_ALMANAQUE BSE 2019 204 Dentro de las vías de desarrollo que ejecutan muer- te celular programada, es notoria la generación de elementos conductores en el sistema circulatorio de plantas, denominados elementos de las traquei- das. Estos consisten en tubos huecos a través de los cuales circula un tipo de savia y que para ge- nerarlos en última instancia ocurre suicidio celular, produciéndose así una vía despejada para el trans- porte de dicho fluido (figura 2). También en la ge- neración de otras estructuras vegetales interviene la muerte celular programada, un ejemplo de ello son los huecos generados en las hojas de algunas especies, como las del género Monstera (figura 3). Estos espacios se forman al morir algu- nas células durante el desarrollo de la planta. De la misma manera, nosotros los humanos, durante nuestra vida embrio- naria, generamos los espacios entre nuestros dedos ejecutando suicidio celu- lar en los tejidos que en primera instancia tenemos en los espacios interdigitales. Otro ejemplo que ilustra este mecanis- mo lo vemos en el cultivo del arroz. Esta planta crece en terrenos inundados y para sobrevivir a la falta de oxígeno de los tejidos sumergidos desarrolla un tejido hueco a lo largo de la planta que le permite respirar, usando este tejido a modo de snorkel. Este tejido se denomi- na aerénquima y permite el pasaje de aire hacia las porciones sumergidas de la planta. Cuando se observan zonas de tejido muerto en una planta es difícil a simple vista determinar qué fac- tor fue el que las originó. Puede ser que la muerte se haya desencadenado como resultado de un fac- tor ambiental o el ataque por un patógeno, o pue- de ser que se deba a la ejecución del programa de suicidio celular de las células vegetales (figura 4). La mayoría de los seres vivos son capaces de experimentar muerte celular programada, lo cual es indicativo de la importancia de este fenómeno. En las plantas en particular, casi todas las etapas ■ MUERTE CELULAR PROGRAMADA EN PLANTAS < FIGURA 2. Micrografía electrónica de barrido de elementos de los vasos conductores del xilema. Estas estructuras microscópicas se asemejan a túneles por donde circula un tipo de savia y son formadas por el suicidio coordinado de múltiples células. FOTO: KIM FINDLAY, JOHN INNES CENTRE