b'174 polticos y apticos de todas las clases socia- sino tambin realizaciones postergadas por el les. 3Esta heterogeneidad de opiniones expre- escenario blico.saba el estado de afliccin 4al que la pobla-cin oriental haba sido conducida por aquellaLa Inclusasucesin casi perpetua 5de enfrentamientosLa guerra, aunque emancipadora, es guerra. poltico-militares. La convulsin del sistema poltico, econmico En 1817 el prroco Dmaso Antonio Larra- y social dejaba hurfanos y desvalidos disper-aga, como portavoz de la poblacin montevi- sos por todo el territorio. A solicitud del prro-deana, expresaba a Federico Lecor y al condeco Larraaga, el reciente gobernador lusitano de Viana las pacficas disposiciones de estadeMontevideo,SebastinPintos,accedia ciudad a ponerse bajo los auspicios y patroci- fundar en 1818 la primera casa-cuna para ni-nio de las armas de S.M.F 6Este era el re- os hurfanos, se llamo La Inclusa. 9medio que los montevideanos encontraron aLos nios llegaban en un estado de tal fra-tantos males. gilidad sanitaria, que en 1819, de los 46 que En septiembre de 1819 Lecor comentaba aingresaron murieron 28 y se entregaron 10 en Juan VI: Esta provincia no puede ser pacifi- adopcin o custodia en casas de nodrizas. 10cada, por considerable que sea la fuerza queElreglamentointernodelhospicioafir-la ocupe, mientras no se presente a sus habi- maba:vestiryalimentarnosonfunciones tantes una base slida. Y esa slida base era,suficientes de un padre, por ello la institucin sin dudas, el advenimiento de la paz social y ladesplegaba un amplio abanico de actividades. prosperidad econmica. 7Sin embargo, an enEnfatizabaelejerciciodeprcticasreligio-1820 el propio Lecor lamentaba el estado desas, la higiene, la disciplina y la solidaridad: ruina y desolacin en que se hallan los camposTender cada cual sus camas y despus unos de esta hermosa provincia por causa de losa otros respectivamente se peinarn de modo desastres de la guerra civil. 8 que la cabeza jams desdiga del decoro y ma-Encanto y desencanto sern las claves dejestad. 11El plan de estudios inclua adems este proceso que llev poco ms de una dcada,lectura,escritura,gramticayortografa, desde el ingreso de Federico Lecor a la Provin- aritmticaygeometra.LaInclusacontinu cia Oriental, en 1817, hasta la Convencin Preli- su labor aun en tiempos republicanos, con la minar de Paz, en la Florida, en octubre de 1828. denominacin Asilo de Expsitos y Hurfanos Dmaso Antonio Larraaga.El encantoEn los primeros aos de la gobernacin lusita- Escuela lancasterianana pareca cristalizarse no solo la ansiada paz,Estando en Buenos Aires, James Thomson, de-legado y promotor de la Sociedad Lancasteria-na, decide instalar en Montevideo la primera 3John Hall. La Provincia Oriental a principiosescuela primaria basada en este sistema. Para de 1825. Montevideo, 1995. A. Monteverde ytal fin enva a Jos Catal y Codina en abril de Ca., pp. 25-32. Citado en Nelson Pierrotti, op.1821. Catal es recibido por Dmaso A. Larra-cit., p. 50. aga, principal interesado en que se adoptara 4Pierrotti, Nelson, op. cit., p. 45. esa nueva didctica en Montevideo.5Barrios Pintos, Anbal: Cronistas de laEl sistema lancasteriano utiliza a los alum-Tierra Purprea; el Uruguay entre 1805 y 1852.nos ms adelantados, a quienes llama moni-Montevideo, 1968. EBO p. 31. Citado por Nelson Pierrotti, op. cit., p. 37.6SMF: su majestad fidelsima Juan VI. 9Nuestra Seora de La Inclusa. Imagen de 7Pimenta, Joo Paulo. Brasil y lasVirgen del siglo XVI. La imagen haba sido trada independencias de Hispanoamrica. Castell dedesde la Lcluse, en Holanda, a Madrid, donde la Plana: Publicacions de la Universitat Jaume I.fue colocada en las casas de expsitos.(2007), p. 88. Citado en Gonzlez Demuro, op.10Osta, Mara Laura y Espiga Silvana. La cit., p. 7. infancia sin historia: propuestas para analizar y 8Alonso, Rosa; Luca Sala; Nelson de la Torrepensar un discurso historiogrfico. Montevi-y Juan Rodrguez. La oligarqua oriental en ladeo, 2017. En Pginas de Educacin, vol. 10, n Cisplatina. Montevideo, 1970. Pueblos Unidos,2, Scielo. Uruguay; p. 118. Web 18 de febrero de pp. 25 y 231. Citado por Nelson Pierrotti, op. cit.,2020.p. 36. 11Ibd., pp. 4-5.'