ALMANAQUE BSE 2018 29 de la Comunidad Económica Europea. Este proce- so se suscita a partir de un imaginario alimentado de relatos de migraciones. Luego, la corriente de emigrados continúa hasta el presente con la par- tida de jóvenes profesionales que se instalan en el exterior para cursar maestrías y doctorados. Pocos de ellos retornan. En la última década, una vez que el país co- menzó a afianzar la estabilidad y a recorrer la sen- da de una importante reactivación de la actividad productiva, un número significativo de orientales fueron regresando, pero no fueron los únicos. En los últimos años, y como parte de una tendencia cada vez más evidente, se fueron sumando otros inmigrantes de numerosas procedencias y atraídos por diversos factores. Un abanico que contempla desde la agenda de derechos, a valores de libertad y tolerancia, el ritmo de un país pausado o las po- sibilidades que el Uruguay ofrece en términos de prosperidad. Desde asiáticos a españoles, desde norteamericanos a africanos, pero especialmente latinoamericanos pro- venientes de Argentina, Perú, Colombia, República Dominicana y últimamente Venezuela. Así como sucedió en el pasado, la llegada de “los nuevos” va ge- nerando un cambio que comienza a ser perceptible en las escuelas, en los liceos, en el paisaje urbano y en la mismísima constitución de la sociedad. Las sociedades no permanecen estáticas y la uruguaya no escapa a esta realidad, por lo tanto los flujos migratorios no solo cambiarán el Uruguay del presente sino que explicarán buena parte de su futu- ra movilidad. Buque italiano Giulio Cesare. Puerto de Montevideo. Mayo-agosto de 1922. FUENTE: CDF-IM CITAS 1. Barrán, J. P. El uruguay indígena y español, www.rau.edu.uy Actualización de setiembre de 1995 2. Pi Hugarte, Renzo, Elementos de la cultura italiana en la cultura del Uruguay, 2001