ALMANAQUE BSE 2018 236 del viento y reproducirse. Tanto la larva como la pupa son acuáticas (Fig. 2b). Las larvas viven en el lodo a poca profundidad y cuando los lagos comienzan a des- congelarse, durante el verano antártico, mudan a pupa. Estas pupas ascienden a la superficie donde flotan en dirección al viento hasta llegar a la orilla y allí se pro- ducen las emergencias en masa de los adultos (Barti- cevic 2015; Edwards 1931). Las larvas de P. steinenii puedensobreviviralinviernoantárticoenunestadode semi-congelación. Una de las metodologías más efec- tiva para recoger ejemplares de P. steinenii es colocar trampasde caídas próximas aloslagosdecría(Fig.3b). Estasconsistenenrecipientesdemediolitroenterradas en la tierra con la boca al ras del suelo y alcohol en su interior como líquido fijador (Cheli & Corley 2010; Remedios-de León et al. 2015). Estas trampas se ali- nean en dos filas paralelas de al menos cuatro recipien- tes por fila separadas un metro entre ellas. Los insectos recolectados luego son acondicionados en alcohol 70 %yestudiados bajo microscopio.Laslarvasylaspupas se recogen directamente en los lagos manualmente o con redes de agua con maya muy fina y también son fijadas en alcohol 70 % (Fig. 3a). Todo el material de estudioseconservaenlaColeccióndeEntomologíade la Facultad de Ciencias. En general, los dípteros quironómidos son con- siderados especies clave en los ecosistemas dulcea- cuícolas a nivel mundial, por lo que vienen siendo ampliamente utilizados como indicadores de altera- ciones ambientales para estos ecosistemas. El claro endemismo de B. antarctica y la preferencia noto- ria de P. steinenii por lagos profundos con nivel de agua estable, costas rocosas y/o presencia de musgos y líquenes acuáticos son condiciones que podrían seducir a los programas de monitoreo y evaluación ambiental antárticos para incluirlos como una espe- cie indicadora de los procesos asociados al cambio climático global. Esto se fundamenta sobre todo en que un cambio en las condiciones actuales de tem- peratura podría aumentar las áreas libres de hielo, ampliando la distribución de estos insectos a lugares en los que aún no se ha registrado su presencia. Tam- bién estas condiciones podrían influir directamente en los pulsos de emergencia de los adultos (Convey & Block 1996). Afortunadamente Uruguay cuenta con la Base Científica Antártica Artigas, instalada en la Isla Rey Jorge, que promueve el estudio y la protección de la biota en esta zona del planeta. Este equipo de in- vestigación ha podido, gracias al apoyo logístico y financiero del Instituto Antártico Uruguayo (IAU), desarrollar estudios en Entomología Antártica des- de el año 2015. Fig. 3: Recolección de Parochlus steinenii: a. recolección manual; b. trampa de caída. FOTOS PROVISTAS POR LOS AUTORES