Los uruguayos no somos ajenos a este im- pulso modernizador que acompaña a la glo- balización ni a los nuevos escenarios que se plantean. Hemos adherido a la adopción masi- va de los smartphones, al cambio de la matriz energética y multiplicamos las inversiones en tecnología destinadas a la agricultura y a la producción ganadera. A nivel regional, nos po- sicionamos a la avanzada en industrias como la del software. La tecnología está transformando nuestra ma- nera de vivir, de trabajar, de vincularnos y por qué no de concebir el mundo. El destino depen- derá, en gran medida, de cómo la sociedad se adapte a los tiempos, identifique las oportuni- dades y consiga sortear los desafíos, relacio- nándose positivamente con los avances tecno- lógicos que se presenten en el futuro Nos vamos poniendo tecnos Desde la prehistoria los seres humanos hemos desarrollado todo tipo de elementos que nos permitieron mejorar nuestra calidad de vida, ha- ciéndola más confortable y segura. La invención de la rueda hace unos 5.000 años, la imprenta de Gutenberg en la Edad Media o la Revolución Industrial a fines del 1700 constituyen hitos en el largo camino recorrido hasta desembocar en el siglo XX cuando la humanidad dejó atrás el paradigma analógico para ingresar en el digital. Este proceso constante de innovación y el avan- ce ininterrumpido de la ciencia dieron lugar al nacimiento de novedosos dispositivos, sentan- do las bases para una nueva era que modifica- rá la relación del ser humano con su entorno para siempre. Nos encontramos inmersos en una gran revolución tecnológica con enormes repercusiones en los sectores productivos, en la salud, en las comunicaciones, en el entrete- nimiento y en el deporte, entre otros. Si bien es cierto que la incorporación de tecno- logía ha reportado incontables beneficios para el ser humano a la vez presenta desafíos inédi- tos. En el campo laboral, oficios y profesiones que existieron en el pasado se ven obligados a adaptarse mientras que otros corren serio ries- go de desaparecer. Del mismo modo, y como otra cara de la moneda, surgen nuevas oportu- nidades para los individuos y las sociedades. ------------------------------------------