ALMANAQUE BSE 2018 75 ARQUITECTURA La influencia de la inmigración en la arquitectura uruguaya es innegable. La visión y el trabajo de inge- nieros, arquitectos y constructores, y el fundamen- tal aporte de yeseros, herreros, coloristas y albañiles de origen europeo enriquecieron la producción edi- licia del siglo XIX y de las primeras décadas del siglo XX. El desarrollo y la calidad alcanzados por la des- tacada arquitectura de nuestro país tuvieron como referencia las grandes ciudades de Europa. Si bien aún hay vestigios de la arquitectura co- lonial en todo el país, ésta cobra valor cuando el pa- trimonio se ha protegido como es el caso de Colo- nia del Sacramento. La escala de las construcciones portuguesas le ponen un halo de romanticismo a un tiempo de esclavos y luchas entre portugueses y es- pañoles, entre criollos y porteños. Durante el siglo XIX y con un Uruguay en crecimiento, las ciudades demandan nuevas estructuras: avenidas, parques, mercados, bancos, hospitales y teatros. Monte- video es testimonio y a la vez testigo de una etapa de riqueza tanto arquitectónica como urbanística. El buen momento económico se ve reflejado en las casas quintas, en los edificios públicos, en el diseño de grandes áreas verdes destinadas al esparcimiento, desarrollado por arquitectos e ingenieros inspirados en la arquitectura francesa e italiana. Los aportes italianos a la arquitectura urugua- ya son evidentes y variados constructores y “maes- tros de obra” llegaron desde Italia para abocarse a la construcción de nuestras ciudades. Entre los profesionales que dejaron su huella se encuentra el ingeniero italiano Luis Andreoni, autor de la obra del Hospital Italiano de Montevideo (1890) y de la Estación Central de ferrocarriles (1897). PIXABAY