ALMANAQUE BSE 2018 68 La educación superior, así como la primaria, no abarcaban al total de la población, pero eran inne- gables los esfuerzos del Estado por desarrollar este nivel de educación más allá del departamento de Montevideo. Por ese motivo, en las primeras dos décadas de 1900 se establecieron liceos en Cane- lones, Melo, Colonia, Trinidad, Florida, Maldo- nado, Minas, Paysandú, Fray Bentos, Rocha, Salto, Mercedes, Tacuarembó. Con el aumento de la matrícula en la escolari- zación secundaria y de los graduados universitarios hacia mediados del siglo pasado, los hijos de estos inmigrantes fueron desempeñando tareas y oficios en el sector privado y en altos puestos de la adminis- tración estatal, ganando dinero a partir de mejores ingresos a la vez que obteniendo prestigio dentro y fuera de sus propias colectividades. Así surgió una camada de profesionales de todas las áreas que pa- saron a conformar un núcleo duro de la clase media urbana. Para muchos inmigrantes, el hecho de que un hijo lograra acceder a estudios universitarios era algo impensado y una razón superlativa para refor- zar los lazos de identificación con el Uruguay. Por otro lado, también llegaban inmigrantes con niveles de formación muy elevados, quienes eran re- cibidos por las élites de la época y que se incorpo- raban a los planteles docentes de los liceos y de la Universidad de la República. Fue un momento de oro para el desarrollo del conocimiento y el impulso de la Academia, que se nutría de la llegada de litera- tos, técnicos, científicos e intelectuales en todas las áreas, y que permitió la formación de gran cantidad de discípulos y la creación de laboratorios, departa- mentos y talleres.