ALMANAQUE BSE 2018 102 y combinaciones, fue introducida en nuestra cocina también por estos inmigrantes, aunque la harina de maíz con la que se elabora es americana. La pascua- lina es también de inspiración italiana. La buseca es un guiso bien sabroso que nace en los Apeninos italianos, pero lo que en Uruguay conocemos como buseca es un guiso de elaboración e ingredientes más parecidos a los callos madrileños, un plato típico de la cocina ibérica que incluye al famoso mondongo (tripa para los españoles) además de garbanzos y chorizo. La costumbre de cocinar osobuco, típica de Milán, fue incorporada y se estableció como la carne a hervir en el puchero. Los italianos trajeron también el salame y la mortadela, que regaron con vinos de los viñedos que cultivaron en los alrededores de Montevideo, Cane- lones y en la zona del litoral. Si bien había vinos en la Banda Oriental desde la colonia, existen bodegas de origen italiano que formaron parte del crecimiento de la industria vitivinícola en nuestro país. Pascual Harriague (1819-1894), buscando un vino como el que tomaba en Burdeos, fue quien introdujo la cepa Tannat. Este vasco francés y el español Francisco Vi- diella (1820-1884), quien cultivó la variedad Folle Noir en Colón, son considerados los padres del vino uruguayo. Por otro lado, otras bebidas espirituosas como el lemoncello y la grappa forman parte de nuestras costumbres. La mayoría de los quesos que se consumen en el Uruguay son de inspiración o de origen italiano: el parmesano, el sardo, el reggianito, la mozzare- lla y la ricota. Clásicos de los eventos sociales, los postres que introdujeron los italianos son también muy identificables: el tiramisú, el sambayón, el me- rengue, la torta de ricota, la panna cotta y el pan dulce navideño. Un clásico del país es el helado triple que com- bina chocolate, crema y frutilla. En el Sur de Italia la cassata siciliana es una torta con mazapán, rico- ta, fruta confitada y bizcochuelo, pero el término PIXABAY