ALMANAQUE BSE 2018 25 del entrecruzamiento que había tenido lugar entre los diferentes grupos (principalmente indígenas, portugueses y españoles, y en menor medida con africanos), y dando como resultado al máximo ex- ponente del proletariado rural: el gaucho. Para 1825, año de la declaración de la Indepen- dencia y del nacimiento del Uruguay, existía una sociedad que en ningún caso resultaba homogénea, sino que era fruto de la coexistencia de individuos con muy diversos orígenes. Para ese entonces, la naciente república presen- taba un importante crecimiento demográfico, alcan- zando una cifra cercana a los 74.000 habitantes. La población de Montevideo superaba las 14.000 per- sonas, de las cuales 2.500 eran esclavos africanos o sus descendientes directos. En aquellos tiempos, no solo Uruguay sino la región en su conjunto era per- cibida como una tierra próspera y con inmejorables condiciones para el progreso. Es así que comienzan a llegar numerosos inmigrantes, mayoritariamen- te campesinos de Italia y España, aunque también de otras tantas regiones empobrecidas de Europa. Un número elevado de estos contingentes estaba conformado por hombres jóvenes de entre 15 y 39 años, individuos que cruzaban el mundo a pesar de las duras condiciones del viaje, con la esperanza de encontrar un lugar donde afincarse y trabajar. En las primeras etapas, solían llegar solos o en compañía de hermanos o primos, pero una vez que conseguían instalarse en el nuevo mundo, los buques retorna- ban a Europa con cartas y noticias de prosperidad que estimulaban a que sus familias pudieran aventu- rarse en la búsqueda de un futuro mejor en este lado del Atlántico. Renzo Pi Hugarte afirma: “El cambio fue radical: en el período situado entre 1825 y 1950, la población del Uruguay se multiplicó 32 veces; PIXABAY