni estuario que son todas las categoras acu- ticas conocidas. Por lo tanto de acuerdo con las ideas de un profesor que conocimos el Ro de la Plata no existe. Se trataba de un profesor de Zoologa que realizaba con sus alumnos una visita prctica al Jardn Zoo- lgico de Villa Dolores. Mientras vieron los monos los pjaros y los peces semejantes a los que disecados estaban en las vitrinas del museo todo iba bien. Pero en eso un alumno ve que chapoteando en las aguas cenagosas de un estanque saca el hipop- tamo su cabeza deforme y somnolienta. Profesor Profesor Qu animal es se El profesor que estaba clasificando un ave mira al hipoptamo que en esos momentos bosteza ve que no estaba en las clasifica- ciones por l conocidas y que adems no lo pide el programa y afirma con autoridad Ese animal no existe Portada de Y por el sur el Ro de la Plata detalle.Cruce en el puente internacional de Salto Grande. 34 A lmanaque 2 0 1 5 a poblacin de los departamentos fronterizos al ro Uruguay representa un 17 por ciento de la poblacin total del pas1 . En trminos generales la densidad de poblacin es inferior a la densidad pro- medio nacional y esto responde principal- mente de acuerdo a esa investigacin al uso predominante del suelo agropecuario actividades como la ganadera extensiva la agricultura mecanizada y la forestacin ge- neran poco empleo en el medio rural. Sin embargo se fomentan numerosos empleos indirectos en el sector de servi- cios lo que se traduce en concentraciones urbanas que reproducen la macrocefalia nacional a nivel departamental. El caso de la ciudad de Salto es el ms representativo concentra el 83 por ciento de la poblacin departamental con 104 mil habitantes. Slo el departamento de Colonia cuya densidad est por encima del promedio na- cional escapa a esta tendencia esto res- ponde al desarrollo de la actividad lechera y la agricultura familiar y se refleja en una distribucin poblacional ms equilibrada tanto en el medio rural como en una red urbana de ciudades medias. Por otro lado el sector argentino del territorio fronterizo est ms densamente poblado. Los departamentos costeros al ro Uruguay representan cerca de la mitad de la poblacin provincial aunque a nivel nacional la poblacin de Entre Ros signi- fique slo el 3 por ciento de la poblacin argentina. 1 Datos proporcionados por el documento Vivir la frontera-ArgentinaUruguay Observatorio de Fron teras CEFIR CAF. La movilidad transfronteriza Entre 2008 y 2012 en los puntos de control de la regin de frontera del ro Uruguay to- mando en cuenta Carmelo el movimiento de argentinos y uruguayos represent casi un 70 por ciento del total del movimiento terrestre y fluvial de argentinos y urugua- yos. En 2012 en el cruce Paysand-Coln se registr un total de ms de 800.000 despla- zamientos peridicos de pasajeros dato que habla de intensas relaciones laborales fa- miliares y comerciales en segundo y tercer lugar se encuentran Salto-Concordia y Fray Bentos - Gualeguaych respectivamente. Carmelo tiene un movimiento que responde tanto al turismo de fin de sema- na como al punto de escala del viaje Monte- video-Buenos Aires. En cambio Monte Ca- seros y Nueva Palmira con valores mucho menores responden a un trnsito propia- mente local se apunta en el documento mencionado. Los pobladores de frontera L Idilio criollo detalle. leo de Juan Len Pallire 1860. A lmanaque 2 0 1 5 35 1815 26 de marzo Se iza la bandera tricolor de la Provincia Oriental en el Fuerte de Montevideo por orden del coronel Fernando Otorgus. 03 1892 10 de marzo Se inaugura el primer jardn de infantes estatal y primero en Amrica Latina con Enriqueta Compte y Riqu como directora. marzo Los tratados limtrofes 1913 17 de marzo El Ministerio de Defensa crea la Aviacin Militar. Entre los varios jvenes militares instruidos por Marcel Paillette estaban Berisso Boiso Lanza y Esteban Cristi. 1991 26 de marzo Con el Tratado de Asuncin suscrito entre Paraguay Argentina Brasil y Uruguay se conforma el Mercado Comn del Sur Mercosur. 03 n la Convencin Preliminar de Paz de 1828 el Imperio del Brasil y las Pro- vincias Unidas del Ro de la Plata gra- ciosamente concordaron en decla- rar la independencia del flamante Estado pero no definieron sus fron- teras. Tampoco lo hicieron los constituyentes de 1830 no podan. Brasil y las Provincias Unidas re- visaran la Constitucin antes de que fuese apro- bada por si alguno de sus artculos amenazaba la seguridad de los pases vecinos seguramente lo hicieron teniendo en cuenta que en ella poda for- mularsealgunadeclaracinsobrelmitesseala el historiador Juan E. Pivel Devoto.1 Entonces cuando el constituyente Manuel Errzquin propuso adoptar los lmites que tena la Banda Oriental hacia 1801 la comisin redac- 1 Pivel Devoto Juan E. y Alcira Ranieri de Pivel Devoto. His- toria de la Repblica Oriental del Uruguay. Montevideo Editorial Medina 2.a ed. 1960 p. 10. tora se excus de sealar fronteras porque esto depende del Tratado preliminar. La prudencia se impuso y los legisladores se conformaron con definir al menos el nombre del pas. Contrario a llamarlo Estado de Montevideo como lo haca la Convencin Preliminar Lzaro Gadea sugiri en cambio Estado Oriental. Jos Ellauri objet que oriental slo tena sentido cuando el te- rritorio era una provincia entre muchas porque era la ms oriental de todas ellas. Gadea aclar que la denominacin no procede de las dems provincias sino del ro y propuso para despejar dudas Estado Oriental del caudaloso Ro de la Plata o mejor del Uruguay.2 Como era tarde la decisin qued para el da siguiente cuando Estado Oriental del Uru- guay se impuso en la votacin. Pero aunque el 2 Discusin de la Constitucin del Estado Oriental del Uru- guay declarada oficial. Montevideo Imp. Oriental 1870 pp. 18-23. E Fronteras uruguayas Un pas al oriente del ro Uruguay naci a la vida independiente con muy pocas certezas entre ellas la de ser el pas al este del ro que le dara su nombre. La defini- cin precisa de sus lmites tuvo que esperar. 38 A lmanaque 2 0 1 5 nombre qued as resuelto hasta que se cambi Estado por Repblica en 1918 la frontera implcitamente aludida no estaba tan clara. Por- que cmo se divide un ro Por su lnea media Por su canal de navegacin O de acuerdo con la teora de la costa seca sostenida por Ar- gentina en los primeros aos del siglo xx segn la cual Uruguay no tena derecho alguno sobre el Ro de la Plata vase recuadro Ms ac de la vecina orilla. Ms all de las imprecisiones hacia el oes- te haba al menos agua de por medio lo que no siempre era el caso de las fronteras con Brasil. Hay que recordar adems que la intencin de los patriotas que en 1825 combatieron la ocu- pacin portuguesa no era la independencia sino la Unin con las dems Provincias Argen- tinas. Si bien las negociaciones subsiguientes con mediacin inglesa produjeron en cambio un Estado independiente con el Uruguay como ro internacional y por lo tanto de libre navegacin las aspiraciones federalistas no haban desaparecido totalmente hacia 1830. Fijar los lmites con el Imperio pareca entonces ms urgente que definir una frontera del oeste que no todos deseaban. obrelafronteranorteclavadocomounacua entre Artigas y Rivera los mapas uruguayos muestran desde 1974 cuando se orden por decreto que as fuese un pequeo tringulo sombreado de 237 km2 es el Rincn de Artigas uno de los dos lmites contestados que Uruguay mantiene con Brasil. El otro es la Isla Brasilera una pequeaislafluvialdeaproximadamente28km2 en la confluencia de los ros Uruguay y Cuareim. Desde 1934 Uruguay sostiene que existi un error de demarcacin y solicita a Brasil que revise la posicin del Arroyo de la Invernada que marca la frontera en virtud del Tratado de Lmites de 1851. Segn la postura uruguaya el arroyo que en 1851 se llamaba de la Invernada es el que hoy se llama arroyo Moirones. En cuanto a la Isla Brasilera la postura uru- guaya es que esta se encuentra en el ro Uruguay no en el Cuareim y por lo tanto no se le aplica la disposicin del Tratado de 1851 que adjudica a Brasil la isla o islas que se encuentren en la desembocadura de este ltimo. Lmites cuestionados S Carretas en los suburbios 1850 detalle. leo de Juan Len Pallire. A lmanaque 2 0 1 5 39 Un proceso que llev ms de un siglo Las fronteras de Uruguay comenzaron a deli- nearse en 1851 con la firma de un Tratado de Lmites con el Brasil acompaado de otros cuatro de alianza extradicin prestacin de socorros y comercio y navegacin muy cues- tionados por la fuerte subordinacin econ- mica y poltica al Imperio que suponan. Este acuerdo fijaba el ro Cuareim como frontera norte lo que significaba una renuncia definiti- va a los derechos histricos sobre las Misiones Orientales cuyo lmite norte haba sido el ro Ibicuy. Tambin conceda a Brasil la navegacin exclusiva de la laguna Mern y el ro Yaguarn y dos medias leguas de terreno sobre las mr- genes uruguayas de los ros Cebollat y Tacuar. Varios aspectos de este acuerdo fueron re- negociados en 1909 y 1913. En 1909 mediante un Tratado de Rectificacin de Lmites3 se estable- ci el dominio compartido sobre las aguas de la laguna Mern y el ro Yaguarn que desde 1851 se encontraban bajo exclusiva soberana brasi- 3 La rectificacin brasilea de 1909 fue particularmente oportuna porque desde 1907 Uruguay mantena un se- rio conflicto con Argentina por la jurisdiccin sobre el Ro de la Plata vase Ms ac de la vecina orilla. Seguir aceptando un rgimen de costa seca en las fronteras con Brasil hubiese restado fuerza a la postura uruguaya de rechazar este criterio para la fijacin de los lmites en el Plata. lea y en 1913 se seal la lnea media como criterio de divisin del arroyo San Miguel que en 1909 haba sido cedido completamente a Uru- guay. Las fronteras con Brasil quedaron entonces prcticamente definidas en 1913 excepto por dos lmites contestados que Uruguay impugna hasta la actualidad vase recuadro Lmites cuestiona- dos y por los lmites martimos ajustados me- diante notas reversales en 1972 y 2005. En cambio pasaran dcadas antes de que fuera posible definir los lmites con Argenti- na. Recin en 1961 se firm el Tratado del Ro Uruguay que fij la frontera bilateral desde la desembocadura del Cuareim hasta Punta Gorda entre Carmelo y Nueva Palmira con un criterio que combina la lnea media en algunos tramos y el canal principal de navegacin en otros con ajustes a su vez para dejar algunas islas bajo jurisdiccin uruguaya en algunos ca- sos y argentina en otras. Quedaba por resolver la frontera en el Ro de la Plata y la cuestin especialmente conflic- tiva de la soberana sobre la isla Martn Garca y desde fines de la dcada del 60 de un islote formado junto a ella por los sedimentos arras- trados por el ro. Finalmente en 1973 la firma del Tratado del Ro de la Plata y su Frente Martimo estableci una franja costera de jurisdiccin exclusiva adyacente a la cos- ta de cada parte sobre el ro y defini el lmite ocenico mediante una lnea equidistante a las costas que parte del punto medio de la recta imagi- Astrolabio planisfrico siglo xvi. Exterior de un rancho detalle. Juan Len Pallire. nariaque une Punta del Este en Uruguay con la argentina Punta Rasa en el Cabo San Antonio. En cuanto a las islas se determin que per- tenecen a cada pas segn su posicin respecto de una lnea de lecho y subsuelo establecida por el tratado. La nica excepcin es Martn Garca que en virtud del tratado pertenece a Argentina aunque est a slo 35 kilmetros del territorio uruguayo. En cambio el islote for- mado junto a ella llamado Timoteo Domn- guez en honor a un general que debi abando- nar Martn Garca ante la llegada de fusileros navales argentinos s pertenece a Uruguay. La acumulacin de sedimentos hizo que con el tiempo isla e islote se fueran uniendo y sus- citaran una nueva cuestin limtrofe en 1988 las cancilleras de Argentina y Uruguay debie- ron intercambiar notas reversales para deslin- darlos demarcando as la nica frontera seca entre ambos pases. l 4 de agosto de 1907 el vapor uruguayo Constitucin naufrag frente a Conchi- llas a unos dos kilmetros de las costas de Colonia. Cuando el Huracn otro barco uruguayo se acerc a auxiliarlo fue recha- zado violentamente por la marina argentina. El incidente motiv una protesta diplomtica y escandaliz a la prensa y la opinin pblica uruguaya por lo que se consider un descono- cimiento de la soberana nacional. La tensin aument al ao siguiente cuando en la no- che del 15 de abril la escuadra argentina hizo maniobras militares entre la Isla de Flores y el Banco Ingls frente a la playa Carrasco. Y no hizo ms que empeorar cuando al par de me- ses Eduardo Acevedo Daz entonces emba- jador uruguayo en Buenos Aires difundi un discurso pronunciado en 1906 por el canciller argentino Estanislao Zeballos quien defenda la teora de la costa seca para fijar los lmi- tes en el Ro de la Plata. Uruguay afirmaba Zeballos no tena derecho alguno sobre el Plata su dominio slo se extenda hasta la lnea de las ms bajas mareas en la costa oriental.1 El conflicto fue superado al menos mo- mentneamente tras el cambio de gobierno en Argentina al firmarse en 1910 el Protocolo Ra- mrez-Senz Pea. A falta de solucin de fondo el documento planteaba al menos un statu quo La navegacin y uso de las aguas del Ro de la Plata continuarn sin alteracin como hasta el presente y cualquier diferencia que con ese mo- tivo pudiese surgir ser allanada y resuelta con el mismo espritu de cordialidad y buena armona que ha existido siempre entre ambos pases. Las fronteras finalmente se establecieron en el Tratado del Ro de la Plata y su Frente Martimo de 1973 que si bien comienza invocando el mis- mo espritu de cordialidad y buena armona que seal el Protocolo Ramrez-Senz Pea no ha logrado hasta hoy erradicar las controversias. 1 Acevedo Eduardo. Anales histricos del Uruguay Tomo v. Montevideo Casa A. Barreiro y Ramos 1934 p. 419. Ms ac de la vecina orilla E Cuenca del Ro de la Plata detalle 1588. A lmanaque 2 0 1 5 41 1802 4 de abril Se inaugura el primer faro del Ro de la Plata en el Cerro de Montevideo. 04 abril Las colectividades en la frontera 1961 7 de abril Se firma entre Uruguay y Argentina el Tratado de Lmites del Ro Uruguay. 1813 5 de abril Se realiza el Primer Congreso Nacional artiguista en Tres Cruces. a inmigracin claro est no es pa- trimonio de la frontera. Pero su di- versidad cultural s presenta carac- tersticas nicas asegura la inves- tigadora Susana Mangana. Lo par- ticular expresa es que la frontera se convierte en un espacio donde resignificar la identidad en lugar de intercambio y mesti- zaje de culturas en el que florecen casi siem- pre religiones hbridas. Y all radica su riqueza. Ya desde mediados de 1800 la mano humilde y trabajadora fue bienvenida en cualquier rin- cn de esta geografa suavemente ondulada. Uruguay con premeditacin y alevosa abri las puertas al mundo y favoreci la llegada de extranjeros dispuestos a trabajar la tierra. Los barcos arribaban al puerto repletos de fo- rasteros que huan de sus pases por razones econmicas ideolgicas o religiosas y que ha- ban odo hablar del pequeo paraso que se levantaba a orillas del Ro de la Plata. Suizos rusos palestinos o libaneses se instalaron en zonas de frontera y formaron comunida- des. Algunos se esforzaron por mantener su lengua madre e inculcarla a sus hijos. Otros por el contrario prefirieron adaptarse rpi- damente para no ser estigmatizados. Tarde o temprano todos se sintieron como en casa mientras conservaban consigo una porcin de su tierra. 04 Colectividades asentadas en la frontera El Uruguay ancho y ajeno A comienzos del siglo XX Uruguay joven con suelo frtil trabajo oportunidades promovi la inmigracin con leyes que aseguraban bienestar a quienes llegaron en busca de una vida mejor. Fue as que las fronteras de esta nacin albergaron xodos de pueblos lejanos y esta ya no fue patria exclusiva de uruguayos fue tambin la de inmigrantes que forjaron un pas ms ancho y ajeno. L 44 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 45 Guaranes en Bella Unin Cuando en 1829 se fund la ciudad de Be- lla Unin entonces bautizada como Santa Rosa del Cuareim en la frontera ms al nor- te con Brasil el recin estrenado presiden- te Fructuoso Rivera ya haba motivado un xodo de entre 2.000 y 8.000 indios guara- nes que venan de las Misiones Orientales. Se instalaron en el cruce de los ros Uru- guay y Cuareim y si bien el gobierno les ad- judic tierras pasaron penurias en territorio oriental consignan las crnicas de la po- ca recogidas por los historiadores Susana Rodrguez y Rodolfo Gonzlez Rissotto en el libro En busca de los orgenes perdidos. Fue as que el hambre la desidia y la matanza charra de Salsipuedes motivaron en 1832 un levantamiento de indios guaranes en el que fi- nalmente fueron derrotados. Pero quienes se salvaron permanecieron en la zona rural y con- tribuyeron a su poblamiento y desarrollo de- jando como legado algunas prcticas agrcolas y nada menos que el trmino que da nombre a esta repblica. Suizos en Nueva Helvecia Es habitual que las familias en Nueva Helve- cia conozcan de qu cantn vinieron sus an- tepasados y exhiban como trofeo el escudo cantonal en la fachada de su casa. Cada vez hay menos aseguran sus pobladores. Pero es posible reconocer en la ciudad de vivien- das prolijas y jardines cuidados una impron- ta europea que tal vez con cierto deterioro todava se diferencia de los pueblos vecinos. Los primeros suizos llegaron a Uruguay a me- diados del siglo xix luego de sufrir las conse- cuencias de la Revolucin Industrial que dej a muchos sin tierra ni trabajo. Al amparo de la ley de inmigracin agrcola de 1853 que exoneraba de impuestos a los barcos que trajeran colo- nos agricultores en abril de 1862 lleg a suelo oriental el contingente de nuevos pobladores que fundara la Colonia Suiza Nueva Helvecia. Desembarcaron con la ambicin de echar races y la certeza de no volver al pasado. Se sentan expulsados de su tierra pero a diferencia de otros inmigrantes se mantuvieron por un buen tiempo alejados del contexto que les dio cobijo. Conservaron sus fiestas y bailes y se organiza- ron para no perder la memoria colectiva. Cons- truyeron sus casas sus plazas sus calles y sus monumentos a imagen y semejanza de las ciu- dades que haban dejado atrs. Crearon la es- cuela de lechera y desarrollaron variedades de queso inexistentes hasta entonces en el Ro de la Plata. No solamente introdujeron la industria lctea sino tambin la agricultura y su aporte fue fundamental en una tierra que jams haba sido cortada y estaba complemente virgen consignan los investigadores Felipe Arocena y Sebastin Aguiar en el libro Multiculturalismo en Uruguay.1 Adems de la labranza produjeron alimentos en conserva a la usanza tpica de su pas donde en los meses clidos se trabaja para abastecerse durante los duros das del invierno. Hoy no tienen vnculos fuertes con su pas. Lo suizo es vivido como algo distante en el tiempo.2 Pero s se sienten diferentes mues- tran con orgullo los escudos cantonales y prepa- ran todava los platos tpicos de su tierra como el chucrut la fondue el rsti o las salchichas. Rusos en San Javier En 1913 300 familias rusas desembarcaron en suelo oriental. Perseguidas en su pas por practicar una nueva religin atravesaron el mundo tras los pasos de su lder espiritual Vasili Lubkov quien haba recibido asilo en 1 Arocena Felipe y Aguiar Sebastin Multiculturalismo en Uruguay. Ensayo y entrevista a once comunidades cultu- rales. Ediciones Trilce Montevideo 2007 p. 44. 2 Ibid. p. 46. aquel Uruguay frtil rico y abierto al foras- tero. Marcharon hacia Ro Negro y sobre parcelas donadas por la familia Espalter en la margen oriental del ro Uruguay funda- ron un pueblo al que bautizaron San Javier. Arocena y Aguiar narran las peripecias de Lubkov quien result ser un personaje pol- mico que hipotec los bienes de la comuni- dad fue denunciado por los colonos y tuvo que huir de su nueva tierra prometida acusado de acciones ilcitas. Sin embargo dicen los auto- res los fieles que se quedaron introdujeron el girasol e hicieron brotar de la tierra lo necesario para autoabastecerse y vender lo que sobraba a cambio de productos que no encontraban en su pueblo. Cmo trabajaban recuerda la descendiente rusa Ana Semikin. Ellos te cuentan que trabajaban mucho acarreaban carretillas con piedras y nadie se quejaba. Los rusos de San Javier mantienen su idioma algunas costumbres y un vnculo casi inexis- tente con la madre patria. Pero la vida de la colonia con sus altos y bajos sus sinsabores y fiestas sigue hasta el da de hoy afirman los autores. El girasol en una mano y el ceibo en la otra es una excelente metfora para expresar la integracin de la comunidad de descendien- tes de rusos en el Uruguay actual. Una tradi- cin rusa que coexiste con lo criollo dando lugar a una doble identidad.3 3 Ibid. p. 53. Nios rusos de la Colonia San Javier. Archivo Nacional de la Imagen del Sodre. Matrioska mueca rusa en la plaza Libertad San Javier. 46 A lmanaque 2 0 1 5 rabes en Rivera y el Chuy Uruguay puede mostrarse al mundo como un Estado cono en cuanto a la recuperacin de tra- diciones de un colectivo de inmigrantes como el rabo-musulmn posicionndose como ejem- plo de convivencia armoniosa entre ateos cat- licos y musulmanes seala Susana Mangana desde un trabajo titulado El Islam mestizo una mirada desde la frontera uruguayo-brasilera.4 La mayora de las familias de los descen- dientes rabes que viven hoy en la frontera uruguayo-brasilea provienen de cristianos maronitas y en menor medida de musulmanes drusos menos ortodoxos que quienes siguen el islam al pie de la letra. La razn apunta la historiadora Liane Chipollino Assef fue el alis- tamiento obligatorio de cristianos en el Lbano dictado por el gobierno otomano en 1903 con el objetivo de auxiliar en la guerra de los Balca- nes. Para evitarlo muchos decidieron enviar a sus hijos fuera del pas. 5 Aquellos primeros inmigrantes rabes deja- ron sus casas sus pueblos y sus races en bus- ca de mejores condiciones de vida en la nueva patria que haban elegido. Ya despus de 1948 y ms todava luego de 1967 muchos fueron for- zados al destierro como consecuencia de la ocu- pacin israel. Las ciudades de la frontera eran a comienzos del siglo xx un reducto de prosperi- dad y hacia ellas llegaron hombres solos y fami- lias con mujeres embarazadas ansiosas por dar a luz a sus hijos en la nueva tierra. Para la comunidad libanesa Rivera se con- virti en un centro aglutinador del comercio y de la emergente industria de la carne y el cuero. All encontraron una red de contactos y result fundamental el apoyo de libaneses o palesti- nos ya instalados que oficiaban de tutores y acompaaban a las familias en su periplo por el nuevo destino alejados de guerras y miserias. Cuenta Chipollino Assef que ya a comienzos de la dcada del 50 Rivera posea importantes comunidades de libaneses y palestinos que en 4 Mangana Susana El Islam Mestizo una mirada desde la frontera uruguayo-brasilera. Revista brasileira de his- toria das religies pp. 266 2013. 5 Chipollino Assef Liane Um olhar sobre a presena ra- be na Fronteira. Revista de Estudios Histricos n. 12 julio 2014. las maanas de domingo se reunan frente al obelisco del Parque Internacional para conversar en su lengua y tratar temas comunes como la turbulenta situacin poltica de Oriente Medio. Entre los libaneses hubo quienes perdieron la lengua materna y aprendieron rpidamen- te el portuol ante la necesidad de sentirse aceptados. Muchos crean en el acierto o en el error que si sus hijos no hablaban rabe era beneficioso para no ser estigmatizados. Era una medida defensiva indica Mangana. Pasaron de la adaptacin cultural a la asimilacin y la tradicin que mantuvieron fue la culinaria a tra- vs de las recetas que siguieron preparando en los hogares.6 Los palestinos en cambio conservaron sus tradiciones de origen fundamental- mente en materia reli- giosa y distinguiendo cultura de religin. La integracin con los criollos no fue mo- neda corriente entre ellos adems rige todava un fenmeno de supervivencia y de procreacin con el fin de poblar algn da la patria que todava no han alcanzado. 6 Mangana Susana op. cit. pp. 272 2013. Familia en la fachada de un comercio de Santana do Livramento aos cincuenta. Retrato frente a Casa Sami Santana do Livramento aos cincuenta. A lmanaque 2 0 1 5 47 05 1796 20 de mayo Nace en Montevideo Bernardina Fragoso quien en 1816 se casar con Fructuoso Rivera. 1807 23 de mayo Aparece el semanario bilinge The Southern Star La Estrella del Sur editado por los ocupantes ingleses primer medio de prensa publicado en Uruguay. 1877 9 de mayo Nace Magdalena Antonelli Moreno primera mujer electa diputada por el batllismo en Uruguay. mayo Canciones y poemas del portuol 05 Soy fronterizo medio mestizo sin compromiso desde gur tengo mi doma no canto en broma soy rompidioma y no estoy ni ah Rompidioma Chito de Mello 2005. os dialectos portugueses de Uru- guay DPU o portugus de Uru- guay PU denominacin que se em- plea acadmicamente y que parece ms precisa que el portuol como popularmente se le llama definen una lengua en conflicto reivindicada casi se- cretamente en la intimidad del hogar en los usos ms domsticos y familiares de los habi- tantes de la frontera de Uruguay y Brasil. Es en ese dialecto en que se producen los repertorios posiblemente ms interesantes del cancionero y la poesa de un terruo compartido.1 El cancionero contemporneo de la fronte- ra seca tiene en la obra de Eugenio Chito de Mello Rivera 1947 un universo fecundo. Chi- to se diferencia de los poetas famosos de su Rivera como lo fueron Agustn Ramn Bisio y Olyntho Mara Simes porque reivindica a los de abajo no como aquellos que fueron tremen- 1 Los lectores interesados pueden asomarse al captulo 8 El portugus del Uruguay enteramente dedicado al asun- to. Quedar pendiente un pantallazo sobre las narrativas actuales de frontera gnero donde se destacan obras de Sal Ibargoyen Mario Delgado Aparan Ignacio Olmedo Ademar Alves Toms de Mattos Agamenn Castrilln Elaine Medina Jess Moraes y el brasileo Tabajara Ruas o gneros musicales como el rock y la cumbia don- de hoy tambin el portuol es una herramienta viva. Letras de la frontera I Canciones y poemas del portuol Al norte y al este Uruguay limita con Brasil. El lmite es una lnea pero la frontera es una franja mucho ms difusa y ms rica. El espacio fron- terizo marca una geografa espiritual al decir de Fernando Ansa don- de se comparte la flora la fauna y el paisaje pero adems la mirada la voz la letra el lirismo. L Portada de Cerro Pelado detalle. 50 A lmanaque 2 0 1 5 damente paisajistas y no le hincaron el diente a lo social.2 En su potica del misturado como reivindicacin explcita y ruidosa de un lenguaje y una cultura fronteriza impregnada de humor y de autoestima3 De Mello es una referencia ineludible apunta Alejandra Rivero.l se ha er- guido de acuerdo a la docente de literatura del Centro Regional de Profesores del Norte como el portavoz de la cultura fronteriza y un defen- sor del lenguaje propio de la regin. Tan slo porque hablemos misturado que aqu sanda es una melanca que a la morcilla decimos murca nos rotuls bayanos y atrasados Ests redondamente equivocado hermanito del sur para tu gua ni somos de Bag ni de Baha aunque sabemos quin es Jorge Amado Si es cierto que imitamo a los norteo tambin vos le copis a los porteo as queneso tamos empatado Adems no pasamos mishiadura bagayeamo tiyolo y rapadura y semo de Rivera che barbado Semo de Rivera Soy del Bagazo noms Chito de Mello 2006. 2 Segn artculo de Florencia Pagola publicado en La Diaria del viernes 6 de diciembre de 2013. 3 Del Portugus del Uruguay y literatura. Las formas de la escritura en Chito de Mello y Fabin Severo artculo de Alejandra Rivero. Los remolinos de la frontera Chito de Mello junto a Fabin Severo poeta artiguense Carlos Enrique Yoni de Mello poeta riverense creador de la clebre cancin Yaguatirica y Ernesto Daz compositor ar- tiguense encabezan el proyecto Sarau do dialeto financiado por el Ministerio de Edu- cacin y Cultura. Los artistas recorren los de- partamentos del norte y noreste de Uruguay recitando poemas y cantando en portuol. Mi madre falava mui bien yo intenda. Fabi and faser los deber yo fasa. Fabi traseme meio litro de leite yo trasa. Des para doa Cora que ama le pago yo disa. Deya iso gur i yo deiyava. Mas mi maestra no intenda. Mandava cartas en mi caderno Todo con rojo igualsito su cara i asinava imbaiyo. Mas mi madre no intenda. L iso para mi mijo i yo lea. Mas mi madre no intenda. Qu fiseste meu fo te dice que te porta- ras bien I yo me portava. A historia se repiti por muintos mes. Mi maestra iscreva mas mi madre no intenda. Fabin Severo.Chito de Mello. A lmanaque 2 0 1 5 51 Mi maestra iscreva mas mi madre no intenda. Intonses serto da mi madre intendi i dice Meu fo tu ters que deiy la iscuela I yo deiy Este poema4 de Fabin Severo Artigas 1981 da cuenta de una tensin pulsando por debajo de las letras. La madre o la escuela. La lengua materna hbrida mixta con una herencia do- ble o la que se impone con la escuela vareliana y su admisin de un nico idioma para todos los escolares el espaol. Na frontera a yente se vai con el remolino corpo ventoso panadero impurrado por um viento de nadies. Viento de nadie Severo 2013. En su reflexin sobre este libro del poeta arti- guense Alejandra Rivero se refiere al portuol que ah se usa como lengua de expresin lrica. Como manifestacin lrica el portuol es raro dice Rivero y destaca el poema Piedra-mora 1947 de Agustn Ramn Bisio Rivera 1894- 1952 creador segn Carlos Zum Felde de la poesa fronteriza poeta que ausculta el cora- zn de su tierra y se nutre de las races ms es- condidas de los tmidos arroyos de los conoci- dos cerros Chapu y Batov de los paisajes sau- dosos de la frontera....5 He aqu unas estrofas Mesmo como piedra-mora rondando nel cuestabajo a tumbos por la caada y a gorpes sabhasta cundo asn me trujo la vida me redondando los cantos y ya stoy cuasi redondo cuasi parao in el bajo Otros poemas que hablan en la frontera o de la frontera lo hacen desde un retrato de los usos 4 Trinticuatro del libro Noite du Norte Ediciones del Rin- cn 2010. 5 Lenguaje fronterizo en obras de autores uruguayos Bren- da V. de Lpez Talleres grficos de la Comunidad del Sur Montevideo 1967. y costumbres como este de Olyntho Mara Si- mes Rivera 1901-1966. Conoc a Juan Barullo de cerca intim con Ciriaco y la negra Mara Das Dores enseme a benzer el quebranto y a cortar con el filo del hacha los vientos ms bravos Ya s cantar teros y lo mismo pasar contrabando. En La frontera ser como un tenue campo de manzanillas6 el poeta Elder Silva Salto 1955 mezcla poemas en portugus en portuol y en espaol. El tema del libro es esa zona im- palpable que es la frontera las fronteras. Esa distancia entre el sueo y la realidad entre una lengua y otra entre el amor y el desamor.7 Asommonos a esa delicada oscilacin idiom- tica que emerge en el poema Luz reconocida y las maanas azules de Pueblo Lavalleja lugar de nacimiento del poeta. Louvado seja me pai. Louvado seja nesta tera feira de novembro sem ele sem seu olhar. Louvados sejam meus avs Sabino Vicente a Mariazinha a donna Palmira sempre de preto encomendndose al ms all todas las maanas de los ltimos aos de su vida. Louvados sejam as cores os pssaros coloridos na ventania nas manhs azuis de Pueblo Lavalleja. Las luces blancas y verdes y amarillas que se levantan del cementerio y alumbran el aire en las noches de verano son el aliento de mi padre los ojos de mis abuelos que regresan. Los ruidos de los huesos de mi padre me iluminan el mundo. 6 Civiles Iletrados 2 edicin la ms mincha 01. 7 Entrevista realizada por Rafael Courtoisie en El Pas Cul- tural 9 de enero de 2004. 52 A lmanaque 2 0 1 5 C Elder Silva.Agustn Ramn Bisio. laudia de la Barrera riverense profesora de literatura sugiere la lectura de Ce- rro Pelado de Mara Elcira Berruti Tres Puentes Rivera 1923-2010 que escribe bajo el seudnimo Paula Miranda. Su poesa es femenina sentimental rescata la experiencia amorosa con un sentido genrico y cristiano. Lo que tiene de fronterizo es un maravilloso cuento largo o novela corta que se llama Cerro Pelado en que la narra la historia del pueblo por la voz de la maestra recin llegada. El personaje es un nio Daniel y a travs de l se van presentando todas las tradiciones del pueblo fronterizo fauna flora personajes costumbres en un ambiente de magia infan- til que junto a otros elementos de la trama traduce justamente la idea de la tierra madre original lo que hace posible considerar a la autora dentro del ecofeminismo. He aqu a modo de excepcin ya que no hemos en este brevsimo pantallazo incluido otros ejemplos de narrativa un fragmento de esa obra donde se puede apreciar el perfume que presentaba De la Barrera en su observacin. Vagabundo asombrador inesperado y ma- licioso el pequeo duende con su bonete rojo bien calzado a la cabeza y su pipa apagada saltaba del maz a los tirantes del rancho. Se encaramaba a uno de ellos y colgndose con su nica pierna a modo de gancho se hamacaba cabeza abajo como un murcilago. Teins fogo Daniel peda continuamente. Teins fogo Para que me quemes la colcha y llames a las moscas y los mosquitos y me llenes la pieza de humo Teins medo Daniel Ja ja ja rea Sacy Perer y llenaba el rancho de risa. Saltando de la cumbrera a la puerta. De la puerta a la ventana. Saltando y cantando Esta casa ta beim feita Por dentro e por fora naun Por dentro cravo de rosa Por fora manyeicaun La vocecita de Sacy desgranaba sus versos festivos y sonoros. Daniel escuchaba a su amigo cuando nadie escuchaba nada. Oa las voces y mensajes de las cosas y de las plantas de y los animales. De las formas y de los colores. Recoga saludos. Buenas noches y buenos das. Para l era sonoro el silencio y habitada la soledad. Para l todo estaba siendo. Todo poda llegar a ser. Su pequeo mundo era un mundo de infini- tas posibilidades. Cerro Pelado de Paula Miranda Talleres Grficos Vanguardia Canelones 1973 pp. 10 11. Cerro Pelado A lmanaque 2 0 1 5 53 06 1764 19 de junio Nace Jos Gervasio Artigas caudillo prcer jefe de los orientales y protector de los pueblos libres. junio Canciones y poemas del litoral 1825 14 de junio Se instala el primer gobierno patrio en Florida. Este convoca al Congreso que designar a Lavalleja como general en jefe del ejrcito libertador. 1865 14 de junio La Repblica Oriental del Uruguay y la Repblica Argentina firman un tratado recproco para extraditar criminales. 06 ln Gmez 1933-2013 afirm que su gnero era la cancin terruera. Este compositor pas su infancia en Yacar Curur que hoy paradjica- mente lleva el nombre del ca- becilla del genocidio charra Bernab Rivera.1 Para poder comprar su primera guitarra descha- l una cuadra entera de una plantacin de maz. Entre sus oficios se cuentan haber sido trapecis- ta de circo y vendedor de revistas. Cuando lleg a Montevideo fue invitado a actuar en la radio El Espectador y obtuvo por premio una nueva gui- tarra. Un disco suyo con 23 canciones propias apareci en el ao 2008 Aln Gmez. Cantor de camino. A los 80 continuaba componiendo. En el ltimo ao vivi en un hogar de ancianos 1 Informacin brindada por el poeta Elder Silva. porque haba sufrido un accidente de trnsito que lo dej invlido en una silla de ruedas. Le cant a su pueblito En Yacar Curur en Yacar Pago de soles duros pedregal Luna de blanca cara y pastizal... En la escuela los nios de Artigas aprenden esta segunda cancin Canta mi mama la pobre batiendo la ropa con golpes as... y el agua clara del ro le dice de paso qu vida infeliz... Afirman en el norte que el cantor pase al pueblo artiguense por el extranjero y que su muerte dej fuertes saudades. A Letristas del litoral Amores de la costa El litoral uruguayo es la rumorosa frontera con Argentina y parte del Brasil. La brillante corriente de agua fue llamada Uruguay por los gua- ranes ro de los pjaros ur o ro de los caracoles urugua-i. Este artculo recorre corriente abajo el trabajo de varios letristas y can- tores que cantaron al litoral el ro sus orillas el terruo. 56 A lmanaque 2 0 1 5 Salto a capella Quedamos a orillas del misterio que impuls a Vctor Lima a arrojarse a las aguas del ro Uru- guay. Naci y muri en Salto 1921-1969 pero anduvo por otros pueblos en los que se dio a conocer hablando de poesa y cantando. Se radic un tiempo en Treinta y Tres donde hizo una gran amistad con Rubn Lena y Los Olima- reos. No tocaba ningn instrumento pero le gustaba cantar. Lo haca a capella. Deca Lena que con su extraa forma de cantar Lima atraa la atencin de todos.2 Y cantaba en cualquier sitio en las barrancas del ro en el boliche en una escuela... Recordaba Lena cmo los nios corran tras de Lima para pe- dirlecancionesylaceptabadirigirlosacondicin de que no cantaran a grito pelado al final se iban contentos repitiendo una cancin suya. Lena considera que su amigo fue letrista y no poeta culto no significa esto diferencia de hondura en la caladura sino diferencia de tarea. Ya afincado en Treinta y Tres este poeta de los ros dej una cancin imborrable en la voz de Los Olimareos pero ninguno me dio esa cosa que slo tiembla en el Olimar.3 Escribi una despedida a Salto cuando se fue a vivir a Treinta y Tres y la volvi a cantar poco antes de morir 2 Lucero Roberto 2012 Vctor Lima. Obras completas. 3 A orillas del Olimar. Adis a Salto te dije un da mirando el ltimo naranjal desde una rama del alba verde me despeda triste un sabi. 4 Cantores de otros pagos Osiris Rodrguez Castillos eligi vivir por el centro y el norte del pas pero tambin l fue seducido por el litoral. Escribi una cancin al Salto Grande. 4 O Adis mi Salto te dije un da. A El poeta del arpa El Uruguay no es un ro es un cielo azul que viaja nbal Sampayo sanducero 1926- 2007 tocaba el arpa como un dios guaran y compuso canciones protagonizadas por las personas humil- des del campo y el ro.1 1 Los lectores interesados pueden encontrar ms informacin sobre su obra y su vida en el tema anual del Almanaque del Banco de Seguros del ao 2010 dedicado a los msicos uruguayos que le cantaron al campo. Osiris Rodrguez Castillos. Vctor Lima. A lmanaque 2 0 1 5 57 La luna se entrega al ro como un azar que se quema y muere en el Salto Grande deshecha en lluvias de estrellas. Por su voz Amalia de la Vega 1919-2000 fue reconocida como el Gardel femenino. Fue in- trprete y no compositora pero el encanto de su voz hizo que uruguayos y argentinos apren- diesen muchas canciones criollas de un modo inolvidable como ocurre con el Paran es una zamba de Jaime Dvalos y Ariel Ramrez. Brazo de la luna que bajo el sol el cielo y el agua rejuntar. Hijo de las cumbres y de las selvas que extenso y dulce recibe el mar. El chamn Ansina La leyenda original cuenta que cuando Arti- gas se vio definitivamente acorralado por los ejrcitos antes de cruzar el Paran para pedir asilo en Paraguay advirti sobre sus intencio- nes a los ltimos 200 desarrapados lanceros y lanceras pardos que le seguan. El chamn llamado Ansina le respondi Mi general yo lo seguir hasta el fin del mundo. En el siglo xx son hallados en Paraguay nuevos testimonios y una documentacin que le aade a Ansina la condicin de letrista. Su nombre real era Joa- qun Lencina. 5 Durante el gobierno de Purificacin Ansina compuso un himno para celebrar la Escuela de la Patria en tierras de Paysand. Una estrofa dice As como la golondrina arma el nido en el alero amamos nuestra escuela con libros y tinteros. 5 De Giorgi lvaro y Gortzar Alejandro Condicin sub- alterna representacin y ritual. El caso de Ansina en la Fiesta de la Patria Gaucha Anuario 20042005. UNESCO. Otros himnos Stella Etchamandi maestra sanducera 1953 es la autora del actual himno a Paysand una pieza premiada en 1993 por la municipalidad. El estribillo recuerda bravos episodios histri- cos que sus habitantes vivieron y que son su orgullo Desde Artigas que es gobierno en tu meseta Leandro Gmez que es defensa en tu plaza Son tus hroes que ennoblecen hoy tu historia Paysand Paysand Paysand. Gabino Ezeiza payador afrodescendiente por- teo del siglo xx y de los arrabales conoca la brava gesta histrica. Recorra los pueblos con su guitarra y su don de improvisar versos. No vacilaba en desafiar a otros payadores. As lle- g a una gran contienda de contrapunto en el teatro Artigas de Montevideo enfrentado al famoso Juan de Nava. Lo rodeaba el auditorio ms numeroso que haba tenido nunca. El ries- go era grande y se jug a entusiasmar al pbli- co. As naci Heroica Paysand. Heroica Paysand yo te saludo hermana de la patria en que nac tus triunfos y tus glorias ofrecerte te canto de mi patria como aqu... La blanca luz de Fray Bentos El poeta peruano Juan Parra del Riego 1894- 1925 quien se afinc en Uruguay y estuvo en la primera lnea de las vanguardias nacionales dedic a la ciudad de Fray Bentos este texto Fray Bentos. Agua y cielo. Agua y campo. rboles que se bajan por las barrancas locas hasta el ro donde pitean vapores enormes. Una maravilla. Qu luz qu pinares Y esta obsesin de aguas de ro quietas dulcsimas anchas en donde los rboles se dan metidos en el agua hasta la cintura baos maravillosos de silencio y de luna. Estoy traspasado de pasin y encantamiento. 58 A lmanaque 2 0 1 5 Ro ro verde Sentado en tu orilla quiero hoy llorar Ro ro verde Y sobre tus aguas quiero navegar n enero de 1971 la banda sanducera Los Iracundos el grupo de msicos uru- guayos ms famoso del mundo co- menz a grabar el larga duracin Agua con amor. Ro verde surge de la inspiracin de escuchar temas que hablan del Paran de sus orillas y su recorrido y de una histo- ria romntica que se va tejiendo mientras el protagonista est sentado a orillas de este ro cuenta Hugo Mara Burgueo a cargo del bajo electrnico y los coros de la banda. Nunca Los Iracundos dieron referencias locales aunque se mantuviesen viviendo en la ciudad natal. Tampoco mencionaron nunca cuestiones sociales en medio de un clima de efervescencia poltica que sacu- da a Amrica Latina. Pero con sus baladas meldicas inspiradas por el fenmeno de la Nueva Ola que se haba popularizado en Argentina esta banda de pop latino marc generaciones. La lengua picante Los palmirenses quieren que en Carnaval vuel- va La Lengua Picante. Los 16 esforzados aos de escenario de la murga 1988-2004 no les alcanzaron. Bajo la direccin de Nino Roselli y Enrique Cuervas se sostuvo la actuacin de 18 murguistas. Concursaron en Mercedes Flores y en el certamen nacional de San Jos con nume- rosos premios. Los ltimos versos de la Retirada de 2001 creados por Leonardo Preziosi dicen El vecindario de pronto escuch sus voces gastadas de ronca pasin dejan colgadas en cada balcn canciones murgueras de su corazn. Aquellos patios Hay poetas que no pusieron msica a sus le- tras pero sus coterrneos recuerdan sus versos y los recitan. As ocurre en Carmelo con Am- nerys Bosco 1909-1979. En 1991 los vecinos solicitaron a la Junta Departamental que una de las calles de la ciudad llevase su nombre. Carmelo de los paredones es un poema in dito que la gente sabe de memoria Ay mi Carmelo de los paredones de las tapias con hiedras y los portones y aquellos patios que el amor saba... Vuelvo a buscarte con el alma ansiosa y aunque roba tu rostro cada cosa yo te sigo buscando todava Canciones para bailar E Disponible en httpmundoiracundo.blogspot.com A lmanaque 2 0 1 5 59 1829 1 de enero Se enarbola el primer Pabelln del Estado Oriental en el Cabildo de Montevideo. 1984 28 de enero Un avin de transporte Fairchild FH-227 FAU 572 del Grupo de Aviacin n. 4 cumple la primera misin area a la Antrtida. 07 julio El sincretismo religioso 1843 23 de julio Bernardina Fragoso de Rivera funda la Sociedad Filantrpica de Damas Orientales. 1830 18 de julio Se jura la Constitucin de Uruguay carta que afirma los derechos personales y la distribucin de poderes. 1898 1 de julio Nace Julia Arvalo primera diputada comunista de Uruguay y de Amrica Latina. 1927 3 de julio Las mujeres pueden votar por primera vez en un plebiscito local organizado por la comunidad de Cerro Chato Florida. no de los cuatro pases ms laicos del mundo. As define a Uruguay en trminos reli- giosos el antroplogo Nicols Guigou mientras admite que esta condicin es una suerte de fenmeno que llama siempre la atencin en los congresos internacionales. Ms toda- va con vecinos tan fervorosos. De hecho en Brasil se genera una religin o dos por da y en Argentina hay un vnculo muy fuerte entre el poder y la Iglesia Catlica. En la frontera admite el experto todo se mezcla. Es una zona mucho ms religiosa que el resto del pas no en vano hay una cantidad importante de templos que es raro ver en otras ciudades. Es un espacio de un pas y el otro al mismo tiempo. Lo que pasa en la frontera no es lo que pasa en Brasil ni lo que pasa en Uruguay es una realidad propia mucho ms porosa mu- cho ms abierta donde el comportamiento de la gente es distinto y donde hasta la lengua es diferente. DE NEGROS Y ESPIRITISTAS Desde Brasil las religiones que han permeado hacia el territorio uruguayo son en su mayora de origen africano aunque muchas de ellas mezcladas con otras manifestaciones. Tanto el umbanda como el batuki que es una variante del candombl de Ro Grande del Sur e incluso el pentecostalismo que es la Iglesia Universal del Reino de Dios han entrado principalmente por las fronteras de Artigas-Quara o Rivera-Li- vramento aunque hay antecedentes tambin de su llegada por Montevideo. 07 U Sincretismo religioso Creer o reventar Rica en manifestaciones culturales la frontera es un abanico de mix- turas religiosas un territorio permeable y frtil un crisol de diversi- dad. Tanto que a lo largo de sus lmites Uruguay configura realidades y creencias tan ajenas como propias. 62 A lmanaque 2 0 1 5 El espiritismo que tambin viene del nor- te es de acuerdo a Guigou un fenmeno que fue muy importante en el siglo xix y practicado por sectores cultos de la sociedad. Despus se empez a desagregar pero Brasil sigue siendo fervorosamente espiritista. A m me ha toca- do en pleno trabajo de campo encontrarme con muchas casas espiritistas en la frontera afirma el investigador. Tpicos de esta zona son tambin los grupos islmicos que a juicio del antroplogo llegan a la frontera por cuestiones polticas o comercia- les pero que han ido estableciendo sus religio- nes. En este sentido la publicacin de Susana Mangana en la Revista Brasilera de Historia de las Religiones da cuenta de la mixtura que se ob- serva en la frontera. Libaneses drusos llegados a Quara logran un sincretismo entre su religin de origen y el catolicismo que profesan sus es- posas o hijos. Musulmanes que an orientando su cama hacia la Meca en Artigas se casan con criollas y abandonan la prctica de su fe o mutan a cat- licos por pragmatismo. Hijas que adoptan el velo e indumen- taria musulmana aunque sus ma- dres no lo lle- ven y catlicos insatisfechos o evanglicos decepcionados que se convierten al islam y reniegan de sus vidas anteriores. Por otra parte agrega esta investigacin se advierte un mayor grado de respeto a la or- todoxia musulmana en la frontera quiz como vehculo para reivindicar su especificidad indivi- dual o por temor a perder sus races y religin. Sin embargo algunas prcticas y costumbres adoptadas por las generaciones de jvenes palestinos nacidos en suelo brasilero denotan mayor rigor religioso que cuando sus padres o abuelos abandonaron Palestina. Esa mezcla dice Nicols Guigou hace que la religin en la frontera no choque con la cul- tura de un pas o del otro. La frontera inevi- tablemente tiene que ser porosa. Nace de los dos lados al mismo tiempo es algo doble cha- pa como le dicen existen hasta documentos de frontera una cantidad de dialectos portugus de frontera o espaol de frontera. Por eso la heterogeneidad religiosa es un fenmeno que en la frontera muchas veces se nutre de los intentos por integrarse a un mundo mu- cho ms complejo. Los mundos de la frontera son mundos en cambio permanente son porosos din- micos. Detalle de un ritual umbandista. SANTOS POPULARES El litoral uruguayo plantea otros desafos. A primera vista el ro que divide Uruguay y Ar- gentina parece hacer ms lejana cualquier in- fluencia cultural. Sin embargo para Guigou no es ms que una percepcin. Si bien hay un marco geogrfico definido un lmite ms mar- cado ello slo es as en trminos de imaginario porque en realidad es lo mismo que una fron- tera seca. Es muy fuerte el influjo de un pas al otro a travs de los medios de comunicacin. Es posible que haya gente que viva en Colonia que sepa muy bien quin es el ministro de Eco- noma de Argentina y no tenga tan claro quin es el de Uruguay reflexiona. Sin embargo y a diferencia de lo que ocu- rre con Brasil hacia el oeste Uruguay tiene fronteras diversas. Est Buenos Aires que es una ciudad no slo importante para Argentina sino para el mundo y estn las otras ciudades tan parecidas a las nuestras ms equilibradas en trminos de poblacin de desarrollo indus- trial y acadmico. En estos casos las sime- tras son ms altas donde parece haber riva- lidad pero en definitiva como deca Freud es el narcisismo de la pequea diferencia cmo hacer para diferenciarnos cuando somos tan parecidos. En cuestiones de credos afirma el antro- plogo las influencias estn ms relacionadas Padre Po. Gauchito Gil. 64 A lmanaque 2 0 1 5 a la matriz religiosa argentina muy arraigada en los santos populares sos que no necesa- riamente son reconocidos por las instituciones religiosas pero s son santos para la gente. Es el caso del Gauchito Gil un trabajador rural castigado por desertor y por su romance con una viuda adinerada de acuerdo a la versin ms difundida de la historia o un ladrn de ganado amigo de los pobres y desertor de acuerdo a una segunda interpretacin. O el caso de la clebre Difunta Correa un personaje legendario que tras ir por su marido reclutado en medio de las guerras civiles entre unitarios y federales muri mientras amamantaba a su hijo y de cuyos rituales participan segn Guigou ciudadanos de Salto Paysand o Ro Negro. En suelo uruguayo el fenmeno religio- so ms popular es el de la gruta del Padre Po en la estancia La Aurora del departamento de Salto donde la fe cristiana se mezcla con fe- nmenos sobrenaturales. Los propietarios del establecimiento construyeron la gruta como un homenaje al sacerdote capuchino que segn el mito tena el don de poder estar en dos lugares al mismo tiempo el fenmeno se llama biloca- cin. A su vez desde febrero de 1976 La Aurora se volvi un sitio de referencia para los buscado- res de ovnis atrados por luces misteriosas que ocasionalmente se dejan ver en el lugar. Para Nicols Guigou lo interesante de las fronteras es que admiten la pluralidad de manera pblica. Y en materia religiosa mucho ms. No se trata solamente de religiones ins- tauradas en muchos casos son slo creencias pero todas son vlidas. Y hoy ms que nunca la gente mezcla unas cosas con otras. Pods pasar de los ovnis a la virgen Mara o incluso a la virgen Mara conduciendo un plato volador. Y todo est bien siempre y cuando tenga cohe- rencia para el que lo profesa. Capilla de la Difunta Correa entre Tacuaremb y Paso de los Toros Uruguay. Difunta Correa en Vallecito Argentina. A lmanaque 2 0 1 5 65 1825 25 de agosto En el Congreso de la Florida se declara la independencia del Imperio del Brasil y la incorporacin a las Provincias Unidas del Ro de la Plata. 08 1788 24 de agosto Nace en Montevideo Bartolom Hidalgo autor de las Octavas orientales y del Cielito de la independencia que canta a las Provincias Unidas del Ro de la Plata. 1908 4 de agosto Nace Alba Roballo quien luego se desempear como senadora y fundadora del Frente Amplio adems de ser la primera mujer ministra en el pas. agosto El lenguaje fronterizo 1910 3 de agosto Nace Amalia Nieto en Montevideo. Pintora grabadora escultora integr la Asociacin de Arte Constructivo que llev adelante Joaqun Torres Garca. 08 Lenguaje fronterizo Apuntes sobre el portugus uruguayo Es el lenguaje una combinacin de recuerdos y de preferencias segn Amrico Castro. La zona fronteriza del norte del pas se caracteriza por la presencia de dos lenguas el espaol y el portugus brasileo. Otra variedad lingstica es el portuol fronterizo bayano o brasile- ro que reciben el nombre de DPU Dialectos Portugueses de Uruguay o portugus uruguayo PU.1 ajo el signo del peligro parece haber crecido el PU histrica- mente desprestigiado entre los habitantes del lado uruguayo de la frontera. Segn Behares el tr- mino portuol masificado por 1 Segn consigna Antje Hbel en La regin fronteriza uru- guayo-brasilea y el portugus en la prosa contempor- nea uruguaya estas han sido denominaciones que diver- sos estudiosos de la lengua han empleado fronterizo Jos Pedro Rona Fritz Hensey DPU Adolfo Elizaincn Luis E. Behares Graciela Barros PU Ana Mara Carval- ho. Disponible en www.celpcyro.org.br. De acuerdo a investigaciones de lingistas como Elizaincn y Behares ese portuol o brasilero constituye variedades del portu- gus pero influidas por el contacto con el espaol. periodistas montevideanos en la dcada de 1970 genera conflicto ya que refiere a una mezcla ca- sual entre portugus y espaol lo que dista de la realidad. El idioma que se habla en Rivera es por- tugus contaminado en parte por el espaol.2 El PU es una variedad lingstica como cualquier portugus de Brasil... As como el portugus de San Pablo no es igual al carioca el que se practica en la frontera con Uruguay tiene sus rasgos distintivos. Ningn portu- gus es puro como tampoco ningn espaol lo es apunta Behares. 2 De acuerdo a un artculo de Florencia Pagola publicado en La Diaria el viernes 6 de diciembre de 2013. B Portada de Lenguaje fronterizo en obras de autores uruguayos detalle. 68 A lmanaque 2 0 1 5 Segn este especialista el trmino portu- ol se aplica a la clase media de Rivera que usa el espaol como lengua materna pero apren- di una mezcla para comunicarse con los brasile- os. La clase baja por otro lado habla estricta- mente PU. Estas personas tienen introyectada la gramtica de la lengua. Curiosamente o tal vez no tanto si atendemos que ya desde los tiempos de Jos Pedro Varela se foment con esfuerzo la unificacin lingstica ms que or- gullo este dialecto parece producir vergenza. Para interpretar el poder que tiene el por- tugus de Uruguay es interesante tomar en cuenta las causas geogrficas la extensin de la frontera las caractersticas de un espacio abierto que no coincide con grandes accidentes del terreno ni ubicado en regiones inaccesi- bles pero tambin las causas histricas. La base tnica de una tercera parte del te- rritorio uruguayo es lusitana y esto se debe al avance y ocupacin portuguesa en nuestro te- rritorio durante el siglo xix y el afincamiento de muchas familias portuguesas en la zona. En la poca de los presidentes Gir Pereira y Berro mediados del siglo se inici en Uruguay una poltica nacionalista tendiente a detener de al- guna manera el avance del portugus.3 Entre 1835 y 1862 se fundan con la inten- cin de contrarrestar la presencia brasilea en la 3 Algunas precisiones sobre los dialectos portugueses en el Uru- guay Adolfo Elizaincn Universidad de la Repblica Direc- cin General de Extensin Universitaria Montevideo 1979. regin fronteriza varios conglomerados urbanos formados por dos ciudades o pueblos estableci- dos a los lados de una calle que sirve como lmite. En 1861 el Parlamento uruguayo aprueba una resolucin por la cual se conceda a fami- lias uruguayas los predios fronterizos que ocu- paran siempre que su afincamiento en la zona datara de cinco aos atrs. Un legislador de la poca deca yo no encuentro otro camino para salvar nuestra independencia que establecer colonias en las fronteras cuesten lo que cues- ten. Si queremos ser orientales si queremos ser independientes es necesario hacer sacri- ficios. Si ya en 1861 se tena esta conviccin es evidente que la situacin era alarmante para los gobernantes de la poca y que de alguna manera se deseaba hacerle frente.4 Segn Jos Pedro Varela entonces inspec- tor nacional de Escuelas en 1877 en la regin fronteriza los hijos de brasileos que nacan en Uruguay slo hablaban el idioma de los padres e incluso la poblacin de origen nacional que viva en esos departamentos se vea obligada en sus quehaceres diarios no a valerse del idioma na- cional sino del brasilero.5 As con la expansin del espaol muchos uruguayos y brasileos se hicieron bilinges y practicaron un bilingismo fronterizo una lengua desprestigiada con una riqueza escasamente apreciada. 4 Ibid nota 1. 5 Barrios Pintos AnbalRivera una historia diferente. Tomo ii. Montevideo Ministerio de Educacin y Cultura 1990. n Cerro Largo ocurre el caso extrasimo de que cuatro leguas antes de llegar a la frontera todo el mundo absolutamente todos hablan ese dialecto rastacuero mezcla de castellano y portugus y de asombrarse es el caso de que cuatro leguas despus todo el mundo habla castellano. Lo que quiere decir que slo la escuela primaria es la que puede defendernos de esta invasin que est ha- ciendo el elemento brasileo en nuestro pas. Y cuando de tal modo se ha visto al maestro rural luchar para que asistan los nios a las clases como yo he visto en Ferrer pueblo del que acabo de llegar se puede decir que el maestro ha ido conquistando a los nios padre por padre con un estoicismo que debe admirarse. Justino Zavala Muniz Intervencin en la Convencin Nacional del Partido Colorado sesin del 28 de septiembre de 1922. E En Jos Batlle y Ordez. Documentos para el estu- dio de su vida y de su obra. Serie viii 1919-1929. Tomo ii. Poder Legislativo Cmara de Representantes. Montevideo 1989 citado por Portugus del Uruguay y educacin bilinge Claudia A. Brovetto Javier Gey- monat Nicols Brian ANEP Montevideo 2007. A lmanaque 2 0 1 5 69 A A lia La lnea divisoria Acridito Creo Adulun Aduln Ansn As Asho Hallo me parece opino Asucre Azcar Atensun Atencin Atrapiun Estorban entorpecen Avaianas Chinelas B Bailar Perder marchar Bita Grande enorme Barbado Tipo sujeto cara Bin Bien Bestera Bestialidad estupidez pavada Bobayera Bobada simpleza guarangada Bolaso Dicho estlido noticia infundada pavada Bunda Nalgas Bushinsho Bochinche ruido Buteco Pequeo bar de barrio C Cabeza de bagre Alguien sin talento de poca habilidad Castiano Uruguayo Cavernozo Ttrico horroroso muy malo Cualqu Cualquier cualquiera Cus Con las Cunsdente Con los dientes Curtir Disfrutar gustar Cushla Hay en abundancia en cantidad D Dalgn De algn de alguno Depis Despus Desaforo Insolencia caradurismo Dica Dato aviso informacin Dun De un de uno E Esnobar Fingir ttulos cualidades o posiciones sociales Espagus Dialecto mezcla de espaol y por- tugus Estar de cara No haber bebido no gustarle la actitud de otro u otros F Falan Hablan Falemo ansn Hablamos as Faza Haga Fico Quedo Fisuradao Muy adictao Ffre Fsforo Frish Free Shop libre comercio G Gio Problema lo enredo Gaa Gana Gostaun Gustan les gusta Graveto Charamuscas lea menuda I Idioloya Ideologa Impedo En pedo Inrrba Arriba por encima Irmn irmun Hermana hermano Iscriven Escriben Iscuiambndo Metiendo lo desordenando Iscuit Escuchar Ispio Espejo Isplotasun Explotacin Isquese Olvida J Joddo Grande bueno bonito L Lembro Recuerdo Levo Llevo Licencia Permiso Lisu Liceo Luta Lucha Pequeo diccionario del portuol 70 A lmanaque 2 0 1 5 M Maluco Loco loquillo extrovertido Mun Mano Me criticar Criticarme Me gavo Me agrando me enorgullezco Me lavo Hago realizo o ejecuto algo muy bien Me pira la sida Me enloquece me trastorna Medu un vale Me hizo o me dio un adelanto Merda Mierda Mia Ma Mishiadura Mala racha pobreza Mitido Que no es gran cosa credo Miyada Meada rezongo Moleza Facilidad Mi legal Muy buenoa muy bien Mui Mujer Mum Algo fcil una papa Murca Morcilla N Nun de nada Que sabe poco de lo que hace chambn Nin Ni No adianta No vale la pena es intil Noyento Asqueroso repugnante antiptico Nuna fra En una joda en un problema O Ome Hombre Onde Donde en que o de qu lugar P Pad una banda Para dar unas vueltas pasear Paiaso Payaso bobeta simpln Paingros Para aumentar Painsh Para llenar Pantalun Pantaln Peg Agarrar entender Pesco Durazno Pezu Pesos Pinta Aparece en un lugar Pira Enloquece Pirigozo Peligroso Porquera Porquera Prainshda Para la hinchada Pramand Para mandar Q Quebra gio Soluciona problemas Que Que es Quiso Que eso R Ransho Rancho Ratan Se descuidan cometen errores marcan Revoltado Retobado insumiso Rompidioma Que habla mal el idioma espaol segn algn ledo S Si Sale sal Se chupa Se emborracha Se virvaun Se rebuscaban se revolvan Semo Somos Sha Chilla protesta Sa Silla Simborrash Emborracharse Siscrve Se escribe Sotaque Acento sonido al pronunciar T Teinquet Tiene que haber tiene que tener Tempo Tiempo Tom un as quitra Tomar unas copas Toy pagando paver Estoy dudando Tronco Avaro amarrete Tuia Toalla U Uns Unos Us Los V Vi peg Vas a agarrar vas a entender Vo Voy V me torn Me voy a volver Y Yito Modo manera Yente Gente Yogvaun Jugaban Extracto de un glosario con vocabulario frecuentemente utilizado en las canciones de Chito de Mello Soy del Bagazo noms De Mello 2006 pp. 52-61. A lmanaque 2 0 1 5 71 09 1791 3 de septiembre Nace Ana Monterroso quien en 1817 contraer nupcias con Juan Antonio Lavalleja. septiembre La gastronoma de frontera 1942 9 de septiembre Se crea la Universidad del Trabajo del Uruguay mediante un decreto ley durante el gobierno de Alfredo Baldomir. 1916 30 de septiembre Por iniciativa de la doctora Paulina Luisi se funda el Consejo Nacional de Mujeres. Cada cultura absorbe elementos de las culturas cercanas y lejanas pero luego se caracteriza por la forma en que incorpora esos elementos. Umberto Eco a frontera es ms que un lmite ms que una lnea. La frontera es territorio vivo mvil dinmico. Eso dice desde la ciudad de Rivera el historiador uruguayo Eduardo Pa- lermo convencido de la riqueza cul- tural de esas zonas que comparten rasgos de identidad cultural con el pas de al lado. Y en materia gastronmica dice no es que haya platos tpicos de frontera sino un conjunto de ingredientes que estn presentes en esa cocina que se vuelve nica. El legado ms significativo a juicio de Pa- lermo son el guiso carrero y la feijoada en to- das sus variantes. Pero hay bastante ms. El problema advierte es asignar a algunas co- midas orgenes que no corresponden. El arroz por ejemplo se dice que es influencia de Brasil y ello es un error histrico. Lleg de Oriente y es el antecedente de la pasta que es un fenme- no moderno. Para hablar de influencia enton- ces hay que conocer la historia que est detrs de cada plato que la cultura de frontera ha ido convirtiendo en propio. La feijoada o feijn como se lo conoce tradicionalmente es un guiso de porotos ne- gros charque y harina de mandioca que sur- ge como alimento para los esclavos porque es muy energizante y no engorda asegura Paler- mo. Es una comida tpica barata que se exten- di por todo el norte uruguayo. Y si bien hoy es un plato de sbado o domingo hasta no hace mucho tiempo era comida de los trabajadores el plato de todos los das. La influencia gastronmica Fronteras sobre la mesa Lo pequeo no quita lo diverso. En 176.215 kilmetros cuadrados Uru- guay no ha escatimado influencias en los sabores que lleva a su mesa. La gastronoma de los vecinos sin ir ms lejos ya es herencia soberana. 09 L 74 A lmanaque 2 0 1 5 Es probable que en la poca prehispnica los porotos hayan formado parte de la dieta de algunos de los grupos indgenas de la Ban- da Oriental sobre todo de la de aquellos que tenan una agricultura incipiente. Durante la conquista se combinaron con carnes secas y as se convirtieron en un clsico de la frontera uruguaya con Ro Grande del Sur. El charque carne salada y secada al sol es uno de los ingrediente que convierte a la feijoada en un men de frontera. Bsicamente dice el historiador porque se consigue en carni- ceras de Brasil o con suerte en algunos alma- cenes de Rivera Cerro Largo o Artigas. Tambin hay quienes cocinan el guiso con las orejas la pata y la cola del cerdo lo que demuestra su condicin de comida de esclavos. Eran las par- tes del animal que le sobraban al patrn afirma. El otro ingrediente de fron- tera es la harina de mandio- ca popularmente conocida como faria que puede espolvorearse por encima una vez que el guiso est pronto o acompaar a los porotos en la coccin hasta el punto de hervor hacindolo ms espeso. Y como guarni- cin tambin tiene lo suyo. La farofa producto de la ms autntica cocina brasilea es un pla- to de harina de mandioca a la que se le agregan distintos ingredientes como arvejas huevo panceta chorizo cebollas o repollo y es ideal Feijoada o feijn. Charque. A lmanaque 2 0 1 5 75 para acompaar carnes rojas pollo o pescado. La faria es un alimento poderoso asegura Palermo. Por eso ac es tan comn que se la den a los nios en el caf con leche. En la cocina tradicional uruguaya sin em- bargo es frecuente cocinar los porotos sin carne alguna. Titina Nez autora del libro La cocina uruguaya. Orgenes y recetas afirma que toda la gastronoma incluso la ms sofistica- da ha recibido influencias de otros. Y bajo este concepto reivindica al feijn como producto criollo. Guiso de ruta En los hogares de campaa todava es un cl- sico. De autntico padrinazgo guaran el guiso carrero fue el que segn la leyenda los indios cocinaron para sobrellevar hambre y fro du- rante la larga travesa que los transport hace ms de mil aos desde las selvas amaznicas hasta el sur del continente. Ms tarde el plato se populariz entre los gauchos que atravesaban los campos de la Pampa argentina y Ro Grande del Sur llegan- do a suelo uruguayo por el noroeste del pas y debe su nombre a que la olla rstica grande negra y de tres patas colgaba durante el via- je en la parte posterior de las carretas. Cuando las tropas se detenan a descansar encendan el fuego y tiraban a la cacerola todo lo que los tripulantes haban trado para el almuerzo. En Baradero provincia de Buenos Aires to- dava se rinde culto a este men de campo que durante dcadas aliment a los gauchos de su tierra y cada mes de octubre con orgullo y sin prejuicios se organiza la Fiesta del Trabajador Rural y el Guiso Carrero. Litoral dulce No hay nada ms rico que el arroz con leche suelen decir los uruguayos. Seguramente ms cerca de las fronteras algunos prefieran la ma- zamorra un postre tambin heredado de los indgenas que consiste en el grano de maz hervido con leche y azcar y que segn los si- baritas es un manjar de los dioses. El plato es tpico de Argentina especial- mente como men de fechas patrias puede probarse en algunos pueblos del interior so- bre todo en los ms cercanos al litoral donde la costumbre logr atravesar el ro Uruguay y colarse en la otra orilla. Mazamorra.Guiso carrero. 76 A lmanaque 2 0 1 5 Feijn para 6 personas Ingredientes 100 ml de aceite de girasol o maz 4 dientes de ajo picados 2 cebollas 1 morrn verde 500 gramos de porotos negros Sal laurel y pimienta blanca a gusto Agua o caldo de carne en cantidad necesaria para la coccin Opcional boniato o zanahoria. Procedimiento Dejar los porotos toda la noche en remojo. Secar. Seleccionar. Hervir en fuego moderado hasta que estn tiernos. Sofrer en aceite el ajo la cebolla y el morrn. Aadir los porotos reservando una taza y media y agregar vegetales si se desea. Pisar los porotos reservados en recipiente aparte. Volver a aadir a la olla. Condimentar y revolver seguido con cuchara de madera para evitar que se peguen. Retirar del fuego y dejar reposar un cuarto de hora antes de servir. Acompaar con arroz blanco cocido o con un carretero con gajos de naranja y una copita de caa. Guiso carrero para 6 a 8 personas Ingredientes Medio kilo de charque 3 tazas de arroz Media taza de aceite o grasa vacuna 4 cebollas 2 morrones verdes medianos 4 o 5 dientes de ajo 1 litro de agua o caldo de carne Sal laurel y pimienta a gusto Opcional zanahoria papa boniato y zapallo cabuti. Procedimiento Remojar el charque en agua fra durante 4 o 5 horas. Enjuagar y cortar en tiras finas deshilachndolo. Reservar. Sofrer la cebolla y los morrones. Agregar el ajo. Aadir el charque escurrido. Frer por 10 minutos ms. Agregar una taza de agua caliente. Condimentar. Cocinar unos minutos. Agregar el arroz y el resto del agua o caldo de a poco hasta que el arroz est cocido y haya absorbido toda el agua. Dejar reposar antes de servir. Debe quedar ms bien seco consistente y de textura oleosa. Mazamorra para 4 personas Ingredientes 200 gramos de maz blanco 1 litro de leche 200 gramos de azcar 1 ramita de canela 1 cucharada de cscara de limn rallada Procedimiento Poner el maz blanco en remojo de una noche para el da siguiente. Colar el lquido y poner adentro de una olla con agua hirviendo. Hervir por una hora aproximadamente. Mezclar el maz cocido con la leche fra el limn y una ramita de canela. Llevar a fuego alto hasta que rompa hervor y en ese momento se baja la intensidad de la llama. Cocinar la mazamorra a fuego bajo por media hora aproximadamente o hasta que el maz est tierno. Una vez que se apaga el fuego agregar el azcar para que se disuelva en el calor de la leche. La mazamorra debe quedar cremosa. La preparacin es ms sabrosa si queda hmeda. Recetario fronterizo Fuente La cocina uruguaya. Orgenes y recetas de Titina Nez et al. A lmanaque 2 0 1 5 77 1828 4 de octubre Montevideo ratifica la Convencin Preliminar de Paz y se acuerda el nacimiento de un Estado independiente. Se produce as la independencia de Uruguay. 10 1787 18 de octubre Nace Petrona Rosende de la Sierra. Educadora poeta fundadora de La Aljaba peridico feminista. octubre El contrabando y la economa 1907 26 de octubre Se promulga en Uruguay la ley de divorcio. La modificacin del Cdigo Civil de 1913 determina que el divorcio pueda realizarse por la sola voluntad de la mujer. 1886 24 de octubre Nace Delmira Agustini en Montevideo. 10 a desde la segunda mitad del siglo xviii una pila de cueros abandonada en las costas del Ro de la Plata era pasible de considerarse contrabando. Lo mismo suceda al otro lado aunque por entonces en ninguna de las mrge- nes del ro tan ancho como mar haba controles suficientes para frenarlo. La Banda Oriental fue una frontera entre Espaa y Portugal en la regin americana apuntaba el historiador y sacerdote jesuita uruguayo Juan Villegas. Se trataba de dos rei- nos a veces enfrentados y otras veces aliados pero que vivan la situacin peculiar de toda frontera.Esta frontera que por otra parte era lejana respecto a los dos reinos peninsulares y sus autoridades. Una frontera que resultaba desprotegida cada vez que se pretenda impe- dir el contrabando. 1 El escaso desarrollo de lo que hoy es el es- tado de Rio Grande del Sur no resultaba propi- cio para una represin de esa prctica todava vigente. Tampoco la Banda Oriental tena ele- mentos para impedirlo y de hecho ofreca un fcil acceso a mercaderas extranjeras y ade- ms evasoras de impuestos. Los proyectos colonizadores haban dado origen a la fundacin de pueblos en la zona norte de la frontera incluyendo establecimientos hoy situados dentro del actual estado de Rio Grande as como la fundacin de puestos militares para el control del contrabando la actividad que mar- 1 Villegas Juan. Historia y arqueologa martima. El Plata siglo xviii rea de contrabando. Disponible en www.his- tarmar.com.ar Y Economa de la frontera Vaivn Las fronteras son territorios dinmicos zonas que identifican mucho ms que el lmite entre una nacin y otra. El trajn de mercaderas ha sido quizs el fenmeno ms constante que ha definido a lo largo de los siglos la realidad econmica de estos espacios geogrficos. La yerra detalle. leo de Juan Len Pallire. 80 A lmanaque 2 0 1 5 cara por largo tiempo la historia de la frontera apuntaIsabelClementeprofesoraagregadadela Unidad Multidisciplinaria de la Facultad de Cien- cias Sociales de la Universidad de la Repblica.2 Ya en la Guerra Grande el general Manuel Oribe que comandaba las fuerzas nacionalistas del Estado Oriental prohiba por decreto el 2 de febrero de 1845 el ingreso a los puertos del Uruguay de toda clase de efectos de comercio y frutos de cualquier naturaleza que fueran proce- dentes de las provincias de Paraguay y Corrien- tes as como de los puertos de Misiones y de la margen izquierda del ro Uruguay. Sin embar- go la medida que pudo pensarse de nimo pro- teccionista inhabilitaba tambin la exportacin de toda clase de efectos de comercio y frutos del pas para los puertos de otras provincias. Esta norma buscaba proteger econmicamente su territorio contra los rivales de divisa colorada a travs de la limitacin comercial a sus aliados unitarios en Argentina extendiendo la prohibi- cin a cualquiera de los puntos que estuviese ocupado por soldados unitarios.3 2 Clemente Isabel. Revista Uruguaya de Ciencia Poltica. La regin de frontera Uruguay-Brasil y la relacin bina- cional. Pasado y perspectivas ao 2010. 3 Flores da Cunha Thompson Mariana. A fronteira maneja- da contrabando e contrabandistas na fronteira do Brasil Uruguai e Argentina no sculo xix. Simposio La forma- cin de las estructuras fiscales en Amrica Latina legado colonial regulaciones liberales formas federativas. Si- glos xviii-xix 2011. Fue as que a lo largo de la historia cual- quier cosa que atentara contra las medidas protectoras impuestas sobre los puertos habi- litados para el comercio era considerada trfico ilcito. O lisa y llanamente contrabando y por tanto fuera de la ley. Sin embargo y tal como advierte la his- toriadora brasilea Mariana Flores da Cunha Thompson las zonas de frontera son regiones naturalmente paradjicas ya que establecen al mismo tiempo lmite y contacto concertando inestabilidad conflicto e integracin. Acepta- do tcitamente de un lado y del otro el comer- cio ilcito ha estado siempre a la orden del da. Los balanceos del presente Hoy en las ciudades de Artigas-Quara y Rio Bran- co-Yaguarn separadas por un ro y en Rivera- Livramento Acegu-Acegu y Chuy-Chui con frontera seca separadas por una calle se registra un importante crecimiento comercial. Eso dice el socilogo Enrique Mazzei en su libro Fronteras que nos unen lmites que nos separan.4 Hoy la atraccin de la frontera no impli- ca como antes pasar a Brasil indica Maz- zei. El lugar del consumo se ha trasladado al rea uruguaya de la frontera. Los free shops atraen el fuerte flujo de compradores brasile- 4 Mazzei Enrique. Op cit. Incautacin de contrabando en el Chuy. Contrabando de garrafas en Acegu. A lmanaque 2 0 1 5 81 os eleva los precios de inmuebles desborda los servicios urbanos y generalmente provo- ca un desorden espacial que suele superar la previsiones municipales. La economa de esas ciudades fronterizas se ha impregnado de un fuerte clima mercantilista. Estas situaciones compensan su inseguridad y desproteccin institucional.5 De hecho ya casi no hay uruguayos que crucen la frontera para llenar el carro del su- permercado o cambiar los neumticos del auto. Ahora son los brasileos los que desembarcan en Rivera Ro Branco Acegu o el Chuy en bus- ca de productos importados que en su pas por cargas impositivas pueden valer unos cuantos dlares ms. Segn las normas ninguno puede gas- tar ms de 300 dlares y por encima de este monto las autoridades del pas vecino exigen el pago de un complemento que en caso de tener que hacerlo mantiene todava el beneficio de la compra. Ello explica que los vecinos del norte colmen los free shops y llenen los bales de sus autos con cajas de whisky perfumes cosmti- cos ropa carteras o relojes. Rivera es la ciudad fronteriza de mayor cre- cimiento y la que ms ha desarrollado el turismo de compras. En 2013 contaba con 67 locales de free shops distribuidos a lo largo de la calle Sa- rand y algunas adyacentes adems de un sho- pping de 16.000 metros cuadrados y otro prxi- mo a inaugurarse que alcanzar los 22.000. Ms pequea pero con la misma ambicin de crecer Ro Branco tambin se ofrece al vi- sitante brasileo con marcas de alta gama y enormes plataformas de free shops cuya ar- quitectura vidriada y moderna contrasta con la que predomina en toda la ciudad. Toda una infraestructura diseada para quienes ocupan los 700 vehculos que cruzan cada da el pinto- resco puente Mau. El mismo por el que cada mes ingresan tambin 1.200 camiones con mercadera. All tambin hay un proyecto de shopping center que ya ha sido aprobado y que despier- ta el inters de los pobladores no slo porque brindar nuevas fuentes de trabajo sino tam- 5 Mazzei Enrique. Op cit. bin porque segn se ha prometido los acuer- dos tendrn como contrapartida nuevas calles y alumbrado pblico. El socilogo Enrique Mazzei se refiere al fe- nmeno de los free shops como una alternativa de trabajo atractiva para los jvenes que fun- ciona como agente de retencin en las ciudades fronterizas. Del otro lado de la lnea divisoria no so- breviven comercios que dcadas atrs con- centraban la atencin de uruguayos. El tipo de cambio y la relacin entre el dlar y el real vuelve inviable repetir esa experiencia. Sin embargo una ley brasilea a punto de re- glamentarse y que preocupa a los free shops instalados en suelo uruguayo promueve la instalacin de free shops en las ciudades bra- sileas de frontera. All se establece que podr ser autorizada la instalacin de tiendas francas para la venta de mercadera nacional o extranjera en ciu- dades gemelas de ciudades extranjeras en la lnea de frontera de Brasil a criterio de la auto- ridad competente. El texto deja librada a la reglamentacin qu mercaderas podrn comercializarse. Tam- poco est claro de qu impuestos se liberara la mercadera pero segn autoridades de Ro Branco no se permitir en esta zona la venta de productos a ciudadanos brasileos de modo de equilibrar la economa a travs de un modelo espejo. Puente Paysand-Coln. 82 A lmanaque 2 0 1 5 Free Shop Rivera. Apoyo la cabeza en la ventana congelada y siento en todo el cuerpo el traqueteo del motor me gusta cuando el galgo se refleja en las fachadas otra madrugada estoy en la ruta con vos los guios de las luces no son saludos ni despertadores seguro est la mvil pasando el puente o el parador si nos paran hoy mam no dejemos nada arriba los del fondo estn de vivos son de lo peor y ahora que ya soy un hombre a veces vuelvo a la frontera y nunca encuentro la manera de hacerme parte del camino como cuando iba contigo volviendo a casa de Brasil las sirenas los milicos y las camionetas son como del paisaje pero se hacen sentir igual nos bajan a empujones en la entrada de Castillos y te alumbran a la cara como a un animal vacan la bodega y tiran todo en la banquina el que est a cargo te dice dame esas dos botellas de whisky y como si fuera un sacramento me mirs y me decs mi cielo por el amor de Dios rompelas contra el piso y ahora que ya soy un hombre a veces vuelvo a la frontera y nunca encuentro la manera de hacerme parte del camino como cuando iba contigo volviendo a casa de Brasil La mvil Letra de La mvil Un mundo sin gloria Garo Arakelin 2012. 1870 24 de noviembre Muere a los 24 aos Isidore Lucien Ducasse conocido como Conde de Lautramont poeta nacido en Uruguay. Sus Cantos de Maldoror haban sido impresos poco antes de su muerte. 11 1864 12 de noviembre Comienza una guerra que durar hasta 1870 entre Paraguay y la Triple Alianza conformada por Brasil Uruguay y Argentina. noviembre Las obras conjuntas 1878 1 de noviembre Aparece El bien pblico peridico catlico editado por Juan Zorrilla de San Martn. 1973 19 de noviembre Se firma entre Uruguay y Argentina el Tratado del Ro de la Plata y su Frente Martimo. 11 n 1938 seguramente nadie imagi- naba que habran de pasar 41 aos para ver la tarea cumplida. A fines de la dcada del 30 comenzaban los estudios de factibilidad tcni- ca para la primera obra binacional entre Argentina y Uruguay. Se iniciaban as las mediciones de terreno y sobre todo los acuer- dos entre ambos pases para echar a andar una represa que aprovechara el potencial del ro Uruguay en la generacin de energa elctrica. Ya en 1946 se firmaba el convenio para la crea- cin de la Comisin Tcnica de Salto Grande in- tegrada por igual nmero de delegados argen- tinos y uruguayos y con el cometido de generar las condiciones para hacer realidad el proyecto. En rigor no fue Salto Grande la primera obra binacional. Ni siquiera la primera iniciativa de unir de algn modo las dos orillas hermanas. Se- gn se consigna en la publicacin Puentes sobre el ro Uruguay a cargo de Jos Castro existen antecedentes histricos que reflejan la inten- cin de establecer una integracin fsica de los territorios de la Repblica Argentina y de la Re- pblica Oriental del Uruguay a travs de vincula- ciones viales sobre el ro Uruguay siendo las po- blaciones ribereas las decisivas impulsoras de esa iniciativa. Como ejemplo el autor menciona la gestin del diputado de la provincia de Entre Ros Herminio Quirs que ya en el ao 1920 pre- sent un proyecto de ley para la construccin de un puente ferroviario que uniera su provincia con el departamento de Paysand. Ciertamente la iniciativa nunca prosper. Y mientras la represa avanzaba a paso lento ya se haban inaugurado con diferencia de meses los dos puentes que hasta hoy unen las mrgenes del ro Uruguay. El primero bau- E Obras conjuntas en pasos de frontera Mucha agua bajo el puente Dos puentes sobre el ro Uruguay una represa de generacin de energa elctrica rutas ferroviarias dragados e hidrovas dan vida al mapa de obras binacionales en las fronteras martimas y terrestres a lo largo de todo el territorio oriental. Complejo Binacional Salto Grande. Fotografa Juan Manuel Carisimo Struck 86 A lmanaque 2 0 1 5 tizado en honor al general Jos Artigas que comunica las ciudades de Paysand y Coln fue oficialmente presentado en sociedad el 10 de diciembre de 1975. El segundo que oficia de nexo entre la uruguaya Fray Bentos y la argentina Puerto Unzu y rinde homenaje al general San Martn qued habilitado el 16 de septiembre de 1976 en una ceremonia que dio origen a la declaracin conjunta de los gobier- nos de la Repblica Argentina y de la Repbli- ca Oriental del Uruguay. En 2011 la Comisin Administradora del Ro Uruguay CARU decidi quitar de una vez y para siempre la placa que recordaba a los presidentes de facto que inauguraron Fray Bentos-Puerto Unzu Jorge Rafael Videla de Argentina y Aparicio Mndez de Uruguay. Salto energtico La construccin de Salto Grande estaba pre- vista en el Plan Quinquenal de Juan Domingo Pern. Pero nada fue tan sencillo como es- Puente Internacional Jos Gervasio Artigas. Fotografa Juan Manuel Carisimo Struck Puente Internacional Jos de San Martn. Fotografa Juan Manuel Carisimo Struck Tubos que transportan diversos fluidos en la represa de Salto Grande. Generadores de emergencia en la sala de mquinas de la represa de Salto Grande. A lmanaque 2 0 1 5 87 peraba. Primero porque el gobierno urugua- yo recin ratific el convenio en 1958 dos dcadas despus de las primeras conver- saciones. Y si bien el proyecto estuvo listo en 1962 y ya en 1969 se haba adjudicado el contrato de obra no fue hasta el 1 de abril de 1974 que se autoriz el inicio de los traba- jos al norte de la desembocadura del arroyo Ayu Grande a 18 kilmetros de la ciudad de Concordia y a 13 kilmetros de Salto. Cinco aos ms tarde la primera turbina comenz a producir energa. El acontecimiento fue noticia en los dia- rios de la regin. Especialmente por la crisis energtica que sufran por entonces Uruguay y Argentina. En momentos en que el mun- do se ve enfrentado a una aguda crisis de energa con consecuencias imprevisibles es sumamente grato destacar que Argentina y Uruguay han dado un paso trascendental que indudablemente contribuir a aliviar el problema energtico entre estos dos pases. Esto deca en la ceremonia de inauguracin el secretario general de la Organizacin de Estados Americanos Alejandro Orfila segn la crnica del mensuario Integracin Latinoa- mericana de julio de 1979.1 Y se agregaba que 1 Disponible en el sitio web del Banco Interamericano de Desarrollo www.iadb.org el jerarca tambin haba puesto de manifiesto que el complejo hidroelctrico de Salto Gran- de era considerado entre los ms importantes del mundo en cuanto a capacidad y tamao y constitua la primera experiencia de integra- cin energtica de Amrica Latina.2 Dragados El agua que pasa bajo el puente tambin es asunto de obras binacionales. Especialmen- te en el dragado de los ros que favorecen la navegabilidad y desarrollan la actividad de los puertos. Fue as que en 2014 y luego de arduas discusiones sobre el modo de finan- ciarlo Argentina y Uruguay pusieron manos a la obra para dejar sus aguas en buenas con- diciones. Primero le toc el turno al canal Martn Garca en el Ro de la Plata donde la falta de profundidad provocaba que los barcos tocaran fondo mucho antes de llegar al puerto de Nue- va Palmira. Despus le lleg la hora al ro Uru- guay con las obras de dragado y balizamiento de la corriente fluvial vase recuadro. Para el representante uruguayo ante la CARU Gastn Silberman estas obras significa- rn una enorme mejora para la competitividad 2 Castro Jos. Puentes sobre el ro Uruguay. Publicaciones de la Comisin Administradora del Rio Uruguay. Serie de divulgacin nmero 6 1998 p. 2. Dragado del canal Martn Garca.Dragado y balizamiento del ro Uruguay. 88 A lmanaque 2 0 1 5 y capacidad operativa de los puertos uruguayos situados sobre el ro al permitir la llegada de buques de ultramar a las terminales portuarias de Fray Bentos y Concepcin del Uruguay que de este modo reducirn los tiempos de espera se volvern ms atractivas para las empresas naviera y captarn inversiones. Otra de las obras previstas entre ambos pases es la construccin de un nuevo puente sobre el ro Uruguay para unir las ciudades de Bella Unin en el departamento de Artigas y Monte Caseros en la provincia argentina de Corrientes. Esta iniciativa cobr fuerza luego de que Argentina y Uruguay descartaron de plano la idea de larga data de levantar un puente sobre el Ro de la Plata para unir Colonia con Buenos Aires. El peso estratgico de esta obra ade- ms de estrechar relaciones entre pueblos ve- cinos y apostar al desarrollo regional supone despertar una interconexin trilateral ya que Bella Unin est conectada a Brasil a travs de la Barra do Quara. Y Brasil Construccin de un nuevo puente sobre el ro Yaguarn reactivacin de la hidrova Uru- guay-Brasil a travs de la laguna Mern y la Laguna de los Patos interconexin ferroviaria e instalacin de un puerto seco en Rivera son algunas de las obras binacionales en ejecucin que Uruguay acord con su vecino del norte.3 Con impactos transfronterizos estos pro- yectos se sustentan en la necesidad de me- jorar la conectividad entre la regin este de Uruguay y el sur de Brasil. La reincorporacin del transporte fluvial permitir adems mayor volumen de carga y en consecuencia mejores negocios para los pases. 3 El plan de obras Uruguay-Brasil fue acordado en 2013 entre los cancilleres de ambos pases Luis Almagro de Uruguay y Antonio Patriota de Brasil. Se inauguran las obras de dragado l 30 de octubre de 2014 el presidente de la Repblica Jos Mujica el canciller Luis Almagro y el ministro de Trans- porte y Obras Pblicas Enrique Pintando participaron de la inauguracin de la obra de dragado del ro Uruguay desde Nueva Pal- mira hasta Concepcin del Uruguay. En esa primera etapa el ro ser profundizado entre 25 y 27 pies obra que har posible la carga de hasta 25 mil toneladas de granos. Esta inversin de Argentina y Uruguay asciende a 27 millones de dlares. E Puente Mau sobre el ro Yaguarn. A lmanaque 2 0 1 5 89 1933 20 de diciembre Se firma entre Uruguay y Brasil el Estatuto Jurdico de la Frontera. 1911 27 de diciembre Nace el Banco de Seguros del Estado un ente autnomo estatal que desarrolla la actividad aseguradora en Uruguay. 1981 11 de diciembre Chuy cambia su denominacin de villa a ciudad mediante la ley n 15.227. 12 1771 9 de diciembre Nace en Montevideo Dmaso Antonio Larraaga. diciembre Un solo territorio 12 Un solo territorio En 1851 terminada la Guerra Grande se acord la demarcacin de la frontera Uruguay-Brasil y se colocaron marcos o mojones generalmen- te hechos de piedra sobre una base cuadrada donde no haba accidentes naturales. A partir de 1853 se fueron colocando los marcos que hoy su- man 1.074 a lo largo de toda la lnea fronteriza entre ambos pases. 92 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 93 Estas fotografas de Sandro Pereyra de un reportaje realizado en 2013 en la zona fronteriza del noreste del pas son el eje de este lbum editado para el tema anual del Almanaque 2015. 94 A lmanaque 2 0 1 5 Marcos situados entre el Municipio de Santana do Livramento y el departamento de Rivera Cerro Caqueiro y Marco do Lpes Masoller y villa Toms Albornoz. A lmanaque 2 0 1 5 95 96 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 97 1 Imagen tomada del libro Fsiles del Uruguay. 98 A lmanaque 2 0 1 5 dientes Aldo Manzuetti Daniel Perea paleontlogos De que habitaron y sables en Uruguay C A lmanaque 2 0 1 5 99 uando uno piensa en los grandes ma- mferos predadores terrestres de la actualidad siempre le vienen a la men- te entre otros tantos los grandes fli- dos. Los leones estarn seguramente en la cima de esa lista junto con los tigres pu- mas leopardos y un sinfn ms de estos anima- les. Pero hasta hace relativamente poco tiempo hablando en trminos geolgicos habitaron en nuestro continente todo unas fieras que seguramente haran palide- cer a los antes menciona- dos los tigres dientes de sable. Conocidos por la ciencia ya desde me- diados del siglo xix a partir de sus restos fsiles la paleon- tologa es la dis- ciplina encargada de su estudio han sido popularizados de diversas maneras cabe recordar por ejemplo la taquillera saga de pelculas La Era de Hielo en donde uno de estos ejemplares Diego malhumora- do y arisco pero a fin de cuentas de buen corazn es uno de sus principales protagonistas. Estas bestias en el buen sentido de la palabra fueron los carnvoros por excelencia en los ecosistemas que habitaron y Uruguay a pesar de su escasa extensin geogrfica tiene un buen registro de algunos de estos ejemplares particularmente los pertenecientes al gnero Smilodon o esmilo- dontes a saber dientes de cuchillo. Los tigres que no eran tigres Ms all del juego de palabras y de que parezca contradictorio los mencionados esmilodontes no eran tigres. Emparentados s pero lejana- mente con tigres y leones panterinos y tam- bin con los gatos domsticos felinos estos flidos exclusivamente extintos conforman un grupo aparte con una denominacin que hace referencia al gran desarrollo de sus ca- ninos superiores macairodontinos. De origen norteamericano migraron hacia estos lares junto con un gran contingente de otros carn- voros y tambin herbvoros durante el inter- cambio bitico ocurrido hace aproximadamen- te 3 a 25 millones de aos. Los caracterizaba aparte de sus sables su gran tamao mayor al de cualquier flido actual su peso mximo estimado ronda los 350-400 quilos. Muy pro- bablemente no fueran cazadores de gran velo- cidad debido entre otros factores a la robus- tez de su contextura fsica lo cual los haca estar mejor preparados para la emboscada. Fueron grandes depredadores de unos organismos de imponente talla de la denominada megafauna. En nuestro pas se han encontrado buenos ejempla- res en sedimen- tos pleistocnicos perodo compren- dido entre los 26 millones de aos y 10 mil aos atrs de los de- partamentos de Artigas y Co- lonia entre otros lugares. Ni una ni dos... sino muchas veces La condicin dientes de sables se ha desarro- llado varias veces al menos en cuatro grupos y de manera independiente en los mamferos car- nvoros. Por tal motivo el exagerado crecimien- to de los caninos superiores o macairodoncia ese es su nombre tcnico es un clsico ejemplo de convergencia evolutiva entre aqullos. Los esmilodontes no fueron los nicos ni siquiera los primeros dientes de sable en aparecer sino que estuvieron entre los ltimos. Otro tipo de animal que tambin present esta condicin y que est registrado en Uruguay en la Forma- cin Camacho en el departamento de San Jos fue un marsupial del grupo de los tilacosmlidos dientes en funda. ste tuvo su origen y auge en etapas previas al intercambio mencionado en pocas en que nuestro continente era una isla. Un poco ms antiguo de fines del Mioceno 100 A lmanaque 2 0 1 5 hace unos 5 millones de aos y exclusivamen- te sudamericano tambin fue el terror de su tiempo. Su tamao corriente era similar al de un puma o un jaguar sin embargo el individuo ms grande registrado alcanz una talla parecida a la de un tigre actual. De complexin robusta se diferenciaba de los esmilodontes en que sus enormes caninos en forma de sable eran de cre- cimiento continuo nunca paraban de crecer por lo cual sistemticamente los deba desgastar con su uso. Posea una gran expansin anterior del borde mandibular inferior. sta formaba una especie de estuche destinado a proteger dichos enormes caninos superiores cuando la boca es- taba cerrada. Hay un tercer registro de dientes de sa- ble en nuestro territorio aunque muy frag- mentario asignado tentativamente a Xenos- milus sp. Proviene tambin del departamento de San Jos pero de una formacin geolgica ms reciente a la ya referida para este lugar Formacin Raign Plioceno superior-Pleisto- ceno inferior a medio. Su desaparicin Todo lo que comienza tiene un final sin ex- cepcin alguna. Y estos animales sin importar cuan majestuosos hayan sido tambin lo tu- vieron. Tradicionalmente se pensaba que los esmilodontes haban reemplazado por compe- tencia al marsupial dientes de sable. Estudios recientes indican que esto no fue tan as. Es ms estos organismos nunca estuvieron cara a cara. Para cuando el esmilodonte ingres a Sudamrica el tilacosmlido ya tena un buen tiempo de extinto. Esto se debi muy proba- blemente a un cambio en las condiciones cli- mticas hacia el Plioceno superior aproxima- damente 29-26 millones de aos atrs. Dicho cambio no afect directamente a estos anima- les pero s a la vegetacin y consecuentemen- te a la fauna de grandes herbvoros asociada a ella. Los dientes de sable todos ellos son con- siderados hiperespecialistas en esas presas y al comenzar a escasear stas qued marcado su destino. Algo parecido le sucedi al esmilo- donte pero hace alrededor de 10.000 aos. Rplicas de crneos de dientes de sable marsupial y placentario escala 10 cm. Facultad de Ciencias Udelar Rplicas de huesos largos de Smilodon escala 10 cm. Facultad de Ciencias Udelar A lmanaque 2 0 1 5 101 En aquella poca se produjo otro gran cam- bio climtico con similares caractersticas se vieron afectados los grandes herbvoros que consecuentemente determin su extincin. Tambin en ese entonces nosotros como es- pecie o sea los humanos ya deambulbamos por estas tierras. Es poco probable que estos flidos hayan sido la presa favorita de nuestros antepasados pero no as esos grandes herb- voros que aqullos consuman. De esta mane- ra un cambio climtico muy probablemente suplementado por la accin antrpica nos ha privado de contar en nuestra fauna actual con estos formidables seres. Acerca de los dientes de sables y otras yerbas Se dice del pasado que es la clave del futuro. El conocimiento que los fsiles nos aportan en tanto y en cuanto sean objeto de investi- gacin es uno de sus tantos legados si no el mayor. stos son parte de ese pasado y a su vez funcionan a manera de piezas de un rompecabezas para comprender nuestro fu- turo. Esto nos debera hacer tomar concien- cia de dnde nos encontramos y hacia dnde nos dirigimos ms aun teniendo en cuenta que el proceso de extincin es permanente e irreversible. En particular el estudio de los dientes de sable tiene enfoques interesantes que se pueden aplicar en diversas reas de la ciencia. En primera instancia nos da pistas acerca de la naturaleza de la evolucin propiamen- te dicha porque el mismo tipo de adaptacin apareci una y otra vez en varios carnvoros y tambin ofrece informacin acerca de los am- bientes del pasado. El saber que los dientes de sable estuvieron entre los predadores top de los ecosistemas que habitaron nos da pautas de cmo aquellos mundos antiguos estaban organizados. Por l- timo como ya fue puntualizado y a pesar de que este tipo de formato de carnvoro estuvo ms de 50 millones de aos presente sobre la faz del planeta no est representado en la ac- tualidad. Por eso entender a estos animales y el medio en que habitaban podra llevarnos a descifrar de manera fehaciente las maneras y porqus de su desaparicin. En suma y en palabras que no son propias sino que nobleza obliga yacen escritas en la cartelera del Museo Provincial de Ciencias Na- turales Profesor Doctor Juan Olsacher de Zapa- la pero de las cuales nos hacemos eco Mien- tras el hombre contine interesado en conocer el pasado histrico de nuestro mundo recurrir sin dudas al estudio de los fsiles. n Aldo Manzuetti. Licenciado en ciencias biolgicas paleontlogo de la Facultad de Ciencias Udelar. Su principal lnea de investigacin son los mamferos predadores del Cuaternario de Uruguay. Actualmente est enfocado al estudio de los vertebrados fsiles de los departamentos de Colonia y San Jos proyecto csic-Iniciacin 2013-id179. Daniel Perea. Doctor en biologa profesor agregado de Paleontologa de Vertebrados Facultad de Ciencias. Investigador del pedeciba Nivel ii sni-anii. Su actual lnea de investigacin se centra en las faunas de mamferos y estratigrafa del Cenozoico de Uruguay y la regin proyecto anii-fce 2011-6752. A 102 A lmanaque 2 0 1 5 guacamayo lo largo de la cuenca del ro Uru- guay en el noroeste de nuestro te- rritorio se encuentran los palmares de yatay Butia yatay Arecaceae ocupando menor extensin que los de su pariente buti Butia odorata en el su- reste. Los primeros se extendan antiguamen- te por el noroeste de Uruguay el noreste de Ar- gentina y el sur de Brasil. Como consecuencia de la accin humana sus antiguos paisajes visual y sonoro han devenido en la actual monotona de palmeras senescentes de gran parte de los relictos de este peculiar bosque. Estas pobla- ciones son los ltimos vestigios de la memoria ecolgica de una compleja formacin vegetal que estuvo conformada por una matriz de pal- meras asociada a estratos basales arbreos de matorral o pajonal con una fauna caracters- tica. Restan escasos relictos de palmares con mnima alteracin en toda su antigua rea de distribucin. O tal vez ninguno ante prdidas irreversibles de su diversidad biolgica que han acontecido en su pasado reciente. En 1816 un gran guacamayo sudamericano azul-turquesa con cierta iridiscencia descrip- to ya en 1767 era denominado en Francia por Louis Jean Pierre Vieillot como Anodorhynchus glaucus. En 1950 tal vez sera visto por ltima vez por el zologo uruguayo Ral Vaz Ferreira cerca de Bella Unin Artigas segn su rela- to. Vi un loro azul un poco verdoso similar a los guacamayos azules pero ms chico ob- viamente ms chico. Estaba parado sobre un poste de alambrado al lado de eucaliptos ms bien chicos. Pens que se trataba de un animal cautivo y escapado. Me acerqu a l y l se vol. Martn Rodrguez Pontes ingeniero agrnomo El extinto glauco pgina de enfrente arriba izquierda a derecha Anodorhynchus leari A. hyacinthynus y A. glaucus recreado digitalmente. abajo izquierda ilustracin del guacamayo glauco Saint-Hilaire 1837-38 derecha con parte de una foto de 1866 de un palmar destruido por la Guerra de la Triple Alianza. abajo derecha imagen actual de un palmar de yatay y frutos de esta especie. Recreacin digital Martn Rodrguez Pontes. Fuentes www.sciencedaily.com www.versele-laga.eu Wikipedia. A lmanaque 2 0 1 5 103 104 A lmanaque 2 0 1 5 Se fue del lugar donde yo estaba a un grupo de eucaliptos que estaba cerca. En ese tiempo era cosa admitida que el Anodorhynchus glaucus se encontraba en Uruguay haba sido citado en la lista de Tremoleras que era la lista que manejbamos entonces con lo cual en un primer momento no tuve duda en atribuirlo a esta especie. Cuando se llam la atencin so- bre la rareza de la especie compar el recuerdo de aquel espcimen con otros guacamayos o aras azules. Bueno era obviamente diferente. Era ms chico y lo que me pareci por lo me- nos es que era ms verdoso menos azul que los ara azul conocidos. Las dudas de Vaz Fe- rreira surgan de datos que sugeran el carcter poco comn de esta especie durante el siglo xix catalogada en 1895 por el naturalista argentino Eduardo Ladislao Holmberg como muy rara. Solamente hay tres registros en la primera mi- tad del siglo xx y ninguno desde entonces. Segn es descripto en los prrafos siguien- tes nunca parece haber sido muy numero- so. No formaba grandes bandadas volaba en pares o en grupos reducidos. Como todo loro perteneca al orden de aves Psittaciformes. Integraba el grupo de los grandes papagayos azules. Uno de ellos es el guacamayo azul o jacinto Anodorhynchus hyacinthinus de un metro de largo del que sobreviven pocos miles de ejemplares en Brasil Paraguay y Bolivia. Es el ave viviente de pico ms fuerte y potencial- mente peligroso lo que no le impide ser objeto de trfico de fauna. Rivaliza en su condicin de loro mayor del mundo con el gravemente ame- nazado papagayo lechuza neozelands Stri- gops habroptilus extrasima especie que emi- te una agradable fragancia floral. El restante miembro del gnero es el brasileo guacamayo ndigo o de Lear Anodorhynchus leari de 70 centmetros de largo. Descubierto en 1856 haba sido considera- do extinto en la naturaleza y solamente exis- tente en cautividad hasta su redescubrimiento en 1978. Lentamente se recupera de un estado poblacional ms que crtico 140 ejemplares alcanzando hoy casi 800 individuos. Nuestro Anodorhynchus glaucus tambin era un loro de gran tamao 72 centmetros distribuido an- tiguamente por el sur de Brasil el noreste de Argentina el este de Bolivia Paraguay y el no- roeste de Uruguay. Su plumaje turquesa plido de reflejo cambiante azul-verdoso variaba con la incidencia de la luz fenmeno nico entre los grandes papagayos destacando su par- ticular belleza y disimulando su presencia me- diante el cripticismo con el glauco follaje de las palmas yatay para eludir a los predadores. Las descripciones del naturalista Flix de Azara en 1807 avalan estos atributos todo el resto sin excepcin es celeste encima y lo mismo de- bajo aunque menos vivo pero en la oposicin de la luz cambia en verde mar. El naturalista francs Alcides DOrbigny recorriendo los antiguos palmares del Paran en 1827 tambin relata acerca de esta bella especie de ara azul que los guaranes nombran ararac y que a todo el largo de la barranca se vean diseminadas yuntas de guacamayos color verde glauco cuyos gritos agudos repeta sin cesar el eco del bosque. Bourjot Saint-Hi- laire ha legado en 1837-38 una excelente ilus- tracin de la especie. No existen fotografas a color de ella y las pieles disecadas de los mu- seos revelan apagadamente la tonalidad que tuvieron en vida. Ha sido necesario el anlisis de fuentes historiogrficas y de fotografas de los especmenes 256884 20944 y 256885 del Instituto Smithsoniano Estados Unidos por parte del autor de este trabajo para recrear la tonalidad en vida de esta ave en las figuras de este artculo. Su desaparicin obedece a causas mlti- ples. En primer trmino deben considerarse sus caractersticas ecolgicas tan especializadas que la hacan vulnerable a los impactos en su hbitat. Su dieta estaba basada predominan- temente en frutos drupceos nicamente en cierta fase de madurez de Butia yatay. Esta ave posea adems complejos requerimientos de sitios de nidificacin. Azara seala en 1807 que ... cra no slo en agujeros de troncos sino ms bien y con mayor frecuencia en los que fabrica en las barrancas verticales de los ros Paran y Uruguay .... Cada cual se mos- traba ante los enormes agujeros que cava en la barranca para desovar o posado en las ra- mas colgantes de los rboles que coronan las costas. A partir de este relato y de datos de biologa comparativa puede deducirse que al igual que su cercano pariente Anodorhynchus A lmanaque 2 0 1 5 105 El guacamayo glauco en su ambiente y dos ejemplares resaltados. Arriba a la izquierda rea de distribucin de la especie. Recreacin digital Martn Rodrguez Pontes. Fuentes www.floradeluruguay.blogspot.com www.sciencedaily.com Google Maps leari nidificaba principalmente en oquedades de barrancas asociadas a cursos hdricos y en menor grado en troncos huecos depositando probablemente no ms de dos huevos. Estas grandes restricciones de los hbitos de dieta y de nidificacin permiten suponer una alta se- lectividad de hbitat esta especie habitaba los palmares de Butia yatay y zonas asociadas a esteros pajonales y monte de parque. En toda su rea de distribucin hubo de haber confor- mado una gran metapoblacin con una rela- tiva abundancia local de ejemplares en ciertas zonas y su total ausencia en otras. La primera descripcin conocida de esta especie por par- te del sacerdote jesuita espaol Jos Snchez Labrador en 1767 parecera avalar esta carac- terstica poblacional Hay muchsimas de es- tas aves en los bosques de la orilla oriental del ro Uruguay en las selvas del ro Paraguay se ven raras. Se amansan grandemente y hacen algunas cosas que sorprenden. En el pueblo intitulado La Concepcin de Nuestra Seora compuesto de indios guaranes haba un guaa de estos azules muy manso. En segundo trmino deben mencionarse los grandes disturbios ambientales que acon- tecieron a partir del siglo xix con la expansin de la navegacin por las cuencas de los ros Pa- ran Uruguay y Paraguay la actividad agrcola- ganadera la deforestacin y la destruccin de los palmares que ya preocupaba a DOrbigny en 1827. Como si esto fuera poco el escenario 106 A lmanaque 2 0 1 5 de la terrible Guerra de la Triple Alianza que en 1865-70 protagonizaron Brasil Argentina y Uruguay contra Paraguay se superpona al rea de distribucin del guacamayo glauco. Las gra- ves destrucciones de su hbitat que ocasion este conflicto con toda su artillera y tropas pueden visualizarse en la documentacin foto- grfica o pictrica de la poca. Nunca pudieron reponerse ni el guacamayo glauco ni la palma yatay de la merma de sus poblaciones que es- tos factores de impacto ocasionaban. El trfico de fauna el efecto de la erosin gentica y la endogamia de sus reducidas poblaciones su- madas a posibles enfermedades dieron el gol- pe de gracia a la supervivencia del guacamayo glauco. Hoy solamente restan como testimo- nio de su pasada existencia unas cuantas pie- zas seas y una veintena de descoloridas pieles disecadas repartidas en museos de Argentina Estados Unidos Inglaterra Francia y Alemania. Aunque expediciones cientficas han salido sin xito en su bsqueda a finales del siglo xx exis- ten confusos testimonios y rumores persisten- tes de la presencia del guacamayo glauco en remotos parajes de Paraguay. Se estima que de no estar extinto quedara un exiguo mxi- mo de 50 individuos. Otra posibilidad es que pudiera tratarse de ejemplares de alguno de los otros dos Anodorhynchus. No todo parece estar perdido. Estudios recientes demostraran que tanto Anodorhynchus leari como Anodor- hynchus glaucus podran ser subespecies entre s nicamente difieren en el tono del azul de su plumaje ndigo y turquesa respectivamente. La total ausencia de diferencias osteolgi- cas siempre ha dificultado su correcta identifi- cacin en las colecciones cientficas. Incluso al- guna piel desecada atribuida por largo tiempo al glauco ha resultado ser del ndigo. Han sur- gido propuestas a largo plazo de introducir el guacamayo ndigo en el caso de que su lenta recuperacin contine en zonas actualmente protegidas del hbitat ancestral del guacama- yo glauco. Sin embargo los exiguos remanen- tes existentes de la vegetacin original ponen en duda la viabilidad del regreso en el siglo xxi de los grandes guacamayos azules a estas re- giones. Que tampoco seran los mismos que hubo en el pasado. Los otros loros presentes en Uruguay son el de cabeza azul Aratinga acuticaudata el ma- racan Aratinga leocophthalma el de cabeza negra Aratinga nenday el barranquero Cya- noliseus patagonicus la cotorra Myopsitta monachus y el chiripepe Pyrrhura frontalis pero ya hemos perdido al Psittaciforme ms espectacular de nuestra ornitofauna. Junto con el chorlo polar Numenius borealis aves Cha- radriiformes el Anodorhynchus glaucus segu- ramente ya integra la lista de aves autctonas extintas por causas humanas. An puede evi- tarse que varias de nuestras restantes espe- cies ornitolgicas figuren como candidatas a su prximo ingreso en dicha lista. n Bibliografa Alvarenga H. Anodorhynchus glaucus e A. Leari Psittaciformes Psittacidae osteologia regis- tros fsseis e antiga distribuio geogrfica en Revista Brasileira de Ornitologia 153 427-432. 2007. BirdLife International Anodorhynchus glaucus. Lista roja de especies amenazadas de la uicn. 2010. Bertonatti C. Los ltimos das del guacamayo azul en Vida Silvestre nmero 78. Argentina. 2001. Chebez J. C. Los que se van. Especies argentinas en peligro guacamayo violceo o azul. Buenos Aires. Editorial Albatros 1994. Collar N. J. Gonzaga L. P. Krabbe N. Madroo Nieto A. Naranjo L.G . Parker T. A. Wege D. C. Threa- tened Birds of the Americas. Smithsonian Institu- tion Press of Washington and London. 1992. Geymonart G. Rocha N. Buti. Un ecosistema nico en el mundo. Montevideo. Zonalibro. 2009. Olmos A. Aves en el Uruguay y su distribucin. Mon- tevideo. Tradinco. 2011. Pittman T. The Glaucous Macaw. Does it still exist en Parrot Society Magazine vol. xxvi. 1992. Pittman T. The Glaucous Macaw. Dead or alive en Just Parrots nmero 19. 1997. Martn Rodrguez Pontes. Bilogo ingeniero agrnomo y docente en el Consejo de Formacin en Educacin anep. A lmanaque 2 0 1 5 107 as araas son predadoras de insec- tos para capturarlos construyen trampas individuales de seda pero en algunos ctricos hay araas so- ciales que controlan eficazmente las poblaciones que afectan partes areas de los cultivos. Pese a sus hbitos canbales algunas especies pueden vivir en grupo y capturar pre- sas cooperativamente. Araas canbales pueden vivir juntas en forma cooperativa en Uruguay Las araas nos impresionan como animales repulsivos pues su aspecto es desagradable para muchas personas y adems aterroriza su veneno aunque tan slo unas pocas especies de las 44 mil actualmente conocidas resultan peligrosas para el ser humano. A esta fobia con nombre propio aracnofobia se le suma la imagen de la araa como un predador implaca- ble que canibaliza a su propia pareja el ejemplo ms conocido es la viuda negra. Pero incluso esta araa de mala fama es capaz de colabo- rar con nosotros al consumir larvas de insectos dainos. Pese a su existencia por lo comn solita- ria todas las araas tienen una fase social poco conocida durante las primeras etapas de su vida ya que conviven dentro del saco de huevos producido por la madre. Algunas es- pecies se dispersan al salir del saco de huevos u ooteca pero otras permanecen juntas ms tiempo inhibiendo el canibalismo las con- ductas territoriales y desempeando varias funciones en conjunto entre las cuales se destaca la captura de presas. Vivir en grupo tiene ventajas adicionales como la protec- cin contra predadores y condiciones climti- cas extremas. A estas araas se las considera L Carmen Viera Luis Fernando Garca entomlogos Araas que capturan cooperativamente insectos en ctricos 108 A lmanaque 2 0 1 5 sociales y podemos encontrar diferentes niveles de sociabilidad de acuerdo al grado de cooperacin. En Uruguay se conocen tres especies con distinto grado de sociabilidad Anelosimus vierae Anelosimus lorenzo y Ane- losimus ethicus. Anelosimus vierae. Un modelo de estudio en las araas sociales Es una araa subsocial pequea o social a la uruguaya. Las hembras miden aproximada- mente cuatro milmetros Figura 1. Se encuentra principalmente asociada con plantas nativas de hoja perenne y ctricos construyendo sus nidos entre las hojas secas. stos son usados como refugio para ocultarse y protegerse. Las hembras son madres devo- tas de sus hijitos desde la etapa de huevos los protegen de las inclemencias del tiempo impiden su consumo por parte de predadores y los cuidan de otros enemigos como parsitos hongos y bacterias. La presencia de la madre es indispensable para abrir el saco de huevos permitiendo que las araitas puedan salir y hay una perfecta sincrona entre la apertura del saco y la eclosin de los huevos Viera et al. 2007. Cada nido contiene entre 30 y 100 indivi- duos la mayora son jvenes algunos machos adultos y una nica hembra adulta Figura 2. Los juveniles y la hembra colaboran en la captura de presas mientras que los machos adultos se alimentan de lo que los dems miembros cazan de manera cooperativa. Las hembras adultas muestran intolerancia entre s a diferencia de las especies verdaderamen- te sociales en las que varias hembras adultas comparten el mismo nido. Sin embargo tam- bin difieren de las especies menos sociales en que stas nunca realizan labores conjuntas y las telas son miniterritorios defendidos por cada araa. Estas caractersticas hacen de esta especie un excelente modelo para en- tender la evolucin del comportamiento social en las araas ya que tiene comportamientos comunes a las ms sociales y a las menos sociales. Qu importancia tiene el estudio de estas araas Todas las especies de araas presentan gran importancia ecolgica porque se encuentran en todos los ambientes a excepcin de los ocanos y los polos y tienen una alta repre- sentatividad en todas las cadenas alimentarias terrestres. Esta especie la A. vierae est fuertemen- te asociada a plantas perennes nativas y for- ma parte tambin de la fauna asociada a los ctricos. figura 1. Hembra adulta de Anelosimus vierae en su nido. A lmanaque 2 0 1 5 109 Es predadora fundamentalmente de insec- tos que atacan partes areas de estos cultivos. Esto hace que estas araas sean indispensa- bles en el control de poblaciones de insectos ya que actan como un insecticida natural Viera y Benam 2009. Algunas Anelosimus construyen nidos en limoneros y naranjos Citrus limon y Citrus aurantium donde se las puede observar con- sumiendo vorazmente larvas de guitarrero y dpteros entre otros insectos dainos para los cultivos. La captura cooperativa permite acceder a presas ms grandes y en mayor cantidad en el mismo tiempo. Este tipo de alimentacin las transforma en Terminators de insectos po- tencialmente plagas en nuestro medio agrcola y sanitario. Aumentar los conocimientos sobre el comportamiento reproductivo y predador de esta especie nos permitir su uso para con- trolar las poblaciones de plagas que atacan nuestros cultivos de tal manera de evitar o disminuir el uso de plaguicidas u otros pro- ductos qumicos que atentan contra nuestra salud y la del planeta. n Bibliografa Aisenberg A. Toscano-Gadea C. y Ghione S. Gua de arcnidos de Uruguay. Montevideo. Ediciones en Fuga. 2011 253 pp. Bentancourt C. M. y Scatoni I. B. Gua de insectos y caros de importancia agrcola y forestal en el Uruguay. Montevideo. Editorial Udelar Facultad de Agronoma. 1998. Viera C. Arcnidos de Uruguay. Diversidad compor- tamiento y ecologa. Montevideo. Editorial Ban- da Oriental. 2011 240 pp. Viera C. y M. A. Benam-Pino Prdida de diversidad araneolgica por manejo convencional en ctri- cos en Uruguay Ciencia 716-18. 2009. Viera C. Ghione S. y Costa F. G. 2007 Mechanisms underlying egg-sac opening in the subsocial spi- der Anelosimus cf. studiosus en Araneae Theri- diidae. Ethology Ecology Evolution 19 161-67. Carmen Viera. Departamento de Entomologa Facultad de Ciencias. Jefa del Laboratorio Ecologa del Comportamiento Instituto de Investigaciones Biolgicas Clemente Estable iibce. Luis Fernando Garca. Ecologa del Comportamiento iibce. Fotografasiibce figura 2. Nidos en un caneln Rapaneae laetiverens. L 110 A lmanaque 2 0 1 5 a estabilidad gentica de los seres vivos incluida la poblacin humana se ve comprometida por la creciente contaminacin a la que est expues- to el adn material gentico de los se- res vivos por el contacto con diversos agentes qumicos plaguicidas medicamentos toxinas producidas por hongos o bacterias fsicos ra- yos ultravioletas rayos X y biolgicos micro- organismos causantes de enfermedades que se denominan agentes genotxicos txicos para el material gentico. Cuando esos txicos actan y el dao se ha producido nuestras c- lulas pueden tener varios destinos la muerte la reparacin exitosa del adn o su alteracin lo que puede conducir al surgimiento de clulas tumorales o malformaciones si el dao se pro- dujo en clulas reproductoras que en los hu- manos son los vulos y los espermatozoides. El estilo de vida nivel de estrs consumo de sustancias psicoactivas tabaco alcohol des- equilibrios en la dieta los cambios climticos debido al progresivo debilitamiento de la capa de ozono los tratamientos mdicos terapias hormonales radio y quimioterapia exposicin prolongada a rayos X el tipo de ocupacin ex- posicin a agroqumicos inhalacin de gases txicos ingreso al organismo de metales pesa- sangreSilvia Villar Arias investigadora La voz de nuestra Nuestro organismo tiene una voz que los cientficos pueden escuchar nos habla del nivel de estrs al que estamos sometidos a qu sustancias hemos estado expuestos cunta radiacin hemos recibido al exponernos al sol qu tipo de alimentos consumimos. La voz de la sangre hoy ms que nunca se escucha fuerte y clara porque es blanco de la creciente y aparentemente imparable contaminacin a la que nosotros mismos nos exponemos y que tambin perjudica a otros seres vivos de nuestro entorno. A lmanaque 2 0 1 5 111 Glbulos rojos y glbulos blancos. 112 A lmanaque 2 0 1 5 dos como el cromo o el plomo la exposicin a las emisiones de motores de combustin in- terna inhalacin en sitios con presencia de as- besto etctera influyen drsticamente en la susceptibilidad de cada uno de nosotros frente al dao gentico. Por todo ello es importante determinar con precisin cules son los niveles aceptables de dao gentico en una poblacin concreta realizar ensayos de genotoxicidad de manera rutinaria y monitorear a aquellos indi- viduos que por su ocupacin estilo de vida o historia familiar se encuentran ms expuestos o con mayor riesgo de sufrir alteraciones en su material gentico y que por lo tanto puedan desarrollar enfermedades graves. De hecho en una gran cantidad de pases estos ensayos se realizan rutinariamente para detectar ano- malas en las clulas y prevenir la aparicin de enfermedades evitando as el uso de procedi- mientos ms invasivos como la radiacin con rayos X por ejemplo con la ventaja de que el efecto de un agente que daa al organismo se detecta mucho tiempo antes que cualquier otra tcnica que se base en el uso de imgenes. Una de las herramientas con que conta- mos los genetistas para hacer el seguimiento de seres vivos potencialmente expuestos es el ensayo de microncleos el cual permite detec- tar indirectamente la ruptura o prdida de adn Da Silva y colaboradores 2003. Dicho anlisis se encuentra validado por la Agencia de Pro- teccin Ambiental de Estados Unidos epa por sus siglas en ingls epa 1998. Actualmente se encuentra en gran auge dada su utilizacin en lneas de investigacin sobre mutagnesis para conocer el efecto genotxico de nuevos agentes tanto a nivel ambiental debido al uso de nuevos plaguicidas por ejemplo como en el mbito sanitario con la utilizacin de nuevas drogas en los tratamientos antitumo- rales y en el mbito laboral con el objetivo de evitar el desarrollo de enfermedades en trabajadores cuya ocupacin est vinculada al manejo de sustancias txicas. Qu es un microncleo Muchas veces quienes no estn en contacto estrecho con el mbito cientfico imaginan que todo ensayo es complejo o costoso. Sin embar- go no siempre es as. Con la obtencin de clu- figura 1. Microncleos. figura 2. Mdula sea. figura 3. Expulsin del ncleo dentro de la mdula sea durante la formacin de los glbulos rojos. Linfocito Monocito Eosinfilo Basfilo Neurfilo Mdula sea Glbulos rojos Glbulos blancos Plaquetas A lmanaque 2 0 1 5 113 las de nuestra sangre apenas una gota basta y su anlisis en un microscopio basta para ha- llar las estructuras denominadas microncleos Figura 1. Durante la divisin celular el adn contenido en el ncleo celular se replica y divide en forma equitativa dando lugar a dos clulas hijas idnticas. Este proceso puede producirse de manera errnea cuando el adn se encuentra daado por la accin de sustancias genotxi- cas generndose entonces la prdida de ma- terial gentico que hace que el reparto de dicho material no sea equitativo entre las clulas hijas. Cuando esto ocurre dicho material gen- tico que se desprende y que por tanto queda excluido del ncleo de la clula hija origina un nuevo ncleo de menor tamao denominado microncleo mn Mudry y Greizerstein 2006. En nuestro organismo como en el resto de los mamferos los glbulos rojos o eritro- citos no poseen ncleo. El proceso de elimina- cin del ncleo se produce en el interior de los huesos largos donde se encuentra la mdula sea Figuras 2 y 3. sta es responsable de la generacin de todos los tipos celulares que componen nuestra sangre adems de los lin- focitos claves en la defensa de nuestro orga- nismo contra agentes especficos. Cuando en el proceso de divisin celular que dar origen a los glbulos rojos se generan microncleos stos permanecern en las clulas disminu- yendo su capacidad de transportar oxgeno y alterando la forma y la resistencia fsica fundamental para que los glbulos rojos no se daen en el sistema circulatorio. Sumado a ello el organismo intentar retirar dichas clulas defectuosas de la circulacin. Si un individuo est sometido a agentes que daan el adn en forma permanente este proceso de eliminacin de glbulos rojos con micron- cleos superar al de formacin de los mismos provocando alteraciones como presencia de glbulos rojos inmaduros en la sangre dismi- nucin en la concentracin de hemoglobina menor transporte de oxgeno y su disminu- cin en la llegada de este gas vital a todo el organismo. Este ensayo tambin es realizado en clulas de la mucosa bucal o de la vejiga urinaria ya que expresan el dao gentico r- pidamente al igual que la sangre. Actualmente en Uruguay se trabaja con el uso de este y otros procedimientos que per- miten detectar dao gentico en cualquier ser vivo mejillones peces anfibios reptiles aves mamferos e incluso plantas. Dichos individuos denominados centinelas ambientales reve- lan que en los sitios donde habitan hay conta- minantes que tienen la capacidad de daar el material gentico. Es posible as analizar sitios potencialmente contaminados y detectar los efectos de esa contaminacin capaz de extin- guir poblaciones enteras de seres vivos as como daar la salud humana mucho antes de que la abundancia de dichos individuos disminuya o se expresen alteraciones visibles en los organismos De Azevedo y Da Matta 2004. La ventaja de estas tcnicas adems de su bajo costo y rapi- dez en la obtencin de resultados fiables y me- dibles es que permiten proteger ecosistemas especies en peligro y se pueden llevar a cabo sin daar o eliminar a ningn ser vivo. n Bibliografa Da Silva J. Erdtmann B. y Henriques J. 2003 Gen- tica toxicolgica. Brasil. Ed. Alcance. 2003 p. 422. De Azevedo F. y Da Matta A. As bases toxicolgicas da ecotoxicologia. InterTox. isbn 85-89843.01-7. Brasil. 2004 p. 322. Environmental Protection Agency epa 712-C-98-226. Estados Unidos 1998. Health effects test gui- delines oppts 870.5395. Mammalian erythrocyte micronucleus test. Mudry M. y Greizerstein E. Principios de citogen- tica y evaluacin genotxica en Gentica toxi- colgica pp. 57-81. Ed. Mudry M. y Carballo M. Argentina. De los Cuatro Vientos. 2006 p. 669. El presente trabajo es parte de la tesis doctoral de la investigadora Silvia Villar Arias realizada en el Pro- grama de Desarrollo de las Ciencias Bsicas pedeciba y financiada por la Agencia Nacional de Investigacin e Innovacin anii. Silvia Villar Arias. Servicio de Microscopa Electrnica de Barrido Epifluorescencia y Microanlisis. Facultad de Ciencias Udelar. L 114 A lmanaque 2 0 1 5 as ranas y los sapos pertenecen a la clase de los anfibios. Los anfibios son animales vertebrados que se carac- terizan por tener la piel desnuda ya que no tienen ningn tipo de cober- tura como escamas pelo etctera y glndulas mucosas en la mayora de las especies. Estas glndulas cumplen una importante funcin mantenerlos hmedos. Esto es relevante desde el punto de vista biolgico ya que los anfibios pueden respirar a travs de su piel respiracin cutnea. La palabra anfibio significa doble vida. Esto no quiere decir que vuelvan a vivir otra vida despus de que mueren sino que hace re- ferencia a que viven tanto en el agua como en el medio terrestre. Las ranas y sapos pertene- cen al orden de los anuros dentro de la clase de los anfibios. El trmino anuro significa sin cola. Esta caracterstica es la que mejor define a este grupo ya que todas las especies vivien- tes carecen de cola en estado adulto. Esto es as debido al proceso de metamorfosis que sufren las larvas llamadas popularmente renacua- jos. Estos renacuajos una vez que eclosionan del huevo viven estrictamente en el agua y de hecho respiran por branquias como los peces. Luego de pasado cierto tiempo a veces meses dependiendo de la especie ocurre en ellos una serie de cambios morfolgicos y fisiolgicos y se van transformando en ranas yo sapos juveniles. Uno de los cambios morfolgicos ms notorios es la aparicin de las patas as como la desapa- ricin progresiva de la cola lo cual implica un cambio evidente en el tipo de locomocin. El caso de los de los Humedales anfibios Gastn Varela licenciado conservacin de la biodiversidad del Santa Luca Conozcamos algunos anfibios del Parque Humedales del Santa Luca A lmanaque 2 0 1 5 115 Sapito de jardn Rhinella fernandezae. Sapito oval Elachistocleis bicolor. Ranita trepadora Hypsiboas pulchellus. Ranita enana de Sanborn Dendropsophus sanborni. Rana criolla Leptodactylus latrans. Escuarzo chico Odontophrynus americanus. Ranita roncadora Scinax granulatus. Ranita hocicuda Scinax squalirostris. Rana piadora Leptodactylus latinasus. Sapo comn Rhinella arenarum. FotografaErnestoElgue FotografasGastnVarela 116 A lmanaque 2 0 1 5 Otra caracterstica importante de este gru- po es que son animales ectotermos de sangre fra al igual que los reptiles. Esto significa que su temperatura corporal depende de la tempe- ratura ambiente ya que no tienen mecanismos fisiolgicos para regularla como ocurre en noso- tros los mamferos y tambin en las aves. Esto explica en parte la mayor actividad de estos ani- males en los meses ms clidos y hmedos. Por qu cantan las ranas En la gran mayora de ranas y sapos la repro- duccin implica ciertos despliegues mediados por seales acsticas. Los machos son los que cantan y las hembras las que eligen pareja. Los cantos de los machos llevan informacin acerca de sus atributos fsicos. La hembra debe ele- gir un buen padre para su futura camada. En resumen los machos ms cantores tendrn mayores posibilidades de ser elegidos por las hembras. A veces sucede que los machos ms dbiles en cuanto a la intensidad de sus cantos se colocan cerca de machos poderosos vocal- mente para intentar lograr un apareamiento se los llama machos satlite. Cundo cantan La reproduccin ocurre en momentos particu- lares del ao y a determinadas horas del da. En nuestro pas la mayora de las especies se reproducen durante los meses ms clidos y por la noche ya que por sus caractersticas fi- siolgicas son animales muy dependientes de ciertas variables ambientales particularmente de la temperatura y la humedad. Conservacin Los anfibios en especial los anuros constitu- yen uno de los grupos zoolgicos ms amena- zados en la actualidad a nivel mundial. Varias especies ya no estn y otras tantas se encuen- tran en peligro de extincin. Este fenmeno es conocido mundialmente como declinacin global de las poblaciones de anfibios. Las cau- sas de este fenmeno son varias destruccin del hbitat calentamiento global especies exticas invasoras como la rana toro crecien- te urbanizacin. En Uruguay las ltimas evaluaciones so- bre el estado de conservacin de los anfibios indican que de las 49 especies autctonas que tenemos 13 se encuentran en alguna categora de amenaza. Una de las causas principales es el aumento de la frontera urbana especialmente en regiones costeras de Montevideo Canelones y Maldonado. Este aumento de la urbanizacin trae aparejado una disminucin de la cantidad de sitios de reproduccin y prdida de hbitats que sin duda repercuten en forma negativa en nuestros anfibios autctonos. El Parque Natural Humedales del Santa Luca y sus anfibios Este parque se encuentra en el oeste del de- partamento de Montevideo en el pueblo San- tiago Vzquez. Pertenece a la Unidad de reas Protegidas de la Intendencia de Montevideo y tiene unas mil hectreas de superficie que son de dominio pblico. Muchos de sus sitios es- tn pobremente preservados ya que se usan principalmente para fines recreativos. De todas formas es un lugar donde conviven muchas especies animales incluidos los anfibios cuyos sonidos se hacen escuchar intensamente en las noches clidas y hmedas de verano. n Bibliografa Achaval F. y Olmos A. 2007 Anfibios y reptiles del Uruguay. Montevideo. Zonalibro. Cuarta edicin corregida y aumentada. 160 pp. Canavero A. Carreira S. Langone J. A. Achaval F. Borteiro C. Camargo A. Da Rosa I. Estrades A. Fallabrino A. Kolenc F. Lpez-Mendilahar- su M. Maneyro R. Meneghel M. Nez D. Prigioni C. M. y Ziegler L. Conservation status assessment of the amphibians and reptiles of Uruguay. Iheringia Sr. Zool 100 1 5-12. 2010. Maneyro R. y Carreira S. Gua de anfibios del Uru- guay. Montevideo. Ediciones de la Fuga. 2012 207 pp. Gastn Varela. Licenciado en ciencias biolgicas en la Facultad de Ciencias Udelar. A lmanaque 2 0 1 5 117 118 A lmanaque 2 0 1 5 xisten infinidad de tipos de bacterias muchas inocuas para el ser humano otras beneficiosas y algunas patge- nas productoras de enfermedades. Estos pequeos organismos simples que carecen de un ncleo rodeado de membrana y orgnulos por eso son llamadas clulas proca- riotas como los que tienen nuestras clulas co- nocidas como eucariotas tienen la capacidad de unirse formando lo que en ciencias se conocen como biofilms Figura 1. stos son ubicuos en la naturaleza pero tambin representan un problema en reas como la industria y la salud. Las bacterias los forman particularmente en sis- temas donde pueden adherirse como tubos que transportan lquidos en los tambos equipos de dilisis catteres sondas entre otros materia- les biomdicos. Cmo se forman La formacin de un biofilm comienza con la adhesin de algunas bacterias a determinada superficie Figura 2. Hasta aqu el proceso es reversible es decir la accin de antibiticos u otros agentes biocidas puede eliminar a las bacterias evitando la formacin de un biofilm. Sin embargo si el proceso de adhesin conti- na las bacterias comienzan a formar la es- tructura bsica del biofilm las microcolonias. Tambin se establecen comunicaciones fsicas entre ellas nanotubos y con las superficies Figura 3 a travs de las cuales se envan se- ales qumicas para organizarse y comenzar la formacin de sustancias denominadas exopo- lisacridos. stos son hidratos de carbono pro- ducidos y liberados por las bacterias que favo- recen la viabilidad celular proporcin de clulas unin E Silvia Villar Ana Laura Reyes balos Paola Scavone bilogos hace la Las bacterias y su estrategia para resistir a los ataques fuerza La A lmanaque 2 0 1 5 119 Imagen tomada con un microscopio de barrido electrnico que muestra un cmulo de bacterias. Fotografaap 120 A lmanaque 2 0 1 5 figura 1. Biofilm. figura 3. Uniones entre bacterias. figura 2. Microcolonia. figura 4. Biofilm maduro. que sobreviven a alguna situacin particular evitan la desecacin de los microorganismos favorecen la comunicacin bacteria-bacteria y bacteria-clula eucariota Donlan 2002. En este punto la formacin del biofilm es irrever- sible. A medida que transcurre el tiempo las bacterias adquieren el aspecto de una partcula carente de vida o incluso toman formas tipo hongo sin embargo ese sistema est disea- do por la naturaleza y la evolucin para que las bacterias liberen desperdicios para permitir el ingreso de nutrientes y oxgeno y fundamen- talmente para protegerse de la accin de anti- biticos y biocidas que buscan su eliminacin Figura 4. Esta estructura compacta le posibi- lita a una poblacin completa de bacterias so- brevivir en condiciones adversas Treter y Ma- cedo 2011. Pero eso no es todo el biofilm hace posible que bacterias individuales o grupos de ellas se desprendan dispersndose y coloni- zando nuevas superficies Figura 5. En el contexto de la medicina los biofilms representan un desafo ya que las bacterias que residen en ellos sobreviven a los trata- mientos e incluso adquieren resistencia a los antibiticos. Un biofilm puede ser hasta mil veces ms resistente al tratamiento con antibiticos que el mismo organismo aisla- do. Ejemplos conocidos de enfermedades causadas por estas estructuras bacterianas son caries dentales periodontitis infeccin de encas otitis media infecciones de odo osteomielitis infeccin sea infecciones renales provocadas por clculos sarro etc- tera. Actualmente estas estructuras estn siendo estudiadas a travs de diversos abor- A lmanaque 2 0 1 5 121 dajes en Uruguay para dilucidar su dinmica y conocer en profundidad su biologa. Esto representa un insumo fundamental para combatir infecciones crnicas particular- mente aquellas vinculadas al uso de dispo- sitivos biomdicos como catteres sondas y tubos de dilisis Singhai y colaboradores 2014. n Bibliografa Donlan R. Biofilms Microbial Life on Surfaces en Emerging Infectious Diseases. 89 881-890. 2002. Singhai M. Malik A. Shahid M. Malik As. Rawat V. Colonization of Peripheral Intravascular Cathe- ters with Biofilm Producing Microbes. Evaluation of Risk Factors en Nigerian Medical Journal. 531 37-41. 2014. Silvia Villar. Servicio de Microscopa Electrnica de Barrido Epifluorescencia y Microanlisis. Facultad de Ciencias Udelar. Ana Laura Reyes balos.Departamento de Gentica. Instituto de Investigaciones Biolgicas Clemente Estable iibce. Paola Scavone. Departamento de Microbiologa iibce. Figura 5 Etapas en el proceso de formacin de un biofilm Treter J. y Macedo A. Catheters A Suitable Surface for Biofilm Formation en Science Against Mi- crobial Pathogens Communicating Current Re- search and Technological Advances. A. Mndez- Vilas Ed.. 2011 pp. 835-842. Absorcin de molculas orgnicas. Acondicionamiento de la superficie. Comunicacin clula- clula y produccin de material EPS Desprendimiento de clulas Maduracin del biofilm Adhesin. EPS P 122 A lmanaque 2 0 1 5 robablemente uno de los cambios ms grandes sufridos por la huma- nidad a lo largo de su evolucin su- cedi hace unos diez mil aos cuan- do pas de alimentarse de la caza y la recoleccin a cultivar su alimento lo cual le permiti abandonar el nomadismo y volverse sedentaria. En un principio las plantas cultivadas eran casi indistinguibles fsicamente de sus parien- tes silvestres. No requeran un cuidado espe- Dnde est la novedad Marcel Bentancor bioqumico Sabina Vidal biloga modificacin gentica de vegetales figura 1. A la izquierda se observa el teosint un ancestro de las variedades actuales de maz derecha. cial a la vez que su produccin y cualidades distaban enormemente respecto a los cultivos con que estamos familiarizados actualmente. stos fueron el resultado de la incesante labor de aquellos primeros agricultores y sus des- cendientes que generacin tras generacin favorecieron la produccin de aquellas plantas que tenan las mejores caractersticas para su consumo. La naturaleza brindaba espontnea- mente cierta variabilidad entre las plantas y estas diferencias hacan que unas fueran pre- feridas a otras a la hora de cultivarlas lo que llev al ser humano a comenzar un proceso de seleccin. A lo largo de muchas generaciones este proceso permiti que gradualmente los cultivos fueran diferencindose cada vez ms de las primeras variedades cultivadas. Luego de miles de aos de continuado este proceso el aspecto de nuestros actuales cultivos poco tiene que ver con el de sus primeros ancestros domesticados. Estas plantas actuales tienen cualidades que las hacen ms apreciadas por el ser humano aun cuando les significaran una desventaja si estuvieran en el medio salvaje. Sin los cuidados humanos es evidente que la mayora de nuestros cultivos no seran capaces de prosperar y ni si- quiera de sobrevivir ya que se han hecho depen- dientes de los cuidados agrcolas humanos. A lmanaque 2 0 1 5 123 Fotografaecoosfera.com 124 A lmanaque 2 0 1 5 Un ejemplo de esta dependencia lo exhibe el maz. Inicialmente los humanos partieron cul- tivando una planta ancestral similar al teosint Figura 1 la cual tiene notablemente un menor desarrollo de su dotacin de semillas cuando se la compara con variedades actuales de maz. Fue fruto de la sucesiva seleccin humana el llegar a cultivar plantas de maz que tuvieran mayor can- tidad de semillas y que fueran capaces de rete- nerlas en el momento de cosecharlas. Esta ltima condicin si bien es una cualidad valorada por el ser humano sera una desventaja para la super- vivencia de la planta en el medio salvaje frente a otras que pueden diseminar ms fcilmente sus semillas. Una mayor facilidad para liberar las se- millas contribuye a que la progenie de una planta tengan mayores probabilidades de crecer relativa- mente lejos de sus progenitores con lo cual se evitan la competencia con stos o con sus pares de similar genoma y favorece su conquista de nuevos territorios. Como se ve aun sin conocer las bases mo- leculares que regan la herencia la humanidad apenas comenz a cultivar plantas empez a ejercer un efecto modificador sobre ellas sim- plemente dndoles a aquellas variedades vege- tales que consideraba ms beneficiosas ms po- sibilidades de transmitir sus genes a la siguiente generacin. Pero as como el humano modific de esta forma a las especies vegetales tambin cam- bi al volverse agrcola. La humanidad comen- z a reconocer patrones anuales tuvo que medir mejor el tiempo para predecir las esta- ciones desarroll la escritura y las matem- ticas para contabilizar la produccin que cada vez fue mayor. Adicionalmente la agricultura gener un exceso de alimentos como no ha- ba existido antes lo cual permiti que ciertos individuos de la sociedad comenzaran a ejer- cer oficios alejados de la obtencin directa de alimentos permiti desarrollar actividades in- telectualmente ms complejas perfeccionar y crear herramientas y lograr otras habilidades que dieron un mayor nivel de complejidad a la sociedad. Visto en esta forma se manifiesta claramente el mutuo modelado que ha exis- tido entre las especies cultivadas y la cultura humana. Generacin tras generacin los cultivos fueron distinguindose de sus parientes silves- tres a la vez que la humanidad fue logrando que los ejemplares de un mismo cultivo fueran ms homogneos entre s. Esto posibilit es- tandarizar el procesamiento de los cultivos lo cual en s mismo es positivo para su explota- cin ms eficiente aunque tambin conlleva un mayor riesgo frente a eventuales brotes de patgenos o por la prdida de biodiversidad. Llegada a este punto la humanidad pas a no depender ya de la generacin espontnea de diversidad en un cultivo sino que comenz a aplicar mtodos tecnolgicamente ms avan- zados que permitieron cruzar especies que espontneamente no se cruzaban. Para eso se emplearon mtodos como la fusin de clulas vegetales el rescate de embriones o la fertili- zacin cruzada entre distintas especies. Estos mtodos permitan combinar simultneamen- te cientos de genes provenientes de cada es- pecie parental. Al promediar el siglo xx se comenzaron a usar otros mtodos para incrementar la di- versidad de los cultivos afectando en forma aleatoria su genoma mediante la aplicacin de agentes qumicos mutgenos o mediante la exposicin a fuentes radioactivas. La progenie de los cultivos expuestos a estos mtodos era seleccionada de acuerdo a su performan- ce frente a condiciones de estrs buscando mejorar su tolerancia o su resistencia por ejemplo evaluando su crecimiento en suelos salinos. Aun cuando no se conoca a nivel mo- lecular el gen o los genes modificados por es- tos mtodos las plantas mutagenizadas eran incorporadas a programas de mejoramiento vegetal en caso de haber adquirido una carac- terstica ventajosa para su produccin Figura 2. Las plantas modificadas genticamente por estos mtodos no eran sometidas a los anlisis que hoy son aplicados a los vegetales transgnicos. Fue a partir de la dcada de 1980 que el ser humano comenz a tener un mayor control sobre los genes modificados en una planta al ser posible insertar un determinado gen en el genoma vegetal. Uno de los principales m- todos usados para esto es el que utiliza a la A lmanaque 2 0 1 5 125 bacteria Agrobacterium tumefaciens. Esta es una bacteria que en la naturaleza es capaz de transferir una porcin de sus genes a las plan- tas que infecta y as ordenarles que sinteticen una serie de productos qumicos utilizables por la bacteria para su crecimiento. Los cientficos se percataron de que podan sustituir algunos de estos genes bacterianos por otros genes de inters para el humano y as modificar las plantas a voluntad. Entre los genes de inters podran estar aquellos provenientes de micro- organismos animales u otras plantas. Esto permiti romper con las barreras que haban impedido hasta entonces la incorporacin de genes de origen no vegetal a las plantas. Como se ve la modificacin gentica de vegetales ha sido empleada por la humanidad desde la antigedad usando en cada poca los mtodos tecnolgicos que estaban a su alcance. Primero disponiendo de la diversidad biolgica que espontneamente brindaba la naturaleza y luego incrementndola en primer lugar haciendo uso de mtodos basados en el azar y la seleccin de variantes del genoma de inters pero ms adelante recin a finales del siglo xx utilizando mtodos ms precisos diri- gidos a modificar el genoma vegetal. Esta evolucin tecnolgica no se ha detenido y en los ltimos aos han surgido nuevas herra- mientas de ingeniera gentica que permiten una mayor precisin en las modificaciones. Esto se ha acompaado tambin por una mayor capacidad para caracterizar las modificaciones efectuadas en el genoma vegetal y las consecuencias que s- tas tienen en la fisiologa de los cultivos. La transgnesis vegetal como toda tecno- loga poderosa es potencialmente capaz de de- sarrollar importantes cambios tanto positivos como negativos a partir de los productos que es capaz de generar. Por lo tanto la instruccin y el conocimiento respecto de esta tcnica se hacen necesarios en un mundo que cada vez requiere ms eficiencia en la produccin de alimentos y en particular en un pas de perfil agropecuario como Uruguay. n Figura 2 Cronologa de variedades generadas por irradiacin en el Institute of radiation breeding IRB Japn. Hasta el momento las variedades generadas corresponden a ms de 230 especies vegetales. La flecha indica el momento de creacin de la primera planta transgnica mediante un mtodo que no incluye radioactividad sino haciendo uso de la bacteria Agrobacterium tumefaciens. 200 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0 VARIEDADESGENERADAS 1920 1940 1960 1980 2000 2020 Primer planta transgnica Magster Marcel Bentancor. Laboratorio de Biologa Molecular Vegetal Facultad de Ciencias Udelar. Doctora Sabina Vidal. Laboratorio de Biologa Molecular Vegetal Facultad de Ciencias Udelar. Instalaciones para irradacin con cobalto 60. 126 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 127 2 uiz Salto sea la ciudad del mundo fuera de Italia con ms homenajes al hroe de dos mundos. Se non evero eben trovatto. Giuseppe Garibaldi con su trayectoria de lu- chador por la libertad trajo hasta aqu sus servicios e ideales. Primero lleg a Brasil luego a Uruguay incipiente repbli- ca ya dividida en lucha fratricida. Durante la Guerra Grande Garibaldi sirvi al gobierno de la Defensa. Por sus condiciones de marino se le dio el mando de la flota en 1845. Subiendo el Uruguay lleg a Salto siti a las fuerzas de Lavalleja y tom posesin de la ciudad el 2 de octubre. El desalojado Lavalleja no cumpli las rdenes que tena de destruir las defensas y Garibaldi las aprovech adems de construir una fortaleza en la actual Plaza de los 33 Orien- tales. Tambin desaloj a Lavalleja de su cam- pamento en Itapeb. En diciembre del 45 Urquiza rode a Salto. Garibaldi lanz una proclama afirmando que resistira por todos los medios. Sali hasta las proximidades del arroyo San Antonio donde el 8 de febrero de 1846 se libr la batalla que re- cuerda la defensa de la plaza donde hoy se ubi- ca el monumento en su homenaje. El italiano se retir a la ciudad de Salto pero logr detener la invasin. Escribi sobre el pueblo salteo Yo te recordar siempre con profunda grati- tud. Es evidente que Salto tampoco lo olvid. Garibaldi regres poco despus a su patria en bsqueda de la unificacin y la formacin de una repblica. Un monumento dos bustos en espacios pblicos una avenida un leo del si- glo xix un retrato autografiado una carta manuscrita una colonia agr- cola las araas de cristal del templo de la Logia Hiram una camisa roja original guardada segn se sospecha con verosimilitud en alguna antigua arca familiar legionarios que se quedaron en Salto y formaron troncos de familias numerosas e influyentes. Todo eso por y para Giuseppe Garibaldi. Q Enrique Cesio periodista El Salto garibaldino A lmanaque 2 0 1 5 129 La historia de un cuadro En la sala de sesiones de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Unione e Benevolenza de Salto se encuentra colgado en un lugar des- tacado un leo con la figura de Giuseppe Gari- baldi ya algo deteriorado por los aos. En una esquina de esa obra un papelito muy antiguo afirma que fue hecha por Enrique Correja y do- nada a la sociedad en 1874. Vinculado por aos a esa sociedad nunca obtuve una explicacin de cmo alguien poda dedicar en 1874 una obra a una sociedad que sera fundada al ao siguiente. Pero la paciencia a veces da tiempo para que lleguen las explicaciones. Hace poco ca- minando por calle Uruguay me cruc con mi amigo Fernando Pigurina. En la charla no s por qu me habl del cuadro de Garibaldi que est en la Sociedad Italiana y me dijo que un antepasado suyo haba tenido algo que ver con eso. Me interes. Al otro da me mand una fo- tocopia de un folleto con la explicacin de todo. Angelo Pigurina el Portoghese naci en 1815 en Cagliari isla de Cerdea reino de Sa- boya y Cerdea. Su vida estuvo marcada por sus actividades militares y su adhesin a la causa garibaldina. Cuando Giuseppe encabez en 1834 sus primeros motines Angelo de 19 aos particip de ellos. Pero la derrota y la cr- cel lo hicieron refugiarse en Uruguay en 1836. Se dedic al comercio hasta que en 1842 al lle- gar Garibaldi de Brasil pas a formar parte de la Legin Garibaldina como oficial de marina. Luego fue designado comandante de compa- a y durante la Guerra Grande particip como capitn de las goletas Intrpida y Maip. Antes de iniciar su carrera militar se haba casado con Mara Badano previo permiso ecle- sistico y militar pues ella tena solamente 13 aos. Tuvieron cuatro hijos el primero de nom- bre Efisio. Luego retorn a Italia acompaando la cru- zada de Garibaldi y en 1848 qued al frente de la compaa de pavesi formada por voluntarios de la Universidad de Pavia. Herido de gravedad en 1849 y tras el fracaso del intento reunifica- dor volvi a Uruguay con su esposa e hijo. Se instal en Salto donde nacieron Atilio y Gui- llermo. En 1860 Garibaldi lo llam para reiniciar las luchas pero Pigurina se excus en su edad y estado de salud. Falleci en Salto en 1878 con el grado de general. En 1874 el pintor italiano Enrique Correja le remiti a Angelo el leo de Garibaldi en cues- tin junto a una carta en la que le peda que do- nara ese cuadro a la Sociedad Italiana de Salto. En esa misiva Correja declaraba su admiracin por el primero de los ciudadanos italianos y esperaba que su obra reflejara las caracters- ticas del Garibaldi ya anciano. Sealaba en su carta Me decid pues a dedicar el cuadro a la Sociedad Italiana de Salto y usted aprob mi decisin pero esta sociedad est an en em- brin y vengo a solicitar de usted el amigo en- tre los amigos del gran hombre y partcipe en todas sus glorias y fatigas se haga depositario del cuadro hasta la instalacin definitiva de la sociedad. Batalla de San Antonio Uruguay el 8 de febrero de 1846. Litografa coloreada de V. Adam impresa en Paris por la Litografa Vayron. 130 A lmanaque 2 0 1 5 El hijo de Garibaldi Richiotti en una visita a Uruguay al ver el leo dijo que era uno de los ms representativos de la figura de su padre. La familia Pigurina mantuvo la custodia. Muer- to el padre se hizo cargo del cuadro su hijo Atilio Pigurina Badano hasta que el nieto el doctor Atilio Pigurina Vives lo entreg a la So- ciedad Italiana en 1945 donde permanece en las condiciones dichas.11 Obelisco con historia Se descuenta que si se escribe monumento a Garibaldi todos los salteos sepan de qu se habla. Sin embargo no es tan seguro que co- nozcan la razn ni quin fue el homenajeado y casi nadie estar enterado de quin lo hizo ni quin lo mand hacer. Por lo tanto es oportuno hacer memoria. Giuseppe Garibaldi naci en Niza en julio de 1807 cuando esa ciudad era parte del reino de Saboya territorio de Italia. En el siglo xix este pas estaba dividido en varios reinos y ciudades autnomas y Garibaldi dedic su vida a luchar por la unificacin de la pennsula. Tambin era libertario y republicano. Comenz sus luchas en la dcada de 1830 y vencido circunstancial- mente se refugi en Brasil donde conoci a su amada Annita con quien se cas. Sus campaas en Uruguay y en Salto ya fueron contadas pero importa recalcar los vnculos que mantuvo con la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Unione e Benevolenza en- tidad que recibi un retrato autografiado y una carta manuscrita del gran caudillo. En 1925 al cumplirse 50 aos de la funda- cin de la Sociedad Italiana una asamblea de socios resolvi levantar un monumento u obe- lisco en los campos donde se desarroll la fa- mosa batalla de San Antonio. Era evidente que cuando en el acta respectiva de ese homenaje se haca constar que no debe ser un acto de ndole poltica sino una manifestacin de ita- lianidad la intencin era evitar las posibles divisiones entre partidarios y adversarios del rgimen de Benito Mussolini il Duce quien en 1. Datos tomados del folleto Da Cagliari a Montevideo. Angelo Pigurina. Il garibaldino eroe dei due mondi de Martino Contu y Luca Mara Sanna Delitalia. ese momento gobernaba Italia. La asamblea aprob por aclamacin esa idea. Estando ya formado un comit especial para recaudar fondos elegir al artista y solici- tar las anuencias municipales diversas razones postergaron la concrecin de la obra. Recin en 1931 la asamblea retom la iniciativa y decidi solicitar al Consejo de Administracin Departa- mental la ampliacin de la avenida Garibaldi. Se deduce que esta va comenzaba en Camino del xodo hacia el este y la ampliacin era para ubicar all al obelisco. El asunto sigui en ve- remos hasta que apareci Juan Veltroni. Este arquitecto italiano lleg invitado por Jos Batlle y Ordez para hacer la gran obra pblica. El italiano dej su marca el edificio central del Banco Repblica el del Ministerio de Salud P- blica el del Jockey Club y aqu en Salto el edi- ficio de Oficinas Pblicas y el famoso obelisco todos monumentos histricos nacionales. Otro hecho interesante fue la visita a fines del ao 1932 de Annita Italia Garibaldi nieta del Monumento a Garibaldi en Salto. Proyecto del arquitecto Juan Veltroni. A lmanaque 2 0 1 5 131 Giuseppe Garibaldi en la campaa de Italia 1848-1849 seguido por su asistente Agujar. Litografa de Luigi Gregori 1849. 132 A lmanaque 2 0 1 5 prcer quien firm un pergamino para ser coloca- do en el cofre incluido en la piedra fundamental. En noviembre de 1934 se concret una Giornata garibaldina. Por la maana se inaugur el busto obra deEdmundoPratiydonacindelreyUmbertoI frente a la sede de la Italiana y por la tarde el monumento. La gran asamblea matutina cont con la presencia de delegaciones de todas las socie- dades italianas del pas y del embajador Sera- fino Mazzolini representante del Duce. Este diplomtico hizo una encendida apologa del fascio y del rgimen fascista en medio de un discurso garibaldino y exaltando a Salto. Por supuesto tales dichos provocaron manifesta- ciones encontradas tanto en las calles como en la prensa algunas a favor y otras repudiando la presencia y las declaraciones del embajador. Ambos bandos queran a Garibaldi como su ensea su representacin. Ambas partes ac y en todo el mundo lo sentan como su patro- no protector y hroe. Se cre una organizacin mundial llamada Italia Libera que tambin tuvo su filial en Salto y su sede en la Sociedad Italiana. En poco tiempo sus dirigentes haban cambiado y tambin la posicin. Una prue- ba ms de los antagonismos que despiertan siempre regmenes como ese. El tiempo pas el dominio musoliniano concluy pero Garibal- di la Sociedad Italiana el sentimiento de ita- lianidad siguieron como una demostracin de que los contextos modifican las etapas pero no la historia final. Cuando cada 2 de junio la Sociedad Italia- na y las sociedades de las regiones se renen junto a la antena del puerto estn rindiendo homenaje a la repblica que quera Garibaldi instalada despus de la Segunda Guerra Mun- dial por resolucin plebiscitaria libre. Slo los pueblos deben resolver lo esencial de sus sis- temas de vida y gobierno. n A lmanaque 2 0 1 5 133 Enrique Cesio. Escribano periodista profesor de historia escritor e integrante de varias entidades culturales. Dos retratos de Giuseppe Garibaldi hacia 1860 realizados por Gustave le Gray en Palermo Italia. L 134 A lmanaque 2 0 1 5 a adopcin de los smbolos patrios acompa la consolidacin de la na- cin. Luego del primer escudo re- presentando a la Provincia Oriental en 1813 se impuso el de la Provincia Cisplatina en 1817. Ms tarde tras la Cruzada Libertadora y abolidos ambos escudos por la ley de pabelln se cre la primera bandera de la Provincia Oriental asimilada desde 1825 al seno de las Provincias Unidas del Ro de la Plata. Pocos aos ms tarde el 16 de diciembre de 1828 tras la Convencin Preliminar de Paz en Villa Guadalupe se izara la nueva bandera del naciente Estado Oriental.1 Un ao despus nacera el escudo2 y tras la afirmacin republi- cana del 18 de julio de 1830 el Himno Nacional.3 Instituimos pues bandera escudo e him- no pero an los orientales no nos ponamos de acuerdo en quin mereca ser reconocido hroe nacional. 1 Modificada el 12 de julio de 1830. 2 19 de marzo de 1829. 3 Ejecutado por primera vez el 18 de julio de 1833. Pasaran 81 aos desde la republicana jura para que los orientales coincidiramos en reco- nocer a Jos Artigas no slo hroe nacional sino fundador de nuestra nacionalidad. Desde el ao 1882 en que Carlos Mara Ramrez polemizara con Francisco Berra propagandista de la pers- pectiva censurable de Artigas prevaleciente an en nuestros centros de enseanza hasta el inicio de la reivindicacin oficial iniciada por Mximo Santos en 1884 haban pasado ya 54 aos de vida republicana. Y an faltaran 27 aos ms de polmicas y conferencias hasta llegar a la consoli- dacin de tal reconocimiento. Ser en el ao 1911 en momentos en que se conmemoraba el cente- nario de la batalla de Las Piedras cuando llegara la espontnea y unnime consagracin.4 Tal vez estas sean las circunstancias que hayan influido en la imprecisin de los datos biogrficos sobre Artigas que se tuvo durante buena parte del siglo xx. Observemos que an en 1952 Juan Alberto Gadea en un artculo de la revista Mundo Uruguayo volva a rectificar el 4 El centenario de la batalla de Las Piedras. Homenaje del pueblo oriental en El Siglo Ilustrado. Montevideo 1912 p. 13. Artigas Ral D. Cheda historiador A 250 aos de su nacimiento en construccin A lmanaque 2 0 1 5 135 nico retrato hecho en vida de Artigas realizado por Alfred Demersay en Paraguay en 1846. 136 A lmanaque 2 0 1 5 lugar de nacimiento de Jos Gervasio.5 Se tra- taba de imprecisiones documentales propias de los registros coloniales pero que en el caso de un prcer inquietaban. Como sealamos Mximo Santos inici la reivindicacin oficial de Artigas disponiendo para ello importantes honores a su memoria. Las ceremonias oficiales se centraron en el da martes 23 de septiembre de 1884 declarado da de duelo nacional.6 Esta convocatoria ha de haber impulsado la investigacin ya iniciada por Ramrez dos aos antes pues a los pocos meses ms pre- cisamente el 11 de abril de 1885 el peridico El Indiscreto de Montevideo publicaba un graba- do en cuya leyenda se lee Casa de Artigas en Las Piedras. Y agrega Calle San Isidro n 75. En Las Piedras no se haban encontrado an- tecedentes que vincularan a la familia de Jos 5 Barrios Pintos Anbal La casa donde naci don Gervasio Artigas Almanaque del bse. 1977 p. 63. 6 Sansn Toms Un debate rioplatense sobre Jos Arti- gas 1884 en Anuario del Instituto de Historia Argenti- na. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Huma- nidades y Ciencias de la Educacin. 2004 p. 187. Gervasio con este pueblo pero s tempranas convocatorias a su reconocimiento como hroe nacional. En el peridico El Ferrocarril de Monte- video el 23 de julio de 1869 la crnica anunciaba Parece que se inicia la idea de erigir una esta- tua al general don Jos Artigas considerado por unos el prcer de nuestra independencia y por otros como el elemento de discordia y de oposi- cin a la gran revolucin que operaba entonces. Podemos observar en estas lneas cmo el cro- nista presenta un equilibrio entre los juicios que mereca Artigas. Y contina Sea de esto lo que fuere manifestando su neutralidad y tal vez la del rgano de prensa lo que deseamos anunciar nosotros es que se va a levantar una estatua en el pueblo de Las Piedras.7 7 El Ferrocarril. 23 de julio de 1869. Y agrega la nota que la iniciativa pertenece a don Pedro Bauz. Segn Cas- tellanos patricio oriental capitn de milicias y fuerte hacendado del distrito de Canelones que cooper con el levantamiento del vecindario de dicho distrito y con su incorporacin a la rebelin de 1811 contra las autoridades espaolas de Montevideo. Figura entre los ms fuertes contribuyentes de aquel vecindario para el ejrcito revo- lucionario oriental con 25 pesos fuertes y dos vestidos para dos soldados de la escolta del comandante general Jos Artigas mayo de 1811. Hermano mayor del general Rufino Bauz y to del historiador Francisco Bauz. No- mencltor de Montevideo. A lmanaque 2 0 1 5 137 Desconocemos si lleg a realizarse tal monumento pues la primera imagen de la figura de Artigas en Las Piedras est datada en 1895 un ao despus de que en Sauce se organizaran festejos para celebrar el naci- miento del general Artigas en esa localidad. Las autoridades de Sauce haban dispuesto que los nios y alumnos de colegios acom- paados por la banda de msica desfilaran ante una ruina que segn todas las po- sibilidades fue la casa donde naci el general Artigas.8 Y all qued planteado un pleito en el que faltaba an un litigante Montevideo desde donde tambin se propuso una Casa de naci- miento del prcer. En 1894 el peridico El Bien comentaba que Sauce Montevideo y Las Piedras se disputan el honor de ser el lugar de nacimiento de Jos Gervasio.9 Sin embargo Las Piedras fue la pri- mera localidad en dejar de ser considerada en esta pretensin ante la ausencia de referentes 8 Vidart Ral La historia de los pueblos escrita por sus veci- nos. Sauce. Biblioteca Canaria. Coleccin 250 Aniversario del Nacimiento de Jos Artigas. Vol. 1. 2014 p. 18. 9 Barrios Pintos Anbal. Op. cit. p. 61. de vecindad. Por lo tanto la disputa se centr entre Sauce y Montevideo. Una polmica como bien comenta Barrios Pintos que pareci haber quedado cerrada con la resolucin gubernamental de julio de 1975 por la que se declar monumento hist- rico el predio en el que estuvo emplazada la casa natal del general Jos Artigas10 en Mon- tevideo. Y el carcter condicional de la conclusin de Barrios Pintos tuvo su fundamento pues algunos datos inquietantes desafiaban esas certezas Observemos la evolucin de los hechos. Hasta el ao 1884 la historiografa nacional consideraba que Artigas haba nacido en el pueblo de Las Piedras en el ao 1758.11 Fue Carlos Mara Ramrez quien en ese ao publi- c la partida de bautismo hasta hoy acepta- da que luca la fecha 19 de junio de 1764. Sin embargo ms tarde Juan Alejandro Apolant tras un examen caligrfico conmovi a los 10 Ibd. p. 63. 11 Archivo Artigas PDF Tomo ii 1-100 p. 4. Estudios realizados por Jos Luis Zorrilla de San Martn a partir del retrato de Alfred Demersay. 138 A lmanaque 2 0 1 5 historiadores cuando determin que la par- tida bautismal de Jos Gervasio presentada por Ramrez haba sido registrada en la Ma- triz en el ao 1793 veintinueve aos despus de su nacimiento.12 Si a esta particularidad le agregamos que en un censo agropecuario del ao 176113 se registr a Martn Artigas padre de Jos Gervasio en la localidad de Sauce es posible despus de todo que Jos Gervasio hu- biera nacido en Sauce pues ante lo que pare- ce no habra dudas es que el ao de 1764 es el de su nacimiento. La polmica sobre el lugar y fecha de na- cimiento se intensificaba mientras se exten- da tambin al apellido materno. En la partida bautismal de la iglesia Matriz su madre figura como Francisca Aznar mientras otros his- toriadores eran de la idea de que el apellido era en realidad Arnal. Sin embargo Alejandro Apolant fue de otra opinin. Felipe abuelo materno de Jos Gervasio figur en la partida de su casamiento14 como hijo legal de Antonio Pasqual y Mara Aznar demostrando que Pas- qual era apellido y no nombre de pila. Apolant atribuy el error a una de esas despreocu- paciones y ligerezas del notario eclesistico quien pensaba obviamente que Pasqual fuera nombre de pila . Y lo mismo sucedi ... hasta el punto de que su nica hija adopt el apellido Aznar que en realidad fue el de su abuela paterna15 . A pesar de la contun- dente documentacin que present Apolant determinando que la madre de Jos Gervasio se llam Francisca Pasqual an persiste en el concepto popular y en varios nomencltores de nuestras ciudades el homenaje a Francisca Aznar madre de nuestro Artigas. Y estas no son las nicas incertidumbres en torno a nuestro prcer. La que ms nos pesa es el desconocimiento fehaciente de sus ras- gos pues recordemos que lo ms cercano a la 12 Ibd. 13 Archivo Artigas PDF Tomo i 201-300 p. 20. 14 Felipe Pasqual contrae matrimonio con Mara Rodrguez Camejo en el ao 1741. 15 Apolant Juan Alejandro Gnesis de la familia uruguaya. Montevideo. Segunda edicin ampliada. Autoedicin. Tomo 1. 1975 p. 526. realidad de su imagen es el perfil que en 1846 realiz Alfred Demersay en Paraguay imagen de la que surgen todas las dems producciones artsticas. Ya en esa fecha no slo exista la fotogra- fa sino que en Montevideo estaba instalado John Armstrong Bennet16 quien en 1842 in- augur su Galera Fotogrfica ubicada en la esquina de Sols y Cerrito. Bennet pasa a Bue- nos Aires en 1845 y se sabe que lleg hasta la provincia de Salta en Argentina donde retra- t al propio gobernador salteo. Se interpret entonces que si Bennet sigui su derrotero hacia el norte pues algunos aos despus se lo ubic en Venezuela bien pudo dando pie a la especulacin haber llegado hasta Para- guay donde le habra sido posible tomar una foto a nuestro Artigas radicado ya en Asun- cin. La leyenda se propag espacial y tempo- ralmente y la volvemos a encontrar en 1909 en el seno de la Comisin Nacional para los Festejos del Centenario de la Batalla de Las Piedras. En las actas de esta comisin cons- ta que Enrique Horne Wilde declar ante ella asegurando que exista en Santa Fe una foto de Artigas.17 Tras las actuaciones pertinen- tes se decidi archivar la nota por las pocas certezas que daba el informe de Horne Wilde sobre su existencia. Sin embargo la leyenda persisti. En 2006 la historiadora Ana Mara Ribeiro18 narr que durante la presentacin de uno de sus libros un hombre del pblico se le haba acercado asegurndole que en Paraguay le haban tomado una foto a Artigas y que l la haba visto. Otra conmocin la ms reciente. Conclusin En el proceso de reconstruccin de la biografa de Artigas se haban propuesto dos aos para su nacimiento 1758 y 1764 tres lugares Las Piedras Sauce y Montevideo tres apellidos maternos Aznar Arnal y Pasqual y slo un perfil de su cabeza. 16 Ribeiro Ana Mara Historias sin importancia. Montevi- deo. Grupo Editorial Planeta. 2007 p. 214. 17 Actas de la Comisin Nacional del Centenario de la Batalla de Las Piedras. Acta n 4 del 4 de noviembre de 1909. MHN Tomo 61 1909-1915. 18 Ribeiro Ana Mara. Op. cit. A lmanaque 2 0 1 5 139 A partir de estas propuestas hemos conve- nido en que Jos Gervasio Artigas Aznar naci el 19 de junio de 1764 en Montevideo aunque lo ms cercano a la realidad que podemos acceder es que nuestro hroe se llam Jos Gervasio Ar- tigas Pasqual oriental de nacimiento y que su perfil se habra de parecer al retrato que realiz Alfred Demersay. En cuanto a su edad parece irrelevante de- terminar la diferencia de apenas seis aos. Con respecto al apellido de su madre definitiva- mente fue Pasqual aunque Francisca decidi utilizar el de su madre. Por lo tanto el cuestionamiento es debe- ramos respetar la voluntad de Francisca que decidi utilizar el apellido de su abuela o co- rregir los nomencltores que la homenajean El lugar de nacimiento contina en discusin. La partida bautismal tarda y la residencia tem- prana de su padre en Sauce conjugan elemen- tos que inquietan. Finalmente su semblante. Conocerlo es una dificultad ante la cual nos hemos rendido hemos perdido toda esperanza y sin embargo es la que tenemos potencialmente ms chance de resolver. Y es que a travs de una tcnica de arqueologa forense conocida como recons- truccin crneo-facial podra reconstruirse su rostro. Sus restos son accesibles pues consi- deramos fiables los informes de que los restos seos custodiados por el Cuerpo de Blanden- gues en el Mausoleo de Montevideo le perte- necen. El tema no menor es si los orientales estamos dispuestos a enfrentar una imagen que no se asemeje a la que recre Juan Manuel Blanes. Mientras persistan las imprecisiones en la reconstruccin de su biografa habr polmica y nuestro Artigas continuar en construccin. n Mi sincero agradecimiento a la direccin y al personal de la Biblioteca Nacional en Montevideo del Centro Cultural Casa de Artigas y de la Casa de la Cultura de Sauce Canelones. Ral D. Cheda. Posgrado de especializacin en investigacin en historia contempornea. claeh Montevideo. Casa donde naci Artigas Las Piedras. P Alfredo Alpini historiador 140 A lmanaque 2 0 1 5 ara la polica y la gente decente la pulpera era el reducto de la pelea con cuchillo y era vista como el lugar predilecto donde diariamente se re- nen hombres vagos y viciosos en la que stos se engolfan en el perjudicial juego del naipe1 y en la embriaguez. Sin embargo para los hombres fue el lugar preferido para la sociabilidad el juego y la bebida. La pulpera tambin conocida como casa de abasto o esquina combinaba tres tipos de negocios taberna almacn y tienda. Algu- nas las menos hacan las veces de posadas ofreciendo hospedaje. Era una taberna porque all se beban vino el carln caa aguardiente ginebra y ans. En las pulperas adems se almorzaba y ce- naba generalmente carne asada pucheros y pescado con faria. Eran almacenes de venta al menudeo de productos como yerba velas 1. El Universal Correspondencia 23 de agosto de 1833 p.3. tabaco cigarros aceite entre una larga lista de artculos alimentos telas ropas herramien- tas aperos de montar. En 1835 Montevideo ciudad comercial y capital de un pas ganadero tena 12 barracas de cueros siete boticas y 15 zapateras pero haba 121 pulperas y bodegones y 22 cafs bi- llares y fondas para una poblacin de 23.400 habitantes.2 Estos nmeros indican una rela- cin de un comercio de venta de bebidas alco- hlicas cada 143 habitantes. Extramuros en 1834 con una poblacin de 9.014 habitantes haba 49 pulperas con un capital invertido de 40.651 pesos.3 2. La Abeja del Plata Comercio industrias y saladeros de Montevideo 23 de septiembre de 1837 tomo i p.184. 3. Archivo General de la Nacin en adelante AGN. Ministerio de Gobierno. Caja 861. Ao 1834. Pulperas y sociabilidad popular en el Uruguay del siglo xix A lmanaque 2 0 1 5 141 La partida de taba detalle. leo sobre tabla de Juan Manuel Blanes. Coleccin particular. 142 A lmanaque 2 0 1 5 Naipes apuestas y bebidas Una economa sin una estricta disciplina laboral permita la concurrencia a la pulpera sin horarios preestablecidos. El juego adems del alcohol eran la esencia de la sociabilidad masculina. Los hombres se reunan principalmente para jugar a los naipes a los dados y a las bochas. Durante dcadas la polica persigui los juegos de azar por dinero estableciendo distintas sanciones. Los edictos policiales advertan a los jugadores que seran penados con el servicio de las armas multas o prisin para los que no pudieran pa- garlas. La pena era ms severa para los esclavos y los considerados vagos o sea hombres sin papeleta de conchabo es decir sin trabajo. Tam- bin estaban sujetos al castigo de multa o 20 das de prisin los pulperos y mesoneros. Lo que le daba ms atractivo al juego apor- tndole emocin y tensin era la apuesta por dinero cuando el pulpero lo permita o por tragos de vino u otra bebida cuando el dueo no quera complicarse con la polica o con los jugadores pendencieros. Los juegos de naipes ms comunes eran el truco el monte el as de oro el solo y la brisca. Si el pulpero no permita las apuestas den- tro de la casa se hacan fuera sobre el palen- que y por dinero. Joaqun Correa lleg a una pulpera que est frente a la esquina del padre Larraaga ... donde compr una baraja y sali afuera a jugar al monte porque el pulpero no lo permita dentro.4 Cuando los jugadores y be- bedores eran vecinos y por lo tanto conocidos del pulpero ste ganado por la confianza y la amistad poda permitir las apuestas porque se supona que los parroquianos no armaran escndalo. Victorino Prez pidi licencia al pulpero para jugar al monte y como todos los que estaban all eran vecinos y no le pareca que podra ocurrir ningn desorden accedi a la solicitud de Prez.5 4. AGN Archivo Judicial en adelante AJ. Crimen 1. Expe- diente n 28. Ao 1837. 5. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 183. Ao 1835. Juego bebida guitarra y pelea con cuchillo. Probablemente una representacin estereotipada de la pulpera real. A lmanaque 2 0 1 5 143 Otra estrategia utilizada por el pulpero era permitir las apuestas por dinero pero en- cargndose l mismo de custodiar los pesos o patacones en caso de sobrevenir una redada policial. Bartolom Arca cont que jugaron por un patacn parndolo sobre el mostrador mas el pulpero les hizo presente que si llegaba la polica podra sobrevenirle algn perjuicio as que guardara en el cajn los dos patacones de la apuesta y los entregara a quien ganase.6 En la pulpera del portugus Jos Bentos frente al Fuerte jugaban adems de los pa- rroquianos el pulpero. Sin embargo lo que se ganaba por apuestas quedaba para beneficio de la casa pues el pulpero habilitaba el juego por dinero a condicin de que los ganadores tomaran sus tragos. Jos Antonio Maya con- t que siempre vio jugar a diferentes juegos como al monte al mayor punto truquiflor bris- ca y algunos otros lo cual verificaban sobre el mostrador jugando tambin algunas veces el pulpero Bentos ... jugando siempre dinero quedando a beneficio de la casa el gasto que hacan.7 La pulpera era un espacio de sociabilidad masculina. Sin embargo ciertas mujeres mar- caban su presencia. A las esposas de los pulpe- ros se las ve atendiendo a la par de sus maridos e incluso haba viudas que llevaban adelante el comercio. Pero del otro lado del mostrador eran pocas las que se animaban a permanecer. A la pulpera del Vizcano ingres Felipa Ro- drguez a comprar un medio de velas atrave- s el local y lleg hasta el mostrador cuando sorpresivamente uno de los hombres que es- taba tomando vino por detrs y le apret los pechos. Felipa le increp que ella no vena all para ser juguete de nadie.8 Al rato la mujer volvi con el esposo que armado con una daga hiri al hombre que se haba propasado. Las mujeres que iban a comprar entra- ban y salan de la pulpera sin demorarse en el mostrador. Aquellos parroquianos que estaban acompaados por mujeres eran previsores y saban que stas tenan que esperar afuera. Esto lo tena bien aprendido Pedro Sierra quien 6. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 118. Ao 1836. 7. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 42. Ao 1839. 8. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 17. Ao 1841. lleg a la pulpera de don Juan Caneiro acom- paado de tres mulatas pero tuvo la cautela de dejarlas esperando en la calle. Entr en la pulpera y pidi tres vintenes de vino blanco diciendo que no quera que nadie incomodase a aquellas seoras hablando por las mulatas. No termin de expresar la advertencia cuando detrs entr el carretillero Pablo Pompo con el propsito de comprar pescado. Meti pescado en bolsa y al salir se encontr con las mulatas y las pirope dicindoles a Diosito. Pedro Sie- rra a pesar de estar en el mostrador escuch las palabras del joven y sali de la pulpera in- comodado y dio una trompada al carretillero.9 De cuchillo y pualadas El conflicto entre hombres tena diferentes causas. El juego siempre se tom como un asunto serio y violar las reglas en la partida de naipes o hacer trampas era motivo asegurado de pelea. El pen de saladero Joaqun Correa cont que entabl una partida de naipes con un porteo que se encontraba en la pulpera El porteo hizo una parada de tres vintenes y habindola perdido hizo otra igual y tuvo el mismo resultado pero el porteo arrebat la parada y la baraja desparramando sta por all que el deponente recogi la baraja diciendo al porteo entonces dejaremos de jugar y como conoci en este individuo por el ademn de sus miradas que trataba de arrebatarle el cuchillo que tena a la cintura se enderez para irse y entonces el porteo sac un facn y le atropell a pualadas.10 Los parroquianos por lo comn eran peo- nes de los saladeros pescadores quinteros chacareros y soldados. Estos ltimos entraban con sus fusiles y sables los anteriores con sus herramientas de trabajo cuchillos y facones. En uno de los tantos casos de trifulca con armas el fiscal pidi en correccin del uso del cuchi- llo y de la pelea el pago de una multa de 20 pesos a cada uno o en su defecto ser conde- nados por dos meses a los trabajos pblicos. Los defensores apelaron y solicitaron la libertad de los acusados argumentando que el tiempo 9. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 75. Ao 1834. 10. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 28. Ao 1837. 144 A lmanaque 2 0 1 5 de prisin que padecieron haba sido suficiente para purgar cualquier exceso en que hubiesen incurrido por efecto de la embriaguez. Sin em- bargo el argumento ms interesante que los exoneraba de responsabilidad era el referido al uso de cuchillos. Decan los defensores que en atencin a que la prohibicin de cargar armas a que se refiere el Reglamento de Polica es en los pueblos y no fuera de ellos donde la gente de campo necesita de continuo usar de cuchillo para sus faenas mxime siendo peones como los protegidos.11 Otro motivo de conflicto eran las afrentas al honor o al sentimiento de masculinidad que un hombre poda inferir a otro. En la pulpera se encontraban criollos hombres de las pro- vincias argentinas brasileos y tambin eu- ropeos principalmente portugueses vascos franceses italianos y marineros ingleses. El contexto poltico de la Guerra Grande 1839- 1851 alimentaba las rencillas y enemistades ya cultivadas en Europa. El francs Pedro Bor- das apostado en el mostrador tom el fusil de un vasco que estaba entre los concurrentes y empez a hacer varios movimientos del ejer- cicio. Al instante se trab una disputa con el italiano Jos Cipriano que le enrostr que su hijo saba hacer mejor el ejercicio.12 11. AGN AJ Crimen 1. Expediente n 179. Ao 1831. 12. AGN AJ Crimen 1. Expediente n16. Ao 1843. Francisco Luque enfil al anochecer hacia la pulpera de don Jos Sez y al pasar por la puerta se le aproximaron dos hombres que al grito de Gallego hijo de puta le peg uno de ellos una pualada en la parte izquierda del pecho.13 El pulpero francs Juan Lahire se vio obli- gado a echar de la pulpera a Santiago Bragar tambin francs porque empez ste con motivo de estar algo pesado a insultar a todos los vascos franceses14 y en especial a dos le- gionarios del Batalln Vasco. En las cercanas del Muelle estaban jugan- do al billar el criollo Jos Camilo Crdoba con el italiano Lzaro Giovo. La apuesta era por dos patacones pero Jos Camilo retir la suya di- ciendo que no quera ganarle. El italiano se alborot y entre varias palabras ... le dijo que siempre haba de ser criollo para no tener palabra.15 Despus todo deriv en golpes de puo y de tacos de billar. Poltica y vigilancia policial Sin embargo a la pulpera no se la debe identifi- car como un espacio de pendencia. Los asuntos polticos y militares de la poca fueron all moti- vo de conversacin particularmente los hechos y sucesos de la poltica argentina de las dcadas 13. AGN AJ Crimen 1. Expediente n18. Ao 1841. 14. AGN AJ Crimen 1. Expediente n14. Ao 1848. 15. AGN AJ Crimen 1. Expediente n109. Ao 1837. Pulpera rural distinta a la pulpera urbana. Advirtase la reja inexistente a mediados del siglo xix. A lmanaque 2 0 1 5 145 de 1830 y 1840 tan vinculados con la poltica uruguaya. La polica estaba particularmente atenta a los temas que hablaban los hombres y las jerarquas policiales haban repartido por la ciudad a otros tantos celadores solcitos para capturar informacin. Luis Lamas jefe de polica durante el ao 1834 le informaba al gobierno que Un pardo nombrado Alejo Snchez sujeto desconocido y aunque es oriental dice que hace muchos aos que est en Buenos Aires se en- contr ayer en una pulpera de la Aguada gritan- do Viva el general Lavalleja yo soy de la gente de l. El comisario de este destino lo remiti preso donde se halla en la crcel de este depar- tamento y si el superior gobierno lo tiene a bien se destinar a los trabajos pblicos.16 El 25 de mayo de 1834 da de fiesta cvica los policas de Luis Lamas estaban atentos a lo que aconteca por las pulperas de la Aguada. Para satisfaccin del jefe de polica el comi- sario Sebastin Sagarra encarcel a Laureano Menndez a Anacleto de la Sierra y a Jos Qui- rs porque estuvieron dando vivas al caudillo de la anarqua don Juan Antonio Lavalleja en una pulpera de la Aguada. Lo ms interesan- te y que provocaba el encono del jefe de polica 16. AGN AJ Ministerio de Gobierno. Caja n 855. Ao 1834. La taba. leo sobre papel de Juan Manuel Blanes. Coleccin particular. Alfredo Alpini. Licenciado en ciencias histricas Udelar y magster en historia Universidad de Montevideo. y del gobierno era que la pulpera se encontra- ba inmediata a la casa quinta del seor minis- tro de Gobierno. En sus declaraciones los acusados rechaza- ron haber lanzado vivas a favor de Lavalleja y astutamente declararon que nadie ment a Lavalleja y s se brind por el general don Juan Lavalle y por todos los hroes de la Amrica desde el ao 10 y por la paz y armona de la Repblica Argentina y la del Uruguay y dife- rentes brindis aludidos al gran da.17 Adems de la pulpera el caf con sus sa- lones y apartados fue otro lugar de sociabili- dad informal donde se jugaba preferentemente al billar. Pero sus concurrentes eran mayormen- te de una extraccin social diferente a los de la pulpera. Para los sectores altos la preocupacin resida en que el caf no se transformara en un espacio de sociabilidad popular convirtiendo el sano ocio en vicio y holgazanera. n 17. AGN AJ Ministerio de Gobierno. Caja n 856. Ao 1834. 146 A lmanaque 2 0 1 5 La Provincia Oriental Autnoma febrero 1815-agosto 1816 El Reglamento de Tierras se promulga en sep- tiembre de 1815 en el marco de la Provincia Oriental Autnoma. Esta denominacin provie- ne de la situacin en que por un breve perodo febrero de 1815 - agosto 1816 fue gobernada por los orientales. Si bien es breve es pleno de proyectos y coincide con el momento de mayor auge del protectorado artiguista. La accin artiguista estuvo repartida entre la direccin del Protectorado de los Pueblos Li- bres y el gobierno de la Provincia Oriental. La sede de gobierno artiguista fue Purificacin situada en un lugar estratgico desde el cual se podan atender al mismo tiempo los asuntos de la provincia y la conduccin de la lucha de las provincias federadas contra Buenos Aires. La autoridad artiguista sobre la provincia se ejerci a travs de tres autoridades principa- les radicadas en Montevideo el Cabildo Gober- nador el delegado poltico de Artigas en una primera instancia Fernando Otorgus y luego Miguel Barreiro y el comandante de armas que dependa directamente de Artigas Fruc- tuoso Rivera. En este perodo la organizacin poltica y administrativa de la provincia se fue estructu- rando progresivamente a travs de sucesivas disposiciones dictadas de acuerdo a las necesi- dades del momento revolucionario. Medidas que se implementaron Renovacin del Cabildo. Izamiento del pabelln tricolor. Prohibicin a la poblacin espaola residente en Montevideo de participar en asuntos p- blicos bando del 2 de marzo de 1815. A 200 aos de la promulgacin del reglamento de tierras de 1815 Margarita Saavedra profesora A lmanaque 2 0 1 5 147 General Artigas en la Ciudadela 1884 inconcluso. leo sobre tela de Juan Manuel Blanes. 148 A lmanaque 2 0 1 5 Confiscacin de bienes de extranjeros o ame- ricanos emigrados que no se hubieran pre- sentado en el trmino de dos meses. Purificacin como centro de reclusin de es- paoles y enemigos de la revolucin para evitar la contrarrevolucin. Fundacin de la Biblioteca Nacional a inicia- tiva de Dmaso Antonio Larraaga el 25 de mayo de 1816 al celebrarse el aniversario de la revolucin de mayo. El Peridico Oriental redactado por el doctor Mateo Vidal en octubre de 1815. Reglamento provisorio de la Provincia Oriental para el fomento de la campaa y se- guridad de sus hacendados de 1815. Proyecto de poltica agraria para la Villa de Guadalupe. Reglamento provisional de aranceles de la confederacin de 1815 que proclam la unidad aduanera interprovincial de la Liga Federal. Breve referencia a la situacin de la Provincia Oriental La situacin econmica y social mostraba un gran deterioro como consecuencia de la revo- lucin la invasin portuguesa de 1811 las pe- nurias del xodo las exacciones de los ejrcitos porteos las arreadas de ganado en pie hacia el Brasil. Todo ello haba coadyuvado a una si- tuacin de desorden general inseguridad y pa- rlisis de las fuentes de produccin y de traba- jo. En carta dirigida al Cabildo de Montevideo en mayo de 1815 el propio Artigas indicaba los males de la guerra han sido trascendenta- les a todo. Los talleres han quedado abandona- dos los pueblos sin comercio las haciendas de campo destruidas y todo arruinado la miseria agobia al pas. Si bien la revolucin y las distintas domi- naciones agravaron la situacin la campaa era deficitaria desde los tiempos de la colonia. Prueba de ello lo constituy la preocupacin de las autoridades coloniales para superar la situacin mediante los variados planes para el arreglo de los campos. El tema de la tierra y su sistema de distribucin y tenencia haban favorecido el latifundio improductivo y ello en- torpeca y contribua a la inseguridad y a la falta de fuentes de trabajo. Entre las principales directivas contenidas en los distintos planes espaoles para el arre- glo de los campos corresponde indicar Defensa de la soberana hispnica. Subdivisin del latifundio. Plan de fundaciones en la frontera y creacin de poblaciones en lugares estratgicos. Preferencia a las razas inferiores indios y mestizos. La condicin econmica inferior tendra pri- vilegio. Sin embargo los americanos no eran preferidos a los espaoles. No se menciona la indemnizacin a los anti- guos y legales propietarios. Obligacin de levantar rancho y corrales en un plazo mximo de tres meses y de marcar el ganado orejano. No se permita la enajenacin venta o hipo- teca de las tierras otorgadas. Polica de la campaa creacin del Cuerpo de Blandengues para hacer habitable la campaa. Los planes no dieron los resultados esperados debido a la existencia de visiones antagnicas por un lado la sustentada por la corona espa- ola que aspiraba a poblar aunque para eso era necesario eliminar el latifundio y la de los hacendados para quienes el principal problema era la seguridad. Conocedor de la realidad de la provincia y de los planes espaoles en los cuales particip junto a Azara realizando fundaciones y repar- tiendo suertes de estancia Artigas consider llegado el momento de aplicar un plan que mo- dificara la situacin. A tales efectos entre los das 5 y 10 de sep- tiembre de 1815 desde el campamento de Puri- ficacin Artigas dict el Reglamento proviso- rio para el fomento de la campaa y seguridad de sus hacendados estableciendo un sistema de reparto de tierras y ganados. Para hacerlo ms comprensible pueden or- denarse sus disposiciones segn el siguiente esquema A lmanaque 2 0 1 5 149 I. Divisin territorial de la provincia artculo 3. II. Organizacin administrativa y judicial artculos 1 2 4 5 20 26 27 y 29. III. Distribucin de la tierra. 1. De quines se tomaba artculos 12 y 13. 2. A quines se daba artculos 6 y 7. 3. Condiciones de los terrenos artculo 16. a. Para los particulares 4. Procedimientos para obtenerlos artcu- los 8 9 y 10. 5. Cmo y con qu se poblaban artculo 22. 6. Derechos obligaciones y limitaciones de los poseedores artculos 11 17 y 19. 7. Otras disposiciones artculos 21 y 23. b. Para el Estado artculo 18 IV. Medidasderecuperacinganaderaartculo24. V. Polica de la campaa. a Creacin de la fuerza policial artculo 25. b Documento de identidad a los peones artculo 27. c Otras disposiciones artculos 28 y 29. DISPOSICIONES 1. Primeramente el Seor Alcalde Provincial adems de sus facultades ordinarias queda autorizado para distribuir terrenos y velar so- bre la tranquilidad del vecindario siendo el juez inmediato en todo el orden de la presente Ins- truccin. 2. En atencin a la vasta extensin de la cam- paa podr instituir tres Subtenientes de Pro- vincia sealndoles su jurisdiccin respectiva y facultndolos segn este Reglamento. 3. Uno deber instituirse entre Uruguay y Ro Negro otro entre Ro Negro y Yi otro desde Santa Luca hasta la costa de la mar quedan- do el Seor Alcalde Provincial con la jurisdic- cin inmediata desde el Yi hasta Santa Luca. 4. Si para el desempeo de tan importante comisin hallaren el Seor Alcalde Provincial y Subtenientes de Provincia necesitarse de ms sujetos podr cada cual instituir en sus respec- tivas jurisdicciones jueces pedneos que ayu- den a ejecutar las medidas adoptadas para el entable del mejor orden. Reparticin del territorio establecida por el Artculo 3 del Reglamento 150 A lmanaque 2 0 1 5 5. Estos Comisionados darn cuenta a sus respectivos Subtenientes de Provincia stos al Seor Alcalde Provincial de quien recibirn las rdenes. ste las recibir del gobierno de Montevideo y por este conducto sern trans- misibles otras cualesquiera que adems de las indicadas en esta Instruccin se crean adapta- bles a las circunstancias. 6. Por ahora el Seor Alcalde Provincial y de- ms Subalternos se dedicarn a fomentar con brazos tiles la poblacin de la campaa. Para ello revisar cada uno en sus respectivas juris- dicciones los terrenos disponibles y los sujetos dignos de esta gracia con prevencin que los ms infelices sern los ms privilegiados. En consecuencia los negros libres los zambos de esta clase los indios y los criollos pobres todos podrn ser agraciados en suertes de estancia si con su trabajo y hombra de bien propenden a su felicidad y la de la Provincia. 7. Sern igualmente agraciadas las viudas po- bres si tuvieren hijos. Sern igualmente prefe- ridos los casados a los americanos solteros y stos a cualquier extranjero. 8. Los solicitantes se personarn ante el Seor Alcalde Provincial o los Subalternos de los par- tidos donde eligiesen el terreno para su pobla- cin. stos darn su informe al Seor Alcalde Provincial y ste al gobierno de Montevideo de quien obtendr la legitimacin de la donacin y la marca que deba distinguir las haciendas del interesado en lo sucesivo. Para ello al tiempo de pedir la gracia se informar si el solicitante tiene o no marca si la tiene ser archivada en el Libro de Marcas y de no se le dar en la forma acostumbrada. 9. El muy ilustre Cabildo Gobernador de Monte- video despachar estos rescriptos en la forma que estime ms conveniente. Ellos y las mar- cas sern dados graciosamente y se le obliga- r al regidor encargado de Propios de Ciudad lleve una razn exacta de estas donaciones de la Provincia. 10. Los agraciados sern puestos en posesin desde el momento que se haga la denuncia por el Seor Alcalde Provincial o por cualquiera de los Subalternos de ste. 11. Despus de la posesin sern obligados los agraciados por el Seor Alcalde Provincial o dems Subalternos a formar un rancho y dos corrales en el trmino preciso de dos meses los que cumplidos si se advierte omisin se les reconvendr para que lo efecten en un mes ms el que cumplido si se advierte la misma negligencia ser aquel terreno donado a otro vecino ms laborioso y benfico a la Provincia. 12. Los terrenos repartibles son todos aquellos de emigrados malos europeos y peores ameri- canos que hasta la fecha no se hallen indulta- dos por el Jefe de la Provincia para poseer sus antiguas propiedades. 13. Sern igualmente repartibles todos aque- llos terrenos que desde el ao de 1810 hasta el de 1815 en que entraron los orientales a la plaza de Montevideo hayan sido vendidos o donados por el gobierno de ella. 14. En esta clase de terrenos habr la excep- cin siguiente si fueron donados o vendidos a orientales o a extraos. Si a los primeros se les donar una suerte de estancia conforme al presente Reglamento. Si a los segundos todo disponible en la forma dicha. 15. Para repartir los terrenos de europeos y ma- los americanos se tendr presente si stos son casados o solteros. De stos todo es disponi- ble. De aqullos se atender el nmero de hijos y con concepto a que stos no sean perjudica- dos se les dar lo bastante para que puedan mantenerse en lo sucesivo siendo el resto dis- ponible si tuvieren demasiados terrenos. 16. La demarcacin de los terrenos graciables ser legua y media de frente y dos de fondo en la inteligencia que puede hacerse ms o menos extensiva la demarcacin segn la loca- lidad del terreno en que siempre se proporcio- narn aguadas y si lo permite el lugar linderos fijos quedando al celo de los Comisionados economizar el terreno en lo posible y evitar en lo sucesivo desavenencias entre vecinos. 17. Se velar por el gobierno el Seor Alcalde Provincial y dems Subalternos para que los agraciados no posean ms que una suerte de estancia podrn ser privilegiados sin embar- go los que no tengan ms que una suerte de A lmanaque 2 0 1 5 151 chcara podrn tambin ser agraciados los americanos que quisiesen mudar de posicin dejando lo que tienen a beneficio de la Provincia. 18. Podrn reservarse nicamente para benefi- cio de la Provincia el Rincn de Pan de Azcar y el del Cerro para mantener las reyunadas de su servicio. El Rincn de Rosario por su extensin puede repartirse hacia el lado de afuera entre algunos agraciados reservando en los fondos una extensin bastante a mantener cinco o seis mil reyunos de los dichos. 19. Los agraciados ni podrn enajenar o vender estas suertes de estancia ni contraer sobre ellas dbito alguno bajo la pena de nulidad hasta el arreglo formal de la Provincia en que ella deliberar lo conveniente. 20. El muy ilustre Cabildo o quien l comisione me pasar un estado del nmero de agracia- dos y sus posesiones para mi conocimiento. 21. Cualquier terreno anteriormente agraciado entrar en el orden del presente Reglamento debiendo los interesados recabar por medio del Seor Alcalde Provincial su legitimacin en la manera arriba expuesta del muy ilustre Cabildo de Montevideo. 22. Para facilitar el adelantamiento de estos agraciados quedan facultados el Seor Alcalde Provincial y los tres Subtenientes de Provin- cia quienes nicamente podrn dar licencias para que dichos agraciados se renan y saquen animales as vacunos como caballares de las mismas estancias de los europeos o malos americanos que se hallasen en sus respectivas jurisdicciones. En manera alguna se permitir que ellos por s solos lo hagan siempre se les sealar un juez pedneo u otro comisionado para que no se destrocen las haciendas en las correras y que las que se tomen se redistri- buyan con igualdad entre los concurrentes de- biendo igualmente celar as el Alcalde Provincial como los dems Subalternos que dichos gana- dos agraciados no sean aplicados a otro uso que el de amansarlos caparlos y sujetarlos a rodeo. 23. Tambin prohibirn todas las matanzas de los hacendados si no acreditan ser ganados de su marca de lo contrario sern decomisados todos sus productos y mandados a disposicin del Gobierno. 24. En atencin de la escasez de ganados que experimenta la Provincia se prohibir toda tro- pa de ganado para Portugal. Al mismo tiempo Artigas dictando a su secretario Jos Monterroso. leo sobre tela de Pedro Blanes Viale. 152 A lmanaque 2 0 1 5 que se prohibir a los mismos hacendados la matanza del hembraje hasta el restablecimien- to de la campaa. 25. Para estos fines como para desterrar los vagabundos aprehender malhechores y de- sertores se le darn al Seor Alcalde Provincial ocho hombres y un sargento y a cada Tenien- te de Provincia cuatro soldados y un cabo. El Cabildo deliberar si stos debern ser de los vecinos que deban mudarse mensualmente o de soldados pagos que hagan de esta suerte su fatiga. 26. Los Tenientes de Provincia no entendern en demandas. Esto es privativo al Seor Alcalde Provincial y a los jueces de pueblos y partidos. 27. Los destinados a esta comisin no tendrn otro ejercicio que distribuir terrenos y propen- der a su fomento velar sobre la aprehensin de los vagos remitindolos o a este Cuartel General o al gobierno de Montevideo para el servicio de las armas. En consecuencia los hacendados darn papeletas a sus peones y los que se hallaren sin aquel requisito y sin otro ejercicio que vagar sern remitidos en la forma dicha. 28. Sern igualmente remitidos a este Cuartel General los desertores con armas o sin ellas que sin licencia de sus jefes se encuentren en alguna de estas jurisdicciones. 29. Ser igualmente remitido por el Subalterno al Alcalde Provincial cualquiera que cometiere algn homicidio hurto o violencia con cualquier vecino de su jurisdiccin. Al efecto lo remitir asegurado ante el Seor Alcalde Provincial y un oficio insinundole el hecho. Con este ofi- cio que servir de cabeza de proceso a la cau- sa del delincuente lo remitir el Seor Alcalde Provincial al gobierno de Montevideo para que ste tome los informes convenientes y proceda al castigo segn el delito. Todo lo cual se resolvi de comn acuerdo con el Seor Alcalde Provincial don Juan Len y don Len Prez delegados con este fin y para su cumplimiento lo firm en este Cuartel General a 10 de septiembre de 1815. Jos Artigas Como puede apreciarse de su lectura el Regla- mento Provisorio retoma las ideas directivas contenidas en los planes para el arreglo de los campos a los que precedentemente hicimos referencia. Se deban adoptar medidas de re- cuperacin econmica para defender e incre- mentar la riqueza bsica de la provincia para transformar el medio rural dando garantas de orden y seguridad a sus pobladores. Esos objetivos se lograran en la medida en que se vincularan al proceso productivo al ascenso social y a la defensa de la revolucin. En la consecucin de esos objetivos resulta innovador lo referente a El derecho de propiedad vinculado a la justicia revolucionaria las tierras seran para los adherentes a la revolucin. Era un premio a los gauchos indios y mestizos que haban expuestos sus vidas y haciendas en la lucha. Tierras confiscadas al mal europeo y peor americano constituiran un castigo por haber permanecido al margen de la revolucin o haber adherido a la contrarrevolucin. Consideracin de la familia si los malos europeos emigrados y peores americanos eran casados o solteros se comenzaba por los segundos y se respetaban los primeros si tenan hijos. Fomento de intereses creados en torno a la revolucin para volverla invulnerablemente fuerte. Prioridad de los ms infelices negros libres zambos indios criollos pobres y las viudas pobres. La pobreza econmica como generadora de prioridad pero no de derechos en el orden de quienes seran agraciados puesto que la donacin est supeditada a el trabajo y la hombra de bien. Igualitarismo republicano porque dotaba a las familias de los recursos para vivir tierra ganados y tiles de trabajo diferencindolo de los planes espaoles y de cualquier plan meramente distributivo. Polica de la campaa y seguridad de sus hacendados se establece la exigencia de papeletas a los peones los hacendados A lmanaque 2 0 1 5 153 darn papeletas a sus peones y los que se hallaren sin este requisito y sin otro ejercicio que vagar sern remitidos en la forma dicha. Con el Reglamento de Tierras de 1815 se perse- guan distintos objetivos. A saber 1. Polticos Crear una clase media de propietarios rurales comprometida con el resultado de la revolucin. Destruir al enemigo poltico al gran latifundista al mal europeo y peor americano. Pobre americano y casado era la preferencia para la donacin. Dar base econmica a un grupo social que se comprometiese con la revolucin. Darles un bien a los que nada tenan para que lo preservasen. 2. Econmicos Poblar la campaa fijando y arraigando la poblacin rural. Subdividir la tierra. Aumentar la produccin rural. Cambiar el concepto de revolucin era la oportunidad para los ms infelices dentro de la recuperacin productiva slo posible si se frenaba la violencia primaria del gauchaje. 3. Sociales Favorecer a los desposedos de la poca indios negros libres zambos de igual clase y criollos pobres. Reconstruir la familia sern igualmente preferidas las viudas con hijos los casados a los americanos solteros. 4. Morales Incitar al trabajo y a la dignidad personal podrn ser agraciados con una suerte de estancia si con su trabajo y hombra de bien propenden a su felicidad y a la de la Provincia. Castigar a los omisos si se advierte la misma negligencia ser aquel terreno donado a otro vecino ms laborioso y benfico a la Provincia. Prohibicin de contraer deudas no podrn enajenar o vender estas suertes de estancia ni contraer sobre ellas dbito alguno bajo pena de nulidad. 5. Policiales Mantener el orden en la campaa velando por la tranquilidad del vecindario. Reprimir los abusos y violencias que se experimentaban en la campaa desterrar vagabundos aprehender malhechores y desertores. Castigar los delitos ser remitidos por el Alcalde Provincial cualquiera que cometiese algn homicidio hurto o violencia en algn vecino de su jurisdiccin. Aplicacin del reglamento De su ejecucin depende la felicidad ulterior Frase de Artigas al poner en vigencia el Reglamento. Poco tiempo pudo aplicarse este reglamento. Antes de cumplirse un ao de su firma la inva- sin portuguesa agosto de 1816 vino a pertur- bar otra vez y peor que antes toda la vida y la recuperacin de la Provincia. Pero aun sin la invasin portuguesa otros motivos dificultaron su puesta en prctica La mayora de los miembros del Cabildo de Montevideo que controlaba la ejecucin del plan eran propietarios de extensos campos y temieron que parte de sus tierras fueran tomadas un da para distribuirlas en suertes de estancia. El Cabildo recibi el Reglamento con fra y afectada aprobacin al decir de Dmaso Antonio Larraaga demor y remolone hasta donde fue posible para hacer lenta y escasa la distribucin. La relacin ambivalente del Reglamento con el gran hacendado criollo y patriota porque si bien le proporcionaba orden en la campaa al atacar el derecho de propiedad lo atemorizaba por conmover las bases jurdicas sobre las que se asentaba su privilegiada clase. 154 A lmanaque 2 0 1 5 La generacin de maniobras para afectar el cumplimiento del Reglamento. La ms frecuente era que ante la posibilidad de repartir el bien de un emigrado apareca un personaje como comprador o beneficiario de la donacin de esa manera se lograba quitar a esas tierras de la circulacin como repartibles. La brecha generada socialmente porque la aplicacin del Reglamento termin separando a Artigas erigido en paladn de las clases bajas de los propietarios y comerciantes que en un principio lo haban acompaado. A pesar de todos los inconvenientes anotados las investigaciones realizadas por nuestros historiadores en los ltimos aos demuestran que fueron muchsimos los agraciados que re- cibieron sus suertes de estancia y comenzaron a fomentar la riqueza de la provincia. En cuanto al futuro de esos agraciados la investigacin tambin nos muestra que fueron tratados de diversa manera por los gobiernos posteriores. La diferencia estribaba en el origen de las tierras si haban pertenecido originaria- mente a latifundistas contrarios a la revolucin o eran terrenos realengos. En el primer caso se originaron reclamacio- nes de sus antiguos propietarios. Por su parte cuando las donaciones se hicieron con tierras realengas las autoridades que gobernaron la Provincia Oriental desde 1820 adoptaron un criterio ms favorable al beneficiario se le exi- ga el pago de una moderada composicin y se conceda el ttulo de propiedad al ocupante. Tambin vinculado al tema de la tierra y el fomento de la campaa corresponde men- cionar aunque sea brevemente el Proyecto de Agricultura para la Villa de Guadalupe fechado el 30 de octubre de 1815 y presentado por el Ca- bildo de esa localidad ante Artigas. Los objetivos que persegua eran Creacin de una clase media de labradores propietarios que circundaran la Villa de Guadalupe condicionndose la posesin definitiva de la propiedad a la laboriosidad de quienes eran agraciados con la donacin. Conformacin de propiedades de extensin mediana que admitieran una diversificacin en la produccin previniendo la formacin de latifundios ya que no se admita la acumulacin de ms de una chacra. Finalmente a modo de conclusin hemos hecho referencia a cmo en el Reglamento se manejan conceptos universales e intemporales para resolver problemas orientando las accio- nes en el sentido de generar condiciones que permitieran el desarrollo de las potencialidades de la poblacin. No cabe duda que constituye una de las p- ginas ms importantes no slo del artiguismo sino de la revolucin hispanoamericana. Hoy a 200 aos de su promulgacin su lectura nos sigue generando sorpresa por la vigencia que tienen los objetivos que persegua. Y esa vigen- cia nos lleva a reafirmar lo que ya el historiador Vivian Tras haba enunciado El artiguismo no debe ser un recuerdo sino un programa. n Bibliografa J. P. Barrn y B. Nahum Bases econmicas de la revo- lucin artiguista. Montevideo ebo octava edicin 2000. L. Borges Artigas revelado. Montevideo Ediciones de la Plaza 2009. E. Narancio Artigas Captulo 12 El Reglamento de 1815. Montevideo Ediciones de El Pas. P. ODonnell Artigas la versin popular de la Revolu- cin de Mayo. Ed. Aguilar 2012. W. Reyes Abadie Artigas y el federalismo en el Ro de la Plata. 1811-1820 ebo 1992. L. Sala N. de la Torre y J. C. Rodrguez Artigas y su revolucin agraria. 1811-1820. Editorial Siglo xxi 1978. A. Traversoni y S. Rodrguez Historia del Uruguay y de Amrica tomo i Orgenes-Emancipacin. Editorial Kapelusz 1994. Margarita Saavedra. Profesora de Educacin Secundaria desde 1982 egresada del Instituto de Profesores Artigas. Es licenciada en ciencias sociales sociloga Udelar. on el primer silbato del tren que corri desde Bella Vista hasta Las Piedras en 1869 Uruguay sum un engranaje ms en la expansin del capitalismo a nivel mundial. La ins- talacin del ferrocarril permiti de una forma segura y gil el transporte de miles de merca- deras que ingresaban al puerto de Montevideo y que posteriormente eran trasladadas a los ms apartados lugares de nuestro pas as como tambin facilit el envo de la produccin nacional hacia el puerto para su exportacin. En el mismo sentido obraron las conce- siones que el Estado uruguayo brind para la construccin de las vas frreas y su puesta en funcionamiento y que posibilitaron que dife- rentes empresas extranjeras importaran desde sus pases de origen todos los implementos necesarios para la instalacin del ferrocarril lo- comotoras vagones rieles etctera y hasta el personal tcnico para administrar y controlar el buen funcionamiento de las empresas. El ferrocarril tambin inaugur nuevas for- mas de percepcin del tiempo y del espacio en el acontecer cotidiano de los pobladores inde- pendizando el viaje de las condiciones climti- cas y de la geografa acortando el tiempo de recorrido en forma drstica un viaje que desde Montevideo poda llevar varios das ahora era realizado en pocas horas. Los ritmos que establecieron los horarios de trabajo y las frecuencias del paso del ferrocarril ordenaron el tiempo de los habitantes del lugar. Las estaciones se constituyeron en puntos de encuentro de diferentes universos simblicos trabajadores turistas mercaderes nios jve- nes ancianos mujeres y hombres comenzaron a recorrer y a construir un nuevo territorio. Este territorio al que nos referimos no es slo una porcin de tierra o un determinado paisaje sino tambin el conjunto de relaciones que se establecen entre las caractersticas geo- grficas de estos espacios y los significados y sentidos que sus habitantes y caminantes les Laura Adinolfi antroploga social Carina Erchini arqueloga El ferrocarril del este uruguayo C A lmanaque 2 0 1 5 155 156 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 157 Furgn de cola del tren inaugural del Uruguayo del Este hoy en el Real de San Carlos. atribuyen. Esto es todo aquello que nutre la identidad generando sentimientos de perte- nencia y constituyendo particulares formas de ser y estar en el mundo. El ferrocarril y los balnearios Segn investigaciones realizadas por Martnez Daz el auge constructivo de la red ferroviaria se concentra en nuestro pas entre 1889 y 1893 perodo en el cual se tendieron casi mil kilme- tros de vas hasta llegar a principios del siglo xx con aproximadamente unos dos mil kilmetros en actividad. En 1884 el Parlamento aprob la ley del trazado general de los ferrocarriles con el ob- jetivo de ordenar territorialmente el alcance de las diferentes lneas. Entre las seis estableci- das por la ley estaba la del Ferrocarril Urugua- yo del Este de Montevideo a la laguna Mern pasando por Pando Maldonado San Carlos y Rocha con un ramal a Minas entre Pando y Maldonado siempre que el Ferrocarril del No- reste no lo llevase a efecto. Segn la Memoria anual de la Repblica Oriental del Uruguay de 1871 el proyecto de una lnea hacia el este data de 1870 ao en que se le otorga a Adolfo Vaillant la concesin del Ferrocarril a vapor a Pando Minas Maldonado San Carlos y Rocha. Si bien esta propuesta no se concret de forma inmediata en su totalidad pequeos tramos de vas frreas que se fueron construyendo consolidaron el proyecto original. La compleja gnesis de esta lnea que per- mitira el acceso a los balnearios del este se de- sarroll en diferentes etapas e involucr a varias empresas. Es en este proceso que para 1895 el Ferrocarril Uruguayo del Este inici en la esta- cin Empalme Olmos kilmetro 44 del ramal a Minas el tendido de una nueva lnea que siguiendo aproximadamente la franja costera recorrera el este de nuestro pas con destino a los departamentos de Maldonado y Rocha. Segn observa Orestes Arajo en 1900 la lnea del Ferrocarril Uruguayo del Este conta- ba slo con cinco estaciones Empalme Olmos donde se iniciaba el recorrido Las Toscas ac- tualmente estacin Atlntida Mosquitos hoy estacin La Floresta Piedras de Afilar que mantiene su nombre y La Sierra final del tra- yecto en el departamento de Maldonado. Estos primeros cincuenta kilmetros cons- truidos por el Ferrocarril Uruguayo del Este desde Empalme Olmos a La Sierra no son casuales sino que responden a la distancia mnima establecida por la ley para que las em- 158 A lmanaque 2 0 1 5 Puente de la calle Sierra sobre la va hoy Galicia. Recorrido del ferrocarril hacia el este 1878. Se inaugura la lnea Montevideo-Manga pasando por las estaciones del Cordn la Unin etctera. 1879. Se prolonga el recorrido desde la estacin Manga hasta Toledo. 1882. El ferrocarril llega a Pando. 1889. Desde Pando la empresa North Eastern Uruguay Railway Ferrocarril del Noreste construye el ramal a Minas al que estaba habilitada por la ley de 1884. 1889. La lnea a Pando construida por la Uruguay East Coast Railway Ferrocarril Uruguayo del Este y la lnea a Minas construida por la North Eastern Uruguay Railway Ferrocarril del Nordeste pa- san a manos de The Central Uruguay Railway Company Limited Ferrocarril Central del Uruguay compaa que entre otras cosas tena el control del ingreso a Montevideo y del contacto con el puerto cabeza del sistema radial del ferrocarril en nuestro pas. 1895. El Ferrocarril Uruguayo del Este instala en el kilmetro 44 del ramal a Minas la estacin Empal- me Olmos desde donde se inicia el tendido de una nueva lnea que siguiendo aproximadamente la franja costera recorrera el este de nuestro pas con destino a los departamentos de Maldo- nado y Rocha. 1910. El ferrocarril llega a la ciudad de Maldonado. 1928. Se inaugura la lnea San Carlos-Rocha. presas ferroviarias pudieran hacer efectiva la garanta del Estado. Instaladas a una distancia promedio de tres kilmetros de la costa estas primeras estacio- nes permitieron el acceso y el desarrollo de los dos balnearios ms importantes del departa- mento de Canelones Atlntida y La Floresta. Los Campamentos de Baos de Santa Rosa que entre 1881 y 1888 estableci Albino Olmos en la costa de Canelones son los inicios de la poste- rior ciudad de Atlntida fundada hacia 1911. Uno de los factores que propiciaron la lle- gada de los veraneantes al balneario fue preci- samente la existencia previa de la estacin Las Toscas hoy denominada estacin Atlntida. Tambin la estacin Mosquitos se sumaba a este impulso al posibilitar el acceso al balneario La Floresta asimismo fundado en 1911. Un ao antes el Ferrocarril Uruguayo del Este haba llegado a la ciudad de Maldonado y desde su lnea central se desprendieron dos importan- tes ramales. Uno de trocha angosta desde la estacin Pan de Azcar hasta Piripolis trayecto construido en 1914 por Francisco Piria y que en su mayor parte ya funcionaba entre las canteras de Pan de Azcar y el puerto de Piripolis. Para el otro ramal de trocha normal habr que esperar unos aos ya que recin se cons- truy en 1930 partiendo desde la estacin de Maldonado hasta Punta del Este antiguo asiento de industrias corambres cermicas etctera que durante el siglo xix haba tenido muy pocos habitantes. Aunque ya en 1889 se haba efectuado la primera mensura y distribu- cin de solares para la conformacin del pueblo balneario. En 1920 con la creacin de la Administracin de los Ferrocarriles y Tranvas del Estado el go- bierno se hace cargo de las lneas frreas del Uru- guayo del Este y Rocha-La Paloma continuando as el proceso de estatizacin iniciado en 1915. Ya en propiedad del Estado el Ferrocarril Uruguayo del Este contina su expansin ha- cia la ciudad de Rocha inaugurando en 1928 la lnea San Carlos-Rocha unindose a la ya exis- tente Rocha-Puerto de La Paloma. El tramo Rocha-Puerto de La Paloma haba sidoinauguradoen1917yresultungranestmulo para la economa regional ya que muchas merca- deras y artculos de ultramar llegaban y salan di- rectamente por Rocha sin pasar por Montevideo. Rocha ltima estacin del Ferrocarril del Este facilit el acceso a toda la costa atlntica salpicada de pequeos poblados de pescadores que fueron adaptndose y utilizndose como centros de descanso. A lmanaque 2 0 1 5 159 160 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 161 Estacin Cordn circa 1900. Concluye as el proyecto del Ferrocarril Uru- guayo del Este luego de un largo proceso de casi 50 aos. La gnesis de la lnea expresa la forma en que este medio de transporte estuvo sujeto a las circunstancias de los grupos sociales que construyeron y resignificaron el territorio costero. Esta resignificacin que fue valorando la costa como lugar de esparcimiento y bienestar tuvo como soporte terico al higienismo a par- tir del cual el mar es descubierto como fuen- te de salud y concomitantemente como lugar de recreacin en tanto ambiente natural sano limpio y alejado de toda contaminacin urbana. Nutriendo esta perspectiva el ferrocarril facilit y foment un mayor movimiento de tu- ristas hacia los balnearios dando origen a las caractersticas de nuestra actual costa este. El ferrocarril del este hoy Con base en fundamentos contradictorios y en medio de fuertes controversias el Estado uru- guayo suprimi en 1988 el servicio de transpor- te de pasajeros del ferrocarril. Numerosos centros poblados del Interior que crecieron en estrecho vnculo con este me- dio de transporte fueron perdiendo sus fuentes de ingresos y quedando aislados de las nuevas vas de comunicacin que delineaba el creciente transporte carretero. A pesar de la clausura la lnea del este perdura a travs del conjunto de bienes materiales e inmateriales que se han transmitido de una generacin a otra. Un ejemplo de ello lo constituyen las esta- ciones casas de obreros y empleados galpo- nes pasos de nivel vas y otras construcciones relativas al funcionamiento del ferrocarril en diversos estados de conservacin. Algunas de estas estaciones se encuen- tran desmanteladas como es el caso de las de Jorge Sosa Dias y Punta del Este otras se han derrumbado con el paso de los aos como la estacin Luis G. Lasala mientras que otras con mejor suerte albergan centros pblicos de asistencia social como la de La Floresta o son la sede del museo local como la de La Paloma. Sin embargo aunque una edificacin se destruya la memoria utiliza referentes territo- riales que permiten que siempre pueda decir- se aqu estuvo. En este sentido el conjunto de relatos que apelan al recuerdo y ponen en En 1895 al inaugurarse la lnea que recorrera la zona costera la entonces estacin Empalme Olmos adquirigranrelevanciadebidoasuestratgicaubi- cacin como conexin entre la lnea a Minas y la que iba al este. Esta estacin no slo articul la activi- dad de diferentes empresas sino tambin distintos trayectos administrando todo el trfico del este. En 1909 el Ferrocarril Uruguayo del Este constru- y sus talleres en un predio contiguo a esta esta- cin. En ellos se haca todo el mantenimiento del material rodante de la empresa lo cual requera la labor de numerosos especialistas en varios ofi- cios herreros fundidores caldereros mecnicos pintores carpinteros torneros soldadores y ho- jalateros. Se conform as un pueblo ferroviario en el cual las viviendas de los empleados y obreros tenan enfrente a la estacin y los talleres mientras que la denominada Casa del ingeniero se encontra- ba en un punto sobreelevado controlando visual- mente todo el complejo industrial. El modo de vivir que se desarroll en este espacio urbanizado que integraba en una misma unidad las esferas domstica y laboral nutri una fuerte identidad local referida al ferrocarril que se man- tiene hasta el presente aun cuando la estacin Vctor Sudriers hoy presenta un escenario de va- gones herrumbrados y abandonados apenas sal- picado de color por algunos frentes de casas que antao vibraban con cada tren. n Estacin Ingeniero Vctor Sudriers FotografaPablodeVita 162 A lmanaque 2 0 1 5 FotografaLauraAdinolfi Estacin Atlntida situacin actual. movimiento diferentes imaginarios relaciona las construcciones ferroviarias con vivencias que transforman su tiempo en idlico concep- to expresado en la frase varias veces repetida como la poca del ferrocarril no hay. n Bibliografa Administracin de Ferrocarriles del Estado http www.afe.com.uy. Alonso Criado F. Coleccin Legislativa de la Repblica Oriental del Uruguay 1884. Tomo ix segunda par- te. Montevideo Editor Manuel A. Criado. 1885. Arajo O. Diccionario geogrfico del Uruguay. Montevi- deoImprentaArtsticadeDornalecheyReyes.1900. Caprario Bonava A. Apuntes para la historia de los ferrocarriles uruguayos. Montevideo Imprenta Rex. 1966. Gutirrez J. Crnicas de la costa. Canelones. Montevi- deo Ediciones de la Banda Oriental. 2000. Marmouget L. Los medios de transporte. Montevi- deo Editorial Nuestra Tierra. 1969. Martnez Daz N. Los ferrocarriles ingleses en Uru- guay desde sus orgenes hasta la crisis del no- venta. Separata de la Revista de la Universidad Complutense. 1977. Martnez R. Rava M. Luissi M. Martnez O. Bonfiglio D.CabreraH.ySegoviaR.ReseahistricadeEm- palme Olmos indito. Canelones Asociacin Pro FomentodeEmpalmeOlmosyClubSocialUruguayo del Este. Ministerio de Desarrollo Social. 2008. Zinola E. Historia de la ciudad de Pando. Montevideo Imprenta La Razn. 1966. El libro del centenario. Montevideo Agencia Publici- dad Capurro Ca. Montevideo. 1925. Informe Anual de 1871. Repblica Oriental del Uruguay. Las imgenes de las pginas 158 y 160 fueron proporcionadas gentilmente por Jos Luis Hernndez Cabrera Museo de la Cultura Ferroviaria Estacin Las Piedras - Ferrocarril Uruguayo del Este sa. Laura Adinolfi. Licenciada en ciencias antropolgicas con especializacin en antropologa social. Carina Erchini. Licenciada en ciencias antropolgicas con especializacin en arqueologa. Magster en ciencias humanas opcin Antropologa de la Cuenca del Plata. A lmanaque 2 0 1 5 163 164 A lmanaque 2 0 1 5 l presente artculo vincula dos mo- mentos especficos en los procesos migratorios de Uruguay a partir de las investigaciones realizadas desde 2004 con emigrados a Brasil1 y del trabajo de la Oficina de Retorno y Bienvenida del Ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay2 con uruguayos retornados en los ltimos aos. Las narrativas y experiencias de los uruguayos migrantes refieren a instancias especficas de la 1 Sosa Gonzlez A. M. Identidades en dispora identi- dades en construccin inmigracin uruguaya en Porto Alegre. Porto Alegre 2006. Dissertao de Mestrado em PUCRS. Memorias de la dispora. Narrativas iden- titarias de los uruguayos en Brasil 1960-2010. Porto Alegre 2011. Tese de Doutorado em PUCRS. 2 Encargada de la Oficina de Retorno y Bienvenida del Mi- nisterio de Relaciones Exteriores del Uruguay junio de 2009-agosto de 2012. historia del pas que al mismo tiempo que mar- can la necesidad de establecer su nueva vida en el pas de adopcin destacan la pertenencia e identificacin con el pas de origen Uruguay estableciendo lazos de identificacin que los ha- cen integrarse satisfactoriamente a la cultura y vida del pas de acogida en algunos casos aun- que en otros son fuertes motivaciones junto a los problemas econmicos recientes en los pases de acogida para el retorno o la vuelta a casa. Es sabido que en la historia uruguaya la in- migracin recibida hasta mediados del siglo xx tuvo una influencia clave en la vida econmica social y poltica del pas as como en la construc- cin del imaginario nacional. Asimismo la fuer- te emigracin que se produjo hacia fines de los sesenta y sobre todo en la dcada del 70 sent las bases para que en la sociedad uruguaya el E Tiempos de ida Ana Mara Sosa Gonzlez historiadora y tiempos de Experiencias de uruguayos migrantes 1960-2012 vuelta A lmanaque 2 0 1 5 165 Cdula de identidad uruguaya de una entrevistada que hace ms de 30 aos reside en Brasil. Familia que luego de emigrar a varios pases latinoamericanos en la dcada de 1970 se instal en San Pablo Brasil desde 1983. Fotografa de la autora 2014. 166 A lmanaque 2 0 1 5 migrar se convirtiese en una opcin aceptable y frecuente como estrategia vlida para enfren- tar situaciones de crisis. A esta alta propensin migratoria hay que aadirle las mltiples redes sociales transnacionales que vinculan a los uru- guayos con familiares y amigos residentes en el extranjero lo que ha terminado por consolidar una cultura emigratoria. Unanuevaoleadamigratoriaenlosprimeros aos del milenio volvi a afectar a Uruguay. Nue- vamente se observa que la idea de un proyecto emigratorio futuro est fuertemente arraigada en la poblacin motivada a su vez por familiares y amigos residentes en el exterior. La propen- sin migratoria decrece con la edad es mayor a medida que aumenta el nivel educativo y dismi- nuye entre los hogares cuya cabeza de familia es una mujer. Las preferencias en cuanto a los pases de destino fueron Espaa en primer lu- gar y con un porcentaje bastante mayor que los dems Estados Unidos en segundo lugar Italia en el tercero y la regin Brasil y Argentina que tiene una dinmica propia en el cuarto lugar. Por otra parte el tema migratorio es actual- mente de los ms estudiados en todas las cien- cias sociales siendo adems preocupacin de los estados tanto de los pases de origen como de los de recepcin por los efectos que causa. Los movimientos poblacionales que siempre hubo en la humanidad tienen en estos tiempos connotaciones caractersticas y cuestionamien- tos diferentes que desafan a todas las ciencias que trabajan con el ser humano adquiriendo contemporneamente una complejidad y una dinmica particulares. Las migraciones pasadas entendidas como las que se dieron en territorio hoy uruguayo desde la prehistoria hasta la primera mitad del siglo xx si bien son extremadamente variadas segn la poca y las caractersticas de los dife- rentes grupos humanos son muy distintas a los movimientos migratorios de la actualidad. Por esta razn es necesario entender la migracin como un fenmeno de amplias dimensiones en el cual se produce el dislocamiento de personas en diferentes tiempos y espacios espacios que no son solamente fsicos sino que adquieren otros sentidos sociales econmicos polticos culturales. En este caso se trata de un fenmeno de inmigracin reciente generalmente autofinan- ciada y cuyo proceso contina por lo cual es una Negocio de venta de choripn de uruguayo residente en Rio de Janeiro. Fotografa de la autora Playa de Ipanema 2014. A lmanaque 2 0 1 5 167 realidad abierta que est modificndose conti- nuamente y adems un fenmeno atpico en lo que ha sido el comportamiento migratorio de Uruguay en los ltimos aos donde se viene pro- duciendo la vuelta o retorno de muchsimos uru- guayos sobre todo los que se fueron en la ltima oleada emigratoria entre los aos 2000 y 2006. A medida que los migrantes uruguayos se fueron insertando en los distintos pases que eligieron para residir se observan transformacio- nes en el discurso a partir del contacto con el pas de recepcin el vnculo con compatriotas y con el pas de origen. Se trata de una enorme gama de experiencias migratorias cuya complejidad y riqueza varan segn las personas y sus propias vidas pero tambin segn los pases en los que se instalan y las posibilidades de concretar sus proyectos migratorios o cumplir sus sueos. Las aoranzas los contactos las emociones y vnculos con el pas de origen varan tambin en funcin de la proximidad geogrfica y cultural del pas de adopcin de la capacidad y posibilidad de adaptacin y realizacin de sus proyectos de vida o de concebir esta experiencia como una etapa especfica que determina en muchos casos el re- torno al pas de origen Uruguay. En sus narrativas intervienen los juegos de la memoria el uso de la historia para apropiarse de un pasado comn y los dilemas personales que caracterizan al conjunto de uruguayos dias- pricos el eterno retorno. Se trata entonces de narrativas y memorias constitutivas y construc- toras de identidad relatos que representan ac- tualizaciones de un discurso ms amplio que el personal-presente derivados de construcciones de sentido de carcter social e histrico es decir aquellas narrativas que construyen la memoria cultural de un grupo. Algunos testimonios de uruguayos residen- tes en el exterior y de otros que recientemente han vuelto ilustran lo dicho anteriormente.3 Juan uruguayo que reside en Brasil desde hace ms de 25 aos no emigr por razones po- lticas ni econmicas pero en su relato hace hin- capi en lo siguiente Tengo ms aos de vida en Brasil que en Uruguay y emigr por voluntad 3 Se presentan las personas bajo seudnimos haciendo re- ferencia a las ciudades y momentos en que se realizaron las entrevistas. Familia uruguaya que luego de residir por ms de 20 aos en Brasil retorn a Uruguay. Fotografa cedida por los entrevistados a la autora en el marco de su investigacin 2009 propia sin motivos econmicos ni polticos mismo no concordando con la poltica econ- mica del Uruguay de la poca y mucho menos con la tirana de la dictadura militar de enton- ces pero me siento un uruguayo viviendo en Brasil hasta hoy escuchando radios uruguayas y viajando a Uruguay una media de cuatro o cinco veces al ao.4 Mara quien tambin reside en Brasil des- de hace 20 aos ejemplifica la variada conexin que establece con Uruguay que va desde el con- sumo de productos hasta la visita sistemtica Mantenemos la costumbre del mate todos los das compramos la yerba Canarias del sur que nos llega por correo. El idioma en casa li- teratura msicas deportes seguimos las noti- cias y siempre que podemos viajamos para las fiestas.5 En un artculo publicado por El Observador en enero de 2012 titulado Uruguayos pero con un toque de extranjeros se reproducen los co- mentarios de varios retornados. 4 Entrevista de Juan seudnimo concedida a Ana Ma. Sosa Gonzlez el 5 de julio de 2010. 5 Testimonio de Mara seudnimo concedido a Ana Ma. Sosa Gonzlez el 18 de septiembre de 2009. 168 A lmanaque 2 0 1 5 Ac me siento en casa comenta Julio Boffano . Sus ganas de regresar no slo es- tuvieron motivadas por su gusto de pasear por la rambla sino por el deseo de aportarle algo al pas que lo vio nacer. Anna Larocca regres al pas despus de diez aos en Suiza pero esta vez lo hizo junto a su marido europeo y sus dos hijas nacidas all. Suiza me aport muchas co- sas pero a nivel afectivo es una cultura ms fra. No quera contarles a mis hijas cmo era Uru- guay quera que lo vivieran. Adems hay una oportunidad de generar un Uruguay nuevo y yo quera estar ac destaca. Lo bueno es que las redes sociales crecen bastante rpido y cuan- do estn son el sostn comenta. Sin embargo para otros uruguayos que retornan despus de muchos aos fuera el choque del regreso no es fcil. Julio Corrales quien vivi 19 aos en Aus- tralia destaca que extraa la tranquilidad en la noche el olor de las calles y la civilidad de las personas . La suciedad en las calles es una queja recurrente entre los retornados entrevis- tados as como tambin cierta agresividad ha- cia los que regresan bajo el falso precepto de que los que vienen tienen todo resuelto. Por otro lado sucede que en algunos casos algunas per- sonas vuelven con expectativas incompatibles con la realidad. A veces cuesta entender a Uru- guay dentro de su contexto y sus posibilidades seala Ana Mara Sosa encargada de la Oficina de Retorno y Bienvenida.6 A modo de sntesis entonces se pueden establecer tres momentos diferenciados en los procesos migratorios del pas en los ltimos se- senta aos en los que se aprecian dos grandes oleadas migratorias o distintos tipos de exilios con perfiles diferenciados y un proceso reciente de retornos que se viene acentuando en los l- timos tres aos Los emigrados en el perodo de la dictadu- ra 1970-1984 lo fueron fundamentalmente por motivos polticos yo econmicos producto de la situacin poltica. Emigr el grupo familiar en general con redes ms slidas para la insercin en los pases de acogida con niveles educativos altos muchos profesionales que consiguieron desarrollar sus profesiones en los pases de re- sidencia. Algunos retornaron con la reapertura 6 El Observador Montevideo 22-1-2012. Ana Mara Sosa Gonzlez. Doctora en historia por la Pontifcia Universidade Catlica de Rio Grande do Sul. Becaria del Programa Nacional de Ps-Doutorado Institucional pnpdcapes en el Programa de Ps-Graduao em Memria Social e Patrimnio Cultural da Universidade Federal de Pelotas UFPel. democrtica y ms tarde volvieron a emigrar no se poseen datos concretos de este subgrupo que volvi a residir en el exterior. Los emigrados recientes quienes salieron del pas desde el ao 2000 hasta fines de 2006 son mayoritariamente hijos pocos cnyuges con un nivel educativo mayor al promedio de los uruguayos residentes en el pas 40 por ciento eran desocupados en el momento anterior a la emigracin 3 por ciento estn desocupados en el pas de recepcin y no se registra movilidad ocupacional entre los emigrantes siendo a su vez desde 2009 quienes ms retornan debido a la crisis en el norte. El retorno se debe principalmente a la crisis de los pases del norte al crecimiento de nuestra economa y a que muchos uruguayos sienten que ya es hora de volver.7 Entre ellos hay tres subgrupos 1 el de mayor vulnerabilidad repa- triados con el adelanto del pasaje de vuelta por parte del Estado los que provienen de Espaa con ayuda de ese gobierno bajo el llamado Plan Retorno y muchos deportados de Estados Uni- dos 2 el mayoritario compuesto por los uru- guayos que habiendo cumplido su proyecto mi- gratorio en el pas de destino o estimulados por el impacto de la crisis all adelantan su retorno y vienen al pas con deseos de reinsertarse traba- jar y volcar parte de sus experiencias adquiridas en el exterior y 3 el grupo que emigr hace ya varios aos durante la dictadura y ahora ha- bindose jubilado decide pasar sus ltimos aos junto a sus familiares redes sociales y primeros afectos. n 7 Vase informe sobre retornos y repatrios en la pgina web www.mrree.gub.u A lmanaque 2 0 1 5 169 170 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 171 3 legamos a este mundo con una inha- lacin y lo ltimo que hacemos es ex- halar. En el medio transcurre la vida que pulsa intermitente al ritmo de nuestra respiracin. Un ritmo nico de cada persona del cual somos poco cons- cientes. Respiramos unas 15 veces por minuto lo que suma 21.600 veces al da. Cumplimos as con una funcin vital que influye sobre la actividad de cada una de las clulas y que est ntimamente relacionada con el funcionamien- to del cerebro. La respiracin activa el consumo de oxgeno y glucosa y as produce la energa que posibilita las contracciones musculares la secrecin glandular y los procesos mentales. Pero nos acordamos alguna vez de cmo res- piramos Lo hacemos como debemos apro- vechando al mximo la entrada de oxgeno y la salida de lo que tenemos que desechar La mayora de las personas respira de modo superficial en vez de dejar que los pulmones se llenen de aire empujen el diafragma hacia abajo y se logre as una respiracin profunda que involucre el movimiento del abdomen. Es fcil darse cuenta del estado anmico de una persona a travs de su respiracin. Se reco- noce el miedo o los nervios por la respiracin agitada y entrecortada en un estado de an- gustia son usuales los suspiros profundos un largo bostezo revela la necesidad de oxige- narse. Bsicamente estos ejemplos remiten a dos tipos bsicos de respiracin la limpiadora que desintoxica y se centra en la espiracin y la energizante que recoge y acumula energa vital y se concentra en la inspiracin. As como la alimentacin afecta el equilibrio bioqumico del cuerpo la respiracin influye sobre el equi- librio bioelctrico. El elemento esencial del aire que transporta la energa est compuesto por iones negativos esto es fragmentos molecu- lares que poseen una carga elctrica negativa equivalente a la de un electrn. L Alinearse con el de la vida ritmo Malena Rodrguez Guglielmone periodista Respiracin consciente 172 A lmanaque 2 0 1 5 FotografasMalenaRodrguezGuglielmone Beneficios de la respiracin profunda Favorece la secrecin de hormonas vitales en todo el sistema endcrino al estimular el nervio neumogstrico y proporcionar un masaje directo a las glndulas del abdomen y del sacro con lo que se equilibran todas las funciones vitales incluyendo la sexualidad y la fertilidad. La estimulacin del nervio neumogstrico mejora la digestin el metabolismo y la elimi- nacin. La respiracin profunda proporciona un sueo reparador. Agudiza considerablemente la percepcin el pensamiento la memoria y dems faculta- des mentales. Calma las emociones y permite someterlas a un control consciente. Fortalece estira y tonifica el diafragma. Proporciona beneficios al corazn y al aparato circulatorio reduce la frecuencia del pulso. Extrado de El Tao de la salud el sexo y la larga vida de Daniel Reid. Como todos sabemos los grandes maes- tros en este arte son los orientales. En India al control de la respiracin se le llama pranayama mientras que en China se denomina qigong. Los japoneses con sus artes marciales tambin se enfocan con conciencia en esta prctica. Para todos ellos el ejercicio de la respiracin es un medio de progresin en el camino interior. En ese sentido una de las tareas ms difci- les y productivas es observar la propia respira- cin sin alterarla. En su libro Hara. Centro vital del hombre Karlfried Drckheim cuenta que un maestro zen al que se le pregunt sobre su ma- nera de ejercitarse en la respiracin contest Desde hace treinta aos me esfuerzo en ob- servar la respiracin sin alterarla. Segn es- cribe Drckheim la respiracin es lo que mejor permite tomar conciencia de nuestra pertenen- cia a la Gran Vida. Si llegamos a percibir la ley de transformacin que en la respiracin se ma- nifiesta y ejerce si llegamos a comprender lo que significa y si aprendemos a regularnos por ella es que estamos ya en el Camino. Todo ejercicio de respiracin busca recupe- rar la respiracin diafragmtica al tiempo que se aspira a aprender a ser testigo un buen ob- servador de ella. En uno de sus mltiples libros Swami Satyanannda Saraswati explica que la respiracin rtmica profunda y lenta estimula y es estimulada por estados mentales tranquilos y agradables. La respiracin irregular altera los ritmos del cerebro y conduce a bloqueos fsicos emocionales y mentales los cuales a su vez producen conflictos internos desequi- librios en la personalidad desorden en el estilo de vida y enfermedades. El pranayama afianza patrones de respiracin regulares rompiendo ese ciclo negativo y revirtiendo el proceso. Aunque respirar es un proceso generalmen- te inconsciente es posible asumir el control consciente del mismo en cualquier momento. Por consiguiente constituye un puente entre las reas de la conciencia y del inconsciente. A travs de la prctica de pranayama se libera la energa atrapada en patrones mentales neur- ticos inconscientes y se puede utilizar en activi- dades ms creativas y placenteras. Tambin los mdicos taostas entendan que el buen manejo de la respiracin era vital para prevenir y curar enfermedades al entender que las causas de stas estn relacionadas a una degeneracin y toxicidad interiores que crean desequilibrios crticos que a su vez permiten el ataque exterior ya sea de bacterias o virus. Las tcnicas respiratorias son utilizadas por diversos grupos humanos y con fines diferentes. Los pintores y calgrafos chinos practicaban el qigong con el fin de acallar el pensamiento se- renar el corazn armonizar la energa y concen- trar el espritu. Tambin eran muy usadas por los artistas del tiro al arco. En la actualidad estas tcnicas son frecuentes en las clases de yoga pi- lates artes marciales en la preparacin para el parto las utilizan los profesionales de la voz de la actuacin los deportistas profesionales y mu- chas maestras en sus clases para lograr la relaja- cin y la concentracin de sus alumnos grandes y pequeos. A su vez cada vez proliferan ms las terapias o actividades que se basan en la respi- racin para lograr objetivos de bienestar y salud. En las clases de yoga por ejemplo el acer- camiento a la respiracin se da de modo pro- gresivo. El profesor Jorge Zoppolo entiende que los practicantes en algn momento se dan cuenta de que lo que sucede en las clases es trasladable a la vida cotidiana. Lo hacen all lo hacen bien pero no hay una conexin con lo que pasa afuera explica Zoppolo. En cierto momento hay gente que pregunta Esta res- piracin la puedo aplicar en mi vida diaria. Es una instancia de puente hacia otras cosas. Al integrar la parte de meditacin uno empieza a aceptar que no es un ser limitado a su espacio fsico-corporal sino que hay una interconexin de todos con todos. As empieza a darse una 176 A lmanaque 2 0 1 5 trascendencia personal distinta de la que uno vea simplemente en una postura fsica. Haydiversostiposderespiracinparadistin- tos fines. Y as como hay algunas tcnicas que son totalmente seguras otras pueden generar estados alterados en personas con ciertos pro- blemas. El psiquiatra y terapeuta corporal Carlos Viglione entiende que en algunas personas con dficit de coraza muscular personas que viven situaciones de hiperexpresividad emocional de dificultad en el manejo de las emociones de su impulsividad personas que padecen de crisis de pnico esquizofrenia las tcnicas que apelan a la hiperventilacin o al incremento de la res- piracin pueden agravar sus sntomas. En las crisis de pnico lo que vemos es que la energa no est lo suficientemente enraizada en la ma- teria fsica en el cuerpo. Entonces si aumenta el nivel de energa en la persona se est incremen- tando la disociacin entre energa y cuerpo y eso provoca la sensacin de pnico de miedo de angustia intensa de miedo a perder el control. En las antpodas de este tipo de personas exis- ten otras con exceso de coraza psicofsica per- sonas ms rgidas controladoras que sienten poco en las cuales los efectos seran todo lo contrario. En este caso las tcnicas de hiperven- tilacin podran ser tiles porque incrementan la posibilidad de que la persona se conecte con sus sensaciones y sus sentimientos. n Bibliografa Swami Satyanannda Saraswati. Asana Pranayama Mudra Banda. Bihar India. Yoga Publications Trust. Daniel Reid. El Tao de la salud el sexo y la larga vida. Urano. Karlfried Graf Drckheim. Hara. Centro vital del hom- bre. Ediciones Mensajero. Dos tcnicas bsicas I. Respiracin abdominal. Acostado con las rodillas flexionadas ubicar las manos sobre el abdomen. Observar la respiracin sin alterarla durante unos segundos. Luego inhalar mientras se expande el abdomen al mximo posible sin expandir la caja torcica. Al final de la inhalacin el diafragma comprime el abdomen el ombligo est en su punto ms alto. Con la exhalacin el diafragma se mueve hacia arriba y el abdo- men hacia abajo. Al final de la exhalacin el abdomen est contrado y el ombligo se mueve hacia la columna vertebral. No debe haber tensin en el abdomen no expandir el pecho ni abrir los hombros. Continuar durantes unos minutos de manera lenta y profunda. II. Respiracin alternada. Sentado cmodamente en una silla con la espalda recta y los pies pegados al piso o en el suelo con las piernas cruzadas ubicar los dedos ndice y mayor de la mano derecha sobre el entrecejo y el pulgar tapando la narina derecha. Inhalar por la narina izquierda. Luego tapar esa narina con el dedo anular destapar la narina derecha y exhalar. Inhalar por la narina derecha tapar con el pulgar y exhalar por la narina izquierda. Seguir as durante cinco minutos. Es importante empezar inhalando y terminar exhalando por la narina izquierda. Para dolores de cabeza pruebe a cerrar la fosa nasal derecha y utilice la izquierda para respirar du- rante cinco minutos. Si siente cansancio o estrs cierre la fosa nasal izquierda y respire por la derecha. 178 A lmanaque 2 0 1 5 Malena Rodrguez Guglielmone. Licenciada en economa periodista y curs estudios latinoamericanos en la Universidad de Montevideo. A lmanaque 2 0 1 5 179 s una forma simple de hacer ejer- cicio fsico todos los das con efec- tos que se notan en el cuerpo y en el estado de nimo. Adems es un medio de transporte gratuito. Por supuesto que tiene un costo implcito depre- ciacin de la bicicleta desgaste de las cubiertas y de los frenos pero el costo instantneo de viajar de un lado a otro en bicicleta es cero. Por si fuera poco no hace ruido no contami- na el aire no gasta hidrocarburos acumulados durante millones de aos ni emite CO2 que ca- lienta el planeta ni hace necesarias costosas es- tructuras viales que desfiguran el paisaje urbano. Slo esto alcanzara para justificar el ttulo pero hay ms argumentos a su favor a tener en cuenta. Su diseo roza la perfeccin y por eso no ha cambiado sustancialmente en ms de cien aos cualquier bicicleta estndar consta de un cuadro dos ruedas asiento y manubrio ms pedales cadena y pin para transmitir el im- pulso de las piernas. Las sociedades inteligentes le dan el lugar que se merece desarrollando polticas y campa- as que promueven su uso estableciendo carriles que permitan una circulacin segura lugares vigi- lados donde estacionar mnibus y trenes con fa- cilidades para que quien desee combinar medios de transporte viaje con su bicicleta. Algo que en Uruguay reclama desde hace aos un grupo te- naz y creciente de aficionados como los centena- res que se juntan en el Obelisco de Montevideo el segundo domingo de cada mes a participar de la MasaCrticaunapedaleadacallejeraparapromo- ver la bicicleta que surgi en San Francisco Esta- dos Unidos en 1992 y que desde entonces se ha expandido a muchas otras ciudades del mundo. Lleg la hora de la E bicicleta en Uruguay La bici es un medio de transporte privilegiado no gasta combustible no contaminanohaceruidoynorequieredeenormeycostosainfraestructura para circular. Al mismo tiempo el que pedalea hace ejercicio diario pasea y en muchos casos dependiendo del trayecto llega ms rpido que en auto o en mnibus y prcticamente sin costos. Pablo Fernndez periodista 180 A lmanaque 2 0 1 5 FotografasGustavoIzus El da a da Dicho esto cada uno elige el resto pasear ha- cer mandados ir al club al cine o a trabajar teniendo una visin de 360 grados y con la po- sibilidad de ir por senderos inaccesibles para los automviles sobre el pasto e incluso la arena. Pasear en bicicleta acompaado de un hijo es una experiencia nica que adems del sen- tido prctico transporte o paseo dejar re- cuerdos de por vida sembrando la semilla de un futuro ciudadano ciclista. Uruguay es un pas ms que adecuado para la bici. Sus ciudades son relativamente densas y pequeas no hay pendientes enormes ni es- taciones del ao inhspitas y el trnsito sigue siendo bastante aceptable al menos compa- rado con otros lugares. Simplemente hay que tener un poco de cuidado y sentido comn. Como medio de transporte la bicicleta es muy rpida. Por supuesto que esto depende en parte del ciclista pero digamos que para una persona sana y de edad media lo es podr re- correr fcilmente unos diez o quince kilmetros por hora en promedio a velocidad de paseo. En Montevideo por ejemplo alguien que vive en el barrio Parque Rod est a menos de media hora de muchos lugares clave Plaza Independencia 15 minutos. Estacin de mnibus de Tres Cruces 15 minutos. Pocitos 15 minutos. Malvn 30 minutos. Consejos para pedalear Si piensa usarla diariamente no ahorre en el costo de su bicicleta. El precio de las buenas pueden resultar un poco alto pero la diferen- cia al andar es inmensa y el gasto se recupera rpidamente si usted ahorra un promedio de tres boletos por da su bicicleta se amortizar en aproximadamente seis meses. Y si lo que usted deja de usar es el auto en mucho me- nos tiempo. Si va a usarla para ir a trabajar es impor- tante elegir un modelo con cubrecadena y guardabarros. Las buenas marcas incluyen accesorios como bolsillos bajo el asiento para guardar lla- ves y celular o mochilas que se cuelgan en la parrilla trasera para poder pedalear sin llevar un peso en la espalda. Usted puede dejar ocasionalmente una bicicleta encadenada en la calle pero si va to- dos los das por varias horas a un lugar que no tiene un sitio vigilado donde dejarla es mejor buscar un garaje y negociar un precio razona- ble para que se la cuiden. De hecho cada vez es ms comn que edificios pblicos y priva- dos incluyan un lugar previsto y seguro para dejar bicicletas. A largo plazo es posible que en algn mo- mento se la roben. Pero a no dramatizar no es nada que no le pase tambin al que tiene auto o moto. Y como ya fue explicado a un ritmo de uso intenso el costo de una nueva se cubre en seis meses. En algunos lugares de Uruguay hay ciclo- vas pero no suelen ser respetadas por auto- movilistas y peatones. Por lo tanto ser ne- cesario compartir la calle con los vehculos a motor. De poder elegir prefiera siempre calles secundarias por las que no circulen mnibus aunque el recorrido se le haga un poco ms largo. Casi siempre hay arterias poco transita- das que corren paralelas a las avenidas. Adems es imprescindible una actitud atenta y previsora tenga en cuenta que el auto que va delante puede frenar en cualquier momento o que alguien que acaba de esta- cionar puede abrir la puerta hacia la calle in- tempestivamente. 182 A lmanaque 2 0 1 5 La bicicleta uno de los medios de transporte ms usados en el mundo Segn el International Bicycle Fund y el sitio The World Geography actualmente se venden unos 130 millones de bicicletas por ao en el mundo. La cantidad total de ellas rodando sobre el planeta es de unos 1.000 millones el doble que la de autos y la diferencia va en au- mento. El pas con ms bicicletas es Holanda donde hay prcticamente una por cada habi- tante. Le siguen Dinamarca Alemania Suecia y Noruega. Se trata de sociedades donde el Estado consciente de las ventajas de la bicicleta pro- mueve su uso activamente. En Uruguay todava estamos lejos pero avanzando.Montevideoinauguren2014unpe- queo servicio pblico de alquiler de bicicletas. Tmidamente se van construyendo ciclovas. Son muchos los que dejaron de lado la inercia social cultural personal y dieron el paso de incluir la bicicleta en su vida cotidiana. Cada uno a su ritmo y en funcin de su contexto y necesidades. Empezar puede ser algo tan simple como animarse un da de sol a dejar de lado el auto el taxi o el mnibus por una vez y como prueba. n A lmanaque 2 0 1 5 183 Pablo Fernndez. Periodista y escritor. Sus trabajos como reportero en Amrica Latina se publican en los principales medios del mundo y estn disponibles en la web. Granada Yaugur 2012 es su ltimo libro. La bicicleta es su principal medio de transporte desde 1998. 184 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 185 4 R 186 A lmanaque 2 0 1 5 o de los pjaros pintados es el nombre indgena de Uruguay pe- queo pas al sur de Sudamrica que ostenta una gran diversidad biolgica lugares hermosos y diversos que lo han conducido a desarrollar una actividad turstica importante tanto para quienes desean disfrutar de ambientes agres- tes como de las playas de la costa de Rocha o de ciudades balnearias como Punta del Este. Durante los ltimos aos Uruguay ha tenido un alto crecimiento econmico que trajo como consecuencia un gran desarrollo agropecuario e industrial. La carencia histrica de regulacin y control ambiental que el pas ha tenido para conducir este tipo de procesos ha generado que muchos de los cauces de agua se contaminen tal y como sucede en la cuenca del ro Santa Lu- ca la cual abastece nada ms ni nada menos que a dos tercios de la poblacin total del pas es decir unos 2 millones de habitantes. El arroyo Caneln Chico es uno de los afluen- tes que constituyen esta cuenca. Un informe tcnico en este arroyo revel que durante el ao 2012 las concentraciones de los niveles de fs- foro y nitrgeno disueltos en el agua se encon- traban muy por encima de los valores mximos permitidos por la Direccin Nacional de Medio Ambiente Dinama para el agua apta para pota- bilizar. Precisamente la toma de agua a potabi- El Emanuel Machn Luis Aubriot Javier Lenzi Fabin Martnez Diego Martnez Casal Ral Carrin investigadores rea Protegida Franois Margat Ubicacin Departamento de Canelones rea Protegida Franois Margat entre las ciudades de Canelones y Santa Luca y en torno al arroyo Caneln Chico. FotografasEmanuelMachn 188 A lmanaque 2 0 1 5 lizar se encuentra en la localidad de Aguas Co- rrientes a tan slo diez kilmetros de donde se realiz dicho estudio. Durante febrero de 2013 otro estudio sobre la biodiversidad de esta zona proporcion resultados muy interesantes vase ms abajo lo cual permiti proponer la creacin del rea Protegida Franois Margat en torno al arroyo Caneln Chico. Franois Margat Somarriba fue el pri- mognito del francs Pedro Antonio Margat RegnoustVersailles1806-Montevideo1890. Este ltimo arrib a Montevideo en el ao 1838 procedente de la ciudad francesa Le Havre. En su equipaje traa algunas plantas y semillas originarias de Europa y cartas de recomenda- cin para los cnsules franceses de Rio de Ja- neiro Montevideo Valparaso y Santiago don- de fue presentado como un sabio naturalista. Luego de establecerse en nuestro pas Margat inici un largo y arduo trabajo de introduccin y aclimatacin de plantas. Fue el introductor de las camelias las magnolias y las araucarias en sus campos brotaron miles de flores y rboles que luego engalanaron varios barrios de Mon- tevideo. Adems cultiv y reprodujo perales ci- ruelos durazneros nsperos damascos y man- zanos iniciando tambin una fecunda relacin de intercambio con el Jardn Botnico de Rio de Janeiro. Las crnicas de la poca sealaban que cuando el incipiente ferrocarril atravesaba los campos de Margat la mquina enlenteca su marcha para que los pasajeros se deleitaran contemplando el vergel que haba hecho brotar de la naturaleza La propuesta del rea Protegida Tras desarrollar los trabajos de relevamiento de flora y fauna en 2012 fue elaborado un in- forme tcnico donde se plantearon diferentes estrategias para la restauracin y conservacin del patrimonio natural del sitio. En el rea se encontraron diferentes ambientes naturales entre los que se destacan pastizales pajona- les pequeos humedales y un bosque ribereo Ambiente natural presente en el rea propuesta a proteger. A lmanaque 2 0 1 5 189 Este paisaje tpico del sur del pas alber- ga segn lo registrado unas 30 especies de rboles y arbustos nativos. Adems dichos ambientes son hbitats de una decena de es- pecies de anfibios y de ms de un centenar de especies de aves las cuales representan alre- dedor del 30 por ciento de las registradas para Uruguay. El rea propuesta a proteger ofrecer una conexin biolgica entre los humedales de San- ta Luca y la zona de Margat de esta forma se propiciar la conservacin de la biodiversidad y una mejor calidad de vida para la poblacin. Adems permitir amortiguar de forma natu- ral no slo la erosin del suelo sino tambin el aumento de fsforo y nitrgeno producido a partir de vertidos industriales y del uso de pla- guicidas y fertilizantes utilizados en cultivos de soja y sorgo los cuales amenazan la calidad del agua del arroyo. Posteriormente al envo de la propuesta de la creacin del rea protegida a la Intendencia de Canelones ocurri una floracin de cianobacte- riasqueprodujomalolorysaborenelaguapota- ble. En consecuencia el gobierno reconoci que haba contaminacin en la cuenca del ro Santa Luca y plante varias medidas para disminuir la carga de contaminantes. Entre esas medidas se destacan la creacin de zonas sin laboreo de tierra ni uso de agroqumicos el fomento de la conservacin y restitucin del monte ribereo para restablecer la condicin hidromorfolgica de la cuenca. Asimismo la Dinama asegur tole- rancia cero al incumplimiento de las normas am- bientales sobre las industrias que operan en la zona de influencia y vierten residuos a los cursos de agua de la cuenca. Adems de propiciar la conservacin de la biodiversidad y mejorar la calidad del agua esta propuesta plantea implementar dentro del rea un parque natural para la educacin y la recrea- cin de pobladores y visitantes la creacin de un vivero para llevar adelante ensayos de ger- minacin de las especies nativas para restaurar el bosque ribereo y un centro de investigacin sobre la flora y fauna de estos ambientes tan Otro ambiente natural. 190 A lmanaque 2 0 1 5 Diferentes especies de aves observadas durante el ao 2012 en el rea Protegida de Margat A lmanaque 2 0 1 5 191 vulnerables. Si bien estas tierras son privadas la mayor parte de los propietarios fueron consulta- dos y se mostraron muy optimistas respecto a la instauracin del rea protegida y con ganas de trabajar juntos en este emprendimiento. reas verdes prximas a ciudades en crecimiento La Organizacin Mundial de la Salud oms con- sidera imprescindible la presencia de espacios verdes en torno a las ciudades debido a los be- neficios que stos brindan aportan bienestar fsico y emocional contribuyen a mitigar el de- terioro urbanstico de las ciudades favorecen la retencin de partculas de polvo de la atmsfe- ra y amortiguan los fuertes y constantes rui- dos entre otros. La planificacin de reas ver- des prximas a ciudades en crecimiento resulta lo ms ptimo y aconsejable ya que imple- mentar estas reas una vez que las ciudades ya estn establecidas es una tarea muy difcil de realizar. Adems esta propuesta incremen- tara el valor natural del Municipio como zona de esparcimiento debido a que actualmente no quedan muchos sitios naturales para disfru- tar. Un rea protegida ofrece el mbito adecua- do para promover la concientizacin sobre la necesidad de conservar estos ambientes con consecuencias positivas en la calidad de vida de las personas. Este hecho es fundamental para involucrar a la ciudadana en la adopcin de decisiones de carcter ambiental y fomentar de esta forma la reflexin la generacin de ca- pacidades y las buenas prcticas ambientales. Hoy en da el proyecto ha sido declarado de inters municipal y el rea Protegida Franois Margat fue ingresada al Sistema Departamen- tal de reas Protegidas de la Intendencia de Canelones sdap. No obstante extender esta iniciativa a toda la cuenca del Santa Luca sera fundamental para poder recuperar y mantener las condiciones naturales y la calidad de su agua. La proteccin de las cuencas debera ser una medida adoptada por los diferentes pases que dependan de ellas para abastecer de agua a sus habitantes. Al proteger las cuencas hidrogrfi- cas se est protegiendo la integridad de los re- cursos naturales indispensables para nosotros nuestros hijos y las futuras generaciones. n Algunas de las especies de anfibios registradas en la zona de Margat. Emanuel Machn. Investigador en biodiversidad y conservacin de los recursos naturales. Luis Aubriot. Investigador en ecofisiologa de cianobacterias txicas dinmica de nutrientes en ecosistemas acuticos efectos de la eutrofizacin y calidad de agua. Seccin Limnologa. Facultad de Ciencias Udelar. Javier Lenzi. Investigador en ecologa evolucin y conservacin de la biodiversidad. Fabin Martnez. Profesor de literatura. Diego Martnez Casal. Tecnlogo en agroenergas Udelar-cetp especialista en energas renovables labier-its. Ral Carrin. Aficionado a la fotografa de la naturaleza. 192 A lmanaque 2 0 1 5 El pas E Gabriel Daz periodista sin bolsas de plstico n Ruanda estn prohibidas las bol- sas de plstico. Las ms comunes y ligeras las del supermercado o cualquier comercio son casi una ra- reza para las nuevas generaciones. Lo advierte el consulado ruands en Espaa lo indican las guas el dato se encuentra en varios artculos y lo comentan los turistas. En el aero- puerto de la capital Kigali tras rellenar los for- mularios de rigor los funcionarios preguntan si llevs en tu equipaje alguna plastic bag. Si es as debers entregrsela y olvidarte de que existen mientras permanezcas en ese pas del centro de frica. Kigali est limpia como un templo desde las calles del centro bullicioso hasta las ms polvo- rientas de los radios suburbanos en los pasajes de esos barrios ms modestos o a los lados de la arbolada avenida que ocupan las sedes diplo- mticas no hay rastros de bolsas de plstico. Ni que hablar de las oficinas pblicas los ciberca- fs y los restaurantes las escuelas y libreras los supermercados y los hospitales. Limpios como un templo. El instantneo brote de admiracin da lugar a la intriga y sta pide una explicacin. Sin embargo la bsqueda de una razn va men- guando a medida que transcurren los das y lo que antes sorprenda poco a poco se incorpora a la rutina. No slo en las calles. La pulcritud de Kigali tiene u n claro y en principio misterioso reflejo en los testimonios de sus habitantes sobre todo en el de sus di- putadas que ocupan el 64 por ciento de los escaos. Marquemos la excepcin Ruanda es el pas con el mayor nmero de mujeres par- lamentarias del mundo. Tanto ellas como el ms comn de sus ciudadanos mantienen un discurso pro oficialista sin discrepancia alguna. El pas marcha bien. Todos somos ruandeses. Estamos unidos repiten. La unanimidad a menudo asusta y acorrala. No hay discrepan- cias S pero en estricto off the record en voz baja y lejos del centro por miedo a las represa- lias. Decid moverme viajar por el interior. ruanda A lmanaque 2 0 1 5 193 FotografaGabrielDaz 194 A lmanaque 2 0 1 5 En el oeste del pas se encuentra el gran lago Kivu y al otro lado de l la Repblica Democrti- ca del Congo una de las zonas del planeta ms ricas en minerales escenario de un interminable conflicto armado rea sobre la cual est fijado entre otros el inters ruands. El paisaje de la zona est salpicado de colinas y pequeas aldeas muy pobres ajenas al boom de la cons- truccin la agitacin comercial y administrativa que se respira en Kigali. A Ruanda se la conoce como el pas de las mil colinas y para ser justos a esto hay que aadirle su continua brisa suave que adormece y entibia el alma. Imposible no pasar un par de noches all y contemplar el amanecer esperando ver aquel lago inmenso que por un rato se esconde tras la bruma. Aparece y me despido agradecido. Con el sol de la maana una moto-taxi me llevara hasta el pueblo ms cercano al hotel desde don- de tomara una camioneta hacia otro poblado. Baj hacia la carretera le hice seas a una moto de mediano tamao le expliqu mi desti- no a su conductor me puse el casco y partimos. El camino sinuoso estaba completamente des- pejado lo que me incit a inclinar suavemente mi cabeza hacia un lado y dejar que el viento A lmanaque 2 0 1 5 195 me diera en la cara En esa posicin me en- contraba cuando un pjaro se estrell contra mi ojo derecho. Fue un golpe seco y fuerte que me dej ale- lado por unos segundos hasta que pude reac- cionar y gritar Stop y repetir Stop y de nuevo Stop para que el motociclista frenara. Me negu a continuar el viaje y decid regresar andando sin prestarle atencin a la distancia. Resignado llevaba unos 20 minutos cami- nando a solas por una de aquellas mil colinas cuando mi nuca intuy que alguien apuraba su paso buscando alcanzarme. Lo consigui. Era un hombre bajito llevaba unas botas enormes y daba unos trancos muy difciles de acompaar. Por esas cosas que tiene la vida Louis re- sult ser enfermero. Me gui hasta un hospital y despus de que me vieran y desinfectaran el ojo nos fuimos a comer y a tomar algo fresco. Debajo de una sombrilla y con el lago enfrente el enfermero me cont la historia de su familia y su pueblo y los meses en los que ocurri el genocidio que dej cerca de un milln de ruan- deses muertos entre abril y junio de 1994. No haba sido la primera vez ni tampoco sera la ltima en que la comunidad internacional asistira inmvil a un plan de exterminio de tal magnitud transmitido prcticamente en direc- to por la televisin. En aquellos meses de 1994 haba puntos de control los conocidos checkpoints donde te exigan el carn de identidad. Ese carn deta- llaba la pertenencia a un grupo tutsi o a otro hutu o a otro twa y haba sido impuesto por los belgas en 1932. Con los colonos belgas la diferencia de tipo socioeconmico que haba entre aquellos clanes hutus y tutsis pas a ser racial tnica remodelando la organizacin de un pueblo que comparta lengua cultura y religin. Manteniendo como aliada a una mi- nora tutsi propietaria del ganado y la tierra la metrpolis se asegur por un tiempo el control del codiciado enclave africano. Y abon la dis- puta por el poder la discriminacin y el odio entre las supuestas etnias. El relato de Louis revelaba de manera es- calofriante cmo fue posible que los vecinos de siempre se convirtieran en enemigos ac- rrimos. Los tutsis eran cucarachas que no merecan existir ni tampoco los hutus cmpli- ces. El discurso oficial cundi. En las escuelas los nios tutsis tenan que ponerse de pie para que los hijos de las cucarachas fueran obser- vados y registrados por todos. Entretanto las radios difundan mensajes apocalpticos que incitaban sin miramientos a la violencia. La di- visin fue creciendo y se desat el horror. Vio- laciones y mutilaciones asesinatos en masa en iglesias y carreteras aldeas arrasadas por el fuego y miles de nios que corran desespera- dos en busca de auxilio. Escuchaba cmo Louis reviva la barbarie cuando sin que viniese a cuento me dijo Eres 196 A lmanaque 2 0 1 5 periodista. Le contest afirmativamente y me pidi que no mencionase su verdadero nombre. Ya lo olvid le respond. Despus de un par de horas de conversa- cin el enfermero me explic que tras el geno- cidio los ruandeses se pusieron a recoger bolsas de plstico. Las recogieron compulsivamente de los caminos todava ensangrentados qui- taron las que permanecan enganchadas a los rboles ralos y las que sin cesar volaban de casa en casa o lo que quedaba de ellas. Toneladas y toneladas de bolsas de plstico. Lo hicieron en grupo y por todo el pas. Por qu Despus de la violencia necesitbamos hacer algo no estar quietos porque el odio era muy fuerte porque todos tenamos en el pueblo o en la familia al- guna vctima o algn verdugo. Y no estar quie- tos nos alivi. n Gabriel Daz. Periodista. Trabaja en el mbito de los derechos humanos la cooperacin y el desarrollo. as cimas de los cerros uruguayos esconden misterios. Sobre los filos de la Cuchilla de Haedo y la Cuchi- lla Grande al norte y al sur del Ro Negro en los cerros ms notorios se levantan solitarios monumentos de piedra desconocidos para la mayora de los habitantes de este pas. Son sitios de contacto pleno con la natu- raleza que ofrecen una visin de 360 grados hacia los valles del entorno arroyos lagunas o incluso las aguas del ocano Atlntico en el caso del Cerro del guila en Rocha. Puntos ideales para ver sin ser vistos. Hbitat de gavilanes caranchos y tarn- tulas peludas refugio de vboras ponzoosas donde se escucha silbar el viento y mugir al ganado las cumbres uruguayas tantas veces denostadas por su escasa grandiosidad alber- gan montculos de piedra que dan pie al trabajo de la ciencia y al vuelo de la imaginacin. Pese a su sobriedad la extensa distribucin de estas obras en 12 departamentos de Uruguay las convierte en una de las manifestaciones pre- histricas destacadas de nuestro territorio tes- timonio de quienes vivieron aqu desde mucho antes de la llegada de los europeos. El nombre y el diseo La arqueologa uruguaya designa con el nombre de cairnes del ingls cairns a los montculos de piedra de origen indgena con forma de me- dia naranja o anillo de entre seis y diez metros de dimetro y uno de altura. Cairne es una pa- labra spera difcil de recordar un anglicismo al estilo adolescente que no ayuda a la divulgacin de este patrimonio nacional. En Argentina recu- rren al trmino araucano chenques ms nemo- tcnico para designar construcciones similares. El libro La edad de piedra en Patagonia de Flix Outes 1878-1939 uno de los primeros Silvia Soler periodista Enigmticos monumentos de piedra de nuestros ancestros L A lmanaque 2 0 1 5 197 FotografaPabloLaRosa Antiguos documentos dicen que los indgenas enterraban a sus muertos cubrindolos con piedras. antroplogos argentinos recoge una expli- cacin inquietante acerca de la funcin de los chenques primos hermanos de los cairnes na- cionales. Segn Outes los chenques marcaban los entierros ms comunes de los premagall- nicos. Los describe como sitios funerarios en los que el cadver iba directamente sobre en el suelo en los cerros ms altos. Encima iban las piedras en forma elipsoidal o circular. En Uruguay se conservan tambin relatos de viajeros militares y sacerdotes que mantu- vieron contacto con las naciones indgenas. En ellos hay referencias a cementerios en cerros y a la costumbre de sepultar bajo piedras. Aun- que es probable que las estructuras cumplie- ran adems otras funciones como las de mar- car caminos o fronteras. Asimismo los anillos de piedra o vichaderos tal vez fueron puntos de vigilancia y control o sitios desde donde se enviaban seales de humo. A simple vista los cairnes del territorio uru- guayo se armaron con piedras de las cercanas principalmente basalto sin ningn cemento de unin. Hay algunas otras manifestaciones amn de montculos y anillos con enormes piedras clavadas en tierra que recuerdan a los menhires. Los hacedores Otros enigmas a despejar en este asunto son el quin y el cundo. Se sabe muy poco de quienes acondicionaron los cerros con piedras. Algunos documentos otorgan la autora de los cairnes a los guenoa-minuanes ocasionalmente apa- rece la mencin a los charras. Tampoco hay fechas. La nica excavacin en curso en este momento en la Sierra de Aguirre no ha llegado a dilucidar este punto. Un grupo de naturalistas que particip en la Expedicin Pacfico en el siglo xix encontr sepulturas en el cerro Betete Maldonado y una construccin muy singular donde les pare- ci que los indgenas adoraban al sol. Charles Darwin los haba visto unos treinta aos antes Hay registros ya sea por referencias de docu- mentos antiguos o prospecciones de arquelo- gos de ms de 60 sitios con cairnes en cerros y sierras uruguayas. De muchos de ellos casi no quedan rastros pero la densidad de los que an estn en pie en diversas zonas geogrficas los posiciona como una manifestacin arqueolgi- ca importante en el pas. Las referencias se concentran en 12 de- partamentos. Algunos sitios donde existen registros son maldonado Sierra de las nimas cerro Doa Petrona o Corts cerro Pan de Azcar. rocha Cerros de los Vichaderos Cerro de la Cen- tinela Sierra de Aguirre Sierra de Rocha Sierra de Valdivia sierra Bella Vista Cerros Bravos de India Muerta inmediaciones del camino de San- ta Mara Sierra de los Curas Sierra de la Blan- queada Cerro de Navarro Sierra de los Difuntos Cerro de la Lechiguana. lavalleja Cerro Negro Cerro de las Sepultu- ras cerro Sepulturas de los Gutirrez. treinta y tres Sierra del Yerbal Sierra de Pitta- miglio. cerro largo cerro Tupamba o Tupambay ce- rro Yacegu. tacuaremb cerro Charra cerro Travieso Sie- rra de la Sepultura Cerro del Pastoreo. paysand cerro Itacab cerro El Pentgono cerro Cementerio Puntas del Queguay norte de Arerungu Cerro del Tigre cerro Centine- la cerro El Boquern. salto Cerro Verde de Valentn cerro Dos Her- manos cerro Arerungu cerro Sopas cerro Tangarup cerro sin nombre a la entrada de Paso Cementerio. rivera Cerro del Maestro cerro Minuano. artigas Cerro de los Bugres zonas de los ros Cuareim y Yaguarn. montevideo Cerro de Montevideo. colonia Vichadero de la Horqueta. Ubicacin de cairnes en Uruguay 200 A lmanaque 2 0 1 5 en el Cerro de las nimas pero estas historias no aclaran las dudas del quin y el cundo. Mucho sacrificio y esfuerzo tuvieron que mediar para colocar estas piedras casi todas pasibles de ser cargadas por una sola persona en lugares de difcil acceso cuyas alturas os- cilan entre 150 y 300 metros sobre el nivel del mar. Un motivo poderoso debi guiarlos en una tarea que seguramente rest tiempo y mano de obra para otras ms bsicas como la bs- queda de alimento y abrigo. La investigacin est pendiente. La excavacin en Sierra de Aguirre Poco despus del pueblo 19 de Abril sobre la ruta 9 se abre a la izquierda para quien viaja desde Montevideo un camino ligeramente em- pinado. La primera postal de esta ruta secun- daria es la imagen agorera de un cemente- rio de paredes blancas portn de hierro forjado y aljibe al fondo. Ms adelante hay un espejo de agua artificial con garzas apoyadas en una pata. Hacia la derecha los distintos tonos de verde los baados las palmeras y la tenue franja de monte nativo avisan de la presencia del arroyo Chafalote. En las inmediaciones es fcil encontrar cerritos de indios. Los ojos en- trenados de un arquelogo los detectan ense- guida y tambin los dueos de los campos los distinguen pero pasan desapercibidos para el ciudadano poco compenetrado en el tema. El camino de este viaje termina despus de abrir una portera de alambre y subir un trecho a pie hasta el Cerro del guila. En lo ms alto investigadores de la Facultad de Humanidades con fondos de la Agencia Nacional de Investi- gacin e Innovacin excavan un cairne al que pretenden desarmar piedra por piedra para ver qu hay debajo y luego retornar cada bloque a su sitio. Los primeros sondeos a unos dos metros de lo que sera el corazn del cairne muestran lascas y otros elementos lticos algo que acica- tea la esperanza de encontrar un plato fuerte bajo las piedras. De ser as en el prximo ao el conocimiento sobre los cairnes y sus funciones habr dado un salto cualitativo. Viaje hacia atrs Una mancha blanquecina son las dunas del Po- lonio los matices de azul que se ensamblan el ocano y el cielo la fila de hormigas en el valle una majada de ovejas y ese animal enorme que despliega sus alas un ave rapaz. Desde el Cerro del guila la perspectiva cambia. Con buen clima y vista de lince se distinguiran em- barcaciones sospechosas cercanas a la orilla algn animal salvaje disponible para la caza las tolderas en el valle del Chafalote mujeres atareadas y nios. Al recorrer el campo o mientras trabajan los lugareos suelen descubrir rastros de esos otros que vivieron antes. Las huellas se corpori- zan en boleadoras puntas de proyectiles algn mortero o rompecabezas. Los ms entusiastas tienen su pequea coleccin del pasado a la que embellecen con teoras y relatos. Es comn que los pobladores rurales encuentren piezas indgenas al trabajar la tierra. A lmanaque 2 0 1 5 201 Salir a buscar cairnes impone un viaje fsico al este y al norte a sitios de nombres sonoros como Zapar Carumb cerro Charra cerro Minuano Laureles o Paso Cementerio. Es una travesa singular con modestos desafos es- caladas encuentros con animales silvestres y la posibilidad de perder la seal del celular. En paralelo corre un itinerario intangible detrs de huellas indgenas que se mezclan a veces con ecos lejanos de hbitos agro-pastoriles previos a la irrupcin de las nuevas tecnologas. En el ascenso al cerro Charra declarado monumento histrico departamental de Ta- cuaremb su cima conserva una veintena de cairnes hay que sortear la agresin de las es- pinas cruzar caadas y pedregales para des- cubrir que los monumentos de piedra que han dado lugar a la declaracin estn cubiertos de pastizales y cardos de la altura de una persona. Pero al regreso en alguno de los pueblos cer- canos tal vez Zapar esperan frustraciones y premios en el que durante el da es almacn de ramos generales y que al anochecer se convier- te en boliche de copas con payador incluido. La recorrida de cairne en cairne por el Cerro del Pastoreo o el Minuano en el majestuoso entorno del Valle del Lunarejo se sazona por la noche junto a mostradores de madera donde los veteranos cuentan hazaas del trabajo y a pedi- do del viajero un pen caa en mano recita el poema que en su infancia lo obligaron a memo- rizar Vena no se sabe de dnde. Usaba vincha como el benteveo y penacho como el cardenal. El viaje termina con la promesa de enviar fotos por celular y de vuelta en la carretera la mirada puesta en la solemnidad de los cerros tan propicios para desatar el espritu y los fan- tasmas que llevamos dentro. n La recorrida por los departamentos de Rocha Tacua remb Rivera y Salto que dio lugar a esta nota se rea- liz en el marco del proyecto Ms cerca del cielo en busca de nuestro pasado financiado por la anii. FotografaPabloLaRosa Es probable que estas estructuras hayan sido ms altas y visibles en sus orgenes hoy es comn encontrarlas cubiertas por pastizales. 202 A lmanaque 2 0 1 5 Silvia Soler. Periodista free lance. Ha publicado crnicas y reportajes entre ellos La carpera. Memorias de una prostituta rural y Ms cerca del cielo en busca de nuestro pasado. Misterios de la arqueologa uruguaya para nios curiosos en coautora con Moira Sotelo. A lmanaque 2 0 1 5 203 E 204 A lmanaque 2 0 1 5 l clima de un rea geogrfica se ca- racteriza por una cierta probabilidad de distribucin de ocurrencia de eventos del tiempo. Aquellos suce- sos con valores alejados de la media olas de calor sequa e inundaciones y que es menos probable que ocurran son llama- dos eventos extremos. El Ro de la Plata se ha transformado en un foco de atencin para Uruguay debido a la vulnerabilidad de su cos- ta y a su importancia comercial. Es un sistema fluvio-marino compartido por Argentina y Uru- guay 38 mil quilmetros cuadrados entre 40 y 230 quilmetros de ancho y una profundidad media inferior a los diez metros que mezcla el agua dulce proveniente de las descargas con- tinentales y el agua salada del ocano Atln tico. Sus principales tributarios son los ros Paran y Uruguay que aportan el 75 por ciento y el 25 por ciento del caudal total de entrada respectivamente. Todos los aos se registran eventos extremos de diferente magnitud que llegan a impactar la costa uruguaya con con- secuencias diversas para la economa y la po- blacin en general Figura 1. En este estudio se analizaron los eventos cuando las aguas frente a las costas de Montevideo superaron la cota de los 200 centmetros por encima del cero hidromtrico oficial de Uruguay. Cmo se generan las crecidas Las dos situaciones que provocan crecidas extremas del Ro de la Plata se producen en relacin con la ciclognesis del litoral y el pa- saje de frentes provenientes del sur. Cuando se desarrollan ciclones en la zona del litoral argentino-uruguayo es frecuente que se pro- duzcan vientos intensos entre 35 y 50 quil- metroshora del sudeste sobre la regin del estuario. Este tipo de eventos conocidos como sudestadas tienen una duracin que ronda las 48 horas. La segunda situacin se produ- ce como consecuencia del avance de un frente fro desde el sur originando vientos del sudoes- te conocidos como pamperos siendo este fenmeno de menor duracin que el anterior. Las alturas mximas de las aguas del Ro de la Plata presentan valores variables dependiendo de la intensidad y persistencia del viento y de la ocurrencia simultnea del mximo de altura de onda de tormenta y de la altura de la marea astronmica. J. E. Verocai G. J. Nagy M. Bidegain M. Gmez-Erache investigadores Causas y consecuencias Eventos extremos que impactaron la costa uruguaya del Ro de la Plata A lmanaque 2 0 1 5 205 Entre 1952 y 2010 se analizaron ms de 430 eventos que impactaron la costa de Montevi- deo. De cada uno se registr fecha hora y altura mxima alcanzada por las aguas. Se considera- ron los caudales calculados de entrada de los ros Paran y Uruguay al Ro de la Plata desde el ao 1961 hasta 2010 y las direcciones e intensidades de los vientos abarcando ms de 2 mil datos. Se seleccionaron dos eventos extremos el del 23 de agosto de 2005 y el del 25 de marzo de 1998 y se los compar con los caudales de descarga. Se analiz adems la frecuencia mensual de ocu- rrencia de los eventos y se registraron ms de mil pares de datos de direccin e intensidad de vien- tos y nivel de las aguas en Montevideo. Cules son los registros histricos en nuestras costas De los casos analizados se observ que en los meses de febrero marzo abril y diciembre ocu- rrieron los ms frecuentes mientras que junio julio y agosto fueron los meses que presentan menores frecuencias de niveles superiores a 200 centmetros Figura 1. La estadstica segn la correlacin lineal de Pearson entre caudales y niveles del Ro de la Plata medidos en Montevi- deo fue positiva y significativa. Principalmente se correlacionaron los datos del caudal del ro Paran por ser el mayor contribuyente del Pla- ta al compararlo con el nivel medio mensual del mar en Montevideo Figura 2. Se observa que en los meses de febrero marzo abril y mayo el caudal fue mayor coin- cidiendo con los niveles promedio mensuales ms elevados en Montevideo. En el evento del ao 2005 la elevacin de las aguas super por ms de 200 centmetros el nivel de referencia 91 centmetros y la media reciente 102 cent- metros. Las alturas de las aguas respondieron a la marea astronmica hasta el 23 de agosto a las 12 horas luego se elevaron bruscamente. La diferencia entre el nivel observado gris y la pre- diccin astronmica naranja se conoce como onda de tormenta Figura 3. Analizando los caudales de los eventos ocurridos en marzo de 1998 y agosto del 2005 se observ que el ao 1998 present caudales del Ro de la Plata muy elevados con respecto al promedio de los ltimos 50 aos mientras que durante el evento del ao 2005 los caudales del ro se encontraban muy bajos con respecto al mismo promedio Tabla 1. Si bien esto no es determinante primario del nivel del mar puede ocasionar una elevacin de hasta diez o 20 cen- tmetros lo que induce un impacto diferente. Normalmente la direccin predominante del viento en nuestra costa es del sector noreste excepto en horas de la tarde durante octubre- marzo cuando acta la brisa marina haciendo rotar los vientos y trayndolos del sector su- reste. Los eventos que producen elevaciones extraordinarias del nivel de las aguas comien- zan con un cambio repentino de la direccin y Figura 1 Frecuencia mensual absoluta de eventos registrados en la costa uruguaya del Ro de la Plata 50 45 40 35 30 25 20 15 10 CASOS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 MESES Figura 2 Caudales promedio mensuales del ro Pa- ran tomados durante 50 aos y niveles medios mensuales 60 aos tomados en Montevideo 110 108 106 104 102 100 98 96 94 92 90 ENE. FEB. MAR. ABR. MAY. JUN. JUL. AGO. SET. OCT. NOV. DIC. 100 103 106 106 103 100 99 98 95 93 97 98 22000 20000 18000 16000 14000 12000 10000 Caudales promedio mensuales del ro Paran y eje derecho Niveles medios mensuales tomados en Montevideo y eje izquierdo 206 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 207 Rambla de Montevideo durante el evento ocurrido el 19 de septiembre de 2012. Fotografa www.tiempo.com.uy 208 A lmanaque 2 0 1 5 velocidad de los vientos. Esto obedece al pasaje de una perturbacin atmosfrica zona de baja presin cuyo centro se desplaza de oeste a este sobre nuestro pas durante este proceso la perturbacin se refuerza y termina internndo- se en el ocano Atlntico. Estas bajas presiones atmosfricas luego de su pasaje producen una rotacin de vientos a componente sursuroeste con un gran recorrido sobre el ocano fetch lo que termina por provocar un apilamiento de aguas sobre la costa. Analizando los niveles del Ro de la Plata y los vientos en Montevideo se observ que los vientos con componente sur y sureste elevan el nivel de las aguas en forma proporcional al aumento de la velocidad del viento Figura 4 con referencia a un nivel medio cercano a 100 centmetros sin efecto del viento. Cules son las principales conclusiones Los registros realizados en Montevideo con res- pecto a la altura de las aguas en el momento de ocurrencia de los eventos brindaron una buena representacin de lo que ocurri en la costa uru- guaya del Ro de la Plata. Los vientos con com- ponente sur y sureste ejercen un fuerte efecto obstruyendo la descarga del Plata apilando agua sobre la costa y favoreciendo la generacin de pleamares extraordinarias formando olas de mayor tamao y velocidades de corrientes ms elevadas que las normales. La correlacin observada entre los caudales y el nivel del mar en Montevideo confirm la influencia de los pri- meros en el nivel final alcanzado por las aguas al actuar como amplificadores del evento. En los dos eventos analizados aos 1998 y 2005 se verific que durante el ao 1998 se produjo una fase clida del fenmeno enso El Nio-Os- cilacin Sur de gran magnitud con severas con- secuencias expresadas en inundaciones en las cuencas del Paran y el Uruguay. Por el contrario en el ao 2005 enso neutro los caudales fueron bajos con respecto a los promedios histricos. Hubiese sido tan severo el evento de 1998 si los caudales hubiesen estado cerca de o ms bajos que su promedio histrico Cules hubiesen sido las consecuencias el 23 de agosto de 2005 con los caudales del Ro de la Plata muy por en- cima de su promedio histrico La conjuncin de eventos meteorolgicos ondas de tormenta de viento y eventos climticos extremos fuertes lluvias que aportan grandes caudales a la cuenca del Ro de la Plata es factible. Dado que en el TABLA 1 Caudales promedio del Ro de la Plata cm3 s registrados. Evento Promedio 55 aos Promedio anual Promedio mensual Marzo 1998 24.608 47.341 52.000 Agosto 2005 24.608 21.966 16.500 Figura 3 Diagrama de corte horario mostrando el evento del 23 de agosto de 2005 300 250 200 150 100 50 0 0000 ALTURAcm 0600 1200 1800 0000 0600 1200 1800 0000 0600 1200 1800 0000 0600 1200 1800 0000 0600 1200 1800 0000 0600 1200 1800 0000 0600 21-ago. 22-ago. 23-ago. 24-ago. 25-ago. 26-ago. 27-ago. Prediccin astronmica Nivel observado A lmanaque 2 0 1 5 209 300 250 200 150 100 50 0 0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40 44 48 VELOCIDAD DEL VIENTO nudos ALTURADELASAGUAScm perodo que va de la primavera de 2014 al otoo de 2015 es muy probable que ocurra un evento climtico El Nio sera razonable establecer un estado de alerta precautoria. Cules son las consecuencias de los eventos extremos Daos sobre la poblacin bienes inmobilia- rios infraestructuras costeras y salud. En Montevideo cuando ocurre un evento de estas caractersticas normalmente viene precedido defuertes lluvias. Mediantebombasdesuccin los vertederos de aguas servidas de la ciudad redirigen el agua acumulada hacia los aliviade- ros pero al sobrepasarse la cota de los 250 cen- tmetros las bombas no son suficientes y las aguas inundan la estacin con la consecuente liberacin de residuos al Ro de la Plata. stos se dispersan y generan contaminacin ambien- tal y aumento de coliformes fecales. Seguridad y sealizacin martima. Durante el desarrollo del evento puede haber embarcacio- nes de menor porte que experimenten situa- ciones de riesgo debido a las fuertes corrientes y al oleaje generado por el viento las boyas de sealizacin martima que indican posiciones de barcos hundidos canal de navegacin etc- tera pueden soltarse de su anclaje o correrse de su sitio con real peligro para la navegacin en los das posteriores al evento. Figura 4 Dispersin de los datos y recta de tendencia entre el nivel de las aguas y la velocidad del viento con componente sur-este registrado en Montevideo Pesqueras artesanales. Los pescadores ar- tesanales particularmente los ubicados en la costa oeste de Montevideo realizan sus capturas durante los meses de la zafra de la corvina Micropogonias furnieri utilizando ar- tes de pesca que incluyen palangres y redes de enmalle. Este tipo de artes debe permane- cer cierto tiempo en el agua para cumplir su funcin. Cuando ocurre un evento extremo las corrientes y el oleaje hacen que las artes sean literalmente arrastradas de sus lugares con la consecuente prdida de stas. Erosin costera. Otra consecuencia que se observa en la costa es la erosin y prdida de arena de las playas del cordn dunar y de las barrancas. Este tipo de fenmenos genera el avance de la arena sobre ramblas y calles au- mentando la inseguridad en el trnsito pea- tonal y vehicular e instalando mdanos sobre desages naturales y artificiales lo que obli- ga a extraerlos durante el verano. Es por estos motivos que nuestro pas debe estar preparado para reducir los efectos de los eventos de esta naturaleza. Aumentar la alerta y preparacin nos hace ms resilientes o sea capaces de mantener el funcionamiento adecuado de la sociedad civil ante las amena- zas meteorolgicas y climticas fundamen- talmente para que las prdidas sean menores que las que podran ocasionarse si no estamos preparados. n J. E. Verocai. Instituto de Ecologa y Ciencias Ambientales Facultad de Ciencias Udelar. Servicio de Oceanografa Hidrografa y Meteorologa de la Armada Nacional Uruguay. G. J. Nagy. Grupo de Cambio Ambiental y Gestin Costero Marina Facultad de Ciencias Uruguay. Unidad de Cambio Climtico Dinama mvotma. M. Bidegain. Instituto Uruguayo de Meteorologa Montevideo Uruguay. M. Gmez-Erache. Grupo de Cambio Ambiental y Gestin Costero Marina Facultad de Ciencias Uruguay. Unidad de Cambio Climtico Dinama mvotma. 210 A lmanaque 2 0 1 5 tres quilmetros de la costa uru- guaya frente a los campos de gi- rasoles de Martn Chico y a ms de treinta de Buenos Aires la isla Mar- tn Garca nombra a un almacenero que acompa la expedicin de Juan Daz de So- ls y acab enterrado en la isla. Cuando los espa- oles la ocuparon por primera vez el 24 de abril de 1765 la hallaron habitada por dos paisanos locos y le dieron destino de crcel para una treintena de prisioneros. Argentinos y urugua- yos se la disputaron durante muchos aos pero el Ro de la Plata no acaba de decidir su destino. Como si existiera para promover la discor- dia la guerra y la poltica agitaron las aguas alrededor de la Martn Garca con ms empeo que las sudestadas. De sus canteras salieron las piedras que abastecieron los primeros empe- drados de Buenos Aires y Rosario de Santa Fe gracias al trabajo de los presos custodiados por un piquete militar. Castigo para los penados tambin lo fue para sus carceleros cados en desgracia en su carrera militar. El destacamento no conoci mayores peligros hasta que en 1813 el teniente Jos Caparroz distrajo una partida del sitio de Montevideo y a principios de julio saque la Martn Garca dispersando a sus 70 hombres por la isla. No encontr mucho ape- nas tres pequeos caones y algn armamento que se llev como trofeo pero la aventura lla- m la atencin de los espaoles y pocos meses despus comprendieron que poda ser una im- portante base para controlar el trfico del ro enviaron desde Montevideo al capitn Jacinto de Romarate con 19 naves y fortificaron la isla. Al encuentro de Romarate parti de Buenos Aires el irlands Guillermo Brown que al cabo de tres das de combates la recuper para los patriotas el 14 de marzo de 1814 mientras su regimiento cantaba el himno irlands Saint A Carlos Mara Domnguez periodista Martn Garca y Timoteo Domnguez en el Ro de la Plata frontera Una inesperada A lmanaque 2 0 1 5 211 Patricks Day in the Morning. Ms tarde la ocu- paron orientales al mando de Rivera y rotas sus relaciones con Juan Manuel de Rosas la Martn Garca qued en poder de los franceses que la declararon zona neutral con la intervencin del aventurero Jos Garibaldi y bajo custodia de 40 orientales al mando del comandante Javier Gomensoro. El piquete inclua a varias mujeres con sus hijos y un parque de 22 fusiles nueve lanzas nueve sables 92 vainas de bayoneta dos caones y 30 balas de artillera. La derrota de Rosas en la batalla de Caseros en febrero de 1852 volvi a cambiar la suerte de la isla. El almirante francs Le Prdour retir su fuerza naval y comunic a los gobiernos de Mon- tevideo y Buenos Aires que dejaba librada la isla a los arreglos que se formaran entre el gobierno de la Confederacin Argentina y el de la Repbli- ca Oriental del Uruguay. Pero Argentina le recla- m que deba haberla entregado al gobierno de Buenos Aires. Un ao despus el ministro De la Pea comunic al gobierno uruguayo entonces a cargo en forma interina de Bernardo Berro que del da 10 al 15 del prximo mes de marzo parti- r de este puerto Buenos Aires una fuerza sufi- ciente para tomar posesin de la expresada isla. Ubicacin de las islas entre los canales de navegacin del Ro de la Plata 212 A lmanaque 2 0 1 5 Barcos y tropas porteas llegaron a Martn Garca el 16 de marzo de 1853 y al da siguiente la tomaron cuando Gomensoro se hallaba de li- cencia en Soriano y la guarnicin estaba al man- do del teniente coronel Timoteo Domnguez que ya haba recibido de Montevideo la orden de entregarla. Imposible saber lo que pens Ti- moteo frente a la imperiosa ocupacin portea. Junt a sus hombres las mujeres y los nios frente al mstil pronunci con resentida impo- tencia Esta bandera ni se arra ni se entrega hach el mstil y se lo carg al hombro. Lo su- bieron a una ballenera con la bandera en el asta y partieron a Colonia dejando la isla argentina. Poco despus a inicios de abril Timoteo lleg a Mercedes para reunirse con su familia. Lo aplaudieron claro por un gesto que se ha- ba saltado los respetos al pabelln nacional para conseguir uno mayor. Agradecido recibi las felicitaciones sin sospechar que algo dife- rente al orgullo se haba anudado alrededor del mstil partido cuando no le tembl la mano. Lo premiaron con el mando militar del depar- tamento de Soriano y Timoteo lo ejerci con tanta decisin que confiado en la fortuna de su carrera tambin acept la jefatura poltica pero ocho meses despus como si el destino le hubiera otorgado un mes de gracia por cada una de las ocho recordadas palabras su cabeza dio en el polvo que le haba ahorrado a la ban- dera. A fines de noviembre del 53 una partida de revolucionarios blancos se la cort y la arroj a los pies de su esposa en el patio de su casa de Dolores. Esa fue la suerte del hombre del mensaje que Uruguay pronunci sobre las ro- cas de la Martn Garca pero an faltaba que el ro jugara una carta. En su destino de prisin la isla recibi al cacique Catriel y a muchos otros jefes indge- nas con sus familias luego de la campaa del desierto del general Roca en la Patagonia. Du- rante las epidemias de fiebre amarilla y clera funcion all una estacin de cuarentena para control de los barcos que salan o entraban de Buenos Aires y hacia 1890 reuna a varios miles de pobladores entre soldados presos indios enfermos mdicos enfermeros obreros y ate- rrados viajeros. En esas condiciones de hacina- miento la conoci el poeta nicaragense Rubn Daro que bajo su clima nada estimulante en mayo de 1895 escribi su poema La marcha triunfal. Pero quienes marcharon presos a la isla durante los aos siguientes fueron varios presidentes derrocados en Argentina. En 1930 lleg Hiplito Yrigoyen que permaneci re- cluido durante ms de un ao. Tambin Juan Domingo Pern en la madrugada del 13 de octubre de 1945 das antes de la movilizacin popular del 17 de octubre que lo liber y por ltimo Arturo Frondizi en la madrugada del 29 de marzo de 1962 destituido por el golpe mili- tar del general Ongana. Vivi en la isla un ao y con mejor suerte que sus antecesores alojado en la casa donde hoy funciona la Comisin Ad- ministradora del Ro de la Plata. El acuerdo con Argentina dictamin que el suelo de roca perteneca a la provincia de Bue- nos Aires Martn Garca tiene una superficie de 184 quilmetros cuadrados y su poblacin ac- tual ronda las 170 personas pero no las tierras de aluvin que formase la sedimentacin del ro. En una fecha imprecisa de 1965 al noroeste co- menz a asomar el lomo agrisado de un banco de arena. No era ms que una sombra nada que las crecientes del ro dejaran de cubrir en cual- quier sudestada pero tres aos ms tarde fue inocultable la emergencia de limos y follajes de 1.700 metros de largo y 350 de ancho prximos a la llamada Punta La Gata. Los argentinos se apuraron a bautizarla Punta Bauz como si fuera una extensin de la isla y le colocaron un cartel con la leyenda seop por el Servicio Esta- tal de Obras Pblicas. Enterado el gobierno uru- guayo en manos de Jorge Pacheco Areco envi una lancha a colocar otro cartel con el nombre de Timoteo Domnguez bajo el aliento de un mila- groso y merecido regreso del desdichado hroe nacional. Lo acompaaban las siglas mop del Mi- nisterio de Obras Pblicas de la Repblica Orien- tal del Uruguay. Se discuti largamente que no era una extensin de la isla sino una formacin independiente que se acercaba a la otra y esta vez los argentinos debieron resignarse con el compromiso de trazar el lmite de la Martn Gar- ca donde termina la roca. El estatuto de la isla qued consolidado con la firma del Tratado del Ro de la Plata y su Fren- te Martimo el 19 de noviembre de 1973 cuan- do Juan Mara Bordaberry concedi la definitiva jurisdiccin a los argentinos y se estableci que A lmanaque 2 0 1 5 213 all funcionara la sede de la Comisin Admi- nistradora del Ro de la Plata. El tratado fij el nacimiento del ro en Punta Gorda entre Nueva Palmira y Carmelo su trmino en el trazado que va de Punta del Este al Cabo San Antonio las jurisdicciones exclusivas y compartidas y el criterio del talweg o canal de aguas profundas para dividirlo. Ese canal conocido como Canal del Globo pasaba al oeste de la isla con lo cual la Martn Garca deba quedar uruguaya pero la fuerza de los hechos haba impuesto lo contra- rio con el agregado de que el viejo curso dej de usarse y se acord dragar el canal del este conocido como Canal del Infierno. Lo ha sido tambin para Uruguay dado que su dragado debe acordarse con Argentina y el pas vecino lo conserva con menos profundidad que el canal Emilio Mitre de su dominio exclusivo con la in- tencin de que los buques lo prefieran y paguen impuestos de trnsito en la otra orilla. Las tensiones en torno al pen no termi- naron luego del acuerdo de 1973. En septiembre de 1998 el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires Antonio Cafiero reuni en la isla a su gabinete y se extendi el rumor de que establecera la sede de su gobierno en Martn Garca. Las protestas uruguayas provocaron un rpido desmentido pero aos despus Carlos Sal Menem por entonces candidato a la pre- sidencia volvi a encender la alarma cuando adelant la idea de establecer en la isla una zona bancaria internacional. El presidente Julio Mara Sanguinetti pidi explicaciones a travs del canciller Ope Pasquet y el proyecto se diluy con variadas excusas. Mientras tanto no es fcil comprender qu clase de pacto ha hecho el Ro de la Plata con el antiguo teniente ni por qu se carga al hombro su orgullo como si se tratase de la misma vieja bandera pero la sedimentacin del Paran y el Uruguay sobre el banco Playa Honda no ha deja- do de impulsar el crecimiento de la Timoteo Do- mnguez al punto que va camino de abrazar a la Martn Garca y de encerrarla dentro de territorio uruguayo. En condiciones normales al oeste de la isla ya no hay ms de un metro veinte de pro- fundidad y queda por dirimir cmo se organizar el territorio cuando termine de aflorar el arenal ya perceptible en las fotos satelitales. n Carlos Mara Domnguez. Periodista y escritor. Ha escrito varios libros sobre el Ro de la Plata Tres muescas en mi carabina Mares baldos Escritos en el agua y Las puertas de la tierra. Fuente Google earth Mapa de los lmites entre las dos islas sujetos a un cambio progresivo lumerillos guayabos pitangas es- pinillos y lantanas por nombrar slo cinco especies pueden formar par- te de nuestros jardines. Es bueno tenerlo en cuenta por decenas de motivos que van de lo ms cotidiano a lo ms intangible. Entre otros que un espacio verde tiene personalidad si refleja el lugar en el que est. De lo contrario puede terminar siendo uno de esos tantos jardines que no dicen nada un no lugar en cualquier parte del mundo. Un jardn con especies autctonas tiene un carcter ni- co es literalmente original. Comenzar implica romper un viejo hbito. As de simple y de complejo. Por ejemplo en va- caciones momento de plantar ese arbolito en la casa de la playa. Al parar en un vivero junto a la ruta y elegir sera bueno de hecho cada vez es ms comn tener en cuenta las variedades nativas. Hasta ahora uno de los criterios ms co- munes en la jardinera local era usar especies europeas. Alcanza con prestar atencin a un jardn promedio de cualquier barrio o balneario del pas para notarlo. Ganados por la nostal- gia primero nuestros abuelos luego nuestros padres y finalmente nosotros intentamos recrear las regiones de origen familiar o cul- tural. Plantamos pinos cipreses robles cas- taos fresnos y limoneros. Haba que recrear aquel pueblito de Galicia o del Piamonte o los Pirineos. Un estereotipo que se expandi por la sociedad como una norma indiscutida. En el camino dejamos de lado y hasta des- conocimos la flora que ya estaba ac. Hoy todos esos rboles de nuestros abuelos por definicin exticos porque llegaron en bar- co igual que ellos estn adaptados y son parte de nuestro paisaje. Y est bien que as sea. Pero ya tenemos algunas generaciones como urugua- yos. Lleg la hora de recuperar la flora autctona. Flora Pablo Fernndez periodista jardines P autctona para con carcter 214 A lmanaque 2 0 1 5 FotografasPabloFernndez Por qu plantar especies nativas En primer lugar porque la urbanizacin la de- predacin y la plantacin de especies exticas hicieron que el monte nativo especialmente el bosque costero atlntico y del Ro de la Plata disminuyera y en algunas partes desapareciera. Al replantar en nuestros jardines las especies que lo componen ayudamos a recuperarlo cuida- mos el ambiente y apoyamos econmicamente a los viveros que se preocupan por el tema. El viento las aves y pequeos mamferos dispersan las semillas de las especies plantadas en jardines parques y calles. Es as como espe- cies exticas de rpido crecimiento y gran capa- cidad de dispersin y adaptacin por ejemplo el arce el fresno el pittosporum o la acacia co- lonizan e invaden el monte nativo desplazando a especies autctonas algo fcil de ver a la vera de muchos arroyos cuando viajamos por cual- quier carretera del pas. A la inversa los jardines con especies nativas son reservorios y fuentes de dispersin de plantas autctonas al tiempo que no colaboran con esa invasin. Pero adems es bueno plantar especies na- tivas porque son las que mejor van a responder. Ellas aqu estn en su ambiente y por lo tanto estn perfectamente adaptadas a las condicio- nes de luz temperatura humedad rgimen de lluvias viento tipo de suelo y fauna del lugar. Se desprenden entonces toda una serie de ventajas prcticas Sus flores y frutos son el alimento natural de la fauna local. Por lo tanto un jardn con plantas autctonas atraer ms pjaros y mariposas. De hecho muchas de estas especies como el guayabo la pitanga el araz y la palmera buti dan frutos comestibles que se pueden consumir directamente del rbol y adems sirven para preparar mermeladas condimen- tos y licores caseros. No son exigentes en cuanto a riego. No requieren fertilizacin. Toleran los vientos y el aire salino. Conviven bien con los insectos del lugar por lo que no es imprescindible combatir hormi- gas cochinillas o pulgones que s daan mu- cho a las especies exticas. Qu especies del bosque nativo se adaptan a nuestros jardines Todas las especies autctonas pueden plantarse en un jardn. De hecho un buen ejercicio consis- te en armar un sector o incluso un jardn entero slo con nativas que le darn un carcter nico difcil de describir en palabras pero perceptible con todos los sentidos. Hay que animarse y en vez de los omnipresentes fresnos pinos lavan- das o pittosporums incluir plantas tan simples pero vistosas como la palmera buti la lan- tana el clavel del aire o la trepadora mburucuy. Jardines costeros qu es el bosque costero atlntico y del Ro de la Plata Donde hoy estn los balnearios de la zona costera de Montevideo y el oeste hubo desde siempre un bosque autctono hoy muy acota- do con caractersticas peculiares es el monte psamfilo del griego psamos arena. Se trata de una comunidad de rboles arbustos cactus y otras plantas que crecen muy cerca del mar por detrs de la primera hilera de mdanos adaptados al suelo arenoso vientos fuertes ambiente salino y falta de agua en verano. Esas mismas caractersticas hacen que esas especies sean ideales para plantar en nuestros jardines particularmente los de balneario. Quedan varios lugares donde este tipo de bosque autctono persiste ms o menos puro o conviviendo con los pinos y acacias exticos. Hay que afinar el ojo e ir aprendiendo a reconocer las especies pero es posible encontrar parches de monte psamfilo en balnearios como San Luis Sols Punta Colorada Punta Ballena Manantia- les Arachania La Pedrera Punta Rubia y El Ca- racol. Tambin en la zona de la laguna Garzn y el Cabo Polonio y en sectores de la costa de Colonia y San Jos. Todos ellos estn amenazados y bajo gran presin en particular por la accin del hom- bre ya que se implantan en suelos cada vez ms cotizados desde el punto de vista inmobiliario. Deahlaimportanciadepreservarlosymultiplicar sus especies por ejemplo en un jardn. Esta es una lista de algunas especies que se adaptan a un jardn cercano al mar o incluso en 216 A lmanaque 2 0 1 5 primera lnea ceibo palmera buti caneln arra- yn pata de vaca molle coronilla anacahuita chilcademonteguayaboarazpitangaespinillo cactus Cereus cactus Opuntia lantana mburucu- y plumerillo chalchal omb tala clavel del aire. Jardines suburbanos y rurales Al elegir nuestras plantas para jardines en zonas rurales y alejadas de la costa debe tenerse en cuenta que all estarn expuestas a heladas ms intensas que ocurren entre fines de otoo y prin- cipios de primavera. Algunas especies nativas to- leran bien las heladas entre ellas la anacahuita el plumerillo el arrayn el espinillo el molle el gua- yabo la pitanga el araz la pata de vaca el co- ronilla el tala y las palmeras y cactus en general. En cambio otras especies son particular- mente sensibles a las heladas que suelen matar a ejemplares jvenes especialmente los que estn plantados aislados. Entre ellas es- tn el ceibo el timb el higuern el omb y el lapacho. Para plantar estas especies en zonas donde ocurren heladas es recomendable elegir lugares al abrigo de ejemplares ms grandes o al final del otoo armarles pequeas estructu- ras con ramas y nailon que las protejan hasta la primavera durante los primeros aos. Al iniciar un jardn desde cero muchas ve- ces lo mejor es comenzar por las especies ms rsticas y recin despus de algunos aos cuando stas alcancen cierto porte comenzar a plantar a su abrigo las ms sensibles. n Desde hace unos aos y a medida que cada vez ms gente se informa y comienza a plantar nati- vas han surgido viveros que tienen un sector de autctonas o incluso dedicados exclusivamente a ellas. A continuacin algunos sitios de inters Lista de viveros dedicados a producir especies indgenas httpnativasuruguay.wordpress.comviveros Fotografas de plantas autctonas httpfloradeluruguay.blogspot.com Blog del ingeniero agrnomo Ral Nin especialista y fundador en el balneario La Paloma Ro- cha de uno de los primeros viveros de Uruguay dedicados slo a plantas nativas httpcaguigua.blogspot.com Sitio de la paisajista Amalia Robredo especializada en jardinera con especies nativas httpwww.amaliarobredo.com Grupo Guayubira dedicado a la promocin y conservacin del bosque autctono. Incluye infor- macin sobre especies y los distintos tipos de monte en Uruguay httpwww.guayubira.org.uy Recetas para cocinar con frutos nativos httpwww.verdeoliva.org Dnde conseguir plantas autctonas A lmanaque 2 0 1 5 217 Pablo Fernndez. Periodista y escritor. Sus trabajos como reportero en Amrica Latina se publican en los principales medios del mundo y estn disponibles en la web. Granada Yaugur 2012 es su ltimo libro. Estudi agronoma en una poca ya lejana. 218 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 219 5 220 A lmanaque 2 0 1 5 E Funerales El sepelio de celebridades en el cine silente uruguayo Georgina Torello investigadora de autor l cinematgrafo gust como siempre extraordinariamente provocando cada vista infernal algaraba entre los angelitos delparasoescribeenagosto de 1898 Florencio Snchez en El Telfono de Mer- cedes inaugurando una serie saltuaria de crni- cas autorales a las que habra que agregar las chispeantes de Samuel Blixen.1 El programa que provoca tal bullicio incluye breves y forneos des- files de caballera llegadas de tren y juegos al aire libre pero para el pblico es todo un viaje geogr- fico y mental.2 Y slo poco tiempo despus se su- man algunas escenas nacionales como Juego de nias y fuente del Prado 1899 y Calle 25 de Mayo esquina Cerro 1900 del espaol Flix Oliver3 1 El Telfono 2-viii-1898 no firmada. Por la atribucin a Snchez vase AA.VV. Florencio Snchez. Centenario de su nacimiento 1875-1975 bibliografa. Montevideo. Biblioteca Nacional 1975 pg. 17. 2 Me refiero al programa publicado en El Telfono el 23-vii- 1898 que incluye entre otras Caballera mexicana Tren expreso entre Pars y Marsella y Regatas en tinas. 3 Pastor Legnani Margarita y Rosario Vico de Pena. Filmo- grafa Uruguaya 1898-1973. Montevideo. Cine Universi- tario del Uruguay y Cinemateca Uruguaya 1973. Aunque este volumen contiene varias inconsistencias es la nica filmografa existente en el momento. para volverse ms asiduas en los aos diez con producciones como La visita de Lauro M- ller 1915 y Carrera en Maroas 1918 de mayor complejidad tcnica y duracin ms prolongada. El registro documental en Uruguay en sintona con el resto de Amrica Latina se destaca como la nica prctica cinematogrfica relativamente continuada y estable desde comienzos del siglo xx4 capaz de colarse aunque tmidamente en el men ofrecido por pases productores como Francia Italia y Estados Unidos. Desde el principio una parte consistente de ese men es el funeral de figuras pblicas como atestiguan las cintas todava disponibles sobre la reina Victoria de Inglaterra 1901 el presidente estadounidense William McKinley 1901 y en el mbito rioplatense Bartolom Mitre 1906. Y aunque no extraara que exis- tiera alguno en los albores del cine local pese a no figurar en la filmografa disponible aqu vamos a centrarnos en el lapso 1919-1922 coin- cidente con la presidencia del batllista Baltasar 4 Paranagu Paulo Antonio. El cine silente latinoameri- cano. Primeras imgenes en Cien aos de cine latino- americano 1896-1995. Rafael Acosta de Arriba ed. La Habana. Instituto de Arte e Industria Cinematogrficos 1985 pg. 10. Procesin hacia el Cementerio Central Funeral de Washington Beltrn Emi- lio Peruzzi 1920. Copia del archivo de Cinemateca Uruguaya Uruguay. Oradores frente al Cementerio Central. Funeral de Washington Beltrn Emilio Peruzzi 1920. 222 A lmanaque 2 0 1 5 Brum y uno de los ms fructferos durante el perodo silente uruguayo. En esos tres aos el pblico ve por lo menos cuatro exequias de hombres ilustres Amado Nervo Jos Enrique Rod Washington Beltrn y Ernest Shackleton reconocido mundialmente por sus expedicio- nes a la Antrtida relatadas en su libro South 1919 y en la cinta documental homnima ex- hibida en Montevideo en noviembre de 1921. Funerales perdidos La Empresa Cinematogrfica Nacional Oliver y Ca. de Mariano Oliver y Demetrio del Cerro propietaria de importantes salas en la capital y el Interior adems de exhibidora filma en 1919 el sepelio de Amado Nervo y al ao siguiente la llegada de Italia de los restos de Jos Enrique Rod. Aunque ambas pelculas estn perdidas gracias a la amplia cobertura que la prensa hace de la primera es posible reconstruir parte de su contenido. El 16 de mayo de 1919 Oliver y Ca. anuncia lbum social una serie que promete ex- hibir las noticias ms importantes del mundo elegante uruguayo.5 La segunda entrega es El imponente sepelio de los restos de Amado Ner- vo. Estrenada en el cine Trianon a seis das de la muerte del escritor con el acompaamiento sonoro de la orquesta del profesor Tammaro la pelcula es descrita como una composicin de escenas del poeta vivo conversando con algu- nas autoridades en el Parque Hotel lugar donde se haba hospedado y fallecido y del sepelio. Es sazonada como se estilaba en el perodo silen- te por leyendas explicativas y se agrega para embellecerla una serie de comentarios litera- rios en prosa y verso ilustrados por el artista plstico Mario Radaelli.6 Desde la prensa se la anuncia como documento de valor histrico altamente apreciable aparte de su gran inters 5 El Plata 16-V-1919. 6 El Plata 31-V-1919. Carroza fnebre partiendo del Templo Ingls. El homenaje de Uruguay a los restos de sir Ernest Shackleton Henri Maurice 1922. Copia custodiada en el Imperial War Museum Inglaterra. A lmanaque 2 0 1 5 223 como espectculo7 y la resea del da siguiente confirma la idea subrayando la profunda deli- cadeza emocional de los comentarios literarios y el bellsimo amanecer que pone una me- tfora conmovedora sobre las ltimas palabras del poeta.8 Para la ocasin la empresa invita a las autoridades mexicanas y peruanas presen- tes en el pas y posteriormente vende el filme al gobierno uruguayo para ser obsequiado al mexicano proyectndose as toda la empresa el registro pero tambin la misma compaa pro- ductora material y simblicamente a nivel in- ternacional. De la pelcula sobre la llegada de los restos e inhumacin de Rod el 27 de febrero de 1920 se tienen noticias por un anuncio de Oliver y Ca. publicado en La Razn del 5 de marzo que la pone a disposicin del gobierno. Es probable que haya tenido caractersticas retricas pareci- 7 El Plata 30-V-1919. 8 El Plata 31-V-1919. das a las dems con insistencia en la masa y en las autoridades segn se cuenta en la cobertura meditica del evento tan bien sintetizada por Vctor Prez Petit cuando destaca cmo entre la inmensa muchedumbre que concurri a recibir los restos de Rod y los acompa en su trnsi- to por las calles de la ciudad los peridicos con- signan los nombres de ilustres personalidades de singular relieve en la banca en la poltica en el foro en las ciencias.9 Funerales recobrados La flamante digitalizacin del funeral de Wa shington Beltrn por Cinemateca Uruguaya y la presentacin de la cinta sobre Ernest Shac- kleton inexistente en la filmografa en las ita- lianas Jornadas de Pordenone de 2011 adems 9 La Prez Petit Vctor. Rod. Su vida su obra Montevideo. C. Garca y Ca. 1937 p. 466. La pelcula fue exhibida por primera vez el 7 de mayo de 1921 en el Saln de Actos de la Universidad. Partida del buque Woodville de Montevideo hacia la isla de South Georgia. El homenaje de Uruguay a los restos de sir Ernest Shackleton Henri Maurice 1922. 224 A lmanaque 2 0 1 5 de tener el valor de poner en circulacin mate- riales antes inaccesibles constituyen una opor- tunidad valiossima para indagar brevemente en las modalidades concretas de la filmacin de sepelios en los aos veinte. Elaborada rpidamente tras su muerte trgica el 2 de abril de 1920 la cinta sobre Bel- trn combina en casi cuatro minutos planos generales de la multitud que acompaa el f- retro hasta el Cementerio Central con breves extractos de los oradores presentes frente al cementerio entre los que se encuentran Emilio Oribe Carlos Roxlo y Ral Mendilaharsu.10 Las tomas exhiben un gento difcilmente controla- ble canillitas que levantan los diarios para que queden fijados en la cinta y hombres de traje que oscilan entre la constriccin y la oferta de inmortalidad que les ofrece el camargrafo. Sin embargo las leyendas escritas que comentan 10 La breve descripcin se basa en la copia conservada en el archivo de Cinemateca Uruguaya cuya disponibilidad agradezco. El filme es producido por Emilio Peruzzi se- gn datos de Cinemateca Uruguaya. esas imgenes parecen funcionar como mar- co de contencin Una expresin de unnime dolor domina todos los espritus y se refleja en todos los semblantes. Letra e imagen sucede a menudo rivalizan por el significado. El fallecimiento del explorador angloirlan- ds Shackleton durante una expedicin a la Antrtida motiva la estada de sus restos en nuestra capital desde finales de enero hasta principios de febrero de 1922. Uruguay Film Empresa Cinematogrfica Nacional del francs Henry Maurice rueda el funeral y la partida del fretro y llama a la cinta patriticamente El homenaje de Uruguay a los restos de Sir Ernest Shackleton 1922.11 Legitimada por el carc- ter oficial del evento El gobierno le decreta honores de ministro de Estado declara una de las 15 leyendas que la comentan la cinta ostenta un montaje relativamente gil de pla- nos-detalle medios americanos y generales 11 El filme es parte del acervo del britnico Imperial War Mu- seum nmero 506. No hay registro se explicita de cmo se integr a la coleccin. Traslado del atad al Woodville. El homenaje de Uruguay a los restos de sir Ernest Shackleton Henri Maurice 1922. A lmanaque 2 0 1 5 225 para mostrar en casi nueve minutos las eta- pas ms salientes de la ceremonia la entrada al Templo Ingls de grupos de civiles y milita- res la colocacin del atad sobre la curea de artillera y sobre ste las flores como indicio se lee en las leyendas del sentimiento na- cional y finalmente el transporte del fretro hasta el puerto y su abordaje en el barco ingls Woodville. Como en el funeral de Beltrn se incluyen imgenes de los discursos de Juan Antonio Buero y de Hope Vere encargado de negocios de Gran Bretaa y tambin se sintetiza en las leyendas la dimensin lrica del hecho el ins- tante en que el Woodville desatraca es me- tfora sentimental de esa vida que slo pudo partir siempre partir construyndose desde la letra ms que desde la imagen como antes incontrolable a un pueblo uruguayo unvoca- mente sufriente. Como todo rito fnebre de personajes no- torios tambin su registro lo confirman sin dificultad la retrica sumariamente citada de las leyendas y la insistencia visual sobre la con- tricin de las masas tiene como fin principal celebrar la grandeza del personaje ser recorda- torio de los hroes que la nacin ha sabido per- gear. Sin embargo cabe sealar para concluir que los casos de las exequias prestadas de Nervo y Shackleton se alejan de la provechosa superposicin de genio y nacin para adentrar- se en una igualmente interesante y habilidosa propaganda por reflejo del pas el moderno y cosmopolita Uruguay de esos aos sabe home- najear a las grandes figuras de su tiempo sin importar su proveniencia. Y el mundo entero gracias al cine se puede enterar. n Georgina Torello. Docente del Departamento de Letras Modernas de Udelar e integrante del Grupo de Estudios Audiovisuales Gesta. Se especializa en estudios intermediales en particular de las relaciones entre cine silente teatro y literatura. B Claudia Rodrguez Reyes profesora Voz y memoria de la poesa popular bartolom hidalgo artolomHidalgoMontevideo1788- Morn 1822 es considerado el inicia- dor de la poesa gauchesca en el Ro de la Plata poesa popular identifi- cada con el sentir y la expresin de los gauchos. Sin embargo la poesa gaucha se distingue de la gauchesca. La primera de ellas se difunde a travs de la oralidad es de dominio pblico e involucra al payador trovador que comuni- ca e interpreta ejerciendo un verdadero oficio. Llamamos payador a un cantor popular que acompandose con guitarra y generalmen- te en contrapunto con otro improvisa sobre temas variados. La poesa gaucha se expresa en el lenguaje que hablan los gauchos y es la base para la poesa gauchesca que como de- fine Josefina Ludmer 2000 12 se trata del uso de la voz de una voz y con ella de la acu- mulacin de sentidos un mundo que no es la del que escribe1 por lo tanto involucra a un autor letrado que maneja intencionalmente los registros orales de los gauchos sus temticas y motivaciones . En este contexto Bartolom Hidalgo fue quien otorg voz y protagonismo a los gauchos a su lenguaje a su paisaje y a sus temticas Sus obras escritas incluyen himnos y marchas patriticas los populares cielitos uni- personales y dilogos. Cielitos poesa libertaria Se dice que en 1803 Bartolom Hidalgo trabaj en la tienda del padre de Jos Artigas de donde surgira una amistad entre ambos y ya en 1811 1 Josefina Ludmer 2000. El gnero gauchesco. Un tratado sobre la patria. Ed. Perfil sa Buenos Aires. 226 A lmanaque 2 0 1 5 FotografaClaudiaRodrguezReyes vinculado a las fuerzas libertarias compone la Marcha oriental cuyo coro expresa Orientales la patria peligra. Reunidos al Salto volad. Libertad entonad en la marcha y al regreso decid libertad. Esta marcha se transform en autntica insig- nia revolucionaria que convocara a los valien- tes en pos de la lucha independentista. Muchos autores sealan en ella por primera vez el uso del trmino orientales que luego se incluir en nuestro Himno Nacional. Los cielitos aparecieron aproximadamente entre los aos 1814 y 1822 como una deriva- cin de composiciones populares annimas cantadas con acompaamiento de guitarra cuyos orgenes se encuentran en la copla y el romance espaoles. Sus versos son octoslabos con rima consonante o asonante en los versos pares y las estrofas son cuartetas. Los cielitos se cantan y tambin se bailan. Hidalgo adapta y adopta esta forma convir- tiendo poesa gaucha en gauchesca y un conteni- do narrativo-burlesco en autnticas celebracio- nespatriticasdelasluchasdelpuebloamericano por su independencia al decir de Zum Felde.2 Estos son fragmentos de cielitos atribui- dos a Hidalgo que los patriotas cantaban en 1814 frente a las murallas de Montevideo Los chanchos que Vigodet ha encerrado en su chiquero marchan al son de la gaita echando al hombro un fungeiro. Cielo de los mancarrones ay cielo de los potrillos ya brincarn cuando sientan las espuelas y el lomillo. Desde el punto de vista histrico refieren al sitio de Montevideo mencionando a las tropas de Vigodet quien fuera designado por Espaa como gobernador de la ciudad para defenderla de los avances revolucionarios y que fue de- 2 Alberto Zum Felde 1985 Proceso intelectual del Uru- guay. Tomo 1. Del Coloniaje al Romanticismo. Librosur. Montevideo. Pg. 66. rrotado en la batalla del Cerrito y a la ciudad como chanchos en un chiquero los re- beldes mientras tanto son presentados como potrillos recursos que ilustran la oposicin entre ambos bandos. Son muestras de poesa libertaria cuyo re- gistro lingstico rescata el habla del gaucho en tono irnico-humorstico su actitud rebelde y comprometida y que funcionan como invoca- ciones a la lucha colectiva. Dilogos patriticos poesa de resistencia Entre 1820 y 1822 los cielitos darn paso a los dilogos patriticos piezas que representan un intercambio comunicativo donde se expresan los sentimientos y las reflexiones de los gau- chos comparando las expectativas de la revo- lucin con los cambios socioeconmicos que el nuevo perodo histrico les ha deparado. En ellos Jacinto Chano y Ramn Contreras dos gauchos imaginarios que representan a pen y capataz respectivamente intercam- bian opiniones acerca de las circunstancias imperantes expresan sus desilusiones con respecto a las expectativas revolucionarias cantadas en los cielitos y denuncian injusti- cias convirtiendo a estas piezas en autnticos documentos histricos de la poca. Estos son fragmentos del Dilogo patri- tico interesante entre Jacinto Chano capataz de una estancia en las islas del Tordillo y el gaucho de la Guardia del Monte 1820. chano En diez aos que llevamos de nuestra revulucin por sacudir las cadenas de Fernando el balandrn qu ventaja hemos sacado Las dir con su perdn. Robarnos unos a otros aumentar la desunin querer todos gobernar y de faicin en faicin andar sin saber que andamos resultando en conclusin que hasta el nombre de paisano parece de mal sabor 228 A lmanaque 2 0 1 5 y en su lugar yo no veo sino un eterno rencor y una tropilla de pobres que metida en un rincn canta al son de su miseria no es la miseria mal son Estos versos ilustran la misin historicista de la poesa de los dilogos presentada a travs de la evaluacin de los resultados de la revolucin y la denuncia de los cambios experimentados pobre- za corrupcin falta de solidaridad desilusin. Es importante tener en cuenta que la evo- lucin histrico-social ir desplazando al gau- cho por el paisano. Brevemente distinguiremos sus orgenes y estilos de vida. El gaucho3 es producto del mestizaje es car- neador y cuereador de ganado asociado a la vida al aire libre y que no acata leyes mientras que paisano es la designacin usada para el hom- bre de campo ya incluido en tareas de trabajo especficas gaucho en proceso degenerativo4 tipo social que se consolidar como tal luego del alambramiento de los campos. En estos versos advertimos la necesidad de profundizar en valores que proclamaba la revo- lucin y que tienden a desaparecer en el nuevo orden as como la de sealar problemas e insi- nuar soluciones. De esta manera de la poesa libertaria de los cielitos pasamos a la poesa de resistencia que encarna valores tradiciones y reivindica un lugar para el anterior gaucho que se ir transformando en paisano. Poesa e identidad En los fragmentos seleccionados intentamos destacar la funcin social de la poesa en su do- ble matriz. Una de ellas la que evoluciona de gaucha a gauchesca nos ubica en la recupera- cin de la voz del pueblo jerarquizada a travs del registro de la escritura y la otra se presenta como reproductora de aspectos bsicos en el proceso de desarrollo sociohistrico y cultural produciendo una fusin entre el discurso litera- rio y el contexto sociopoltico. Observamos en 3 El trmino deriva de gauderio voz portuguesa usada en el siglo xviii. 4 Arturo Sergio Visca 1972. Aspectos de la narrativa crio- llista. MEC. Biblioteca Nacional. Montevideo. los textos la necesidad de reconocer y reafirmar una identidad en un caso mediante la voz del gaucho revolucionario y en la otra la del pai- sano que denuncia el nuevo orden imperante. De esta manera podemos considerar a la obra de Hidalgo como problematizadora de identidad. Si como afirma Montero identidad es un conjunto de significaciones y represen- taciones relativamente estables a travs del tiempo que permite a los miembros de un grupo social que comparte una historia y un territorio comunes as como otros elementos culturales reconocerse como relacionados los unos con los otros biogrficamente5 uno de los primeros efectos que produce la poesa de Hidalgo es en su primera etapa visualizar tradiciones paisajes habla ideologa de un determinado grupo hu- mano en un territorio hacedor de la primera revolucin independentista y en la segunda denunciar la injusticia de un nuevo orden socio- tico-econmico en el que se siente desplazado. As la poesa de Bartolom Hidalgo nos convoca a escucharla como voz y memoria que encarna valores socioculturales presentes en las races de nuestra identidad. Ejemplificamos con este fragmento que nos invita a reflexionar acerca de la relacin deberes-derechos obligaciones-razones Todos disputan derechos pero amigo sabe Dios si conocen sus deberes. De aqu nace nuestro error nuestras desgracias y penas. Yo lo digo s seor qu derechos ni qu diablos Primero es la obligacin cada uno cumpla la suya y despus ser razn. n 5 Montero Maritza. 1991.Ideologa alienacin e identidad nacional. Caracas Ediciones de la Biblioteca Universidad Central de Venezuela 3 edic. Pp. 76 77 y 79. A lmanaque 2 0 1 5 229 Claudia Rodrguez Reyes. Profesora de literatura y docente de didctica en el Instituto de Profesores Artigas. ra una muerte anunciada. Pero no por ello menos significativa aun- que al espectador contemporneo quizs no le importe demasiado. El trmino pelcula hace ya mucho tiempo que se ha despegado de su significado original para pasar a ser sinnimo de cine una narracin visual y auditiva que a lo largo de una hora y media o quizs dos se contempla en una pantalla sin importar cmo se proyecte o de qu material est hecha. Pero por ms de un siglo el cine estuvo vinculado a la palabra magia. La magia del cine una frase hecha que remite no solamente a la experiencia de sumergirse en un mundo ficticio en una realidad alternati- va de verse transportado a otros lugares otras pocas de identificarse con el hroe y sentir sus emociones como propias sino tambin a una tcnica aquella que mediante un artilugio sencillo provocaba la ilusin de movimiento. Fotografas fijas que vistas en rpida sucesin parecan moverse. El principio era hermoso de tan sencillo una larga cinta fotogrfica de mi- les de metros conteniendo fotos secuenciales y que impulsada a una velocidad de 24 imgenes por segundo generaba un movimiento continuo que engaaba al ojo incapaz de percibir que en realidad lo que estaba viendo era una sucesin de momentos estticos. El cine nacido como espectculo de feria destinado a no perdurar haba tenido un desa- rrollo improbable. Desde aquel lejano 1895 en que los hermanos Auguste y Louis Lumire re- gistraron a los obreros saliendo de su fbrica de Ya no ms pelculas Para tener una idea de la importancia de lo formal en la industria cine- matogrfica basta sealar que la misma denominacin de las pelculas o filmes remitan directamente a su esencia material una delgada pel- cula de celuloide primero y luego de otros materiales plsticos pro- yectada sobre una pantalla. Todo esto cambi este ao cuando el cine se volvi digital. 230 A lmanaque 2 0 1 5 E Mara Jos Santacreu periodista El cine en digital Las sesiones de aficionados no eran nada extraordinario en los primeros tiempos del cine. Proyector empleado por C. Goodwin Norton autor de un tratado sobre la linterna mgica junto a Norton vemos a su hijo 1896. artculos fotogrficos en Lyon Francia fue el arte y el espectculo del siglo xx. Hasta que un siglo ms tarde decidi cambiar radicalmente sus principios bsicos su condicin de pelcula transparente atravesada por un poderoso haz de luz aumentada por lentes y proyectada so- bre una pantalla plateada. El soporte flmico haba evolucionado a lo largo de los aos. Desde el temprano nitrato de celulosa que dotaba al filme de una transpa- rencia inigualable pero que era altamente infla- mable hasta el acetato un soporte ms seguro en cuanto a su manejo y ms tarde al polister muy resistente y con menos problemas para su conservacin. La industria cinematogrfica haba llegado al final del siglo xx a una combi- nacin de soportes. Si bien el polister era muy conveniente para el tiraje de copias lo era mu- cho menos para el proceso de filmacin ya que la fortaleza de la cinta tena el inconveniente de que si se enredaba o trancaba era ms probable que se rompiera la cmara que la cinta. Adems al ser ms difcil el empalme del polister era muy inconveniente en el proceso de edicin. As que se conserv el acetato para los negativos y el polister para las copias positivas. En cuanto a su conservacin en condiciones ambientales adecuadas es decir controlando la temperatura y la humedad bajo las que son almacenados es- tos formatos flmicos son pasibles de conservar- se en buenas condiciones por ms de cien aos. El advenimiento de la tecnologa digital pro- dujo significativos beneficios para la industria cinematogrfica tanto en los procesos de pro- duccin y posproduccin como en los de exhibi- cin y distribucin. Procesos como la captura de imgenes los efectos especiales la correccin del color la edicin se volvieron ms econmi- cos y prcticos inaugurndose adems todo un mundo de posibilidades para la manipulacin de la imagen y el sonido. Por otra parte la ex- hibicin se benefici del abaratamiento de las copias que ya no necesitaba un caro soporte fotoqumico que adems pesaba unos veinte quilos algo incmodo para ser transportado. As las pelculas dejaron de ser pelcula y se transformaron en informacin digital que puede copiarse y transportarse fcilmente e incluso enviarse por cable o Internet. Revoluciones El cine tena poco ms de 30 aos de vida cuan- do sobrevino la primera revolucin tcnica que lo cambiara para siempre. En 1927 el primer largo- metraje en incluir palabras sincronizadas con la imagen fue El cantor de jazz. Al Jolson cantaba y de pronto suceda lo inesperado Esperen esperen todava no han escuchado nada de- ca Jolson antes de ponerse a cantar Toot Toot Tootsie Goo Bye. En total el filme tiene menos de dos minutos de dilogo pero a pesar de que famosos directores como Charles Chaplin y Ren Clair juzgaron que lo del sonido era una moda pa- sajera lo cierto fue que el cine no volvera a ser igual desde entonces. El cantor de jazz sent un precedente para el que ya no habra vuelta atrs y el cine se volvi sonoro. Esto implic un cambio radical en las salas de exhibicin que de pronto se vieron obligadas a adaptar su equipamiento a las nuevas condiciones de exhibicin. No fue fcil Cartel de El cantante de jazz The jazz singer 1927 de Alan Crosland el segundo filme sonoro de la Warner que hizo famoso a su intrprete Al Jolson. 232 A lmanaque 2 0 1 5 y en algunos pases como en Uruguay pasaron varios aos hasta que la totalidad de las salas pu- dieran adoptar el nuevo sistema. No sera la ltima vez que la industria re- curriera a la tcnica para revivir el inters por el cine o para mantener altos los beneficios econmicos del negocio cinematogrfico. As a lo largo del tiempo se han producido muchos cambios algunos de los cuales fueron irrever- sibles la introduccin del color por ejemplo y otros tuvieron menos impacto y durabilidad transformndose en tendencias pasajeras el cinemascope o el cinerama as como algu- nos intentos de agregar sensaciones a la experiencia cinematogrfica como el fallido smell-o-vision que aromatizaba la pelcula de acuerdo a la accin en la pantalla o el sonido sensurround que acompa a pelculas como Terremoto haciendo temblar paredes y techos. El uso de la tecnologa digital cambi en primer lugar la produccin no solamente con la introduccin de cmaras livianas y porttiles sino con la reduccin de los costos y las inmen- sas posibilidades que ofrece a la industria de combinar el trabajo de los actores con la ani- macin por computadora. Luego las transfor- maciones se extendieron a la exhibicin. En diciembre de 2000 haba 164 mil panta- llas profesionales de cine en todo el mundo de las cuales slo 30 eran digitales. En 2012 la mitad ya se haban convertido al nuevo sistema y se estima que para 2015 la conversin ser total. El incentivo para que esto sucediera fue el impulso dado al cine en 3-D que en Uruguay representa un30porcientodelmercadoperodebidoaqueel precio de las entradas es sensiblemente superior equivale casi a un 50 por ciento de los ingresos. A fines de 2013 se anunci que los siete principales sellos de Hollywood dejaran de dis- tribuir sus pelculas en 35 milmetros y en 2014 todas las salas del circuito comercial de Mon- tevideo haban completado su pasaje a digital. El formato estndar es el llamado Digital Cine- ma Package dcp y sus especificaciones fueron fijadas por los grandes estudios de Hollywood agrupados bajo el nombre Digital Cinema Ini- tiatives que tambin son dueos de las pa- tentes de los equipos. Se introdujo adems un sistema de pago llamado Virtual Print Fee pago por copia virtual que los distribuidores deben pagar a los exhibidores como renta por el uso del equipamiento digital cuando el filme a exhibirse no pertenece a los grandes sellos que fijaron el estndar y financiaron la conver- sin de los cines a digital. No hay que ser demasiado suspicaz para encontrar las razones econmicas y de control de mercado que impusieron este cambio. De hecho la introduccin del cine sonoro tuvo mo- tivaciones muy similares a las actuales. Si bien es todava muy temprano para sa- ber cules van a ser las consecuencias en el largo plazo del cambio de paradigma analgi- co al digital y cul ser el impacto en el cine como arte e industria todo apunta hacia un monopolio cada da ms pronunciado del cine hollywoodense con una tendencia a ofrecer menos pelculas en ms pantallas y a un des- plazamiento casi total del cine de distribucin independiente hacia los circuitos alternativos. Y en una industria en que la obsolescencia de los formatos forma parte del modelo de nego- cio es previsible que se produzca una intermi- nable cadena de innovaciones tecnolgicas que implique una constante puesta al da del soft- ware y el equipamiento. Queda adems la pregunta acerca de la preservacin y el acceso a los filmes en el lar- go plazo. Cuando la pelcula era pelcula un soporte fotoqumico que probadamente dura ms de cien aos bastaba un sencillo artilu- gio mecnico una lmpara y unos lentes para que la magia del cine se produjera en la panta- lla. Qu cadena nos estamos echando al cue- llo cuando el acceso a las pelculas en el largo plazo comienza a depender de unos aparatos cuya misma razn de existir es que requieren ser cambiados cada pocos aos n A lmanaque 2 0 1 5 233 Mara Jos Santacreu. Es periodista del semanario Brecha. Ha escrito adems para Posdata El Pas Cultural y medios de prensa nacionales e internacionales. En 2010 particip de Investigar innovar e inventar en Uruguay proyecto de ciencia y tecnologa realizado con el apoyo de la anii. 234 A lmanaque 2 0 1 5 A lmanaque 2 0 1 5 235 6 A 236 A lmanaque 2 0 1 5 yer choqu con el auto. Y no s si tocar la pliza porque me pierdo el deducible y la bonificacin. Cuntas veces hemos odo esta frase Aunque no sepamos nada de seguros probablemente alguna vez hemos es- cuchado hablar de deducible y bonificacin. Pero sabemos realmente su significado Hace aos que no choco Por eso tengo mucho deducible en mi seguro. Esta frase errnea que omos frecuente- mente muestra que hay mucha gente que des- conoce el significado real de estos trminos. Qu es la bonificacin por no siniestro Cuan- do ingresa un seguro nuevo de un vehculo en planes Doble Triple o Global el costo de la pliza surge de una tarifa que se calcula en funcin del vehculo asegurado y del riesgo contratado. Porcada ao devigenciadelseguroelBanco nos beneficia para el ao siguiente bonificando el costo del seguro un 25 por ciento. Esto ocurre cuando no reclamamos ningn siniestro contra nuestra pliza durante su vigencia. Ese descuento es acumulable ao a ao y puede llegar hasta un 20 por ciento por ocho aos sin siniestros y hasta el 22 por ciento en los dos siguientes aos siendo ste el mximo de bonificacin a otorgar por este concepto. Qu pasa con la bonificacin en caso de si- niestro Si reclamamos un siniestro contra nuestra pliza vamos a perder una parte de la bonificacin que tenemos ganada. Es decir que la prxima renovacin de nuestro seguro nos saldr ms cara que si no hubisemos reclamado ningn siniestro. Por ello se dice que la bonificacin es una recompensa a quienes no tienen siniestros ya que si no los tenemos la bonificacin aumenta mientras que si los tenemos disminuye. En caso de haber un siniestro en la primera pliza la siguiente renovacin se ver recarga- da un 5 por ciento sobre el premio de tarifa. Si hay un siniestro sobre plizas que cuentan con bonificacin generada por no siniestro para la prxima renovacin se restar un 5 por ciento de la bonificacin con que contaba el seguro mientras que si la pliza ya contaba con recargo generado cada siniestro posterior que se cobre Daniel Bourdiel analista programador dos trminos de uso comn en el mbito de los seguros sobre los que trataremos de aclarar su real significado. Deducible y bonificacin A lmanaque 2 0 1 5 237 contra la misma aumentar dicho recargo en un 10 por ciento en la siguiente renovacin. Este proceso se ilustra en el Cuadro 1. Qu es entonces el deducible El deducible es un monto de dinero que queda establecido al ini- cio de cada vigencia y es aceptado por el cliente al contratar su seguro. Su valor lo podemos ver en las Condiciones Particulares de la Pliza que nos entrega el Banco y se mantiene incambiado durante toda la vigencia de la pliza. En todo siniestro en el que reclamemos por daos al vehculo a cargo de nuestra pliza este deducible se descontar del monto de los daos. Es decir que la indemnizacin que nos corres- ponder cobrar ser igual al monto de los daos menos el deducible. Por lo tanto cuando repare- mos el vehculo la parte correspondiente al de- ducible la deberemos pagar de nuestro bolsillo. Por supuesto que en los casos en los que el monto de los daos sea igual o menor que el monto del deducible no nos corresponder co- brar indemnizacin. El monto de este deducible puede pactarse al contratarelseguroaumentandoodisminuyendo su valor con el fin de abaratar el costo del seguro o para reducir el monto del deducible que debere- mos pagar en el momento del siniestro. Por qu nos descuentan este deducible cuan- do cobramos un siniestro El deducible es una herramienta utilizada mundialmente por todas las compaas aseguradoras y tiene dos fina- lidades cuadro 1. -27 -26 -25 -20 -15 -10 -5 -25 0 25 5 75 10 125 15 175 20 21 22 Se comienza en la casilla verde con 0 por ciento de bonificacin. Por cada ao sin siniestro se desplaza una casilla hacia la derecha aumentando la bonificacin. Cada siniestro que afecte a la pliza hace desplazar dos casillas hacia la izquierda disminuyendo la bonificacin o aumentando el recargo. 238 A lmanaque 2 0 1 5 1. Mantener un costo razonable de los seguros. Ya que sirve como filtro para los siniestros de pequea cuanta evitando un gran n- mero de reclamos en los que el gasto ad- ministrativo sera mayor que el monto de los daos. Disminuyendo el monto que se indemniza por siniestros se logra mantener o reducir el costo de los seguros. 2. Reducir la cantidad de siniestros. Tiende a influir en los conductores para que mane- jen con precaucin ya que sabiendo que un accidente les representar una prdida de dinero extremarn las precauciones en el manejo de su vehculo. Siempre que cobremos un siniestro a cargo de nuestra pliza ocurre lo indicado con el deducible y la bonificacin No siempre. En aquellos siniestros en los que de acuerdo a las declaraciones de todas las partes involucradas se desprende que no somos responsables y el Banco entiende que es factible recuperar con- tra el responsable el monto de lo indemnizado no se nos rebajar la bonificacin que tenamos ganada ni tampoco se nos descontar el dedu- cible de la indemnizacin. En los casos de prdida total tampoco se nos descontar el deducible pero s se afectar la bonificacin. Planes de seguros Doble Responsabilidad civil e incendio. Triple Responsabilidad civil hurto e incendio. Global Responsabilidad civil hurto incendio y dao propio. Consulte en las Condiciones Generales yo Particulares de la Pliza las situaciones especiales en las que puede aplicarse un deducible diferente al que figure en la pliza. Daniel Bourdiel. Analista programador. Supervisor en el bse en el Departamento de Productos Vehculos. Capacitador interno del bse en Seguros de Vehculos. Resumiendo el deducible es un monto de di- nero que nos descuentan cuando cobramos un siniestro contra nuestra pliza y tiene por finalidad evitar que aumenten considerable- mente los costos de los seguros y tambin reducir la cantidad de siniestros mientras que la bonificacin es una rebaja en el costo de nuestro seguro que se aplica en la siguiente renovacin de la pliza cuando no tenemos si- niestros y tiene por finalidad premiar a quie- nes no reclaman siniestros. n Agradecimientos A Carlos Pittamiglio Flavio Buroni y el equipo que particip en la confeccin de la nueva tarifa de Vehculos por sus aportes. A lmanaque 2 0 1 5 239 l seguro agrcola en nuestro pas tie- ne ms de 100 aos su historia co- mienza cuando a pocos meses de su fundacin en los albores del siglo pa- sado el bse comercializaba su primera pliza rural. Desde entonces las coberturas agro- pecuarias no han dejado de crecer y desarrollar- se hasta el punto de que hoy constituyen una herramienta esencial para la gestin del riesgo climtico tanto para el productor rural como para el propio Estado. Si bien su evolucin ha sido constante a lo largo de su extensa historia las transfor- maciones que se han operado en los ltimos diez aos al influjo de las nuevas tecnologas disponibles cambiaron o estn en proceso de cambiar toda su estructura ampliando las co- berturas modificando la forma de suscripcin de los contratos revolucionando la forma de gestionar la cartera y llegando a diversificar los mecanismos de ejecucin del contrato es decir hasta la liquidacin del eventual siniestro. El uso de estas tecnologas le ha permitido al bse mejorar la gestin de los seguros tradi- cionales y tambin ser la base del desarrollo de nuevas modalidades de cobertura que ingresa- rn al mercado uruguayo en los prximos aos. Los instrumentos tecnolgicos que han permi- tido mayores avances en el rea de los seguros agrcolas los podemos agrupar en tres 1. Uso de sistemas de localizacin. 2. Utilizacin de informacin de sensores remotos. 3. Utilizacin de sistemas de informacin geo- grfica. Uso de sistemas de localizacin El uso de la georreferenciacin es decir la ubi- cacin de un punto mediante sus coordenadas geogrficas se est convirtiendo en un dato fundamental en la suscripcin de cualquier se- guro agrcola. Esta herramienta ha posibilitado eliminar planos croquis y descripciones acerca de cmo llegar a la chacra. Tambin el bse ha desarrollado para los clientes del agro que usan normalmente la georreferenciacin el sistema de ingreso de solicitudes mediante la pgina web del bse donde pueden solicitar sus seguros agrcolas de una forma sumamente gil. Prxi- mamente se podrn realizar por este medio to- das las gestiones vinculadas al contrato incluso la gestin de los siniestros. El uso del gps ha tenido tambin un impor- tantepapelenelmomentodelainspeccindelos Las nuevas tecnologas transforman el seguro agrcola E 240 A lmanaque 2 0 1 5 Jorge Muzante Carlos Nez y Ricardo Ramos ingenieros agrnomos siniestros. Con l se ubica de manera muy fcil la chacraaseguradaesunaformademedirsuperfi- ciesquecorroboralaexactituddelreaasegurada y que permite determinar las distintas zonas con el correspondiente porcentaje de dao. Utilizacin de informacin de sensores remotos Un sensor remoto es un instrumento capaz de detectar caracterizar y cuantificar la energa que proviene de objetos situados a la distancia. As se logra obtener informacin de ciertas caracte- rsticas de esos objetos. Estos sensores de acuerdo a la plataforma donde estn instalados se distinguen en terres- tres areos y espaciales. Tambin se clasifican de acuerdo al sistema de obtencin de datos en activos cuando emiten energa electro- magntica a la superficie terrestre y luego mi- den cunta energa es reflejada por ejemplo radares y pasivos que no son emisores de energa sino que utilizan la energa del sol y re- gistran cmo los objetos la reflejan. La mayora de los datos de inters en segu- ros agrcolas provienen de sensores ubicados en plataformas satelitales y de sistemas de obten- cin de datos pasivos. El bse contrata empresas que se dedican a brindar servicios basados en la informacin que proporcionan estos sensores. Es as que se dispone de informacin de la evolucin de las tormentas de la temperatura de la tierra de las precipitaciones ocurridas y de los ndices verdes en cualquier punto del pas y en cualquier da del ao. En otras palabras se puede determinar si una chacra en determinada fecha sufre una helada cmo fue el rgimen de precipitaciones y la actividad fotosinttica por medio del ndice verde. Estos desarrollos son de fundamental impor- tancia a la hora de determinar los daos causados por un evento climtico en un cultivo aportando informacin relevante tanto para el asegurado como para el Banco para llegar as a una indemni- zacinjusta.Enltimainstanciaeseeselmomen- to en que se materializa el contrato de seguro. Este servicio tambin permitir saber el es- tado de construcciones rurales tales como inver- nculos criaderos de aves silos etctera infor- macin relevante tanto en la suscripcin como en los siniestros. Utilizacin de sistemas de informacin geogrfica Los sistemas de informacin geogrfica sig son instrumentos que permiten mostrar la in- formacin geogrficamente referenciada. Son herramientas que logran analizar la informacin en forma espacial en mapas. Esta informacin es superpuesta en capas lo que permite tener una nueva visin de la realidad correlacionando los datos y gestionando la cartera de seguros de una manera tal que los riesgos en cada chacra o en cada regin sean evaluados con criterios cientficos basados en la informacin disponible. Algunos de los ejemplos posibles son Migracin de los datos de emisin de las pli- zas de rurales de modo de quedar disponibles en la plataforma espacial datos como padrn georreferenciacin cultivo vigencia capital rea etctera. Georreferenciacin automtica por punto o por polgono lo que permitir ver todos los bienes asegurados en forma espacial. Generacin de capas para el control de cmu- los de riesgo. Generacin de otras con resolucin autom- tica tales como la ubicacin espacial de los predios siniestrados sus capitales evaluacin por evento etctera. Incorporacin al sistema de otros mapas de inters que se relacionen con la valoracin del riesgo tanto para la suscripcin como para los siniestros. Por ejemplo mapas de suelo alti- metra ndice de productividad etctera. El anlisis puntual de casos de siniestros en los que se pretende evaluar con informacin satelital situaciones dudosas o comple- jas donde se analice el ndice verde tem- peratura de los suelos fechas de los eventos cuantificacin de prdidas. Estas herramientas permitirn los siguientes be- neficios para la gestin de los seguros agrcolas 1. Visualizacin en mapas de la suscripcin de contratos rurales permitiendo ver da a da la evolucin de las ventas evaluar la nece- sidad de intervenciones comerciales tanto 242 A lmanaque 2 0 1 5 por medio de giras de produccin como de herramientas de marketing y actuar ms r- pidamente. Tambin permitir el control de cmulos de riesgo de singular importancia para gestionar correctamente la cartera de seguros tanto en agricultura en granja como en forma especial en la forestacin. 2. Visualizacin de los siniestros en forma espa- cial permitiendo ver las zonas donde ocurri el evento climtico lo cual facilita el mejor uso de los recursos tanto en la asignacin del trabajo a los tasadores eventuales como el control de las tasaciones realizadas por ellos. 3. Nos permitir tener informacin de alta cali- dad para los reaseguradores. 4. Permitir evaluar en forma rpida las condi- ciones agronmicas de las chacras de clientes que solicitan riesgos especiales como segu- ros de rendimiento inversin etctera dado que son modalidades de seguro en las cuales medir la potencialidad del cultivo de acuerdo a los factores del suelo altimetra historia de la chacra juega un rol fundamental en la aceptacin de la cobertura. 5. El sistema permitir que las autoridades y los auditores del Banco tengan informacin en lnea sobre la marcha de la cartera de rurales. 6. Con el anlisis puntual de los siniestros com- plejos lograremos poner a disposicin de nuestros clientes y de nuestros tasadores un volumen de informacin agronmica que per- mitir mejores trabajos y ms cientficos a la hora de definir los porcentajes de dao. Desarrollo de nuevas formas de cobertura Todo este caudal de informacin disponible p- blicamenteomedianteacuerdoscomercialescon sus proveedores ha permitido a nivel mundial y prximamente en nuestro pas el estudio y de- sarrollo de nuevas modalidades de cobertura. Seguros ndice Se trata de una cobertura utilizable en Ries- gos Climticos y que deja de lado la tradicional evaluacin de daos directamente en el cultivo afectado. Asumiendo que determinados eventos pro- ducen daos en los cultivos y conociendo la rela- cin entre la intensidad y momento de ocurren- cia y las prdidas provocadas es posible utilizar determinados parmetros que denominamos ndices para efectuar las indemnizaciones. En lneas generales cuando ese parmetro alcanza cierta dimensin que llamamos disparador se producen los pagos de acuerdo a lo pactado en el contrato sin tener que realizarse inspec- ciones ni evaluaciones de dao. Se encuentran en vas de desarrollo dos Co- berturas ndice para dos sectores muy significa- tivos del sector productivo. En ganadera se analiza una cobertura de Dficit Forrajero por Sequa. Se producir una in- demnizacin cuando el volumen de precipitacio- nes sea inferior al promedio histrico de la sec- cin policial donde se ubica el establecimiento asegurado. En este caso el ndice es la cantidad de precipitaciones cadas durante un determi- nado perodo mientras que el disparador es el promedio de la seccin policial. En horticultura se ha desarrollado un Se- guro de ndice que cubre el riesgo por exceso de lluvias en la cosecha. Se producir una in- demnizacin cuando las lluvias acumuladas en diez das corridos cualesquiera de un de- terminado mes excedan un determinado vo- lumen acordado en el contrato. El disparador en este caso depende de la eleccin del ase- gurado quien podr optar entre valores ms o menos probables. Las perspectivas que se abren para los seguros agrcolas a partir del uso de estos instrumentos son inimaginables e imprede- cibles. Basta slo con mirar diez aos hacia atrs y ver los avances logrados en este pe- rodo. Seguramente dentro de diez aos sern mucho mayores. n A lmanaque 2 0 1 5 243 Jorge Muzante Carlos Nez y Ricardo Ramos. Ingenieros agrnomos integrantes del Departamento Agronmico del Banco de Seguros del Estado. uan de 18 aos sufri un siniestro de trnsito en horas de la noche. La polica se present en su domicilio para anun- ciar que se haba producido un acciden- te y solicit a los preocupados padres que fueran al hospital. El pronstico era malo. Juan haba sufrido un traumatismo medular severo. Era difcil que sobreviviera. Ingres al cti y se lo mantu- vo en coma artificial hasta su estabilizacin. Cuando a Juan se le permiti volver en s los peores temores de la familia se vieron con- firmados era incapaz de caminar y presenta- ba incontinencia. La historia de Juan puede continuar de dos formas muy diferentes. Retommosla. a Juan padeci el accidente cuando iba a bailar. Luego de haber permanecido seis meses internado actualmente Juan re- quiere asistencia permanente. Los costos son muy elevados y han afectado el nivel econmico de toda su familia siendo im- posible afrontarlos. Le han aconsejado centros de rehabilitacin en el exterior pero no estn a su alcance. b Juan padeci el accidente trabajando para un negocio de venta de comidas. Pese al enorme sufrimiento personal y fami- liar que determin el evento los daos se vieron mitigados ya que tratndose de un accidente del trabajo estaba bajo la cobertura de la ley 16.074. Permaneci seis meses internado en la csm realizando intensos trabajos de rehabilitacin inte- gral. Hoy a dos aos del accidente y pese a requerir una silla de ruedas que le brind y mantendr en forma vitalicia el bse Juan ha logrado una vida autnoma digna y de calidad as como la insercin laboral. Las lesiones incapacitantes luego de un si- niestro de no accederse a una adecuada reha- bilitacin tienen un nivel de tragedia cercano a la muerte. En Uruguay se producen 50 mil siniestros laborales al ao. Cada 11 minutos un traba- jador padece uno. Al final de da de hoy 140 trabajadores habrn sufrido un siniestro en su trabajo. El Banco de Seguros del Estado a tra- vs de la Central de Servicios Mdicos est abocado desde siempre a que la atencin del trabajador siniestrado alcance niveles de excelencia en prevencin diagnstico trata- miento y rehabilitacin. La rehabilitacin es un enorme valor his- trico de la Central de Servicios Mdicos es- J La historia de Juan 244 A lmanaque 2 0 1 5 Rodolfo Vzquez doctor pecialmente en las reas de lesin medular lesin cerebral y amputaciones. El 31 de agosto de 2014 se realiz el lla- mado a licitacin para concurso y obras de la construccin del Proyecto del Nuevo Sanato- rio del Banco de Seguros del Estado. La nueva estructura edilicia tendr dos grandes funciones. En primer lugar conti- nuar siendo el centro de atencin mdica que asista a todos los trabajadores de Uruguay que sufran un accidente en el trabajo o una enfermedad profesional. En segundo lugar la nueva estructura se convertir en el Centro Nacional de Rehabilitacin para Adultos en Uruguay. Toda la experiencia y calidad de trabajo en rehabilitacin que la csm del Banco de Seguros aplica desde hace aos a los trabajadores si- niestrados podr volcarse al resto de la socie- dad uruguaya. Con ello la historia de Juan no tendr dos posibles finales. El nuevo sanatorio dispondr de una es- tructura adecuada y especfica para la rehabi- litacin. Es decir piscinas gimnasios grandes espacios al aire libre reas para la readapta- cin laboral adems de la estructura clsica de cualquier centro de atencin mdica. La existencia de un Centro Nacional de Rehabilitacin en Uruguay determinar que los uruguayos dispongan de un recurso en sa- lud del que hoy no disponen y no se requerir salir del pas para rehabilitarse. La existencia de este centro permitir que todos los habi- tantes del pas cuando lo requieran reciban una rehabilitacin con un abordaje completo biolgico psicolgico y social. No se tratar de un hospital ms. Se tra- tar de una estructura hospitalaria de la que hoy Uruguay carece que albergar la expe- riencia acumulada durante aos por los equi- pos de rehabilitacin de la Central de Servicios Mdicos del Banco de Seguros del Estado. La conjuncin de ambos valores estructura fsica y equipamiento de excelencia con un equipo de profesionales de primer nivel y amplia ex- periencia en la temtica permitir generar un centro de referencia en rehabilitacin para el pas y posiblemente para la regin. n A lmanaque 2 0 1 5 245 Rodolfo Vzquez. Director Divisin csm. Profesor agregado del Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Udelar. Los seguros de Patricia ONeill ingeniera Ms de un siglo cuidando lo ms valioso vida del bse 246 A lmanaque 2 0 1 5 Uruguay de comienzos del siglo xx Segn narran los historiadores la sociedad del Novecientos no era una sociedad excesivamen- te jerarquizada de porte oligrquico. Proyecta- ba ms bien una matriz igualitaria ciudadana y era tambin ms joven ms extranjera que la de hoy. En el Novecientos los jvenes eran urugua- yos y sus padres y abuelos mayoritariamente extranjeros. La proporcin de extranjeros en el pas al comienzo del siglo xxi era de 3 por cien- to la mitad de ellos de Amrica y fundamen- talmente de Argentina. En 1908 la proporcin de extranjeros llegaba al 18 por ciento. Midiendo ingreso gasto propiedad y valo- res puede afirmarse que aquella era una socie- dad plural esto es con ms de dos sectores o clases. Era una sociedad burguesa en tanto sus caminos interiores estaban relativamente abiertos para ser transitados desde la indus- tria el comercio minorista la agricultura el empleo pblico y la educacin. Transcripcin no literal de El Novecientos de Jos Rilla. Edito- rial Cal y Canto. Montevideo 1999. Pp. 19 y 20. Don Juan Mximo Gorlero Entre esos jvenes uruguayos del Novecien- tos cuyos padres o abuelos eran mayoritaria- mente extranjeros uno de ellos tiene especial inters para la Divisin Vida del bse. Nieto de un intrpido genovs que naufrag cerca de nuestras costas e hijo de don Juan Bautista Gorlero Nez personaje ntimamente vincu- lado con el desarrollo de Maldonado y Punta del Este Juan Mximo Gorlero Aguirre mane- j por varios aos la Compaa de Salvatajes y Navegacin fundada por su padre. Pero no desde un escritorio sino en la cabina de man- do de los buques. Incluso en uno de sus viajes regresando del puerto de Santos en Brasil estuvo a punto de naufragar en las proximi- dades de Cabo Polonio. Slo su pericia le permiti sortear el vio- lento temporal. Ese hecho impuls a su mujer Blanca Delges a darle un ultimtum a su mari- do que dejara de una buena vez la navegacin y se dedicara de lleno a otra de sus principales facetas las finanzas. Tomado de Gorlero di- nasta estea en Punta del Este Internacional 25 de septiembre de 2013. 248 A lmanaque 2 0 1 5 El asegurado nmero 1 de Vida BSE Puede ser que esa preocupacin por la seguri- dad de su familia que motivara el reclamo de doa Blanca haya contagiado a Juan Mximo hoy no tenemos cmo verificarlo. Lo que s es comprobable es que el 30 de julio de 1913 don Juan Mximo contrata con el recientemente fundado bse la primera pliza de Vida para pro- teger a su familia. Se convierte as en el primero de cientos de miles de uruguayos que confan a esta Institu- cin la responsabilidad de brindar a sus seres queridos la proteccin que ellos planificaron y la convierten en una pieza fundamental para la continuidad del entramado social nacional. El Uruguay de fines del siglo xx Avanzamos ahora ms de 80 aos en la histo- ria nacional hasta el ao 1995. En el mercado asegurador nacional el bse mantiene su posicin de liderazgo en un mer- cado ahora en competencia a raz de la pro- mulgacin de la ley 16.421 de desmonopoliza- cin de los seguros en octubre de 1993. En septiembre de ese ao la promulgacin de otra ley la 16.713 de la seguridad social mar- ca un nuevo hito para el bse y particularmente para la actividad en seguros de Vida. Dicha ley crea el Rgimen de Jubilacin por Ahorro Indivi- dual Obligatorio cuya expresin ms visible es probablemente la creacin de las administrado- ras de fondos de ahorro previsional las afap. Para el mercado asegurador nacional esa ley supone la creacin de dos productos nuevos de seguros de Vida el Seguro Colectivo de In- validez y Fallecimiento de contratacin obliga- toria por las distintas afap y la Renta Vitalicia Previsional herramienta prevista en la ley para efectivizar el pago de las prestaciones de jubi- lacin bajo el nuevo rgimen y las pensiones que pudieran corresponder. El asegurado nmero 1 de Vida Previsional bse El 1 de agosto de 1996 nuevamente un Juan esta vez don Juan Arroyo se acoge al causal jubilatorio bajo el nuevo Rgimen de Jubilacin por Ahorro Individual Obligatorio y elige al bse como entidad aseguradora constituyndose en el primer asegurado de Vida Previsional. Ad- quiere una Renta Vitalicia Previsional y le con- fa al bse la responsabilidad por el pago de su prestacin mensual a partir de un fondo al cual aport como trabajador durante su vida activa y que tiene por objeto brindarle tranquilidad en esta nueva etapa que inicia. Ser el primero de cientos de miles de uru- guayos que se jubilarn bajo el nuevo rgimen y confiarn al bse el pago de su jubilacin. Ms que un plan de seguro un servicio Poco despus de implementada la reforma de la seguridadsocialprevistaenlaley16.713enlaedi- cindelAlmanaquedelbse delao1999sepublica un artculo titulado Ms que un plan de seguro un servicio. En l se expresa Como es de es- tilo y fiel a la funcin social permanentemente desarrollada por nuestra Institucin fue impres- cindible poner a disposicin de nuestros clientes un producto que diera satisfactorio cumplimiento a sus necesidades as como a las normas conteni- das en la citada ley y las disposiciones reglamen- tarias de la misma constituyndonos as en una opcin real y slida del competitivo mercado en el que estamos inmersos. El Uruguay del siglo xxi El tiempo sigue corriendo a veces parece que cada vez a mayor velocidad y llegamos al Uru- guay del siglo xxi y a ms de una dcada de crecimiento sostenido despus de la crisis del ao 2002. Al igual que lo hizo durante los ltimos cien aos el bse contina asumiendo el desafo de acompaar a la sociedad nacional con las me- jores soluciones para la proteccin y el ahorro de los uruguayos brindando un servicio a tono con las expectativas de calidad y agilidad de los tiempos que corren. 2013. Se abre una nueva etapa En el afn de dar la mejor respuesta al desa- fo planteado se remodela en Montevideo la planta baja del edificio propiedad del bse en la A lmanaque 2 0 1 5 249 Patricia ONeill. Ingeniera. Con una larga trayectoria en seguros de vida es directora de la Divisin Vida del bse desde noviembre 2013. esquina de Avenida del Libertador y Colonia haciendo esquina con la plaza Fabini utilizando tecnologas de ltima generacin. Se centraliza en la nueva oficina la aten- cin a los clientes de seguros de Vida que con- trataron algunas de las mltiples soluciones que ofrece el bse en trminos de proteccin y ahorro a los clientes de Vida Previsional que se acercan a gestionar su jubilacin contratan- do una Renta Vitalicia y a los corredores que acompaan a la Institucin en su compromiso de brindar seguridad a los uruguayos. Los productos de la nueva etapa Luego de un anlisis detallado de su cartera de productos y de las necesidades de sus clientes y potenciales clientes el bse decide dar un nue- vo impulso comercial a tres de sus productos de mayor renombre Agrupamientos Vida y Ahorro y Renta Personal. Bajo el nombre Agrupamientos se conoce a la lnea de productos colectivos del bse los cua- les son contratados por las empresas para brin- darles a sus empleados las mejores coberturas del mercado con adicionales exclusivos como el premio de retiro. Vida y Ahorro es la solucin a medida para quienes quieren generar un ahorro a futuro ga- rantizado desde el primer da por el bse. Se elige un perodo de ahorro y el capital a cobrar al final del mismo y en caso de fallecimiento antes de esa fecha el capital se paga a los beneficiarios designados. Renta Personal es un producto que permite medianteunpagoquepuedesercontadooperi- dicoasegurarseunarentavitaliciaotemporariaa cobrar a partir de la fecha que el propio cliente de- termina. Llegada esa fecha el titular puede elegir si mantener la opcin del pago de renta o retirar todo el capital en un nico movimiento. Tambin se aborda la tarea de desarrollar nuevos productos para completar el abanico de opciones que el bse presenta a sus clientes para satisfacersusnecesidadesdeproteccinyahorro. Segn datos proporcionados por el Institu- to Nacional de Estadstica entre los aos 2003 y 2012 el parque automotor total de Uruguay creci en ms de 500 mil vehculos. Acompa- ando este crecimiento aumentan los acciden- tes de trnsito y en particular los accidentes de motos que es el tipo de vehculo que ms se ha incrementado aproximadamente un 60 por ciento del crecimiento total. El nuevo siglo tambin viene acompaado de una creciente inseguridad ciudadana. Como respuesta a este aumento de sinies- tralidad el bse desarrolla su lnea de productos de accidentes personales AP365 buscando proteger a los asegurados y a sus familias ante el acaecimiento de un siniestro de trnsito o de otro tipo en su actividad diaria que pueda tener como consecuencia la prdida de la vida una invalidez o hacer necesario un tratamiento de rehabilitacin. La necesidad de proteccin ya no se restringe a una franja etaria determi- nada y la respuesta a esta necesidad se con- creta en productos accesibles para todos. El prximo medio siglo Son imposibles de predecir los desafos concre- tos que el devenir de las prximas dcadas trae- r aparejado para los seguros de Vida del bse. Sin embargo la observacin y el anlisis de lo que est aconteciendo en sociedades ms de- sarrolladas en trminos de seguros de vida nos permite establecer que tendremos que buscar soluciones para una poblacin cuya expectativa de vida muestra un crecimiento sostenido apo- yado en los progresos de la medicina. Tambin deberemos dar respuesta a nece- sidades ms inmediatas de generaciones a las que cada vez les resulta ms ajeno el concep- to de postergacin temporal para todo lo cual contaremos en carcter de aliada estratgica con la innovacin tecnolgica para brindar so- luciones ms cercanas y ms rpidas. El tiempo dir cun eficientes resultamos ser en abordar estos nuevos desafos manteniendo la confianza y seguridad que desde hace ms de un siglo el bse genera en la ciudadana uruguaya. n Sucursales banco de seguros del estado 250 A lmanaque 2 0 1 5 Localidad Direccin telfono Fax Artigas Av. Lecueder 252 4772 3243 - 4772 3887 4772 4343 Canelones Jos Enrique Rod 357 4332 2641 - 4332 4269 4332 4396 Ciudad de la Costa Av. Giannattasio km 20500 Centro Cvico Ciudad de la Costa 2682 6415 - 2682 7323 2682 2858 Colonia Gral. Flores 490 esq. Rivera 4522 2540 - 4522 3816 4522 3490 Durazno 18 de Julio 500 4362 2461 - 4362 3773 4362 4459 Florida Independencia 799 y Barreiro 4352 2324 - 4352 2325 4352 4606 Fray Bentos Treinta y Tres 3151 4562 2631 - 4562 4230 4562 3228 Maldonado Ventura Alegre 784 4222 2221 - 4222 1425 4223 1638 Melo 18 de Julio 444 4642 2492 - 4642 5434 4642 3182 Mercedes Manuel de Castro y Careaga 752 y Artigas 4532 2750 - 4532 2025 4532 6026 4532 3936 Minas 18 de Julio 573 4442 2796 - 4442 5966 4442 5769 Paysand 18 de Julio 1208 4722 3821 - 4722 3221 4722 5211 Rivera Agraciada 554 4622 3308 - 4622 5096 4623 1609 4622 7170 Rocha 19 de Abril 101 esq. Gral. Artigas 4472 4450 - 4472 4878 4472 4502 Salto Larraaga 84 4733 2573 - 4733 3595 4732 9761 San Jos 18 de Julio 555 4342 2252 - 4342 6322 4342 6011 Tacuaremb 18 de Julio 276 4632 2515 - 4632 2526 4632 4469 Treinta y Tres Juan Antonio Lavalleja 1234 4452 2435 - 4452 4264 4452 5622 Trinidad Francisco Fondar 611 4364 2313 - 4364 4313 4364 2297 MONTEVIDEO Direccin Telfonos Casa central Avda. Libertador 1465 2908 9303 Divisin Vida Colonia 1021 2908 2424 Departamento de Reclamaciones Automviles Bvar. Artigas 3821 2203 3773 Central de Servicios Mdicos Mercedes 1004 2901 4874 - 2901 4875 Agencias ARTIGAS Localidad Direccin Telfonos Fax Bella Unin Avda. Artigas 1404 4779 2259 4779 2259 Cabellos J. Batlle y Ordez 229 4776 2034 Toms Gomensoro 25 de Agosto esq. Rincn 4777 2131 Canelones Localidad Direccin Telfonos Fax Atlntida Calle 22 entre Av. Artigas y Chile 4372 2783 4372 2783 Empalme Olmos Artigas sn entre Rivera y L. A. de Herrera 2295 5850 - 2295 5220 2295 5850 La Floresta Av. T. y Tres y plaza Rivera 4373 9276 4373 9276 La Paz Jos Batlle y Ordez 71 2362 2069 - 2362 1816 2362 1816 Las Piedras Av. de las Instrucciones del ao xiii 547 2364 5419 - 2364 6335 2364 3345 - 2364 4121 2364 5419 Los Cerrillos Otorgus sn y A. Calandria 4336 2020 4336 2020 Montes Luis Alberto de Herrera sn Migues 4317 2141 - 4317 2067 43172141 Pando Av. Artigas 1199 2292 2221 - 2292 5240 2292 2221 2292 5240 Paso Carrasco Wilson Ferreira Aldunate 309 y Av.del Lago 2601 1494 - 2601 4691 2601 1494 2601 4691 Progreso Durazno esq. Av. Artigas 2369 0572 2369 0572 San Antonio Atiende agencia Sauce 2294 0349 - 2294 2580 2294 0349 San Bautista Treinta y Tres sn esq. L. A. de Herrera 4313 6521 4313 6521 San Jacinto Carlos Rebufello sn entre Artigas y Surez 4399 3301 - 4399 2681 4399 2681 San Ramn Av. Artigas y Gonzalo Penela 4312 2850 - 43122842 4312 2842 Santa Luca Dr. A. Legnani 489 4334 6325 4334 9716 Santa Rosa Atiende sucursal Canelones 4332 2641 - 4332 4269 4332 4396 Sauce Gral. Artigas 1424 2294 0349 - 22942580 2294 0349 Soca Z.Burgueo sn entre Herrera y Saravia 4374 0065 4374 0065 Tala 18 de Julio entre Florida y Bonini 4315 4317 - 4315 3121 4315 4317 Toledo Atiende agencia Sauce 2294 0349 - 2294 2580 22940349 A lmanaque 2 0 1 5 251 Agencias CERRO LARGO Localidad Direccin Telfonos Fax Fraile Muerto Atiende sucursal Melo 4642 2492 - 4642 5434 4642 3182 Ro Branco Atiende sucursal Melo 4642 2492 - 4642 5434 4642 3182 COLONIA Localidad Direccin Telfonos Fax Carmelo 19 de Abril 577 4542 6815 - 45425656 4542 6815 Miguelete Jos Gervasio Artigas sn 4575 2049 4575 2049 Colonia Valdense 11 de Junio sn 4558 8538 4558 8538 Conchillas Ruta 21 km 2225 Radial Conchillas 4577 2009 4577 2009 Juan Lacaze Jos Salvo 206 4586 2009 - 4586 6063 4586 4030 Nueva Helvecia 18 de Julio 1367 4554 4430 - 4554 6886 4554 4430 Nueva Palmira Jos Enrique Rod 856 4544 8375 4544 8375 Ombes de Lavalle Zorrilla de San Martn 1141 4576 2445 4576 2445 Rosario Gral. Artigas 421 4552 2332 - 4552 0431 4552 2332 Tarariras Bartolom Bacigalupe 2110 4574 2816 - 4574 2946 4574 2816 DURAZNO Localidad Direccin Telfonos Fax Carmen Atiende sucursal Durazno 4362 2461 - 4362 3773 4362 4459 Sarand del Yi Astiazarn 355 4367 9173 4367 9173 FLORIDA Localidad Direccin Telfonos Fax Cardal Ral Cabana Nez 992 casi Av. Artigas 4339 8200 4339 8200 Casup Atiende agencia Fray Marcos 4311 6001 4311 6001 Cerro Colorado Atiende sucursal Florida 4352 2324 - 4352 2325 4352 4606 Fray Marcos Dr. Cyro Giambruno 987 4311 6001 4311 6001 Isla Mala 10 de Julio 984 entre 25 de Agosto y N. Amrica 4339 2144 4339 2144 Sarand Av. Artigas 973 Gal. de Compras loc.1 4354 9737 4354 9737 252 A lmanaque 2 0 1 5 Agencias LAVALLEJA Localidad Direccin Telfonos Fax Jos Batlle y Ordez Atiende sucursal Melo 4642 2492 - 4642 5434 4642 3182 Jos Pedro Varela Lavalleja 471 4455 9600 4455 9600 Mariscala Atiende agencia Aigu 4446 2229 - 4446 2079 4446 2229 Sols de Mataojo Av. Fabini sn esq. 18 de Julio 4447 4105 4447 4105 MAlDONADO Localidad Direccin Telfonos Fax Aigu Wilson Ferreira Aldunate 769 4446 2229 4446 2229 Barra de Maldonado Av. P. Eduardo V. Haedo casi Las Espumas 4277 1793 -4277 0450 099924757 - 099667278 4277 1793 La Sierra Pitini 43 Gregorio Aznrez 4439 0068 Pan de Azcar Rivera esq. Rincn 4434 8515 4434 8515 Piripolis Chacabuco entre Av. Piria y Uruguay 4432 4249 4432 4249 Punta del Este Calle 19 cGorlero ed. Baha Palace loc. 007 4244 5677 - 4244 6624 4244 5677 San Carlos Sarand 806 4266 9074 - 4266 7225 4266 9074 MONTEVIDEO Localidad Direccin Telfonos Fax Belvedere Juan Antonio Artigas 4105 2305 0319 - 2307 5766 2305 4350 Carrasco Uspallata 1308 esq. rambla Rpca. de Mxico 2600 1784 - 2600 6794 2601 6866 Cerro Carlos Mara Ramrez 293 2308 3020 - 2305 7816 2308 3020 2305 7816 Coln Garzn 1738 2320 6369 - 2320 6370 2323 9292 2320 6369 2320 6370 Gral. Flores Av. Gral. Flores 3439 2209 8426 - 2203 7154 2209 8426 Malvn Av. Italia 3885 2508 4479 - 2508 8806 2508 4479 2508 8806 Melilla Garzn 1738 2320 6369 - 2320 6370 2323 9292 4320 6369 4320 6370 Piedras Blancas Gral. Flores 5483 2215 4901 - 2216 3524 2215 4901 Rincn del Cerro Camino Tomkinson 2492 esq. Camino Cibils 2312 3789 - 2311 5073 2312 3789 Unin 8 de Octubre 3951 esq. F. Laborde 2508 3482 - 2507 0952 2507 0952 A lmanaque 2 0 1 5 253 Agencias PAYSAND Localidad Direccin Telfonos Fax Chapicuy Centro Poblado Chapicuy Calle 1 sn 4750 4001 4750 4001 Guichn Jos B. y Ordez 305 4742 3611 4742 3611 Quebracho Artigas sn 4754 2433 4754 2433 Queguay Atiende agencia Quebracho 4754 2433 4754 2433 RO NEGRO Localidad Direccin Telfonos Fax Nuevo Berln Atiende sucursal Fray Bentos 4562 2631 - 4562 4230 4562 3228 San Javier Basilio Lubkov sn 4562 3516 Young 18 de Julio 1752 4567 2430 - 4567 3995 4567 2281 RIVERA Localidad Direccin Telfonos Fax Rivera Av. Sarand 756 4622 5548 - 4623 6318 4622 5548 - 4623 6318 Tranqueras 18 de Julio sn 4656 2145 4656 2145 Vichadero Bvar. Artigas 067 4654 2303 4654 2303 ROCHA Localidad Direccin Telfonos Fax Castillos Atiende sucursal Rocha 4472 4450 - 4472 4878 4472 4502 Chuy Liber Seregni 174 4474 2868 4474 2868 La Paloma Atiende sucursal Rocha 4472 4450 - 4472 4878 4472 4502 Lascano 25 de Agosto 1129 4456 8114 4456 8114 SALTO Localidad Direccin Telfonos Fax Constitucin Av. Artigas 376 esq. 18 de Julio 4764 2032 4764 2032 SAN JOS Localidad Direccin Telfonos Fax Ecilda Paullier Av. Gral. Artigas 1591 4349 2602 4349 2602 Libertad 25 de Agosto 1083 4345 2277 4345 2277 Ciudad del Plata Ruta 1 vieja km 27500 23472587 23472587 Rodrguez Aurora Daz 991 4348 2164 4348 2498 254 A lmanaque 2 0 1 5 Agencias Soriano Localidad Direccin Telfonos Fax Agraciada Atiende agencia Nueva Palmira 4544 8375 4544 8375 Cardona Rivera 27 entre Bvar. Cardona y Artigas 4536 8125 - 4536 7002 4536 8125 Dolores Asencio 1345 4534 2122 4534 2122 Jos Enrique Rod Ruta 2 km 2095 4538 2251 4538 2251 Palmitas Atiende sucursal Mercedes 4532 2750 - 4532 2025 4532 3936 Santa Catalina Atiende agencia Cardona 4536 8125 - 4536 7002 4536 8125 TACUAREMB Localidad Direccin Telfonos Fax Ansina Atiende sucursal Tacuaremb 4632 2515 - 4632 2526 4632 4469 Paso de los Toros Batlle Berres 863 4664 2282 4664 2282 San Gregorio de Polanco A. Abriola 198 4369 4187 4369 4187 Tambores Av. Dr. Fernndez Lascano sn 4630 8082 4630 8067 Treinta y tres Localidad Direccin Telfonos Fax Cerro Chato Atiende sucursal Melo 4642 2492 - 4642 5434 4642 3182 Santa Clara de Olimar Atiende sucursal Melo 4642 2492 - 4642 5434 4642 3182 Vergara Atiende sucursal Treinta y Tres 4452 2435 - 4452 4264 4452 5622 EN CASO DE ACCIDENTE CON SU VEHCULO DESDE TODO EL PAS LLAME AL Personal calificado lo atender telefnicamente y registrar el informe del siniestro. En los casos que la magnitud del evento lo amerite concurrir un mvil o un abogado al lugar del siniestro. Recuerde colocar las balizas para sealizar el accidente y mantener las luces del vehculo encendidas. En caso de hurto o incendio realice primero la denuncia policial y luego llame al 1994 gratis - 2 1994 1994 gratis - 2 1994 A lmanaque 2 0 1 5 255 256 A lmanaque 2 0 1 5 Premio Morosoli 2011 al Almanaque del Banco de Seguros del Estado en reconocimiento a su aporte a la cultura nacional. Este Almanaque se realiz bajo la direccin de la Comisin del Almanaque. El Banco de Seguros del Estado no se hace responsable por el contenido de los artculos publicados en este Almanaque los que son de responsabilidad exclusiva de sus autores. banco de seguros del estado Mercedes 1051 Montevideo Uruguay Comisin Almanaque www.bse.com.uy Comentarios y sugerencias almanaquebse.com.uy o llame a Teleservicios 21998. Produccin editorial diseo y diagramacin MONOCROMO Vzquez 1384 apto. 804 11200 Montevideo Uruguay 598 2400 16 85 infomonocromo.com.uy Concepto investigacin y edicin de Tema Anual Ins Bortagaray Correccin Pablo Azzarini Impresin y encuadernacin Impresora Sudamericana Tainol sa Sancho Panza 3087 11600 Montevideo Uruguay 598 2487 9347 impsudvolt.com.uy Depsito legal 363.760 Edicin de 100.000 ejemplares 1000 ejemplares en audio y 25 en sistema Braille. impreso en uruguay - printed in uruguay