b'176 Con esta ley vigente, 19el 22 de diciembre de 1821 se edita un nuevo peridico: El Pacfico Oriental de Montevideo. Su editor, Francisco de Paula Prez, ante la permanente adverten-cia de no incurrir en los mencionados abu-sos, opt por una lnea editorial monrquica que alentaba el retorno de Juan VI a Lisboa 20y promova la poltica pacificadora que preten-da Lecor. El Pacfico Oriental se edit hasta el 4 julio de 1822.DesencantoLas continuas transformaciones del escenario poltico y econmico no terminaban de cris-talizar,ylavueltaaprcticasmonrquicas comenzahacersevisible.IgnacioNez, embajador del gobierno de las Provincias Uni-das del Ro de la Plata ante el Reino Unido, hacaresponsableaFedericoLecordeesta situacin. Lo acusaba de entregar la provincia al robo de las haciendas de ganado vacuno y caballar en toda la campaa, agregando que partidasmilitarescapitaneadasporjefesde primera graduacin eran las que salan a eje-cutar aquellos robos [] porque no haba dine- El Pacfico Oriental editado en Montevideoro con que pagarles sueldos. 21entre 1821 y 1822 Finalmente el desencanto tambin se ins-talentrelosportugueses,ahoradevenidos brasileos,peroLaInclusa,laexperiencia lancasteriana, la ley de imprenta, el derecho Ley de imprenta y el Pacfico Oriental de autor, y la fundacin formal de San Pedro de Montevideo del Durazno, forman hoy, a doscientos aos de Los gobiernos coloniales, al igual que en Eu- los hechos, parte preciada de nuestra historia ropa, mantenan el monopolio de lo que lasnacional.prensas producan. Sin autorizacin previa no era posible la impresin ni la venta de publica-ciones; las infracciones eran sancionadas conRal Cheda es investigador especializadola quema de los ejemplares en la plaza pblica,en historia contempornea (UCLAEH).adems de la imposicin de una multa.En 1821 alcanz a la novel provincia cispla-tina la ley de imprenta recientemente aprobada por el Reino de Portugal. En ella se estable-ca que toda persona poda, ahora, imprimir, publicar, comprar y vender en los estados por-tugueses cualquier libro o escrito sin previa censura. Aunque el Estado se reservaba an la vigilancia sobre lo que eran considerados abusos contra la religin, el Estado, las bue-nas costumbres o particulares, y poda sancio-nar al responsable hasta con cinco aos de19Tambin incluye el derecho de autor.prisin. 18 20Gonzlez Demuro. Wilson. La prensa en tiempos de la Provincia Cisplatina, p. 321Nez, Ignacio. Noticias histricas, polticas 18Gemetto, Jorge. Historia de la regulaciny estadsticas de las Provincias Unidas. Londres, del derecho de autor en Uruguay: una visin1825. pp. 316-318. Citado por Nelson Pierrotti, crtica. Web 5 de noviembre de 2019. op. cit., p. 37.'