ALMANAQUE BSE 2018 27 para alcanzar sus ambiciones políticas y económicas. El interior del país no fue ajeno a este proceso y al incremento de la población en general se le sumó la recepción de colectivos de inmigrantes que fun- daron colonias y nuevas localidades. No todas las migraciones fueron motivadas por cuestiones económicas y el Uruguay se caracterizó por recibir a numerosos pueblos e individuos que sufrieron las consecuencias de guerras o que habían sido objeto de persecución por razones de índole política, étnica o religiosa. Existen múltiples acontecimientos que funcio- naroncomodesencadenantesdelasdistintasoleadas inmigratorias que recibió el país, entre los que po- demos destacar el escenario económico-financiero que se vivía en la Europa mediterránea de la segunda mitad del siglo XIX, el nuevo mapa europeo a partir de la caída del imperio Otomano y la disolución del imperio Austro Húngaro, el genocidio armenio, el avance del fascismo en Europa, el derrocamiento de la Segunda República Española y, por supuesto, los millones de desplazados producto de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial. Junto con sus intenciones de una vida mejor, los inmigrantes llegaron a Sudamérica munidos de sus oficios, acarreando sus costumbres y religiones. Los que llegaron trajeron consigo ideales, ideas y visio- nes del mundo que enriquecieron sobremanera a la sociedad de acogida, encontrando en nuestro país un entramado social que estaba en plena construc- ción, lo que les resultó ciertamente favorable. El desarrollo de nuestro país mucho tuvo que ver con el empuje de aquellos inmigrantes, personas que habían dejado atrás su patria, sus amigos y a gran parte de sus familias para embarcarse en una aventu- ra con escasos o nulos recursos financieros y que, sal- vo contados casos, representaba un viaje sin retorno. En aquellos tiempos, para la gran mayoría era muy difícil suponer que algún día podría volver a pisar sus terruños. Algunos pudieron y/o supieron adap- tarse mientras que otros no lograron superar jamás la nostalgia por su tierra. Por otro lado, no todos los que vinieron se quedaron y la suerte que corrieron fue muy variada, muchos debieron seguir errantes buscando su destino. Para ellos, Uruguay representó tan solo una parada más en su recorrido. Vista de Montevideo en 1885. Grabado del libro Montevideo e la Repubblica dell' Uruguay de Giosuè E. Bordoni. FUENTE: BRITISH LIBRARY'S COLLECTIONS