ALMANAQUE BSE 2018 48 Inmigración, producción y trabajo A principios del siglo XVII, la Corona española autoriza a Hernando Arias de Saavedra (Hernanda- rias) a introducir piezas de ganado vacuno y equi- no en las tierras de la pradera levemente ondulada que hoy es Uruguay. Estos animales se reprodujeron libremente y a partir de 1680 las tierras fueron co- lonizadas para proveer de cuero a España. A partir de 1728 se otorgan tierras para ser explotadas y la ganadería se constituye como la principal fuente de riqueza. Con el Reglamento de Libre Comercio (1778) se empieza a aprovechar, además del cuero, la carne y el sebo. En la década de 1780 se fundan los primeros saladeros del país y el primer matadero de Montevideo comienza a funcionar en 1798. Con el Reglamento de Tierras promovido por José Gerva- sio Artigas (1815) se reparten extensiones de campo y para el año 1836 el país contaba con 24 saladeros. Los principales rubros de exportación eran el cuero, la lana y el tasajo. Poco después de la Declaratoria de la Independen- cia, bajo la presidencia de Fructuoso Rivera, se em- pieza a fomentar la inmigración europea. Numero- sos inmigrantes canarios y vascos de origen español y francés arribaron al puerto de Montevideo en la década de 1830. La mayoría se radicaban en la ciu- dad o alrededores (Tres Cruces, Aldea, Maroñas). Se empleaban como peones de chacras, de saladeros, de pequeños talleres y curtiembres. Un importante número de vascos se instaló en el ámbito rural, de- sarrollando tanto la agricultura como la ganadería, y fueron protagonistas del establecimiento de tambos en el sur del país. Aquellos que lo hicieron en los departamentos del norte comenzaban como jorna- leros y era frecuente que posteriormente se transfor- maran en arrendatarios y más tarde en propietarios de la tierra. En la década de 1860, la Cía. Liebig’s de capita- les alemanes y belgas se instala para producir extrac- Las circunstancias que llevaron inmigrantes a los distintos puntos geográficos del país y a desempeñarse en determinados roles y oficios dependieron en gran medida del momento histórico, de las condiciones políticas, sociales y económicas del individuo recién llegado o de su grupo. No todos lograron “hacer la América”, para los foráneos alcanzar algunas posiciones se hacía harto difícil en una sociedad criolla fuertemente estratificada.