ALMANAQUE BSE 2018 240 son muy conservados, es decir, han variado poco, ya que resultan clave para la sobrevivencia de los orga- nismos y, por tanto, se encuentran bajo una fuerte presión por parte de la selección evolutiva. Una pro- teína llamada p53 conocida como “el guardián del genoma” desde hace ya varios años se ha convertido en centro de atención para el estudio, diagnóstico y pronóstico de enfermedades oncológicas. Cuando esta proteína es defectuosa y falla en la realización de sus tareas, se produce un desequilibrio en el nor- mal funcionamiento de las células que puede con- ducir al desarrollo de cáncer. EL GUARDIÁN DEL GENOMA La p53 es una proteína supresora de tumores que se une al ADN y regula la función de varios genes, en particular, de aquellos relacionados con el desarro- llo de tumores (llamados oncogenes). Responde a daños celulares provocados por rayos ultravioletas, contaminantes químicos derivados del consumo de sustancias, exposición a hidrocarburos, metales pesados, agroquímicos, etc. Normalmente la p53 está presente en las células en bajas concentracio- nes, pero cuando se produce daño en el ADN dicha concentración aumenta, se une al ADN y provoca la detención del funcionamiento celular (llamado ci- clo celular) hasta que los mecanismos de reparación de ADN actúen y reparen el daño. Si la agresión en el material genético es muy extensa e irreparable, la p53 induce lo que los científicos denominan apop- tosis o muerte celular programada. Es una especie de suicidio celular que evita que continúe en fun- cionamiento una célula dañada que puede transfor- marse en un tumor (figura 4). Además, esta proteína regula el envejecimiento celular, es decir, evita que una célula se divida más de 60-70 veces, característica que no tienen las cé- lulas cancerígenas que se dividen de forma descon- trolada, multiplicándose e invadiendo otras zonas del organismo. Si consideramos, además, que p53 regula la multiplicación de vasos sanguíneos que es crucial para la llegada de nutrientes y oxígeno ha- cia un tumor, proceso denominado angiogénesis (formación de vasos sanguíneos), concluiremos que un fallo en esta proteína provocará un enorme des- equilibrio. En muchos casos, es por esos pequeños vasos sanguíneos llamados capilares, por donde las células cancerígenas llegan a la sangre y se dispersan hasta zonas lejanas a aquella donde surgió el tumor (proceso conocido como metástasis) (7). Más del 50 % de los tumores humanos están relacionados con la alteración del funcionamiento de esta proteí- na, incluyendo cáncer de colon, cáncer de mama y de pulmón (7, 8). Hoy en día existen numerosas investigacio- nes relacionadas con la actividad de esta y otras proteínas de reparación del ADN, a nivel local y Fig. 3: Proceso de división de una célula denominado mitosis. Primero se duplica el ADN y se divide el núcleo que lo contie- ne. Luego se divide el resto de la célula. Fig. 4: Proteína p53 "guardián del genoma" ante un evento de daño en el ADN (material genético). ADN p53 REPARACIÓN DEL ADN REPARACIÓN INADECUADA (MUTACIÓN) NO REPARACIÓN